Partida Rol por web

Una nueva flecha sale desde mi arco yendo a rozar a su objetivo.

El gigante se movía desesperado, buscando la manera de matar a alguno de ellos. Esos pequeños insectos... ¡habian matado a sus hermanos!. Lo que deberia haber sido una lucha rapida, una trampa bien preparado... habi sido un completo desastre.

Pero los guerreros eran diestros y habiles, se movian rapidamente y nunca se quedaban en el mismo sitio. Mientras tanto, las endemoniadas flechas del otro lado del acantilado no le dejaban en paz, pequeños picotazos que le iban mermando poco a poco. Ya sangraba por demasiados sitios...

El humano de armadura plateada que había demostrado tanta habilidad, se avalanzó sobre sus piernas de nuevo, pero esta vez, ya no le quedaban fuerzas. El mallal le destrozo la rodilla y la dejó sin fuerzas. Cayó a plomo sobre las rodillas con un gemido, y mareado, buscó donde estaba ese humano. El mallal le golpeo con saña y furia en la cara, clavando sus afiladas puntas en el pomulo, destrozando hueso.

El poderoso gigante levantó la maza, quizá dar su último y defenitivo golpe. Marchar al otro mundo con gloria. Un dolor lacerante le taladró el ojo. Su cuerpo se quedó sin fuerza. Y ya no quedó nada.

El cadaver del gigante compartió suelo junto a sus tres hermanos. La saeta de Kratos había sido certera y mortal atravesando uno de sus ojos. Los compañeros estaban exhaustos, habia sido un combate largo y peligroso. Realmente algunos de ellos habían estado cerca de la muerte...

Jadewo estaba empapado en sangre, y Tim tenía un brazo dolorido de cuando le impacto el gigante. En el otro lado del acantilado, Kratos y Petro tenían los brazos entumecidos, rodeados de trozos de roca de las andanadas de los gigantes.

Y Ithillion respirada cansado, de pie, junto a una gran roca. Debajo de ella, la mitad del torso del mediano Freir, su explorador, lo miraba con los ojos vacios de vida. Había muerto en las primeras andanadas de rocas.

 El canoso guerrero levantó la visera de su yelmo en busca de más enemigos, su pecho subía y bajaba como un gran fuelle. Me hago viejo. Piensa mientras mira a los cadáveres de los gigantes. Luego comprueba las bajas que ha tenido el grupo. Quedando consternao viendo como su explorador yace enterrado bajo una gran roca.

 Va hacia allí, y aparta la gran roca y mira a Tim, el sacerdote de Gond.

 - Puedes hacer algó por el caído Freir, Tim?

 ientras espera la respuesa de el sacerdote va atendiendo a sus compañeros heridos.

Tras reincorporarme y sacudirme el polvo que mis ropas han acumulado a consecuecia de mis caidas en el combate, miro el cuerpo sin vida del mediano, y las palabras de Jadewo, al que, tengo que responder- Lo siento Jadewo, pero ese talento está fuera de mi alcance. Además, aunque pudiese, creo que el cuerpo está demasiado magullado para que la resurrección tuviese éxito. Mis habilidades se centran en la restauración de los vivos, no en la resurreción de los muertos. Lo siento otra vez...

Dicho esto, empieza a mirar a sus compañeros, a ver cual de ellos necesita curación

El mago observaba al mediano caido desde el fondo de su capucha. Sin decir nada, se saco de un bolsillo de su tunica algo que se llevó a la boca. Quizá algun tipo de hierva para mascar.

-¿Y ahora?-

Del trepidante y brutal ruido del combate, el bosque se silenció tras el ultimo gigante. Parecía contener la respiración hasta que, poco a poco, el ruido tipico del bosque floreció desde la fronda. Pajaros, ramas y un lejano rio, muy probablemente al fondo del acantilado.

 Jadewo mira al mago. Mientras la llubia se sigue derramando por su ensangrentada armadura.

 - Sabemos la dirección en la que está la fortaleza. Proseguiremos. Una vez estemos listos.

 Una vez apartada la roca que tenía el cuerpo de Freir aprisionado, reza una breve oración. Al final recoge el cadáver.

 - Cuando terminemos este angosto camino sepultaré al mediano como es debido.

Todo había acabado por fin, la lucha terminó, tenía los brazos desgarrados por el uso del arco, acepté de buen grado las curas que me realizó que me realizó Jadewo por las heridas recibidas, habíamos perdido a un hombre, pero debíamos segir adelante, la muerte tarde o temprano noos llegaría atodos...

Miro el cadáver de nuestro compañero caído, después miro al resto de integrantes del equipo ya habrá tiempo de lamentarse mas adelante, ahora recuperémonos un poco, miremos haber si esos gigantes tienen algo que nos pueda ser de utilidad y después habrá que proseguir nuestro camino.

Miro a Petro con cara  seria....

 - Deberíamos quemar a estos gigantes, y sepultar el cuerpo de nuestro compañero... Nadie se merece que lo dejemos a que se loscoman los carroñeros!!!

 Jadewo mira a Petro.

 - Ve dando un vistazo a las pertenencias de ls gigantes. Mientras Kratos y yo vamos sepultando al mediano.-

 Su voz es un tanto nexpresiba, después de lanzar los conjuros y dar gracias al Caballero Rojo, su respiración ya no es tan agitada, pero sus ropajes estan empapdos, de agua y sangre.

 Aprovechando, que el desfiladero terminaba, el caballero lleba al uerpo del mediano hacia un ensanchamiento del camino, un lugar donde haya varias piedras de tamaño más o menos grandes, dposita el cuerpo en algún lugar cóncavo, deposita el cuerpo del pequeño explorador. Le quita a mochila y lo tapa con una manta, luego va deositando piedra y rocas encima. Entre Kratos y él, y siendo el cuerpo peqeño, o tadan mucho.

 Al termir, el caballero, en silencio ante el menud promontorio, reflexiona en voz baja. Alzando una plegaria.

Espero unos minutos con la cabeza gacha mientras dan un entierro "digno" a nuestro guía, cuando terminan me dirijo a examinar a conciencia las pertenencias de los gigantes caídos.

Mientras dura el entierro, permanezco en silencio, ayudando en lo que pueda. Cuando el pequeño acto acaba, digo a Petro- Espera Petro... Te ayudaré a registrar los cadáveres. Así iremos más rápido.

Dicho esto, acompaño al pícaro hacia los gigantes, para, una vez los hayamos saquedo, hacer una pira con sus cadáveres.

Angor también guarda silencio junto a la improvisada tumba. Algun día, todos los del grupo tendrán una muerte similar, piensa, incluido él mismo. Vidas fugaces y muertes rápidas es lo que son los aventureros.

Pero no es momento para lamentos, y tampoco puede sentir mucho la muerte de alguien que apenas conocía.

- Primeroque se curen los más heridos. Yo aún puedo aguantar.

El cuerpo del explorador mediano, quedó sepultado tras las rocas funerarias. Y Jadewo, dirigió unos responsos sobre la tumba. Cuando hubieron terminado lo que sin duda, habría sido una suerte de entierro para un aventurero, observaron las bolsas de los gigantes. En ellas, como era habitual estaban algunos objetos personales, como recuerdos y tallas de ningún valor. Tambien había municion de rocas lanzables, que habitualmente usaban los gigantes en sus combates. Y entre los tres gigantes, ya que uno había resbalado hasta el precipicio hayaron algunos objetos de valor.

Novecientas monedas de oro, entre monedas de plata, oro y platino. Cuatro gemas, una aquamarina, un espinal encarnado, una rodocrosita y un cristal de roca. Además de un pergamino, probablemente magico y una espada de acero bañada en plata y decorada con joyas.

 Cuando el grupo junta lo que ha recuperado de los cuerpos de los gigantes, comenta.

 - Salvo el pergamino que nos puede ser de utilidad.- Dice mirando a Ithilion.- Lo demás propongo que lo guardemos hasta nuestro regreso al poblado. 

Estoy de acuerdo, en el pueblo podremos repartir lo que encontremos de forma equitativa. -Como en los viejos tiempos, con sus pros y sus contras. Aunque ya estoy demasiado mayor para irme de aventuras...

Bueno, antes de seguir... ¿Quién necesita curación de forma urgente? -pregunto al grupo. Como buenos y estoicos (o cabezones) aventureros, ninguno ha dicho que necesita curación aunque es evidente que el combate ha hecho mella en la mayoría de nosotros.

El mago se había mantenido a parte del resto hasta que estuvieron reuniendo las piezas de las bolsas de los gigantes. Con ojos astutos comento:

-Sin duda, ese pergamino deberia estar en manos capaces de utilizarlo... ¿me permites?...- Extendiendo una mano palida, que nacia de esa tunica roja de terciopelo.

 Jadewo acerca el pergamino al mago de túnica roja.