Partida Rol por web

Eso parece.- Contesta Claypole estrechando fuertemente la mano de Wood.

¿No saben qué día es hoy, verdad?- Interviene el profesor Cabo dándose cuenta de la situación.- Han estado desaparecidos una semana entera. Pensábamos que estaban muertos, de hecho...

De hecho...- Continúa Derek la frase asumiendo la responsabilidad.- Esta mañana he enviado tres telegramas a casa informando a vuestras mujeres de vuestra triste desaparición.

-Oh mierda...Daphne me va a matar. -murmuró el hombreton sin ser demasiado consciente de sus palabras. Y si no lo hace ella lo hará su padre. Lo mejor será que avisemos cuanto antes... Una semana... Así que Urdish tenía razón. 

Matthew sintió un escalofrío al pensar que hubiese ocurrido si se hubieran quedado en aquella dimensión unas horas más.

Nosotros hemos descubierto...cosas curiosas. Pero me temo que su amigo Zarramenov no está...muy entero. Olive...podría usted...Señorita, quizás no quiera...bueno. ¡Que mas da!.

- ¿Desaparecidos una semana entera?- se sorprendió Roderick- pero... yo juraría que fue sólo un día... No lo entiendo- aquello no tenía sentido ninguno. Entonces escuchó a Greywood y miró rápidamente al profesor Olive, para después mirar nuevamente a Greywood- Creo que la señorita no querrá ver eso...- comentó temiendo lo que podría pasar a continuación- no va a estar preparada... ni tan siquiera yo lo estoy para volver a verlo.

Respondiendo a la petición de Greywood, el profesor Olive retira la chaqueta que cubre el cilindro metálico dejando a la vista el cerebro del profesor Zarramenov flotando en su interior.

Al verlo, Montserrat parece desfallecer, por unos segundos pensáis que caerá al suelo, pero en lugar de eso se tambalea hasta el cuarto de aseo y oís como vomita.

¿Pero qué demonios es esto? - Pregunta Derek arrugando el gesto.

Roderick arrugó la nariz cuando Olive mostró a todo el mundo a su amigo... o al menos lo que quedaba de su amigo, y aún arrugó más la nariz cuando vio como la dama se iba al baño para echar hasta su primera papilla... con lo escrupoloso que era el capellán no pudo evitar sacar un pañuelo para taparse el rostro y disimular un acceso de arcada... aquello era desagradable... y más teniendo en cuenta lo revuelto que tenía el estómago. Ante la pregunta de Dereck el señor Craven respondió con un matiz irónico... si total de perdidos estaba el río.

- Ese es el buen doctor Zamarinov... o lo que queda de él... el pobre se ha quedado en los huesos...

- Ni eso- comenta socarronamente el cabo a las palabras de Craven-. Y aunque parezca imposible es capaz de comunicarse. Lo que quiere decir que el profesor sigue aun con vida.

- Pero no podemos estar todo el día hablando del frasco este. Necesitamos hacer varias cosas de inmediato. El tiempo se nos echa encima a pasos agigantados- dijo algo alterado por la situación vivida y por la pérdidas de esa semana de tiempo con la que el cabo no contaba.

El gesto de enseñarle a la Señorita Cabo el bote con el cerebro le parecía de tan poca caballerosidad que no quiso participar en ello. Apartó la mirada como si el tema no fuera con él. ¡Siete días! Una semana entera habían estado desaparecidos. La realidad le llegó como una bofetada en pleno rostro. ¿Acaso alguien en el mundo se habría preocupado por su ausencia? No tenia ni mujer ni hijos que le echaran en falta.

¿De verdad? ¿Me están diciendo que esta cosa no solo es el cerebro del profesor, sino que además puede hablar?- Pregunta el joven profesor. Luego ante la petición de Abraham añade.-¿ Por dónde quieren empezar?

- Lo primero es encontrar un doctor que atienda y cure a Steffan... o llevarle a algún sitio que lo hagan- dijo mirando a su amigo por quien estaba preocupado.

- Luego hemos de llamar a nuestro país para...para intentar localizar a alguien y ponerle en conocimiento de lo sucedido aquí en España.

- Por último debemos buscar la manera más rápida de llegar a nuestro país- dijo y luego miró a los presentes- Si encontraramos la forma de invocar ese portal por el que salimos de la ciudad en ruinas...quizás llegáramos en un abrir y cerrar de ojos- dijo más para sí que para compartirlo con los demás.

Desde el cuarto de baño escucháis correr el agua del grifo y sobre ese sonido la voz de Montserrat Cabo que dice.- El doctor está avisado, no tardará en llegar.

La mujer no tarda en salir, cuando lo hace se nota que se acaba de lavar la cara.

¿Llamar?- Pregunta extrañado el joven profesor.- Si lo que quiere es enviar un telegrama podemos solicitarlo en recepción, pero me temo que hasta mañana a primera no será enviado. La oficina de correos no abre hasta las ocho.

¿Por qué hay que hablar con alguien en los Estados Unidos?- - Os pregunta Claypole.- ¿Qué es lo que descubrísteis en Tartessos?

–¿Qué para qué quiero mandar un telegrama? Bueno, ¿Quizás para que no empiecen a cavar nuestra tumba y para que mi mujer no piense que ha perdido a su hijo y su marido?–aquella, por ser una verdad evidente, era una buena excusa. Matt quería explicar a Dereck lo que tenía que hacer, el terrible crimen con el que tendrían que manchar sus manos, pero no delante de extranjeros. Decidido a que le entendiesen, decidió darle un mensaje de forma que pudiese comprender.–Hermanos. Avisamos a Daphne y lo dejamos ahí. Ella se ocupará de que avisen a todos. Podemos mandar otro a Keeper. 

Sugerir que avisasen principalmente a los miembros del antiguo equipo era una forma de señalar al cojo que el asunto era más importante que hablar con las familias. Pero también que había que ser discreto. Si iban a matar a un hombre no quería que hubiese testigos de como lo organizaban. ¿Quién viene? Podemos dejarlo ahora listo para enviar en cuanto abran las oficinas.

Por supuesto.- Contesta Jordi.- Si lo dejan en recepción se ocuparán de llevarlo a la oficina de telégrafos antes de que abran.

Voy contigo.- Dice Derek pillando las segundas intenciones de las frases de su compañero.- He sido yo quien ha metido la pata, así que es mi responsabilidad. Además, en esta semana he aprendido algunas palabras de castellano.- El escritor evita decir odioso idioma local en presencia de los Cabo.- y creo que podré hacerle entender al recepcionista lo que queremos. ¿Alguien más?

Roderick mientras hablaban se palpó los bolsillos dándose cuenta de que había consumido casi todo el tabaco y la bebida que tenía, necesitaba reponerlo o no conseguiría llegar al final hacia donde debería llegar, de manera que quizás pudiera solicitar al recepcionista información sobre donde comprar lo que necesitaba.

- Yo también voy con ustedes caballeros- se ofreció más por reponer sus existencias que por otro cosa.

- Yo me uno a la comitiva- dijo el cabo mientras se palpaba el bolsillo para verificar si llevaba consigo su pistila reglamentaria. No es que quisiera montar ningún follon, pero, visto lo visto, no estaba de más llevar un arma encima por si acaso.