Partida Rol por web

Yo ni idea aún.

No está acabada pero querría saber si tiene buena pinta :$

María de Blasina v2.0, la parte amarga del cacao.

María nació entre algodones y creció entre rosas y cosas bonitas. Los altos muros de rosales que rodeaban el pequeño jardín cuidado que ella podía pisar escondían de sus inocentes e ignorantes ojos la desgracia, el hambre y la enfermedad que habitaban en sus más extensas tierras.

María se llevaba cada bocado a los labios sin siquiera plantearse cómo había llegado a su mesa. No tenía ni la menor idea de que existía un mundo más allá de su ombligo. Y es que nadie se lo había dicho.

Su padre había perdido a su mujer en el parto y no quería que la misma suerte tocase un solo cabello de su reina. Algo que solo lograba controlando su entorno por completo.

Nadie veía a la pequeña sin que él lo aprobara, nadie entraba nada en la casa sin que él lo aprobara, nadie hablaba del exterior, lo aprobara o no. Y sobretodo María no daba un paso sin su supervisión.

Pero la pequeña creció,  y su jardín no lo hizo con ella, y pronto los juguetes, los vestidos y la casa se le hicieron insuficientes. Su cabeza empezó a pensar, su curiosidad se despertó y su padre tuvo que idear nuevas distracciones para que su retoño siguiera viviendo en un idílico mundo.

La dejó sola, dormida, soñando con caballos blancos pastando junto a lagos de agua cristalina, convencido de que tenía tiempo, convencido de que nada saldría mal, mientras él partía en busca de un nuevo juego para la dueña de sus suspiros.

Pero el sueño de María se rompió en algún momento cerca del amanecer, en uno de aquellos minutos en los ninguna estrella adorna el cielo, ni siquiera la más grande de ellas. La joven se levantó, como no debería haber hecho; buscó a su padre, como tenía costumbre; y recorrió toda la casa sin ojo puesto en ella, incluso llegó a la puerta principal, incluso la abrió e incluso puso sus pies descalzos más allá de la piedra que había sido su suelo doce años.

La inmensidad que se abría ante ella la apabulló. Y ello aun cuando la poca claridad que bañaba las tierras no la dejaba ver correctamente los horizontes.

Se metió de nuevo en casa, a toda prisa, dejando a su espalda la puerta abierta y un grito asustado. Corrió en busca de su cama y se ocultó en ella hasta que su padre volvió a despertarla.

Miguel intentó tranquilizarla, hacerle creer que había sido todo un sueño, pero ni la promesa de su mundo de mentirá logró que María olvidara que había visto el abismo de las escrituras con sus propios ojos.

Su padre tardó seis meses en dar con el perfecto juguete para su hija: una muñeca viva, que crecería con ella. De habla extranjera y familia lo suficientemente desesperada para aceptar una oportunidad de alimento para su pequeña Alizée.

A María de Blasina se la presentó como suya, y ésta se lo tomó literalmente.

Las chicas siguieron creciendo juntas, forjando con los años una amistad poco horizontal pero cargada de lealtad. Eran las únicas jovencitas del mundo y si no se apreciaban ¿qué les quedaba?

Poco a poco fueron acostumbrándose al idioma de la otra, y adoptaron el francés para hablar entre ellas sin que Miguel o cualquier aparecido suyo las entendiera. Y ese secretismo y confidencia terminó de asentar su fraternal alianza.

María saboreaba el dulce del descaro sin repercusiones, se enfrentaba a su padre sin que él lo supiera y aprendió de un mundo más allá de los rosales sin que él pudiera desmentirlo.

Alizée le habló del infierno en la tierra y el corazón de Blasina arrugaba su alma un poco más con cada china que su hermana, amiga y muñeca metía en ella. Hasta que sus pies no pidieron aguantar más parados y se escapó de casa en esa misma hora en la que hacía tres años había visto el abismo.

María seguía sin estar preparada para lo que había fuera. No estaba preparada para adentrarse en un bosque del que las leyendas que nunca había oído advertían que no lo hicieras ni siquiera de día; no estaba preparada para una ciudad, ni mucho menos para una ciudad sin seda, flores o sonrisas; no estaba preparada para entender que había otras personas a su imagen y semejanza con una vida más allá de su casa.

Aquella noche su cuerpo volvió a casa pero su mente no abandonó las calles del infierno jamás.

Las siguientes noches empezó a llevar sus cosas, repartió sus juguetes, sus vestidos, sábanas, mantas, perfumes y joyas. Pero nada ayudaba a que su corazón se hinchara de nuevo.

Al ritmo al que desvalijaba la casa no tardó mucho en hacerse notorio para su padre, que tardó todavía menos en tomar cartas en el asunto y volver a imponer su control. Encerró a su hija y se deshizo de su muñeca, sin duda le había salido defectuosa.

María de Blasina gritó hasta quedarse sin voz y energía, gritó y pataleó día tras día, mes tras mes. Se enfrontó a la puerta de su lujoso calabozo un año entero hasta que aprendió a mentir.

A partir de ese momento se comportó como una buena hija, y una mejor dama. Contrajo matrimonio con quien se le indicó para mejorar la posición de la familia después de lo que se llamaba su "pequeña endemonización", y lo hizo sin rechistar -por supuesto que no iba a quejarse por su única oportunidad de escapar-.

Ahora se pondrá chunga...

Horror personal tiene, qué duda cabe. En cada letra, casi xD me gusta mucho ^^ Una pregunta solo, ¿a María la está criando un Vampiro, un ghoul o un humano? Miguel es su padre, ¿verdad?

Lo único el nombre Alizée que no sé si es así o directamente Alisha en andalusí, pero vamos, pedantería máxima mía :PPP

Sigue con la historia que me da mariposas también xD

Miguel es su padre y es humano. Mi intención futura es que se enamore de un gangrel y la convierta otro clan. Quedará bonito lo prometo.

Y acabará bastante loca pero sin perder la sonrisa.

Alizée es francés, es una guiri, pero la llamaremos Alisha xD (hay un programa que se llama whose line is it anyway? Que la presentadora se llama alysha y suena presioso tsss)

:*****

Alizée está bien si te gusta, y más siendo francesa ^^

Dejo un nuevo trocito:

Miguel no llevó demasiado bien separarse de su hija, pero la riqueza le ayudaba a paliar ese vacío en su vida. Llenó la casa con desconocidos que la mantuvieran paralizada en el tiempo.

María por su parte, fue llevada a la zona alta de la ciudad. Se rodeó de personas a las que nunca les habían dicho que existían otras, o eso parecía, y se ganó un balcón con vistas a la mugre.

Su nuevo captor era más agradable que su padre, más descuidado con ella y más inteligente de lo que acostumbraba a parecer en sociedad.  Y resultaba obvio que no tenía ningún otro interés en ella que el de pasearla y poder repetir hasta la saciedad que tenía mujer.

María se movía sin control, sin supervisión, sin preguntas ni explicaciones exigidas. Gilberto solo pedía que estuviera cuando debía estar, que conversara con sus invitados cuando debía conversar y que escribiera al menos una vez al mes a su padre hablando maravillas de él.

Gilberto pretendía aprovechar el espionaje a su correspondencia para elevar su nombre y valía entre los demás nobles influyentes. Perseguía asentarse como hombre de confianza del monarca para luego sugerirse cómo banquero. Gilberto nunca había puesto un pie en una cocina pero era de los que cocinaban a fuego lento.

María, en cambio, buscaba resultados más inmediatos y apuntaba a intereses más ajenos. Necesitaba la felicidad de otros para sentirse mejor consigo misma. Lo necesitaba para olvidar a Alizée, recordándola.

Fue en una de las fiestas en la que se servía más comida de la que sus cuerpos podían ingerir y una cantidad desagradable de vino en la que algo en su cabeza iluminó la solución al hambre.

Ese algo fue un hombre cuyo nombre nunca se aprendió que había bajo sus faldas a parte de más faldas y acabó tan muerto y asado como el cochinillo que descansaba sobre la mesa del banquete sin ser tocado. Fue un accidente y una suerte, tanto la borrachera de ese invitado como el asta de metal mal guardada.

Tras la fiesta, María pasó la noche en vela, frente a ambos cochinos, llorando por dos sentimientos distintos y buscando dos soluciones distintas hasta descubrir que un problema era solución del otro.

Troceó hombre y cochino, mezcló las carnes, preparó caldo con ellas y lo llevó a la iglesia que había hecho santa a su tocaya.

Sus remordimientos fueron menguando con cada plato servido. Y su cerebro quedó contagiado, sin conocer su nombre, del utilitarismo.

Por Gilbert, sus "barbería" no podía tener lugar en cada acontecimiento que celebrara. Por Gilbert supo que de hecho, no podía hacerlo ni siquiera de forma periódica. Y por Gilbert aprendió de dónde salían los animales. La mandó al bosque, le dejó una daga, cuatro directrices y la promesa de que encontraría mayor presa que un rico amoral.

Ahora tengo miedo de la sopa xDD

Está guay, es super Poe, super Dickens y super grimdark todo bwahahaha vas para Gangrel, si, alguna bruja caníbal del bosque te va a adoptar 

:**

Creo que voy a necesitar ayuda a partir de aquí, o dormirlo xD

María en aquel entonces tenía dieciséis años tanto de edad como de miedo pero si algo había sacado de su convivencia con su marido era confianza.

Buscó dos veces los ojos de ese hombre que mantenía sus pies en el límite del camino, fuera del bosque, y la empujaba con una sonrisa, un asentimiento y un gesto de mano a dejar de lamentar y actuar sin causar problemas.

Una vez dentro del bosque, las sombras de los árboles le parecieron unas fauces menos voraces, las copas enlazadas dejaron su matiz de jaula para ser un hermoso cielo castaño y el silencio acechador la acurrucó como calma y paz. Casi parecía haber entrado en un santuario.

Sus suspiros marcaron el camino, la búsqueda de ese lo que fuera que pudiera ir a su caldo. Pero no consiguió atrapar ni a una ardilla antes de que la hora del abismo volviera a caer para taerle un pequeño jabalí.

María lo creía hecho, pero había otra cosa que tampoco nadie le había dicho. Las crías suelen tener madres. Y las madres no acostumbran a andar lejos de sus hijos, ni les gusta que extraños se les acerquen, menos cuchillo en mano.

La jabalí salió a embestir, y su envergadura bien le hubiese permitido hacer un destrozo en la pequeña de no haber tenido la suerte de ser apartada y extraída por una mano que conocía bien a pesar de los años que llevaba sin ver. María tuvo la gran suerte de solo dañarse el tobillo.

Alizée, que ahora quería ser llamada Alicia, Alisha o Adelaila, la acompañó a una pequeña cabaña de madera y pieles en la que vivía desde su separación. Su muñeca había vuelto a por ella.

María necesitó hacer noche con ella, necesitó conocer la aventura de SU Alicia dando por hecho que si la había vivido era para contársela, del mismo modo que Alizée había esperado a retrobarla para cumplir años, a la vista estaba. Además, necesitaba reposar el tobillo.

Pero en esa cabaña encontró otro motivo por el que quedarse. Había un hombre en el lecho, diferente a todos los que había visto, con gran parte de su piel quemada, pupilas alargadas dentro de unos ojos frambuesa de serpiente, y una pezuña oculta bajo una manta de piel cuyo dibujo parecía haberse quedado integrado en su espalda.

María no tenía ni idea de qué le habían hecho, pero el francés de Adelaida le advirtió que ni preguntara, ni se preocupara por ello. Que ni lo hablara ni lo recordara. Pero ya era demasiado tarde, pues por la adrenalina del momento, por la intoxicación de lo prohibido o por la magia de paraíso reencontrado antes de que Alizée terminara de hablar, María ya se había enamorado de ese hombre.

Una noche y un día más tarde, María dejó la cabaña, a su muñeca y a su corazón para volver a casa. Cojeaba, pero podía andar, se ayudó de un bastón y cargó la carne de las presas que Alicia le había dejado.

No fue fácil volver a su casa, pero lo hizo. Volvió a un hogar vacío, extrañamente vacío. Un hogar sin criados, cerrado, oscuro como si se hubiera puesto en luto.

Buscó a su esposo pero no supo encontrarlo. Arregló la casa en su ausencia, desolló los conejos, preparó el caldo, acudió a la iglesia y regresó a casa. Con su cabeza de nuevo perdida en otra parte.

Gilberto no se dejó ver hasta bien caída la noche y no solo pareció sorprendido de verla, sino también satisfecho y por primera vez desde que se habían casado le apetecía y quería saber dónde y cómo había estado. Y María no se guardó ni un detalle.

Gilberto le habló entonces de esas leyendas que nadie le había dicho que existían. Le hizo entender que había sido un milagro que pudiera seguir viva y le recordó el miedo que debía sentir ante el bosque y todo lo que saliera de él. Monstruos e ilusiones.

Pero María no podía olvidar el placer que había embriagado su alma en compañía del amigo sin nombre de su muñeca. No podía, no quería y no lo hizo.

Gilberto se pegó más a ella desde su regreso. Conversaron más y compartieron estrategias. La llenaba con sus problemas y aceptaba su ayuda sin ofrecer nada a cambio. Y aunque intentó enseñar a María a omitir información y a sospechar de las mentiras, no logró que avanzara en absoluto en ese aspecto.

María deseaba y temía volver al bosque y el tiempo pasaba mientras su corazón seguía dudando. No le preocupaba su Alicia, si la había esperado una vez, podía volver a hacerlo; pero el hombre que la tenía... Él podía desaparecer, podía incluso tener una vida propia, y necesitaba volver a verlo antes de que algo así pasara.

Notas: Guilberto, marido, antes ghoul Ventrue que decide sacarse de en medio a María cuando lo van a ascender dejándola en la actividad de supervivencia típica de unos dulces diesiséis.

Javier Exposito: Gangrel que por daños agravados está ahí tirado, cuidado por su chiquilla Alicia mientras se regenera. Se aprovechan de que pasa por ahí María para alimentarse, y recuperar reservas de sangre sin vincluarse a su chiquilla.

Alicia: chiquilla gangrel de Javier, amigüita de María. Muy rencorosa con Miguel.

Hay una escena que quiero poner cuando la hayan convertido en la que María se va a colar en la habitación de su padre para una "prank que sale mal".

Se pondrá a chillar a los pies de su cama "papá, papá" hasta que le desvele y luego o Javi o Alicia (según con quien quede guay que haya pactado pero para darle el gusto a Alicia) se la comerá, desgarrando cuello, bien visual, dejarán que el padre vea la sangre y le dará un infarto que la palmará ahí mismo.

Y no tendrán demasiada pena. A María le parece "upsi" pero si eso hacía feliz a su pequeña pues bien empleado está.

Creo que voy a necesitar ayuda a partir de aquí, o dormirlo xD

En esta época, más o menos, los inquisidores empezaron a convertirse en un problema serio para los vampiros. Cualquier personaje que quieras sacar de la historia se lo puede apiolar un inquisidor xDD

Hay una escena que quiero poner cuando la hayan convertido en la que María se va a colar en la habitación de su padre para una "prank que sale mal".

Se pondrá a chillar a los pies de su cama "papá, papá" hasta que le desvele y luego o Javi o Alicia (según con quien quede guay que haya pactado pero para darle el gusto a Alicia) se la comerá, desgarrando cuello, bien visual, dejarán que el padre vea la sangre y le dará un infarto que la palmará ahí mismo.

Y no tendrán demasiada pena. A María le parece "upsi" pero si eso hacía feliz a su pequeña pues bien empleado está.

 Eres un monstruo. Bésame, me encanta xDD

Uy, no, no. Me voy a quedar al Ventrue gay de Mentor, que para algo nos hemos unido ante el señor. XD

Creo, sin embargo, que María apunta mucho a Malkavian y no sé si meter uno con calzador (que no me gusta mucho pero sé cómo hacerlo) y a este sí le inquisiciono. O la abrazo por su marido por su gran ombliguismo y pq siempre va bien tener atado a alguien con herencia feudal en camino y amiga de los monstruos; o la abraza el gangrel. Pero me apetecía que hubiese un poco de tensión llevabale con Alicia por pasarse al enemigo.

Ainnnnns

Y no me saques los colores ><

María apunta a Malkavian, si, pero bueno no te sientas obligada :) a ver si te crees que todas las brujas desquiciadas de la Estirpe son Malkavian xDD todavía podría acabar en casi cualquier Clan. Aunque, bueno, Malkavian es el primer candidato que le pondría yo, si. O Gangrel, porque los Gangrel también son muy amigos de comer gente xD

¿Vas a hacer que María siga en la alta sociedad mientras trincha personas? Entonces igual le pega un Alto Clan (Tzimisce, por ejemplo, o Brujah en plan "que te coma la plebe, burgués" xD) o Gangrel/Malkavian en plan "jibiri, jibiri". Yo en el vivo de hace dos semanas llevé a un Gangrel en plan cazador de alta sociedad y es muy chulo ^^

Si quieres narrar más "descenso a los infiernos" en plan Sweeny Todd pues te pega más la estética de Bajo Clan en plan miserable, marginado y regular del coco. Malkavian y Gangrel, aunque los Nosferatu también tienen su parte de Chiquillos brujas/psicópatas/arrabaleros locos. Y con Nosfe se te abre el concepto de Cleopatra: ir a todas partes con la Máscara puesta y ocultando tu rostro horrendo.

¿Has hecho un vivo? ¡Qué chulo! ¡qué envidia más fea! ¡qué dentellada te metía! Hoy tengo examen pero luego te pediré una super reseña de lo guay que ha sido!

Puessss, María no va a hacer más sopa humana mientras los señores se porten. Y sí, la quería mantener entre los nobles.

Cuando he leído tzimisce he pensado que te habías vuelto loco, pero tras leer la descripción un aire tiene. Ella es como Maui, una incomprendida semidiosa que solo quiere cuidar de sus cosas, esas que viven por ahí haciendo el humano.

He montado un vivo más bien ^^ con otros coleguitas pero sí. Formo parte de Crónicas Nocturnas, que es el grupo de Mundo de Tinieblas más grande de España (y de Europa, glups!) a nivel de vivos y montamos unas jornadas a lo macro para 100 almas xD

Buenas.

A ver, que yo aunque hayas estado hablando con Morgian de nuestros personajes no me he pronunciado.

A falta de concretar y terminar de escribir una historia, tengo pensado hacerme una lasombra, que en su viudedad, fue casada por segunda vez con un tipo muy extraño (un lasombra vamos, interesado en obtener beneficio a través de la unión del sacrosanto matrimonio XD y que habría utilizado sus dones para manipular a la familia del difunto marido de Hipólita, para que la casasen con él).

La mujer, que tendría en mente la idea de que, aunque no le gustase su marido, podría tener hijos, formar una familia y envejecer acompañada de los suyos (tenía unas pretensiones típicas, de señora del hogar, hijos bien formados, etc.) de repente se encontraría con la verdadera y perversa naturaleza de su nuevo esposo y comenzaría a vivir una pesadilla en vida, siéndosele negado su deseo de tener un hogar, una familia, una descendencia, al ser abrazada tiempo después por él, tras haber sido manipulada y humillada en incontables ocasiones por la fuerza de su sangre. Entonces, comenzaría a larvar un odio considerable hacia él. Un odio tal que quería verlo muerto y ahogado en su propia sangre. 

Y encontró una oportunidad con la llegada de Álvaro (aka. Morgian XD) Un hombre que en cierto modo se le recordaba a su difunto esposo, y que traía a su memoria todas aquellas cosas que le habían sido arrebatadas. 

Utilizando sus armas de mujer, y puede que la fuerza de su sangre, habría convencido al hombre para estacar a su sire durante el día, haciéndole cobrar, al caer el sol, toda afrenta, para consumirlo finalmente, en diablerie, frente al atónito Álvaro, al que pasó a abrazar después. Por conservar en él algo a lo que aferrarse, y que le recordase a si misma. Y a la vez por destruir la vana esperanza de tener algo que jamás podría llegar en su vientre infértil y muerto. 

Buena Lasombra ^^ ¿te he dicho que son mi Clan preferido? :P está súper guay la idea.

A tu sire lo diabolizaste con permiso de un Tribunal de Sangre? O a lo jibiri jibiri?

XD a mí me gustan pero más en contexto de Edad Oscura. Aunque nunca he llevado a uno como jugadora (a excepción de aquella partida en Venecia que se fue al traste, en la que tú también estabas).

No me lo había planteado. Me había olvidado de la figura del tribunal de sangre. Supongo que podría incluirla. ¿Hacía falta algún requisito para recibir su permiso?

A ver. Cualquiera puede solicitar un Amaranto al Tribunal. Cualquiera en cualquier momento. Lo malo es que es un arma de doble filo. El solicitante tiene que reunir pruebas de que el vampiro que quiere cazar es un lastre o una amenaza para el Clan (manipular las pruebas es lícito, pero que te pillen es muy punible, porque la estupidez y la incompetencia es precisamente lo que castigan los Tribunales). A menudo los Lasombra pasan años reuniendo pruebas para solicitar un Amaranto, y los Tribunales pueden pasar meses o años debatiendo un caso (e incluso provocar conflictos para comprobar si el vampiro en cuestión es débil o merece morir). Si el Tribunal falla a favor del solicitante, a menudo se ponen condiciones (en uno que jugué yo me impusieron derrotar a mi objetivo usando sólo obtenebración, y en el Libellus a Lucita se le concede un Amaranto con la condición de que primero elimine al ghoul de su objetivo, que era una especie de reflejo-ghoul hecho con Vicisitud). El Tribunal puede avisar al objetivo de que va a ser cazado o, si falla en contra, puede chivarse de que has solicitado diabolizarle.

En caso de que te nieguen el Amaranto, a menudo otros lo usarán como excusa para darte caza a ti ("mira si es estúpida que perdió vuestro tiempo en un caso inútil...", "sus motivos eran mezquinos..."). O, si no, el objetivo probablemente tenga cierto "derecho de respuesta" para solicitar tu muerte al Tribunal (puede ser sumaria en plan ejecución o puede ser una caza como la que querías solicitar), y el proceso volvería a empezar.

Hay muchas ventanas para que esto haya supuesto el asesinato de tu sire. Podrías haber conseguido el permiso, o podrían habértelo negado y tu sire habría intentado matarte (cualquiera de las partes enfrentadas puede cometer el Amaranto sin que haya mucho revuelo, si matas a tu sire en defensa propia demuestras que tenías "razón"), o podría haber solicitado un Amaranto sobre ti en respuesta al tuyo (de nuevo, si te lo apiolas es que tenías razón) o puede que se hartara de ti y tus quejidos en busca de niños porque solo te quería por tu dinero y tu posición y pidiera directamente tu muerte sin que tú la pidieras primero.

En general los Tribunales son buena Espada de Damocles para las tramas Lasombra :)

Madre mia, es como la versión perversa de una canción de Pimpinela jajajaja.

Me gusta, me gusta. Y creo que me quedaría con la opción de que mi sire pidiese permiso para matarme. Y que yo me enterase de algún modo y actuase en defensa propia, utilizando a Álvaro para que lo estacase (después de todo, siendo más viejo, el sire era más fuerte, la ventaja venía de utilizar inesperadamente a un mortal que le servía). 

Perfecto ^^, además, tener el ingenio de usar recursos como un humano sería visto como un giro inesperado (los Lasombra son un poco morbosos en estas cosas) y, además, demuestras que eres inteligente y tienes recursos. No está mal marcar paquete en un clan donde cualquiera puede pedirte para cenar.

Aún así ten en cuenta que el fallo de un Tribunal sólo implica eso: una decisión tomada en unas circunstancias. Los aliados de tu sire rechinarían los dientes y muchos otros Amici Noctis de otros Dominios pensarían que es una equivocación (es lo que tiene la democracia darwinista xD) y seguramente decidan vigilarte a partir de entonces. Volar alto en el clan puede salir muy caro, por eso me parece bien que vayáis a la corte y cambiéis de ciudad; hay que mantener un perfil bajo un tiempo xDDD

Eso mismo había pensado xD que mejor pasar desapercibidos un tiempito, hasta que este revuelo quede soterado por un siglo o dos XD

EDIT: Por cierto, esto del amaranto de mi sire... Yo supongo que no estaría bien visto por otros clanes ¿no? Siempre he tenido entendido que los Lasombra eran peculiares con el tema, pero que otros ponían el grito en el cielo considerándolo herejía (aunque luego más de uno se merienda al vecino, sobre todo cuando son peces gordos que pueden evadir el peso del mandato de un antiguo).

¿Daría para ponerme secreto siniestro?