Partida Rol por web

-No me había puesto a ello.- respone Urik -No te acerques mucho, pero tus ojos también me vendrían bien, amigo.-

Con calma, ambos revisan la sala en general, con Hitmol más centrado en los sarcófagos y los relieves de las paredes. Ambos sarcófagos tienen texto excrito, una sencilla palabra en cada uno: Alexarus y Zenobia, respectivamente. Observando los bajorelieves, descubre hechos de la vida de los monarcas. Grandes historias de lucha, guerras, victorias y grandiosos tesoros almacenados. Finalmente, también sus muertes son relatadas, la de Alexarus en medio de una batalla y la de Zenobia en el lecho. Ninguno parece que llegara a conocer el terrible acontecimieto que acabó con Cynidicea y trajo a Zargón.

Ninguno de los dos encuentra trampas, pasadizos ocultos o algo similar. No hay cofres, no hay objetos de valor. No hay reliquias a la vista, en definitiva.

Hitmol prepara un hechizo y lo lanza, mirando a su alrededor con postura de mística revelación.

Os dirigís a la tumba grabada con las palabras "Alexarus" y cogéis la lápida entre Rshark y Tancred. Es pesada, pero nada con lo que vuestros músculos no puedan. El sonido del polvo acumulado cayendo y lo que cuesta arrastrarla os hacen pensar que no ha sido abierta en mucho tiempo, quizá nunca. El interior alberga un sarcófago, cuya imagen frontal representa a un hombre sereno, con barba, tocado con una corona. Parece hecho de oro y a su alrededor hay tres pequeños cofres, todos también de oro, sin cerradura.

Urik asiente y se aupa sobre el ataud. Desde el borde, con mucho cuidado examina el interior usando sus ágiles dedos.

-No hay trampas en esta tumba, al menos que yo vea.- dice Urik a sus compañeros -Y a riesgo de decepcionaros, os aviso de que el sarcófago no es de oro, sino madera pintada. Y los cofres, lo mismo.-

Hitmol se acerca a los cofres abiertos, e intenta identificar su contenido y su posible valor.
¿Rotos?- pregunta el mago- No lo entiendo...

Examinas los ¿rubíes? Vaya. No lo son. Son simples cristales coloreados. No se te ocurre el sentido que pueden tener los objetos rotos, pero tampoco parecen tener ningún valor.

Al abrir la otra tumba, como sugería Jathor, encontráis una escena tremendamente similar. Al igual que antes, hay un cuerpo momificado, esta vez de mujer, cofres y nada más. Thelonius se acerca a inspeccionarlos. -No estando Urik, permitidme que ponga en marcha mi experiencia de palacio.-

Tras inspeccionarlo todo con ojo atento pero sin tocar nada, Thelonius os transmite su impresión: cree que no hay trampa ninguna.

Resharl avanza un paso, con las manos extendidas en señal de no agresión. Se agacha un poco e intenta imitar un sonido parecido al de la mujer.

La chica parece definitivamente confiarse. Deja que Reshark se le acerque y el hombre del desierto huele en ella el perfume de alguna planta subterránea, probablemente una raiz tratada con alcohol para oler... bien, no huele a flores pero sin duda oculta otros olores humanos mucho peores.

Ella le observa sin tocarle y parece querer dar vueltas a su alrededor. Reshark observa que la chica lleva un odre de agua en apariencia vacío, una bolsa de cinto y ningún arma o armadura. Pero también ve lo que ella parecía estar manipulando. En el suelo hay una trampilla circular, con tapa de piedra y aparentemente sin asa de la que tirar, aunque con un agujero por el que, como mucho, cabría un dedo.

La mujer parece asustarse un poco cuando Reshark se acerca a ella de pie y retrocede, hasta quedarse a un par de metros del hombre del desierto. Sin embargo, parece entender sus gestos. Se señala a sí misma y dice "Ybba".

Urik se acerca a la trampilla y la examina con cuidado. -No encuentro nada raro aquí.- dice tras unos minutos de observación.

Precisamente, las antorchas se estaban acabando, así que ambos aprovechan para encender estas. -¿Vais a tenerme de porteador de luces todo el rato? - protesta Thelonius -En fin, supongo que tengo que resignarme a estas cosas como penitencia por mi destino...- El Príncipe parece de peor humor desde hace un rato hasta ahora.

Mientras Thelonius murmura, termináis de acumular entre todos algunas grandes piedras encima de la trampilla.

Reshark avanza despacio, haciendo un gesto al grupo para que se detengan y dando unos pasos hasta colocarse junto al dintel de la puerta, sin llegar a cruzar frente a ella.

Le hace un gesto al grupo de que guarden silencio y otro a Urik para que se aproxime a examinar la puerta. Mientras, el explorador se agacha para examinar la zona de la puerta e intentar detectar algún sonido en el interior.

Urik y Reshark comprueban que, auqnue cerrada, la puerta se puede abrir simplemente empujándola, ya que no hay cerradura. Sin embargo, Urik alza su manos antes de que el explorador haga nada. -Escucho ruidos dentro. Alguien está cargando objetos en paquetes.- susurra, llevando a Reshark hacia atrás.

Ambos compañeros se lanzan contra la puerta consiguiendo que esta esté a punto de abrirse. Un poco de luz entra a través de la rendija abierta, pero no tanto que podáis ver algo a través de ella. Lo que quiera que hay al otro lado sujetando la puerta ha sido demasiado pesado esta vez.

Mierda!
Jathor mira a la puerta con rabia al ver que ha estado a punto de abrirse, y vuelve a echarse un paso hacia atrás, para coger impulso.
Reshark, de nuevo! Y vosotros, tener preparadas las armas de disparo!

Seguís empujando, pero no lográis nada. Al otro lado se escucha claramente el sonido de gente dando instrucciones, en un idioma no humano.

Desde atrás, dubitando primero, y sin decir nada, arrima el hombro e intenta empujar la puerta.

Jathor, a punto de perder la paciencia, coge impulso por tercera vez. Mira con desconfianza a Ellidian, que ha relevado a Reshark, pero la clérigo parece golpear con fuerza la puerta. En cambio el golpe conjunto no es suficiente. Jathor nota la rabia crecer dentro de el, y se le hincha la vena del cuello.

¡Umbph! - la pobre chica, hace por impulsarse una vez más contra la puerta, extasiada por el golpe con su propio hombro.

¡Arrrrggh!!
La mirada de Jathor parece cambiar cuando coge impulso de nuevo. Una furia le invade al no verse capaz de echar la puerta abajo. Sus músculos parecen hincharse aún mas de lo normal, y se lanza contra la puerta aprovechando el buen golpe de Ellidian. Esta vez nota como la puerta cede con un fuerte crujido.