Partida Rol por web

- Envaina su arma

- Se sienta junto a Sabueso, dando ostensiblemente la espalda al fuego

- Habla con él.

Habla a Serpiente, Analista y Seldocha.

Luego vuelve a las inmediaciones de su tienda, desde donde escucha lo que en el fuego se habla.

Hablo y me sitúo junto a Lengua Negra para hablar con los recién llegados. Recuerdo que tengo Diplomacia entrenada al máximo gracias a mi línea de sangre (además de Engañar y demás) en caso de hablar con los emisarios. Aprovecho, además, para observar y estudiar más de cerca a Seldocha.

Y, a partir de ahora, después de la salida de tono de Barril, usaré prestidigitación siempre que sea necesario para cambiar el sabor del agua del Cabo Barril y que le sepa amarga, a agua estancada. No puedo hacer como mi maestro que provocaba diarrea a los que le ofendían, pero puedo recordar y honrar su memoria con esto. Por favor, tenedlo muy presente en lo que queda del viaje :D 

Lombriz se queda en la puerta de su tienda, arrebujado en su manta, con una lanza sobre el regazo, mirando el panorama.

Viendo que no hay peligro inminente relaja la postura y escucha la propuesta y conversaciones de los extraños.

Me relajo y envaino espada, pero permanezco cerca por si es necesaria mi ayuda.

Barril mira a Augur con casco de pocos amigos.

- Cubre la retaguardia de Barril y Matador, adoptando una pose de descanso, aunque con la mano sobre el arma mientras otea la oscuridad.

Da órdenes muy específicas a todos los presentes.

Cumple la orden de Barril y la contraorden de Analista, volviendo a su tienda finalmente.

Lombriz recoge y se va a dormir de nuevo.

- Tras escuchar a Analista, se retira de la zona, dedicándose estríctamente a cumplir su turno de vigilancia, dejándoles total privacidad.

- La conversación consigue en términos pacíficos junto al fuego, pese a las interrupciones.

- Ahora junto al fuego sólo permanecen Analista, el Cabo Barril, el Mago Serpiente y Seldocha.

- Tras beber el agua que le trajo Lagrimita, el Sabueso y el Augur han puesto en el suelo dos cajas de madera que llevaban a la espalda sujetas con cuerdas y las han abierto para revelar su contenido: una tiene diez fuegos de alquimista, otra diez pociones curativas y varios paquetes de ramitas yesqueras.

Tras ésto, el Sabueso se queda de pie, un poco confuso al escuchar por primera vez que va a ser entregado a la Compañía Negra y que los mercenarios podrán hacer con él todo lo que quieran. Sin ni siquiera un suspiro de resignación, acepta su destino, por aciago que éste acabe resultando.

- Lagrimita y Dedos se quedan vigilando, de pie a una cierta distancia en el perímetro del campamento. Los demás se van retirando al interior de sus tiendas.

Cumplo órdenes y con la guardia asignada. 

Matador vuelve a su tienda.

Plumilla baja la lanza y se adentra en su tienda en silencio. Se mantiene alerta mientras observa en silencio y curiosa a los extraños.

ESCUCHAR LA CONVERSACIÓN:

- Tirada normal no oculta de Percepción a CD 10. El que no la pasa no logra escuchar las palabras debido a los sonidos del bosque, del fuego, y la tela de la tienda de campaña.

PLUMILLA:

- Es difícil, pero si tuvieras que juzgar el carácter dirías que ella es alguien que ha pasado por mucho, que protege ante todo sus propios intereses, y que de alguna manera se aferra a su humanidad perdida. Crees que está diciendo la verdad.

- El Augur es un esclavo orgulloso de serlo, algo altanero debido a que sus habilidades son las más valiosas. Sin duda le habéis causado una pobre impresión.

- El Sabueso tiene mentalidad también de esclavo, o de perro doméstico. En cualquier caso, todo esto son sólo tus primeras impresiones, pues los tres son difíciles de leer.

Frontera sigue durmiendo a pierna suelta.

Plumilla escucha la conversación con curiosidad mientras observa los extraños (desde su tienda y en silencio)