Partida Rol por web

Tras la conversacion con Sintara trazo un a estrategia para doblegar a escarlata.Decido confinarla en las mazmorras que usa Briareos para sus rituales, en el sótano de la casa. Atada.  Sin agua ni comida. Todo lo que obtenga me lo tendrá que pedir a mi.

Me dirijo a mi dormitorio. Abro la puerta de un empujon dando un portazo contra la pared. Aprovechando el susto la sujeto por las manos y me la llevo en volandas.

Queria hacer esto por las buenas, pero parece que va a tener que ser por las malas.

Desciendo los escalones enérgicamente, sin dejarla recuperar el equilibrio.

Vas a tener que aprender que dependes de mi para todo, niña. PARA TODO. No tengo paciencia para los esclavos indisciplinados y, como puedes comprobar, entramos en la sala de torturas de Briareos, estoy equipado para corregir cuaquier mala conducta. Te aseguro que no eres la primera que pasa por aqui. Hoy vas a pasar el dia aqui dentro, para que vayas a costumbrandote y reflexiones.

La sala tiene forma circular y esta decorada con figuras de cuanteletes con rayos y cadenas que cuelgan del techo. en el suelo, un sistema de canalillos esta pensado para que, arrojando un cubo de agua, los restos del trabajo de Briareos, se cuelen por el sistema de alcantarillado.

Entro en la sala y la tiendo en el potro central. Introduzco brazos y piernas en los grilletes. El potro esta pensado para descoyuntar a sus victimas con un torno que estira de sus miembros. Me lo guardo como baza para amenazarla.

Una vez inmobilizada, apoyo una mano en el torno de tortura y me inclino sobre ella para susrrarle.

Hoy no comeras ni beberas hasta que yo baje a traerte agua y pan una vez al dia. Eso es todo lo que comeras hasta que me aceptes como tu amo. Y recuerda que si me das problemas...

Hago girar un poco el torno. Aun no produce ningun efecto pero el sonido del dispositivo chirriando ya resulta espeluznante.

Cuando entras de golpe en la habitación Escarlata, desnuda sobre un madero desprovisto de sabanas o ropa de cama, solo puede moverse sorprendida. Y esa sorpresa se torna en dolor cuando la agarras con brutalidad, sin tener en cuenta las importantes heridas que aun tiene en su cuerpo. Ves como la joven, al ser zarandeada, y bajada por la escalera con violencia, demuda su rostro, y vuelve a palidecer, pero sin llegar a perder la conciencia.

Al entrar en la sala de tortura Escarlata cierra los ojos y se para bruscamente
- No, por favor... - la oyes murmurar, aunque pronto vuelve a su silencio.

Finalmente la dejas sobre el potro, en una incómoda posición, aun debilitada por las heridas

Cita:

Escarlata cierra los ojos y te mira
- Dadme tiempo para aceptaros. Solo os pido eso: tiempo

Pero notas en su voz que su única intención es ganar tiempo

Esbozo mi mejor sonrisa diabólica.

No te preocupes. Vas a tener toneladas de tiempo aqui abajo. Tú sola.

Cierro la puerta de un portazo. Creo que es un buen comienzo. No puedo esperar a que Briareos me deje como nuevo. Tengo ganas de domar a esta potrilla.

Como supongo que hasta la mañana siguiente el clérigo no recuperará sus conjuros salto hasta esa misma noche.

Mientras bajo los escalones a la mazmorra de Briareos tomo nota de mi cuerpo aun dolorido. Si yo estoy maltrecho, ella debe estar para el arrastre. Cuando caigo en ello, abrazo el dolor y me regocijo en él. cuando se sabe manejar el odlor puede resultar estimulante.

Abro la puerta de la mazmorra alumbrando con un candil que traigo desde arriba. Está oscuro como la boca del lobo y necesito avanzar un par de metros para iluminar el potro. Alli esta Escarlata,(con signos de haber llorado , supongo) echada, tal como la dejé. En la otra mano llevo una jarra de cristal llena de agua hasta arriba. La eslava lleva ya 12 horas sin beber. Dejo la bandeja apoyada en la mesa. Justo fuera de su alcance. Apoyo mis doloridos codos en la madera y  acerco mi rostro al suyo.

¿Que? Has tenido tiempo de pensar?

Escarlata había sufrido dolor desde que había sido abandonada hacía doce horas. Las heridas habían empezado a causarle una molestia que se había ido agudizando a dolor, y luego a una sensación insoportable. Pero después la sed (además de las doce horas encerrada no había bebido nada desde primera hora de la mañana, hacía ya mas de dieciseis horas), había borrado cualquier otra sensación salvo la verguenza de su desnudez, y de su necesidad de orinar, que a duras penas había podido contener hasta el momento.

Escarlata gimió ante la pregunta de Zandar, y trató de decir algo, pero una mezcla de dolor y de aspereza en la boca se lo impidió por dos veces. Carraspeó y volvió a mirar al agua, y a Zandar

- Agua... por favor... agua y moverme... no siento mi cuerpo... y tengo que salir. Pero dadme agua

Acerco mis labios a centímetros de los suyos para que me vea pronunciar bien las palabras.

Agua... por favor...AMO

Formo las palabras lentamente con los labios, a la espera.

La esclava cierra los ojos

- ... Agua... por favor... amo. Soltadme ... y dadme de bebed... por piedad....

Le doy agua. Voy cortando los tragos obligandole a decir "por favor, AMO" cada vez, antes de seguir. De esa forma la acostumbro y me aseguro de que no se atraganta. Cuando note que simplemente lo dice para beber le doy una bofetada. Entonces paro y  me alejo. Después la suelto para que mee en uno de los canales que llevan al desagüe, delante mío. Si pone problemas le suelto otra bofetada, me dan igual sus heridas. Tras mear, llega la hora de comer, un pedazo de pan grande. Antes de dárselo debe pedírmelo llamándome AMO.

Cuando llegue Briareos le pido que nos cure.

El tercer día llego para marcarla con mi ZR, mi marca de propietario.

Hola Escarlata.

Duerme en la sala de torturas el primer mes. Despues pasara a las dependencias de sintara, tendran que compartir cama. Las ropas del primer mes, harapos o mi ropa de mendigo. Una vez haya sido domada puede usar la ropa vieja de Sintara y si progresa adecuadamente ya le comprare algo para ella.

Ahora que comentas lo de los guardas se me ocurre una idea. Les hare atacarla por la noche como si fueran a abusar de ella y yo intervendre haciendome el amo autoritario y marcandola como solo mia. Tal vez eso aumente su confianza en mi, o tal vez no. en cualquier caso, dejare pasar los 3 meses antes de "desflorarla" (por decir algo). Por cierto, los guardias tendran orden de vigilarla cuando duerma en sus dependencias.

Cita:

Escarlata alarga su cabeza acercando sus labios cortados al borde de la jarra, y bebiendo de la misma con avidez. Cuando te alejas vuelve a suplicarte por agua, llamándote amo, tal como le ordenas, y así lo hace por cinco veces, hasta que consideras que tiene suficiente. Al soltarla y comprender que debe orinar en tu presencia se nota humillada, pero te obedece sin que tengas que llegar a abofetearla.

Al ver el pan te mira con súplica y alarga su mano para cogerlo. Al retirárselo comprende

- Amo, por favor, dadme de comer - te dice tragándose el orgullo

Le doy el pan y la miro comer.

Bien, Escarlata, veo que aprendes rápido. Ahora voy a subir a traer a Briareos. Voy a dejarte suelta este rato. No hagas que me arrepienta.

Dicho esto subo al piso superior. Supongo que ya tendrá los conjuros, si no, hagamos como que esto pasa al dia siguiente y ya está. Así aligeramos un poco.

Tras curar a Escarlata ambos bajais a la sala de torturas.

Escarlata se estremece violentamente, aun atada al potro. Un olor a carne quemada, profundo, llena la sala de tortura, y sobre el muslo de la joven se ve con toda claridad la marca a fuego atravesando la piel de la chica.

Las lágrimas caen por sus mejillas, a pesar de que es evidente que intenta evitarlo. Pero el dolor debe ser aun casi insoportable.

Cuando Briareos se ha ido me acerco a la esclava. Examino bien la herida. Reluce como si ella misma estuviera hecha de fuego. La piel reluce por la transpiracion a lo largo de sus piernas. No puedo evitar reconocer a la bestia gitándose en mi interior. Le separo las piernas y empiezo a lamer sus piernas sudorosas, acercándome cada vez mas a su entrepierna.

Me fijo en su reacción.

Atada, marcada, con el cuerpo aun temblando por el dolor, completamente perlada por el sudor, Escarlata no pudo hacer nada para evitar que Zandar le abriera las piernas, arrancándole un nuevo gesto de dolor, y empezara a lamerlas en dirección a su sexo.

La esclava estaba atada, después de todo. Y su cuerpo estaba de un lado sensibilizado, y de otro obsesionado aun con la ordalía de dolor que acababa de pasar

Noto que se resiste pero ya no me puedo frenar. Me bajo los pantalones casi sin que me de cuenta. Intento resistir mis impulsos, recordando mi plan original pero nada puedo hacer. Cuando la penetro suelto un grito de triunfo totalmente inconsciente. Parece que ahora sí que llevará la marca de Zandar.

Cuando acabo la saco de un tirón.

¡Dioses, me moría de ganas de hacer esto!Esta es mi verdadera marca, Escarlata. La otra la llevarás por fuera. Esta la llevarás por dentro.

Después de mi frase molona me doy la vuelta y me voy.

Tal vez su mente consciente trató de alejarse de allí. Al dolor que le subía desde el muslo se unió ahora el trauma de la violación a la que era sometida, y Escarlata ni siquiera pudo gritar.

Se sentía ahogada, y ni tan siquiera podía moverse. Cerró los ojos, intentando que los envites constantes de Zandar no le afectasen. Pero era imposible. Su cuerpo respondía a la penetración de quien afirmaba ser su amo con un afán mecanicista que le llenaba de rabia y amargura.

Quiso chillar, o maldecir. Pero no se atrevía. Gimió entre la verguenza y el dolor, mientras era penetrada repetidas veces.

Mientras, Zandar disfrutaba con cada envite. No solo era que el cuerpo de Escarlata combinara la juventud y la disponibilidad de quien era, a partir de un instante, solo una propiedad. Era la combinación del combate, de la adquisición de la esclava. Era el hecho de que aun tuviera que domarla. Era también el placer de follarse un cuerpo nuevo, evidentemente poco dispuesto, pero evidentemente también apetecible. Al estar atada Zandar palpó y usó el cuerpo de Escarlata a su antojo, durante veinte largos minutos, hasta que finalmente se corrió en el interior del cuerpo de su nueva propiedad.

Cita:

Escarlata vio como la puerta de la mazmorra se cerraba. Un gemido sordo pugnó por salir de su pecho. Sintió el semen de Zandar entre sus piernas. La marca candente aun quemaba en su muslo.

Y quemaría por mucho tiempo.

Para Zandar había sido un muy buen polvo