Partida Rol por web

La Compañía Negra 3: Tierra de Sombras.

Una Iglesia Abandonada.

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26/12/2019, 19:39
Hostigadores: Soldado Nuevo Sabandija.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Sabandija abrió los ojos y parpadeó un par de veces, desorientado. No reconocía el lugar donde estaba y temió lo peor. Aún así reunió fuerzas para ahogar un grito. Menos mal. Se encontraba rodeado de sus compañeros en lo que parecía una pequeña estructura de piedra. Por lo menos hacía menos frío que en el lago. Se pasó la mano temblorosa por el pelo apelmazado.

- ¡Puaj!- Con lo que le gustaba tener el pelo limpio y cuidado, ahora lo tenía húmedo y lleno de barro que empezaba a secarse. Se incorporó en la penumbra y trato de recordar. ¡Las sombras! ¡Qué vergüenza! Había salido huyendo y algo debía haber pasado para encontrarse allí. Le dolía un poco el costado, como si se hubiera dado un golpe. No tardó mucho en averiguar, para su deshonra, que se había desmayado de puro miedo. Hasta se palpó el taparrabos para comprobar que no se había meado encima, como cuando era pequeño y su hermano le asustaba por las noches. Pelagatos le había tenido que traerlo de vuelta a caballo y entregarlo a los Campamenteros. Iba a ser el hazmerreír de todos ellos, como si no tuviera  ya problemas suficientes.

Apenas se atrevía a levantar la mirada para no cruzarla con ninguno de ellos, Campamenteros o no. Con la mirada clavada en el suelo de piedra vio el escarabajo.¡Era enorme! Nunca había visto ninguno así, y mira que había visto cientos en su vida. Tras comprobar que no se movía, que estaba muerto, se acercó gateando, aprovechando que todos los demás parecía entretenidos en montar las tiendas de campaña. Una detenida inspección le bastó para comprobar que era muy similar a los escarabajos que poblaban la sabana y de los que de pequeño encontraba bajo los troncos.

- Son muy sabrosos.- Dijo para sí mismo. Eran muy nutritivos y deliciosos. Sabandija había visto a los jabalís buscar con sus enormes hocicos escarabajos. Parecía encantarles así que un día los había probado él mismo, cuando cazaba con su hermano. El recuerdo de su hermano fallecido volvió a nublarle el ánimo.

-¡Ay!- Suspiró abatido y sin ganas alguna se puso a intentar montar su tienda. Pero, por mucho que iba a necesitar descansar, su cabeza se le iba una y otra vez al escarabajo.- Es tan grande que podríamos comer un montón de nosotros de él. Sólo hay que saber de dónde sacarle la carne y el jugo.- Hablaba solo, incapaz de dirigirse a nadie en concreto que pudiera burlarse de él. Dejó sus bártulos en el suelo y se arrastró hasta el cadáver inmóvil. Su caparazón era muy duro, quitinoso, pero alguien le había dado un buen golpe, dejando un oportuno hueco por el que sacar la carne.

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26/12/2019, 20:40
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

──Yo iré. Cuál es tu bulto──: con tono átono y amargo. Ballestero miró al Capitán. Parecía en igual o en peor estado que Dedos. Si no se acercaba a la hoguera se iban a quedar descabezados, sin mando. ──Le aviso.

A esa luz, parecía una sombra solo atravesada por el blanco de los ojos inyectados en sangre. Eso y el músculo de la mandíbula, que era accionado una y otra vez, contradiciendo la inmovilidad de piedra del campamentero.

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26/12/2019, 20:45
Hostigadores: Soldado Novato Ballestero, Segundo de Hostigadores.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Ballestero acababa de montar su tienda, y tenía desplegado el equipo en la entrada del sótano, dejando sitio en el fuego a los más enfermos. Acababa de cruzar unas palabras con Dedos en tono quedo. Se levantó, alzando la voz y proyectándola hacia donde los más congelados intentaban robar a las llamas algo de calor: ──¿alguien quiere algo?──. Desvió la vista hacia el carro, queriendo indicar, al parecer, que se dirigía hacia ahí.

Antes de ir, pareció clavar a Dedos en su sitio con la mirada, y luego se dirigió hacia donde estaba el Capitán.

──Señor. Dedos quiere hablar contigo. Se encuentra en el sótano──. Se lo dijo con amargura, como si le reprochara algo, a él y a quien estuviera con él. Capitán no se quedó, además, sin ser examinado por el campamentero en silencio crítico: ya ni tiritaba del frío. Manos azules, rostro azul. Hizo una mueca desagradable.

Luego fue al carro donde estaba la mochila de Dedos. La llevó hacia el sótano, donde se encontraba la Hostigadora. Tenía pensado hacer los viajes que hicieran falta, conforme le pidieran. Le había tocado la segunda guardia, y faltaba una hora para ello. No pensaba dormir hasta que acabara su guardia.

Terminados los recados que le salieran, miró a los cuerpos intentando calentarse. Anunció a quien quisiera escuchar, como si hubiera muerto alguien y diera un pésame de mala gana: ──Mi tienda está libre──, y señaló dónde se encontraba. ──Dos horas.

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26/12/2019, 21:40
Capitán.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

No había descanso, y el asunto del altar parecía preocupante, quedándose muy muy cortos. 

"Por todos los demonios, ¿dónde hemos ido a parar?" pensó Capitán, horrorizado por el asunto de los sacrificios humanos. Demasiado le recordaban al Señor del Dolor y las brutales ofrendas que les dedicó, así como tantas otras que se harían para su disfrute y gloria. Aunque al menos ahora estaba muerto... Tenía que estarlo. 

-¿Sacrificios? ¿Qué atchís pasa con ese altar?-preguntó ceñudo y realmente preocupado, más todavía por las prisas de Serpiente. El mago no era alguien que se apresurara. Nunca lo había sido. Le gustaba tomarse su tiempo, tender con cuidado sus redes, poner a prueba la paciencia del resto y asegurarse de dejar claro que sabía más y era más listo. Que ahora estuviera manifestando que no había tiempo no hacía más que dotar de mayor gravedad a sus palabras y a toda aquella situación. Sacando fuerzas de flaqueza, siguió con toda la rapidez de que fue capaz a Analista y Serpiente, si es que este último no se precipitaba por su propio pie a hacer lo que fuera que pensaba hacer. 

Apenas se detuvo para mirar a BallesteroDedos estaba bien, y por el momento eso era suficiente.

-Hay algo que debo atchís hacer atchís antes, pronto me reuniré con ella.

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26/12/2019, 22:04
Infantería: Soldado Nuevo Lombriz.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Por fin se habían reunido todos, 'Kalatas' y 'Oscurecidos, en aquella iglesia abandonada. Era mejor que estar en aquel maldito lago, rodeado por el bosque silencioso, y aunque era bien cierto que ahora estaban dentro de él, al menos contaban con las paredes sólidas de la edificación abandonada.

Por lo visto algunos de los 'Kalatas' y aquella mole de hierro a la que llamaban, según escuchó Lombriz, 'Becerril', habían acabado con un enorme escarabajo.

—Así que después de todo no estaba vacío el lugar...Ya solo falta que aparezca el maldito zombu, si es que no se ha infiltrado ya entre nosotros— Miró furtivamente a Keropis. Le asustaba.

Desempaquetó su tienda, desplegó la lona, alineó los palos y comprobó los enganches mientras una imagen azotó su cabeza.

Era el 'Becerril', saliendo de un campamento donde se encontraban todos los presentes, aparte de otros de aspecto fantasmal.

—Los fantasmas son los que murieron, y ese es el Cabo Barril, sí, ahora me acuerdo—

Se puso manos a la obra con la tienda, pero tras la visualización de la imagen en su mente, se le olvidó completamente como se montaba, se levantó y se llevó la mano a la barbilla, pensativo.

-Hmm-

No había manera de hacer encajar las piezas mentalmente, y la tienda no se iba a montar sola, de eso estaba seguro.

-Hmm-

Muchos ya habían montado las suyas, guardado sus pertenencias y tras comer sopa de escarabajo negro se encontraban descansando, iniciando la recuperación física y moral perdida en aquel día de mierda.

-Hmm-

Aunque había otros como él, bueno, no exactamente, y es que si bien no eran capaces de montar sus tiendas, al menos lo estaban intentando, no cómo Lombriz, absorto en sus pensamientos, convertidos en un gigantesco puzzle esquemático el cual no lograba resolver.

-Hmm-

No, no se iba a montar sola aquella maldita tienda.

Se puso de rodillas para intentar construir su refugio, cogió uno de los palos, lo metió por una de las aberturas de la lona pero no encajaba bien.

-Hmm-

Frustrado, tiró aquel maldito palo contra el suelo y se quedó sentado de brazos cruzados, totalmente frustrado. Tanto que hasta se le olvidó la imagen de la carga del Cabo Barril, aunque no de su nombre. Era cabo y por lo tanto jefe de algo, había que hacerle caso.

Entonces llegó aquel llamado Frontera, y ensimismado en sus cosas, Lombriz también se olvidó de su nombre. Al menos, Frontera le ayudó a montar la condenada tienda, mientras él intentaba acordarse de su nombre para darle las gracias al menos.

-Hmm, gracias...- Se esforzó al máximo en acordarse del nombre de aquel 'Kalata', pero solo descubrió que aquel tipo era de un pueblo lejano, uno que hacía frontera con algún sitio, o eso creía -...Chico de la frontera, eso, muchas gracias-.

Una vez tuvo todo montado, guardó sus cosas, comió algo de sopa de escarabajo negro y se metió en su tienda, arropándose entero con la manta, totalmente frustrado y enfurruñado consigo mismo, siendo incapaz de dormirse con rapidez, y encima le tocaba guardia con Tarado.

—Al menos me acuerdo de su nombre aunque no me cae nada bien, no se porqué—

Tenía que buscar a alguien de entre todos aquellos hombres y mujeres que le ayudasen con su problema.

Estaba hastiado de todo aquello.

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26/12/2019, 22:57
Infantería: Soldado Nueva Plumilla.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Sonrió débilmente a Frontera y a Preocupado que se acercaron a ayudarla cuando se desplomó por falta de fuerzas. - Gracias – agradeció a los que habían intentado ayudarla - El cansancio, Frontera, - respondió al soldado, -  y el frío este… no ayuda. ¿Tenéis todos lugar para descansar? - preguntó, más preocupada por los demás, - ¿Habéis calentado agua? ¿Comida? - preguntó, con la voz ida del cansancio y la enfermedad, - Creo que eso ya lo he preguntado… - se pasó la mano por el rostro, dejando la mano en los ojos cansados y finalmente apartándola para acercarla al calor de la hoguera.

Justo en ese momento un ruido seco se oyó a su espalda, pues la tienda que había pensado montada… no lo estaba y el peso de la lona hizo que cayera todo en un montón desordenado. - Creo que hoy la tienda va a quedarse sin montar… - suspiró, - Supongo que ya todos habrán ocupado su tiempo en montar las suyas. - se mordió el labio, una cosa era pedirle ayuda a Preocupado, pero no quería ser una carga para los demás… ya lo era cuando combatían, no quería serlo también cuando no había combate. Pero la parte lógica de su mente consiguió ganar, - ¿Queda alguien que pueda destinar un poco de tiempo en ayudarme con la tienda? - preguntó en un hilo de voz.

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27/12/2019, 00:22
Infantería (P): Soldado Novata Palomita.
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DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

El frio parecía estar remitiendo, pero con todo y con eso no se alejaria de las fuentes de calor y agradecería una noche bajo las mantas en su tienda. Algo de caldo caliente para su cuerpo le vendria de perlas y quizá incluso algo de movimiento, para estirar de nuevo los ateridos músculos, por lo que se agarró los brazos y comenzó a caminar lentamente arriba y abajo en la sala donde había dispuesto su tienda.
Paseó druante lo que le parecieron unos interminables minutos antes de darse cuenta que habia alguno de sus compañeros que no habian logrado externder la tienda y que dormirian sin unas telas que les dieran calor. El caso mas preocupante era Plumilla. La mujer no habia casi ni empezado y parecia que no iba a lograrlo ni a pedir ayuda.

Con paso lento se acercó hacia ella, y fue cuando escucho la debil voz de la mujer solicitando algo de ayuda.

Por supuesto, mujer - la dijo apretando el hombro - ahora mismo te ayudaremos, para eso estamos... - la sonrió y comenzó a mirar la tienda que habia girado en posiciones inimaginables. Creo que esta tela está puesta del revés, trata de enderezarla por ese lado y la apartaremos hasta que tengamos la estructura bien montada, que parece que tambien nos llevará un tiempo. Chicos, por favor, una manita aqui y tardaremos tan sólo unos segundos

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27/12/2019, 00:54
Hostigadores: Soldado Novato Indómito.
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AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.


 

Indómito trataba de dormir y no menos que soñar algo en su estado febril, era lo que tenían las enfermedades que alimentaban la imaginación al otro lado tornadas a veces en pesadillas mientras los microbios luchaban unos contra los otros, pero de eso nada tenía conocimiento el salvaje K’Hlata en su ignorancia cultural.

Indómito era más simple soñando con su madre convertida en un escarabajo gigante que quería morderlo (quizás por ver aquella imagen real tan dantesca del insecto), él intentaba correr pero iba sobrecargado con la mochila a cuestas y cada ciertos momentos alternos conseguía su madre darle algunos mordiscos en la parte baja de la espalda y la parte trasera de los brazos, alguna pierna también. Allí estaban todos sus compañeros y nadie le ayudaba porque estaban ocupados montando las tiendas de campaña y reían, se reían igual que su madre de él pero ninguno le miraba a la cara, no podía ver la cara de ninguno que le ignoraban aunque les pidiera ayuda.

Su madre insecto se reía y le decía cada vez que le mordía "¡Vete con Cielo jajaja!", "¡Huye con Cielo jajaja!", "Corre a por Cielo jajaja!...

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27/12/2019, 10:24
Infantería: Soldado Nueva Derviche.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Y vuelta a adormecerse. El maldito frío la estaba jodiendo viva, y no había manera de sacárselo de encima, de recuperar ni que fuera un mínimo aliento o que le funcionara su dura cabeza más que para darse con ella en el muro.

Había intentado saltar, moverse, acercarse a la hoguera hasta tostarse las pestañas... nada. Había comido, bebido. Bien, su barriga se lo agradeció, pero seguía enferma, y lenta, y... se sentía inútil. ¡Por el Jaguar, cómo odiaba eso! Sólo había logrado, por un azar de la suerte, levantar su tienda y que aguantara. 

Y después de eso, incapaz de hacer guardia, o de desollar al escarabajo, o pelarlo, o lo que fuera que hubiera que hacer con él, pues se había tumbado a descansar. Y eso, vuelta a dormirse.

Pero entre las brumas de su duermevela escuchó a Plumilla, cerca. Al parecer tenía problemas con su tienda, y por cómo lo decía, estaba en unas condiciones parecidas a las suyas. Además algunos habían intentado ayudarla en la tarea, pero todos estaban tan extenuados que apenas lograban extender la tela...

...se levantó, con cara de perros. O sea, con su cara habitual.

-Plumilla, yo te ayudo... si puedo.

Palomita también se acercó. Bien, quizá entre todas lo lograran.

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27/12/2019, 11:30
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.
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AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

¿De verdad aquel constipado con patas era nuestro Capitán?

Cómo era posible que las aguas de aquel lago le hubieran afectado tanto a él cuando otros bastante más débiles, al menos en apariencia, seguían tan normales era algo que se me escapaba, pero como tampoco me importaba demasiado, al menos en lo que no pudiera afectarme a mí directamente, no tenía intención de ahondar en aquel misterio.

- ¿Que qué pasa con el altar? Que es necesario si quieres que la Compañía vea un mañana, nada más.- Me encogí de hombros.- Y el precio a pagar justifica el medio. Un poco sucio, quizá. Pringoso, sin duda. Aunque no es algo tan alejado de los orígenes de la propia Compañía, ¿verdad, Analista Lengua Negra? En cualquier caso...

Me acerqué al oído de mi primo para susurrarle unas palabras. No tardé en separarme compartiendo de nuevo una pregunta que resultó audible para aquellos que nos rodeaban.

- ¿Comprendido?

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27/12/2019, 11:31
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Me acerqué al oído de mi primo para susurrarle unas palabras

- Necesito voluntarios- comencé.- Pero no muestres alarma donde no la debe haber. Si todo sale bien, no serán necesarios sacrificios de entre los soldados o reclutas que ahora veo, primo. Pero necesito eso: voluntarios. Dirígete a tus hombres y exponles que el dios que nos torturó a nuestra llegada requiere de un sacrificio si queremos descansar a salvo de los peligros que inundan las tinieblas de la noche, si queremos refugio entre estos destrozados muros. Eso sí, en ningún momento debes dejarles saber que no serán necesarios, solo que los necesitamos. Deben ser sinceros dando el paso, tan sinceros y reales como son los peligros que aguardan en la noche. Y debe hacerse ya.

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27/12/2019, 11:37
Hostigadores: Soldado Nuevo Tarado.
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AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Tarado había terminado de preparar los parapetos que taparan el aire del exterior y no había tenido tiempo de preparar su tienda de campaña. Aún así esperaba que aquellos parapetos funcionaran y detuvieran el viento lo suficiente para que el calor se mantuviera en el interior de la iglesia. Al no tener mucho más que hacer en cuanto escuchó a Plumilla pedir ayuda fue raudo. - Yo te ayudo, Plumilla - Dicho esto comenzó a ayudarla a montar la tienda. Aquella compañía le había tenido mal ojo desde que no quisiera matar a sangre y fuego como ellos. Un grupo de bárbaros sangrientos a diferencia de él que preferiría tener que matar lo mínimo posible. Aún así no se merecían sufrir daño o frío por lo que deseó poder ayudar a cualquiera. - Tienes mala cara, deberías acostarte junto al fuego lo más pronto posible. - Dicho esto terminó de hacer su tienda. 

Al poco recibió las órdenes debía hacer guardia junto a Lombriz, aquel tipo no parecía caerle bien y era el que peor mirada le destinaba. Eso sería bueno, se intentó consolar, al  menos no se despistarían si no tenían nada interesante que contarse. Recogió su manta que tanto le estaba cuidando esa tarde, la lanza de nuevo en su mano y se plantó junto al fuego. Lombriz en su hora de guardia también estaba atento. - Parece que estamos destinados a tenernos que entender Lombriz, espero que nuestra guardia sea tranquila como una gacela relajada al sol del medio día cuando los leones se tumban a la sombra y no cazan. 

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27/12/2019, 11:42
Instrucción: Recluta Reyezuelo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Con las noticias sobre Sabandija asiente y lo resta de sus preocupaciones. No lo había visto, pero dado su estado, aquello quería decir más bien poco.

Demasiado ocupado en recuperar el calor y comer algo, aunque se tratase de aquella sopa de sabor indeterminado, Reyezuelo no se dio demasiada prisa en levantarse para ayudar a otros con sus propias tiendas. Sólo en dos ocasiones hizo el amago de querer ir a ayudar, en los casos de Analista y Plumilla, pero para cuando conseguía empezar a moverse ya había otra persona que se le había adelantado. Estaba claro que no lo podía hacer todo, y el frío y la enfermedad que le mantenía confusa la mente y lento el espíritu no ayudaban. 

Con que nadie estuviese solo debería bastar por ahora.

En algún momento, Reyezuelo regresa a su tienda dispuesto a descansar. Habían bajado a los caballos hasta el sótano y la perspectiva de que el espacio reservado para los enfermos se convirtiese en una cuadra no le agradaba en absoluto. Aquella sería una más de esas cosas que se guardaría para sí mismo, disimulando el desagrado.

Ya en su tienda, rebusca en su mochila tratando de dar con algo, sin resultado. Finalmente se hace con un palo cualquiera o una piedra pequeña que pudiese estar a mano, y como si se tratase de un ritual propio sin propósito específico, pasa un rato haciendo líneas en el suelo sin significado. 

Un óvalo con cola. Una montaña partida. Una lanza. Figuras esquemáticas que trazaba con dedos temblorosos que borraba una y otra vez, para reempezar de nuevo. Pronto se cansaría también de ello y dejaría de lado aquella práctica casi apócrifa en otra época. 

Pronto...

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27/12/2019, 11:56
Capitán.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Capitan observó a Serpiente después de que compartiera aquellas palabras con él, valorando durante un segundo si era una broma... Pero no, no lo era. Conocía a su primo lo suficiente para ver cuando estaba pasándose de listo y recreándose, y cuando era una urgencia. Y aquello era una urgencia de verdad. No había mucho tiempo para dudas, así que simplemente actuó. 

-¡Soldados, atención! ¡El peligro no ha pasado! Parece que nos encontramos en la casa del monstruo que nos ha torturado, y ese malnacido requiere un sacrificio a cambio de nuestra seguridad. Necesito voluntarios dispuestos a dar sangre para alejarle de nosotros por esta noche. 

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27/12/2019, 12:14
Infantería (P): Cabo Barril, Jefe de Infantería.
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AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.



 

Barril dio un paso al frente con un estruendo metálico mientras alzaba un brazo grueso como la pierna de muchos soldados.

— ¡Voluntario presente, Capitán! —

Al orondo Oscuro no le hacía ni puta gracia participar en los tejemanejes del malnacido de Zon-Puton pero el Capitán había hablado y eso era suficiente para él. El que estuviera metido por medio Serpiente tampoco era buena señal, pero el Mago parecía estar recobrando su toque como había demostrado en el combate, así que debían plegarse a los que transmitía sobre información arcana relevante.

Se hacía una idea de qué requerían tras haber echado un vistazo al impío altar que se alzaba más allá aunque también esperaba que el Capitán diera por bueno el compartir cierta información con la tropa. La moral podría resentirse si parecía que la Duodécima hacía sacrificios a Dioses Oscuros.

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27/12/2019, 12:50
Hostigadores: Soldado Novato Frontera.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.


Parecía que Plumilla estaba muy débil, pero no inconsciente como había llegado a estar Piojillo. Al menos le contestaba.

Vamos, no te preocupes ahora por los demás, están todos bien atendidos. Preocúpate de ti misma por una vez, mujer. -le susurró intentando sonar tranquilizador.

Giró la cabeza mientras sostenía la de Plumilla en su regazo y pudo ver cómo Palomita, Derviche y Tarado, sin perder un momento, colaboraban en montar la tienda de la amable K'Hlata. Mientras, Sabandija parecía que había conseguido sacar algo comestible de aquel escarabajo, lo cual era bueno pues podrían hacer un guiso o sopa caliente que les llenara el estómago. Sonrió. Débiles, pero la Compañía volvía a trabajar al unísono y en armonía. La colaboración les mantendría con vida.

Preocupado, la dejo contigo -dijo al soldado de infantería-. Que coma algo caliente.

Dejando a la muchacha en buenas manos, se acercó a Piojillo, que le llamaba de nuevo.

Claro, jefe. Se lo subo ahora mismo antes de que empiece su guardia -afirmó cogiendo el escudo que le tendía su superior, aunque sólo lo fuera por cargo y no por categoría.

Comprobando con un último vistazo que todo el mundo estuviera bien, se quedó con la casi bucólica estampa de más de la mitad de la Compañía Negra restante, conviviendo y cuidando unos de otros al calor de una hoguera en un frío sótano de piedra. Continuó subiendo para hacer la entrega y volver a bajar cuanto antes para poder comer algo y descansar. No lo había oído bien desde allí abajo, pero juraría que habían gritado su nombre desde el piso superior como uno de los que harían guardia esa noche. Necesitaría estar fresco si quería no dormirse durante su turno.

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27/12/2019, 13:31
Hostigadores: Soldado Nuevo Pelagatos.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Voluntario —dijo alzando su voz todo lo que era capaz. No pudo hacerlo mucho pues su febril estado no le permitía gritar con contundencia.

Dar parte de su sangre por la Compañía Negra le parecía bien, era algo que iba en su oficio aunque fuera para un oscuro ritual organizado por Serpiente. Dentro de todo lo que podía ofrecer, al grupo de mercenarios con el que estaba hermanado bajo un juramento, su sangre era lo mejor. Él como oscuro puro tenía una limpieza étnica que de alguna forma debía afectar positivamente a aquel sacrificio que el hechicero planeaba hacer.

Sus ojos se fijaron en Serpiente y suspiró pues confiar en el ofidio se estaba convirtiendo en una incómoda costumbre de la que preferiría desligarse. Confiaba en que aquel incómodo sacrificio fuera suficiente para alejar el peligro de él y sus compañeros, además de para mejorar la imagen que tenían de él.

Dio un paso adelante para dejar claro que pensaba formar parte de los voluntarios y esperó a que le dijeran que más tenía que hacer.

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27/12/2019, 13:59
Hostigadores: Soldado Nuevo Guepardo.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Guepardo clavó su puntiagudo y cortante cuchillo de cazador entre dos placas quitinosas del escarabajo gigante. El arma se hundió profundamente y luego siguió la línea de juntura entre los dos armazones hasta que que abrió un tajo largo por el cuerpo del insecto. En ese momento fue más sencillo aferrar el borde de ese pedazo de armadura natural del bicho, sacarlo hacia afuera y así poder introducir el cuchillo de nuevo para ir separando la placa de la carne. Apareció una carne blanquecina y viscosa debajo de la oscura quitina, pero al jaguar le pareció perfectamente comestible. Podría comerse y hacer caldo con aquello y los estómagos hambrientos de la Compañía lo agradecerían.

A pesar de que fue quitando la armadura del escarabajo y fileteando con cierta facilidad la carne se sintió algo torpe y tuvo que estar muy atento a qué hacía para no hacer malos cortes o no llevarse un dedo por delante. Antes hubiera hecho esto con los ojos cerrados, ahora... le costaba algo. Se preguntó si se trataba de aquel lugar que embotaba los sentidos.

Tras un par de horas de trabajo incesante, pasando pedazos de carne para que Sabandija los cocinara con la ayuda de Cielo, se permitió observar a las rondas de guardia. El desollamiento y cocinado del bicho se había realizado en la planta superior por ello no perdió mucho detalle sobre la vigilancia, cómo Barril le incluía a él en un turno de guardia y el extraño altar que los oscuros observaban y sobre el cual cuchicheaban. No parecía algo halagüeño.

Finalmente, sintiendo el cansancio, caminó escaleras abajo y se metió en su tienda a dormir hasta que Caracabra o Campaña lo despertaran para el relevo. Soñó con los Sombríos, como era frecuente, pero no lo inquietaron, hasta que una recia voz lo despertó. No se trataba del cambio de guardia, sino de Matagatos llamando a sus hombres y explicando el por qué.

Con que las sombras nos atenazan, se dijo el jaguar entre molesto y divertido, levantándose, estirándose, aferrando su lanza y subiendo escaleras arriba.

- Capitán - saludó con voz tranquila, dando un leve toque con el mango de su lanza a su frente, a modo de saludo y de confirmación de que contaran con él. Le dedicó una mirada seria si su intención era la de verter sangre  -. Personalmente creo que es falso, mi Capitán. Hacer un acto oscuro para una entidad Sombría solo trae más oscuridad - se permitió decir con cierta seguridad. Como si creyera comprender del tema. Como si supiera cómo funcionan las sombras -. Más si creéis que es el único método, soy voluntario - sentenció.

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27/12/2019, 16:27
Hostigadores: Soldado Nueva Dedos.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

- De acuerdo...

Ballestero parecía tan decidido que no me salió contradecirle. Tras explicarle cuáles eran mi mochila y mi portalanzas, comencé el descenso por la escalera, pero llevaba pocos escalones cuando volvé a dirigirme a él.

- Dile a Capitán que estaré en mi tienda. Él sabe cuál es.

Mientras seguía descendiendo, me pregunté qué era lo que le hacía estar tan diferente. Sabía que Ballestero era, por decirlo de alguna forma, servicial, pues ya se había ofrecido en otra ocasión a ayudar sin ningún tapujo, justo después de la batalla por Galdan, a rebuscar entre los cuerpos algunos objetos de valor, y a quemar a los nuestros. Pero aquello era diferente. Era como si necesitara hacer algo. No quedarse quieto. Ser útil, quizá.

O quizá ese lugar nos estaba afectando a todos.

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27/12/2019, 17:31
Cuadro de Magos: Serpiente, Primer Mago.
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DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA. - UNAS HORAS MÁS TARDE.

AÑO: 202 DE KHATOVAR.

MES: DEL LEÓN (MITAD DE LA PRIMAVERA, MES CINCO).

DÍA: QUINCE DEL MES.

AVANZADA LA TARDE. - NUBLADO.

Aguardé en silencio mientras Matagatos hacia lo que estaba obligado a hacer sin dudar ni un instante sobre las razones. Era su deber como Capitán tomar decisiones difíciles, algo que había eludido en no pocas ocasiones con votaciones estúpidas que pretendían aliviar en la masa de ignorantes, que se sentían satisfechos al considerar que su opinión le importaba a alguien por mucho que esta opinión careciera de base, la carga y la responsabilidad asociadas al mando.

No obstante esa especie de sensación similar a la satisfacción duró poco. La mayoría de soldados pareció ignorar a Matagatos por completo. ¡Al que era su Capitán! Y de los pocos que le hicieron caso, tan solo un no oscuro se prestó voluntario. Y este era un Hostigador.

Si aquello era realmente el síntoma de algo tan solo el tiempo lo diría, pero que algo así ocurriera levantaba no pocas sospechas sobre el destino que esperaba a la Compañía. Después de todo los allí presentes eran todo lo que quedaba de ella y no parecían especialmente entusiasmados en mantenerla viva. Su máxima preocupación eran ellos mismos, si estaban calentitos, secos y cómodos, o si tenían un poquito de frío.

Esperaría, al menos un poco más. Aún había tiempo para observar...