Partida Rol por web

El palacio de la Casa del Dragón, en donde reside el señor de la casa, Lord Debosteli, es un recinto ajardinado y amurallado, situado en el barrio nobiliario. Una torre alminarada, con sus paredes labradas con figuras geométricas de indiscutible belleza, preside todo el recinto, empequeñeciendo las otras tres construcciones de una sola planta y claramente de peor calidad.

El cochero saluda a los guardias de las murallas con un gesto quizás demasiado elaborado para ser casual. Las puertas macizas se abren y el perfume de cientos de plantas exóticas, cargado de aroma y misticismo, te invade. Un rumor de agua se hace onmipresente, y es fácil contemplar diversas fuentes situadas en varios puntos de los pasillos que atraviesan los jardines.

Una avenida más ancha lleva justo al centro de los jardines, que es donde se encuentra la torre, y hasta allí se dirige tu carruaje. Al llegar las esclavas se detienen. Iletso sin mediar palabra levanta el vuelo y se dirige hacia el último piso de la torre.

- Espero que hayais disfrutado del paseo - te dice con una sonrisa el cochero, que baja del pescante de un salto, ofreciéndote la mano para que le acompañes.- ¿Deseais asearos o preferís que os lleve ante el señor Debosteli?

Cita:

Aunque a los hombres no les suelen complacer las esperas, menos aún les complace que una dama se presente ante ellos menos que adecuadamente compuesta, responde Xiaoyan.

Indicadme por favor dónde puedo asearme, y anunciad a lord Debosteli que compareceré ante él tan pronto esté presentable.

- Por supuesto. Por favor, acompañadme señora - te indica y dejando atrás el carro y las esclavas entra en la gran torre central.

Os introducís en una amplia sala circular de enormes dimensiones, en cuyo parámetro se inicia una escalera de caracol que permite acceder tanto a los pisos superiores como a los inferiores. Todo el suelo está cubierto por una alfombra ricamente decorada en la que se contempla una batalla aérea entre diversas clases de dragones. El detalle de la alfombra es sorprendente. No hay ventanas en la sala, y toda la iluminación se produce por una serie de antorchas sitadas en todo el parámetro de la sala. Te fijas que las mismas parecen arder sin quemar la madera, y sin que la alfombra tenga quemados que serían inevitables si, como parece lógico, cayeran ascuas al suelo.

Hay varias mesas de diversas dimensiones, así como sillas, y las paredes están cubiertas de estanterias. En el extremo contrario a donde se encuentra la única puerta hay un trono sobre una tarima.

Nada más entrar en la sala una mujer de baja estatura y tono de piel ligeramente tostado, indiscutiblemente hermosa, vestida únicamente con una túnica corta que deja al descubierto la totalidad de las piernas y buena parte de los senos, se acerca hasta vosotros

- Gata - le dice el cochero- Esta es la invitada del señor, llevala a los baños y asistela en lo que sea necesario - luego se gira hacia ti- Llevaré tu esclava y tus cosas hasta tus habitaciones. Gata te llevará luego ante el señor Debosteli

La esclava asiente a las instrucciones de tu acompañante y hace una reverencia ante ti

- ¿Me acompañais, señora, o hay cualquier cosa que deseeis ordenarme o que os cuente? - te pregunta una vez el cochero se marcha

Vamos hacia los baños, y ya hablaremos por el camino, dice Xiaoyan.

- Como gusteis - te responde mientras se levanta y se encamina hasta las escaleras que descienden a los pisos inferiores- Por favor, venid conmigo

¿Cómo tengo el pelo? pregunta Xiaoyan a la esclava.

Si está presentable, un baño rápido y no hagamos esperar al señor. Si hay el menor rastro de polvo, baño completo y lavado de pelo.

Habeis descendido hasta un distribuidor que permite acceder a las distintas estancias que se distribyen en este primer sótano, y que parecen completamente separadas. La escalera sigue descendiendo, pero os parais aquí. La sala está con las paredes de piedra desnudas, pero no se podría afirmar que no es acogedora. Un rumor a agua es perfectamente audible desde aquí. En esta sala hay dos guardias que al ver bajar a la esclava parecen ir a decir algo, pero que se vuelven circunspectos y serios al ver que una nigerthiana le acompaña. Ninguno de los dos guardias os hace comentario alguno. Hay tres puertas totalmente distintas que parten de esta zona; una sobre la que hay un emblema de un dragón de hierro; otra sobre la que hay un emblema de un dragón blanco; otra sobre la que hay un emblema de un dragón azul.

Es esta última a la que se estaba acercando la llamada Gata cuando le preguntas sobre tu pelo. Ella se gira y se te acerca, mirándote con una mezcla casi divertida de meticulosidad y cautela

- Mi señora, vuestro pelo es precioso, pero algo de polvo sí le ha caido.

Pues a lavarlo, que lord Debosteli no merece menos que verme con el pelo limpio, ordena Xiaoyan con tono relajado.

La esclava asiente y entrais en la sala tras el emblema del dragón azul. La sala tiene todo el parecido con una gruta natural, excavada en la roca formando seis pequeñas piscinas naturales, de aguas cristalinas, que parecen brotar directamenente del interior de la tierra. El sonido del agua, presente desde que entrasteis en este sótano, es ahora embriagador.

- ¿A qué temperatura deseais el baño, mi señora?

Treinta y cinco grados, por favor, dice Xiaoyan con toda naturalidad.

Y haz que venga mi esclava con mi neceser.

- Como ordeneis mi señora - te responde la esclava moviéndose con gracia natural hasta la puerta, saliendo un instante. Al poco está de vuelta.

- He mandado aviso para que llamen a vuestra esclava, mi señora. Por favor, poneos cómoda. Tardaré un instante - tras estas palabras la esclava toma una ánfora apoyada en la pared, y empieza a llenar una séptima oquedad, más pequeña, con el agua combinada de dos de las piscinas, buscando la combinación perfecta de la temperatura que le has indicado y tocando el agua cada vez que combina las aguas.

Tras un buen número de paseos la piscina se llena y la esclava se te acerca.
- ¿Me permitís mi señora? - dice acercándose a ti para ayudarte a desvertirte

Xiayoan desanuda su cinturón y abre los brazos para ayudar a Gata a desvestirla.

Este vestido, oreadlo y colgadlo adecuadamente para cuando me haya de cambiar. Llevaré otro cuando me reúna con lord Debosteli, y éste quedará de reserva, indica.

Luego, desciende a la piscina con decisión, sumergiéndose primero por entero y colocándose bien para que le laven el pelo.

Una agradable sensación cálida te inunda al entrar en la bañera. La esclava sabe obedecer, eso está claro. Tendida con solo parte de la cabeza fuera del agua le ves terminar de preparar el vestido y las sandalias que ha ayudado a despojarte hace unos instantes. Luego coge unos frascos y se arrodilla a tu lado

- Mi señora, ¿os parecen adecuados estos perfumes y este jabón? ¿Deseais que empiece con el pelo o con vuestro cuerpo?

El pelo, por favor. Es lo más importante en este momento, responde con una rara sonrisa, que poca gente puede presumir de haber visto.

La esclava sabía como hacerlo. Sus dedos habían cuidado tu pelo por un buen rato, lavándolo en profundidad, y aplicando sobre él diversos aceites, jabones y perfumes. Sólo para volver a lavarlo en una nueva ocasión. Tumbada en la piscina ni siquiera la veías, sólo notabas sus manos introduciéndose entre el pelo, limpiándolo de todo impureza. En un momento determinado Veintitres entró a la sala con tu neceser, y se quedó apartada, esperando tus órdenes.

La sensación de bienestar era muy profunda

- Mi señora - intervino hablando con suavidad Gata- el jabón que he usado en esta última ocasión debería dejarse unos minutos antes de aclararlo. ¿Es vuestro deseo que aproveche para enjabonaros por completo?, ¿o tal vez preferiríais un masaje? Mi señor me ordenó que cumpliera completamente cualquier cosa que me ordenarais y que respondería con mi vida de vuestro placer

No hagamos esperar en exceso al señor, responde Xiaoyan. Enjabóname un poco, que no hacen falta excesos.

Veintitres, dice dirigiéndose a la otra esclava. Prepara mis aceites perfumados. Una vez enjabonada y seca, aplícame una pequeña cantidad de aceite y una gota de esencia de bergamota. ¡Venga, chicas, que no tenemos todo el día!

Ambas esclavas obedecen tus órdenes con presteza. En un tiempo razonablemente corto estás limpia y perfumada, y han aplicado los aceites que has indicado. Tu pelo, una vez Gata te lo cepilla cuidadosamente, está en perfecto estado

Xiaoyan verifica que su cabello está a punto, se aplica una discreta cantidad de un perfume muy suave en las zonas erógenas, se viste ayudada por las esclavas, e indica a Gata que abra camino hacia el señor.