Partida Rol por web

La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

El Lago Verde.

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12/12/2019, 18:06
Hostigadores: Soldado Nuevo Pelagatos.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL DIA. - NUBLADO.

Sus manos agarraban las riendas con menos firmeza de la deseada, el montar costaba un esfuerzo mayor de lo habitual y su mente se encontraba embotada. ¿Qué era aquel lugar? Era una pregunta a la que ya no podía ignorar y por ese mismo motivo su cerebro comenzó a trazar posibles ideas. Todas ellas eran disparatas pues su febril cabeza no le permitía atarse a la coherencia narrativa que una insólita situación como esa le requería. Negó de nuevo, preguntarse en aquel momento no era la mejor de las alternativas.

Al perder un poco de agarre sobre su montura optó por meter su antebrazo derecho por las riendas del caballo y sujetarlas de esa forma permitiéndole estar agarrado a Orgullo aunque sus manos perdieran algo de brío. Por si acaso se acomodó en la silla e hizo acopio de sus fuerzas para apretar sus muslos y no balancearse.

Sabandija... —dijo en un tono inferior y menos poderoso que la primera vez, no continuó la frase de forma inmediata, necesitó tomar algo de aire—. Detente.

Estúpido k´hlata, torpe campamentero, cacho de trozo de mercenario en descomposición detente, algo así era el mensaje que le hubiera gustado gritar pero ni tenía fuerzas suficientes como para decir algo tan largo ni hubiera sido bien entendido por la mayoría de sus compañeros que en cuanto exigía un poco a alguno de sus compañeros de piel tiznada no tardaban en tacharle de racista. Odiaba a Sabandija al que casi no conocía, era algo que acababa de decidir y también un poco a su primo por mandarle a él a buscar a un loco inútil. Quizás cuando descansara al calor del fuego se le pasarían todos aquellos odios recién adquiridos.

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12/12/2019, 19:00
Hostigadores: Soldado Nuevo Chamán Rojo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL DIA. - NUBLADO.

Se sentía debilitado físicamente como pocas veces había estado. La humedad y el frío le calaban en los huesos. Sin embargo, desde que pusiera sus pies descalzos en aquella extraña tierra, sentía como si los demás lo vieran diferente y eso era reconfortante.¿Tierra maldita? Para él era más dulce que la miel. Por si  fuera poco que Reyezuelo, con el que apenas había intercambiado cortas palabras en las maratonianas jornadas de entrenamiento de Lengua Negra, se dirigiera a él con respecto, incluso prometiendo satisfacer a los espíritus salvajes con un sacrificio a la mañana siguiente, si es que llegaban, ahora era Ballestero, el autoproclamado segundo al mando, quien se dirigía a él para asuntos que sólo un chamán podría llevar.

- Por supuesto.- Aprovechó para contestar a ambos campamenteros de una sola vez.- Lo primero será consultar a las llamas. Lástima no poder hacer una Hoguera Roja, pero no hay tiempo tampoco.- El hombre tapado con la máscara de carnero y envuelto en una capa medio mojada sacó una mano para hurgar en un saquillo que colgaba en la cintura. Era el polvo rojo que usaba para tintar su pelo y piel cuando iba una batalla. Cogió un palo de madera, de los que iban a usar para la hoguera y lo untó con la pasta humedecida con el agua del lago.

- Estos polvos rituales los usaba mi padre, y el padre de mi padre, y el suyo antes, así sucesivamente. Una larga ascendencia de importantes chamanes de los Pies Rojos.- Explicaba para aquellos que quisieran escucharlo.- Su recuerdo, su uso, me ancla al pasado, a nuestro mundo, a la sabana...- Esperaba que aquellos recuerdos tan añorados ahora por todos calaran en sus corazones, desplazando al gélido frío que los atenazaba en aquel momento.- Sin embargo, he mezclado estos polvos con agua del lago verde, que representa nuestro presente y futuro, opresor y desconocido. Juntos los quemaré en la hoguera y las llamas que generen al arder nos dirán, si sabemos interpretarlo, lo que queramos saber.- Obviamente el único que sabría interpretarlo era él, lo cual jugaba a su favor. La parafernialia le permitía, además, quedarse junto al fuego para calentarse. Dicho y hecho. Untó el palo con el polvo rojo humedecido y lo lanzó aparatosamente a la hoguera ya encendida. Mientras murmuraba ininteligibles palabras se quedó inmóvil, su vista perdida entre las llamas.

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12/12/2019, 19:25
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. ¿O ES DE NOCHE?- NUBLADO. ¿O MÁS BIEN OSCURO?

Guepardo suspiró, echó un poco más de leña al fuego y no replicó a Ponzoña cuando le conminó a callarse para evitar miedos. En parte tenía razón pues muchas veces era preferible vivir en la ignorancia que conocer la verdad, especialmente si eras incapaz de asumir esta. El pueblo k'hlata siempre había creído en numerosos entes del más allá. Celestiales, infernales, naturales, espirituales, ancestrales... pero desde joven el jaguar se había tenido que enfrentar a otras dicotomías. Bien y Mal, correcto e incorrecto, Honor y Deshonor, Luz y Sombra. Especialmente esta última dualidad, constante desde su niñez. No era una superstición. En su experiencia era un hecho totalmente real. Después de varios años confrontándolo el temor hacia lo sombrío era relativo en el explorador. Lo veía, lo percibía, lo aceptaba y lo combatía. El cabo lo llamaría tontería, pero quizás era el propio miedo del hiena a tenérselas que ver con ello y el empleo de la negación para evadirlo.

- O quizás habría que llamarlo locura - habló por fin el hierático espectro de Sacorroto. Guepardo ahogó una risa mordaz y negó con la cabeza.

- No espíritu vacío. Confrontaba las sombras mucho antes de que tú aparecieras trayendo visiones y delirios - le respondió. Se respondió a sí mismo -. Y lo seguiré haciendo cuando tú ya no estés.

No quiso seguir con el tema y por ello ni intentó decir que combatir contra las sombras no significaba morir necesariamente. Se limitó a asentir a su cabo, a reunir en un haz la leña sobrante que él y Caracabra habían recolectado y posteriormente siguió calentándose en el fuego, foco de luz y una de las mejores maneras de combatir contra la oscuridad.

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12/12/2019, 21:09
Infantería (P): Soldado Nuevo Campaña.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.

Sus palabras parecían no haber tenido efecto alguno, lo cual era de esperarse teniendo en cuenta que el don de la oralidad no era uno con el que el joven oscuro contara. Su prima parecía seguir absorta en sus pensamientos, y Campaña comenzaba a impacientarse. Su hermano lo necesitaba, no podía seguir perdiendo más tiempo.

El hostigador se quedó quieto y en silencio por unos segundos, su cabeza trabaja al total de su capacidad mientras consideraba si lo que quería hacer sería una buena idea o no. Al final confió en su instinto. Prefería un regaño de Ponzoña a no estar ahí para ayudarle. Además, no estaba haciendo nada malo, solo seguía órdenes.

Se agachó, tomó las mochilas que estaban en el suelo y las puso en el carro. El peso de esas mochilas era una minucia, pero el prefería estar libre para poder reaccionar ante cualquier eventualidad. Luego miró a Khadesa, suspiró y soltó un -Campaña te pide perdón. Y sin decir más cargó a Khadesa de la forma más delicada que pudo y la subió al carro. Por nada del mundo quería que sus toscas manos le hicieran daño a su querida prima, pero la situación no me permitía que se diera el lujo de esperar a que ella decidiera acompañarlo. -Ponzoña necesita a Khadesa y a Campaña. Añadió como un intento de justificar su acción. No sabía su ella lo estaba escuchando, pero sentía que debía decirlo y así lo hizo.

Finalmente, todo estaba listo y dispuesto para llevar al carro y a la pitonisa junto a la fogata de los hostigadores y eso hacía que la ansiedad en el oscuro se normalizara de cierta manera. Comenzó su camino de regreso dirigiendo el carro, tenía la mirada fija en la figura de su mejor amigo, hasta que una sombra llamó su atención. Regresó la cabeza con velocidad para percatarse de quién o qué se trataba, y sonrío ligeramente al ver que era el jorobado Caracabra. -Vamos. Le dijo con la vista nuevamente en dirección a la fogata. El gigantón había estado tan ensimismado en lograr que Khadesa lo siguiera que ni se había percatado que su compañero de escuadra los estaba acompañando. Por suerte no había sido un enemigo, definitivamente no podía permitirse bajar tanto la guardia, menos en un lugar desconocido como ese.  El guerrero se dio un golpe en la cabeza a manera de llamado de atención. Necesitaba espabilar. 

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15/12/2019, 18:37
Hostigadores: Soldado Nuevo Caracabra.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.


Las órdenes. Eran guerreros, y los guerreros cumplían órdenes. Eso evitaba que murieran. Caracabra había asentido a las órdenes dadas por Ponzoña y, tras recoger suficientes ramas, y tomar la yesca y el pedernal que se le ofrecían, asistido por Guepardo, invirtió sus esfuerzos en hacer fuego.

Era algo necesario, y vital. Caracabra había estado muchas veces fuera de la seguridad de un campamento, y notaba el frío colándose bajo su piel como lo que era: un presagio de debilidad y, en los peores casos, de muerte. El fuego era necesario, y lo sabía. Pero lo que se sabe no siempre es lo que la mente desea saber.

¿Fue el recuerdo de los restos de Vieja Bruja siendo quemados? ¿fue el tormento del fuego en el paso por el infierno, viajando entre dimensiones? ¿fue la propia visión de la Vieja Bruja murmurándose en ese momento de necesidad presagios funestos al oído? ¿o fue, quizás, que la mente era como un todo y, finalmente, se quebraba? Sí, había hecho que el fuego se encendiera. Eso había calentado su cuerpo, tal como quería.

Pero ahora, al ver el crepitar de las llamas, la bondadosa sensación que siempre le había embargado al sentir el fuego, se vio sustituida por un terror inenarrable. El fuego había matado a la Vieja Bruja, y mataría también a Khadesa. Y le mataría a él. Llevado por el terror de esa certeza, incapaz de atender a lo que unos y otros de sus hermanos decían, Caracabra retrocedió unos pasos, alejándose de la hoguera que él mismo había creado. Mirando a la misma tan hipnotizado como lo estaba la presa frente el arma de su cazador.

Bailaba el fuego, y en las llamas creía ver figuras que se burlaban de él: los asesinos de la Vieja Bruja, la pobre Bonita cuando él mismo la degolló para poner fin a sus alaridos, la Vieja Bruja ardiendo en un infierno de llamas. Tras unos segundos interminables, sin darse siquiera cuenta que Guepardo se acercaba para ayudarle, Caracabra logró ponerse en pie. Khadesa no estaba. Solo ella podía protegerles del fuego necesario y terrible. Él debía acercarla, y protegerla. Como buenamente pudo se acercó, tambaleándose como un luchador que hubiera recibido una paliza, hasta el carromato en donde se encontraban tanto la pitonisa como Campaña y avanzó junto a ambos, recuperando poco a poco la confianza, decidido a eliminar a cualquiera que amenazara a la pitonisa o a cualquier hermano de la Compañía.

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16/12/2019, 10:30
Hostigadores: Pitonisa Khadesa.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

PASADO EL MEDIODÍA. - NUBLADO.


Se dejó llevar en el carro sin fijarse en nada más que en la sangre que manaba de su herida, tratando de racionalizar el impulso que la había llevado a provocarse una herida a sí misma. Cuando levantó la mirada al sentir que el carro paraba sus ojos buscaron un solo objetivo: su marido. Lo observó sentarse y seguir impartiendo órdenes, pero su instinto la hizo reaccionar al punto sabiendo que no se encontraba bien. 

Saltó del carro y se puso a rebuscar entre sus cosas, buscando infructuosamente una olla donde poner a calentar agua para hacer una infusión reconfortante. De paso cogió un trozo de tela y tapó la herida, procurando que ni Ponzoña ni Matagatos lo vieran. Gruñó como un animal rabioso al no encontrarlo y dio una patada al suelo, frustrada por todo lo que había pasado. 

Buscad en vuestras pertenencias. Si alguien dispone de una olla que la llene de agua y la ponga al fuego. Tenemos que beber algo caliente para ayudar a subir la temperatura de nuestros cuerpos. Y si no tenéis muchos escrúpulos, acurrucaos unos con otros-dijo mientras se acercaba a su marido y se acurrucaba contra él bajo la manta dando ejemplo. Se preocupó al notar lo fría que estaba su piel. Comenzó a frotar los duros músculos tratando de elevar la temperatura corporal de su marido con la fricción, aunque poco podían hacer sus pequeñas manos en realidad. 

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16/12/2019, 15:54
EL TIEMPO JUEGA EN TU CONTRA.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

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16/12/2019, 21:10
Hostigadores: Soldado Nuevo Chamán Rojo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Qué mal me encuentro, joder...- Chamán Rojo había hecho su paripé con la hoguera y no le fue difícil parecer traspuesto, con la mirada perdida en las danzarinas llamas. Se encontraba fatal, pero ahora que había empezado no podía parar. Su audiencia esperaba su consejo. Finalmente, tras unas feas toses y un ligero tembleque, habló.

- Las llamas me han hablado. Encended cuantas antorchas podáis. La oscuridad se acerca y en ella se ocultan las sombras.- A pesar de haber pasado casi una hora en el fuego todavía no acababa de entrar en calor. Necesitaba comer algo y un buen refugio para el frío. Se preguntaba qué coño estarían haciendo sus compañeros en las ruinas a las que habían ido.- Debemos estar todos unidos y asegurar un lugar para pasar la noche. ¿Keropis? ¿Dónde estas Keropis?- Alzo la temblorosa mano en el aire como si sus ojos no pudieran penetrar la oscuridad que cada vez era más opresora. Necesitaba ver al acorazado campamentero.

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16/12/2019, 21:20
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

El calor de la hoguera había surtido efecto en Lombriz, que cada vez se encontraba mejor y con menos frío. Por prevenir un poco más se echó la manta de abrigo por encima, sujetándola con el extraño broche que por algún motivo oculto tenía, sin saber como lo había conseguido.

Ya tenía unas cuantas antorchas apiladas, concretamente las de Ballestero y Reyezuelo, cuando escuchó a ese charlatán de nuevo. Un chamán para más inri, con lo que odiaba a esos individuos.

-No, el señor de la ballesta- Dijo señalando a Ballestero -Me ha ordenado apilarlas por si nos vamos, así que no vamos a encender nada más, y por cierto, todo aquel que tenga antorchas que me las de, para apilarlas con estas que tengo aquí, hay que prepararse-. Se había tomado muy en serio las órdenes de Ballestero.

Aunque no era mala idea del todo, la noche se acercaba y la tarde copada por aquellos perennes nubarrones que cortaban casi todos los pocos rayos de sol que intentaban llegar hasta ellos.

—Está intentando animarles, quizás sea mala idea haberle cortado— Se rascó la nuca —Bueno, no, los chamanes son peligrosos, seguro que quiere algo de estos pobres 'Kalatas', pero a mí no me engaña—

-Deberíamos estar más preocupados por otra cosa- Señaló el bosque en un amplio arco con el dedo índice de la mano derecha -No se escucha nada salvo el viento, ni siquiera pájaros, sin contar con nosotros parece que todo este sitio esté vacío, y es demasiado grande como para que eso sea bueno, así que como bien dice el señor de la ballesta, hay que irse preparando, o como dijo "CaboPonzoña", menos tonterías y más realidad, a prepararse para irnos, esa sería una buena manera de pasar el tiempo para aquellos que estamos mejor de salud- Esperaba que sus palabras hicieran entrar en razón a aquellos vagos que estando en condiciones aceptables de salud, no movían ni un dedo por ayudar.

-El trabajo te hace entrar en calor y espanta el miedo, mantiene tu cabeza ocupada-

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16/12/2019, 21:41
Hostigadores: Soldado Nuevo Pelagatos.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

El calor del fuego le reconfortaba aunque seguía sintiendo el frío en sus huesos, sentía el peso de la vida y la muerte, cada acción que acometía le costaba el doble de esfuerzo y la desarrollaba a la mitad de sus capacidades. Sus ojos estaban achinados y su cuerpo encogido mientras se apretaba bajo la capa negra de la compañía. Pese a aquellos intentos podía notar el temblor de sus brazos y un ocasional castañeo de sus dientes que se esforzaba por ocultar. La fría agua de aquel lago había sido un duro enemigo para todos los supervivientes, muchos de sus hermanos juramentados se encontraban en pésimo estado con echar un rápido vistazo le bastaba para saberlo.

Después de depositar a Sabandija cerca de la hoguera de los campamenteros y advertir a su primo Matagatos del mal estado del soldado, Pelagatos se apresuró, todo lo que pudo, que no era mucho, a acercar a Jerifalte y a Orgullo al fuego. Conocía a sus caballos y ambos estaban nerviosos, también lo estaba él, no era para menos. Desde que la ruptura de la roca el sentido común brillaba por su ausencia en los hechos acontecidos. No escuchó a nadie hablar del pasado, era una buena idea el centrarse en el complicado presente y no echar la vista atrás en busca de peligrosos fantasmas.

No habló mucho tampoco él, cada palabra pronunciada le costaba un gran esfuerzo y tras su corta cabalgata en busca del campamentero su cuerpo le pedía descanso y sus ganas de comunicarse permanecían al mínimo. Sin embargo pensando en el bien común y tratando de saciar su curiosidad preguntó en voz alta.

¿No están tardando mucho? —El hostigador hizo un notable esfuerzo para sonar fuerte y no parecer enfermo o debilitado.

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16/12/2019, 22:02
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

──Muy bien, Chamán Rojo, Capitán está aquí, a tu lado, y te ha escuchado. Seguro que lo tiene en cuenta──. Miraba preocupado, porque su cortavientos no hacía demasiado por concentrar el calor.

De pronto se llenó de alegría. Tenía la sensación de que había tomado parte, aunque fuera un poco, en conseguir que las cosas fueran algo mejor. Nunca. Nunca jamás, ni en su más tierna infancia, había sentido algo parecido. Al lado de esta victoria que, en realidad, era un poco tonta, Ballestero estaba como un niño con zapatos nuevos.

──¡Hombres! ¡Piojillo abre los ojos!── Daba un poco de miedo mirar al asesino rendir cuentas detalladas de... Bueno, de la organización de un campamento, con voz de pescado muerto y un cierto temblor en la voz. Todo mientras el Capitán seguía tratándole.

──¡Señor!

Sin duda el viaje interdimensional le estaba afectando, pero... ¿no sonaba su voz como si fuera la del Cabo Cortaplumas? Al menos, se paraba a veces a pensar cómo seguir, y entonces parecía hablar con una voz venida del pasado inmediato.

──Reportando el estado del pelotón: Chamán Rojo, Reyezuelo, Sabandija y tú mismo estáis en estado grave cerca del fuego, con Capitán, que tampoco parece muy bien y te está tratando, y Pelagatos, que acaba de traer a Sabandija. Frontera y Keropis están cortando y trayendo leña, Lombriz, Desastre y Tarado están encargados del equipo. Ahora deberían comenzar a empacar todo lo que no sea imprescindible, pues Capitán nos ha ordenado estar preparados para salir corriendo en cuanto de la orden.

──Plumilla se ha marchado con el pelotón de Infantería y algunos Hostigadores hacia las ruinas esas. Yo tomé el mando del pelotón cuando caíste. Se me ocurrió preparar un cortavientos, aunque no va muy bien. También intento preparar mi cota de mallas para recoger los leños ardientes cuando nos vayamos. ¿Órdenes?

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16/12/2019, 22:23
Capitán.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Poco a poco, aquel tratamiento estaba teniendo éxito. Uno relativo, al menos, alejando a Piojillo de las puertas de la muerte lo suficiente para que volviera entre ellos. Sin embargo, esto no ocurriría sin un coste. El principal, que poco o nada había podido hacer por sí mismo, pero no era la primera vez en que debía dar para que otros tuvieran, ni seguramente sería la última, a juzgar por el paupérrimo estado de todos. 

Asintió quedamente ante el informe de Ballestero, arrebujándose en su capa en busca de un calor que parecía rehuirle. Mientras tanto, el sol bajaba... Aún contaban con margen, pero no mucho. Y, con lo ocupado que había estado, no había caído en la cuenta de aquel silencio. Eso nunca, jamás, significaba nada bueno. Si las bestias no moraban en aquel lugar, era por un buen motivo. El agua podría no ser potable, los frutos escasos... O algo más rondar por aquí. 

-Tan pronto como todos estemos listos, y si Sabandija está en condiciones de viajar, partiremos. Hemos de acudir a las ruinas, confiando en que nuestros hermanos hayan asegurado al menos parte, pues la noche se-decía, cuanto un estornudo le cortó de pronto-... acerca.

"Mal asunto"

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16/12/2019, 22:40
Instrucción: Recluta Reyezuelo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Decir que estaba cansado era quedarse cortos. Tras sus últimos esfuerzos por alzar la voz para hacerse escuchar por encima del omnipresente miedo, su mente flotaba en una neblina espesa que intercalaba tos y escalofríos a partes iguales. Se recrimina a sí mismo en silencio. No podía permitirse mostrar aquella debilidad, por lo que siguió tratando de cumplir las órdenes de Ballestero hasta que quedó en evidencia que las manos le temblaban demasiado para aquel empeño. Echarse a dormir allí mismo era terriblemente tentador. 

Pero no. 

Aún tenía trabajo que hacer, y aferrándose a aquella idea intenta centrar la atención en su entorno nuevamente, esforzándose en enfocar su atención al darse cuenta de que acababa de perder en parte el hilo de lo que se estaba diciendo a su alrededor. 

¿Piojillo acababa de abrir los ojos? No estaba seguro de si debía alegrarse o no, pero seguía siendo un alivio comprobar que alguien mucho más enfermo que él mismo podía mejorar - Bienvenido - Le susurra entre dientes con una sonrisa que no dura. Muchos mejoraban visiblemente, mientras que a él no hacía más que darle vueltas la cabeza con el pecho ardiendo y los pies helados.

Reyezuelo resopla apretando los dientes en un fútil intento de contener su castañeteo. Atiende a las palabras del Capitán, y asiente. Aparta las mantas que le cubrían para vestirse tan rápido como su capacidad le permitía - Estaré listo.

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16/12/2019, 23:16
Instrucción: Recluta Piojillo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Alguien frota mis extremidades. Siento como sus manos se deslizan una y otra vez, aportando calor. Todo me da vueltas y estoy mareado.

Un cierto calor parece llegarne desde el lateral. Calor, fuego, una hoguera. Pero por dentro sigo absolutamente aterido de frío. Pero lo raro es que no tiemblo. ¿No se tiembla normalmente cuando se tiene frío?

Lentamente abro los ojos y veo caras conocidas, estremecidas del frío. Escucho hablar y presto atención a Ballestero. Capitán le responde y afirmo.

Con una voz que no noto mía, temblorosa y más débil de lo normal, hablo. Ya oíste, Ballestero. Preparados para partir. Recoged el parapeto, igual en la iglesia hace más. Si alguieb tiene mantas de sobra, que comparta.

Observo mis manos. Las veo moradas, casi cayendo a negras. No siento los dedos, como si no fuesen míos. Creo que podría ponerlos sobre el fuego sin sentir la quemadura.

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16/12/2019, 23:31
Hostigadores: Soldado Nuevo Tarado.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Tarado estaba terminando el parapeto cuando nuevas órdenes comienzan a circular. Aquellos jefes querían volver a moverse hacia una nueva ubicación, una iglesia. Nada mejor que volver a encerrase en un lugar para poder ser rodeados por cualquier enemigo o para que algo de su interior los atacara. Aún así no quería parar de moverse, su cuerpo parecía haberse recuperado y al menos los espasmos musculares habían comenzado a cesar. Parecía que el esfuerzo físico había tenido su recompensa aunque sin duda le vendría mejor estar junto a una hoguera bien quieto bajo su manta. 

Su compañero no le había casi hablado, bueno más bien no le hablaba casi nadie de la compañía más que para darle órdenes. Casi lo prefería pues aquel grupo de salvajes estaban demasiados sedientos de sangre como para poder tener una conversación civilizada. 

Tras recibir las órdenes deja de preparar el parapeto y comienza a recogerlo. Será más fácil volver a colocarlo en la iglesia si hubiera algún hueco por el que entrara el viento y así estar todos mucho más protegidos. Aún así no le había gustado tener que trabajar para nada pero así era la compañía. Mirando hacia su compañero de parapeto - Lombriz yo recojo el parapeto, encárgate de recoger el resto de pertrechos. - Con dos manos era suficiente para envolver aquello, pero recoger todos los equipajes del suelo llevaría mucho más tiempo. 

Una vez recogido el parapeto vuelve a recoger sus pertrechos, se pone la mochila a la espalda y en sus brazos lleva el parapeto cortavientos. Aprovechando ese tiempo extra se vuelve a colocar cerca del fuego mientras recoge sus pertenencias. 

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17/12/2019, 12:44
Hostigadores: Cabo Ponzoña.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.


-No hay tiempo para eso, Khadesa -dijo Ponzoña arrebujado bajo la manta y agradecido por el cálido contacto de su mujer-. Ya has oído al Capitán. Debemos estar listos para partir y eso implica ponernos en movimiento -afirmó poniéndose en pie-. ¡Hostigadores! Quiero que recojáis todo el equipo que habéis dejado en el suelo y lo metáis en el carro, incluido el de nuestros compañeros que acompañan al Cabo Barril. Apilad la leña seca y si alguien tiene cuerda, que haga haces de madera con ella para colgarla de los laterales. En caso contrario, al interior del carro sin perder tiempo. Tened en cuenta que Piojillo irá dentro también. Cuando acabemos con eso, nos acercaremos hasta la posición del Capitán para que hagan lo propio. Vamos, ¡movimiento! ¡Ya!

Ponzoña se acercó a su equipo, junto al cual estaban los de Dedos y Serpiente, y los colocó en el interior del carro. No podían permitirse perder nada.

-Guepardo, Caracabra, cuando podáis, devolvedme el pedernal y la yesca. Khadesa, tú irás en el pescante. Espero que el Capitán acceda a ocupar un puesto a tu lado. Pelagatos, ¿tu segunda montura podría llevar a alguno de los más afectados por el frío?

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17/12/2019, 14:07
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Guepardo se quedó mirando fijamente las llamas, observando su danza hipnótica. El calor y la luz que desprendía le era grato al jaguar, haciendo que por momentos cayera en un relajamiento grato. Cerró los ojos y obtuvo la lógica oscuridad. No la temía pero tampoco le agradaba. No obstante era la manera de adentrarse en sus recuerdos, visiones o iluminaciones. Y en aquel momento buscó una. Sintió que en aquel mundo oscuro, en aquel Reino de Sombras, los sombríos rondaban amenazantes pero poco a poco se fueron encogiendo y retirando, acobardados. La presencia de una figura luminosa que desde la lejanía se acercaba caminando apoyándose en una vara y terminaba por personarse ante él fue la causa. El jaguar sonrió reconociéndolo y observó cómo el ser luminoso le tendía su vara... que más de cerca podía apreciarse que se trataba de una lanza. El joven extendió la mano y cogió lo ofrecido, sintiendo una potente onda de calor seguida de un fuerte destello que lo cegó por momentos y terminó con su concentración.

Abrió los ojos y se encontró aferrando su lanza de bronce con fuerza. Sonrió para sí y alzó la vista. Las sombras que envolvían a sus compañeros se habían encogido y retirado, casi disueltas, quedando solo jirones marginales en ellos que no impedían identificarlos o entender qué decían. El pesado de Sacorroto ya no estaba a su espalda, habiéndose esfumado. Se sentía mejor, casi reconfortado, y las perturbadores sombras de la Compañía retrocedían... aunque no así las de aquel lugar. El joven se puso en pie y trató de escuchar más allá de los murmullos o berridos de los presentes, sus pesados y torpes movimientos o el crepitar de las llamas. Nada. Ni ruidos de animales, ni el mecer de las hojas por el viento o el crujir de los troncos arbóreos. Incluso las aguas del lago parecían estar quietas, retraídas, temerosas de moverse y llamar la atención. En efecto, quedarse en aquel lugar no era algo recomendable. Hasta el entorno se lo gritaba en su absoluto silencio. No hacía falta poder ver las sombras como él, bastaba con saber escuchar a la naturaleza.

Se puso de pie y atendió a las órdenes de Ponzoña con un golpe de borde del mango de su lanza en el suelo y un asentimiento a modo de entendimiento. Sin decir palabra hizo un gesto con la barbilla hacia Caracabra cuando el cabo reclamó su yesca y pedernal dando a entender que era aquel quien lo guardaba. Acto seguido, no teniendo cuerda alguna con la que atar la leña recogida y aun no empleada en el fuego, empleó sus fuertes brazos para abrazar haces de leños y llevarlos en sucesivos viajes hacia el carro de Khadesa. Los iría apilando hacia un lado, dejando un hueco para Piojillo. Y con premura. Cuanto antes se movieran de allá... mejor.

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17/12/2019, 16:41
Ecos del Pasado: Compañía: Sacorroto.
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Sacorroto observa las sombras conforme se van diluyendo. Al hacerlo, sonríe a Guepardo y la sangre comienza a escurrirse de su boca, primero en finos regueros, luego en borbotones, hasta que toda su figura se desparrama en un montón de sangre y polvo, dejando una tremenda mancha en el suelo que tan sólo el ex-Jaguar Asesino puede ver.

Sacorroto se ha ido por ahora, pero Guepardo está seguro de que volverá muy pronto. Tal vez en cuanto caiga la noche.

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17/12/2019, 18:49
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

──A la orden, jefe. ¡Encargado de equipo Lombriz! ¡Recoger todo en bultos! Las antorchas, que se pueda acceder a ellas con rapidez si se decide encender. Cuando el carro esté aquí, subis a Piojillo y los bultos.

Todo esto ya estaba sucediendo, en realidad, pues Tarado se había puesto al tajo por si mismo, pero a Ballestero le causaba cierta satisfacción. O, más bien, tenía como una especie de nervio que no paraba: le estaba empezando a dar la sensación de que no podría detenerse, de que sería incapaz de dormir.

──Chamán Rojo, Sabandija y Reyezuelo deben quedarse junto a la hoguera todo lo que puedan. Chamán Rojo, Reyezuelo, sois responsables de que Sabandija no escape otra vez. Cuando salgamos, iréis detrás del carro. Conforme sean vuestras fuerzas, podréis apoyaros en él y empujar un poco, para ayudar, porque puede que vaya sobrecargado.

──¡Keropis, Frontera! ¡Aquí! Ayudad con la leña, en mi equipo está la cuerda. Hay que hacer haces. Cuando acabemos intentaremos llevarnos las brasas, a ver si consigo meter alguna en esta especie de...

Mientras venían con la leña estaba cerrando las mangas y el cuello de la cota de mallas a base de usar virotes, atravesandolos en el tejido, como si fueran alfileres. También pensaba hacer los mismo en la parte de arriba, pero no para cerrarla, sino para poder confeccionar una especie de asa.

Una vez terminado, si es que le salía bien, tenía la intención de meter ahí todas las brasas que pudiera, usando su espada y su cucharón, con ceniza, para que aquello no se inflamara.

Su ballesta se había quedado donde estaba habitualmente, a su espalda.

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17/12/2019, 20:00
Hostigadores: Soldado Nuevo Pelagatos.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

POR LA TARDE. - NUBLADO.

Escuchó las órdenes de Ponzoña como palabras lejanas que irrumpían en el sepulcral silencio del ambiente que les rodeaba. Callado y meditabundo Pelagatos se esforzaba por no tambalearse debido a la debilidad, el fuego le reconfortaba y le ayudaba a encontrarse ligeramente mejor. No quería moverse pero no parecía que fuera a tener muchas alternativas. Mientras se debatía entre levantarse o no, su nombre fue mencionado.

Asintió con notable esfuerzo cuando escuchó lo que Ponzoña le pedía. Sin embargo temió que el gesto no fuera lo suficientemente claro o que denotara su débil estado por lo que recurriendo a fuerzas de flaqueza habló.

Mis monturas están disponibles cabo, iré yo primero y conduciré con las riendas al otro animal por si los que montan no son buenos jinetes —dijo mientras echó un vistazo a los hermanos juramentados que había presentes. No pudo evitar sentir un incómodo cosquilleo en su estómago al ver la cantidad de k´hlatas que había, posiblemente uno de ellos acabara sentado sobre Jerifalte, el viejo caballo de su padre. Estuviera donde estuviera Rompelomos estaría maldiciendo a su hijo por eso.