Partida Rol por web

La conspiración Luveh-Kerapf

1.-La fiesta

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03/01/2018, 22:23
Laranda - Narradora

Las letras en el cristal no dejaban lugar a dudas. Aquel era el lugar en el que se habían dado cita. A través del enorme escaparate se veía gente reir animadamente y conversar, pese a que el buen aislamiento del lugar no permitía escuchar el sonido de la charla ni la música, si es que esta sonaba dentro.

Al abrir la puerta lo primero que se notaba era el aire cálido con olor a madera. El local, con el techo decorado con numerosas traviesas que imitaban el tejado de una casa antigua, estaba bastante lleno pese a lo temprano de la hora. La idea era que, en ese horario aún no habría mucha gente y podrían charlar tranquilos. Pero esa idea no había resultado como esperaban.

Al fondo, cerca de una esquina, varias personas hablaban sin aspavientos, en una conversación serena, mientras las miradas que se cruzaban reflejaban curiosidad y duda. Sobre ellos, colgando del techo, una falsa tela de araña de las que se utilizan para las decoraciones de esa fiesta hace poco adquirida, Halloween. Esa era la señal acordada, tal y como habían comentado en el foro. El dueño del local no les puso pegas cuando propusieron utilizarla y le explicaron que se trataba de una reunión de desconocidos. Ese tipo de cosas, hoy en día, eran de lo más normal. Quizás hace unos años les hubiera supuesto alguna mirada de extrañeza. Pero no a estas alturas, ahora que las Redes lo habían invadido casi todo.

Después de algún tiempo, alguien propuso esta reunión para que todos los participantes del foro se conociesen. Mucha gente rechazó de plano la invitación pues era el anonimato lo que les gustaba de internet. Pero algunos, aceptaron. Curiosamente los más activos. Quizás eran los más participativos precisamente porque eran los que tenían más interés realmente.

De entre el grupo que charlaba al fondo del local, una figura destacaba. Moreno, con poblada barba y gafas, llevaba un jersey rojo y unas deportivas verdes. Era lo que, Frohike, el administrador del foro, había dicho que llevaría. Él había organizado el encuentro. Y con él era con quién había que hablar si querían ser presentados a los demás.

Charlando con el que debia ser Frohike había dos mujeres y tres hombres. Las mujeres eran atractivas y la que llevaba gafas parecía más joven que la del pelo recogido. Los otros tres hombres también eran de edades muy distintas. Uno, con una pequeña barba, muy mayor. Otro, con gafas, de unos 40 ó 50 años. Y un muchacho joven que apenas si parecía ser mayor de edad.

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05/01/2018, 00:00
Mariano Arribas (Torquemada)

Mariano había descubierto para si el foro “En la Tela de la Araña” hacia algo más de dos años. El nombre le atrajo, y el contenido y ciertos usuarios y sus teorías aún más. A diferencia del resto de personas registradas en la web, él solo podía acceder a esta y a su contenido en los restringidos horarios que permitía el monasterio en el que residía. Más de uno reaccionaba sorprendido cuando escuchaba que en ciertas residencias sacerdotales se iban abriendo paso a las nuevas tecnologías, pero la verdad es que los tiempos en que la iglesia negaba los avances científicos habían quedado bastante atrás. Al menos algunos de ellos. Aunque nadie en el foro sabía nada acerca de su persona.

El caso era que, debido a su “llamativo” nick y a sus regulares y espaciados horarios de acceso, era alguien conocido en la web. Y eso a pesar de que su participación se limitaba a hacer preguntas, o a dar vueltas de tuerca a posibles teorías. Lo que no era sino hacer preguntas indirectamente, tratando así de sacar la información que buscaba. Los datos que necesitaba para descubrir los planes de las criaturas a las que había jurado perseguir y destruir.

Cuando surgió la idea de organizar una reunión en persona, de juntarse y conocerse en vivo, dudó al principio sobre si sería una buena idea. Prefería mantener el anonimato. Mas los nombres de ciertos usuarios, con los que creía tener una gran afinidad, iban confirmando su presencia y por fin decidió animarse él también. Su tarea era demasiado grande como para poder ser concluida por una sola persona y demasiado importante como para fallar por un exceso de vanidad o de desconfianza. Y este podría ser el primer paso para conseguir aliados para su causa, de reunir un ejército de devotos iluminados.

El día de la reunión Mariano estaba algo nervioso y se tuvo que amonestar un par de veces. Repetirse a si mismo que no debía de impacientarse. Que tendría que ser paciente si quería alcanzar su objetivo. Era finales de octubre*, así que se puso una camisa de franela de un tono claro, un jersey negro de pico y una chaqueta de pana marrón. Los pantalones, también de pana, eran de un tono azul oscuro. El cuadro lo completaban unos zapatos negros tan gastados como el resto del conjunto. Mariano era la viva imagen de alguien cuyos gustos se habían quedado aparcado en la moda de al menos dos generaciones pasadas.

Cuando llegó al local lo primero que le llamó la atención fueron las luces y la decoración del bar. Ver a través de los enormes ventanales a gente moviéndose a un ritmo que estaba vedado a sus oídos le resultó ridículo. Pero no era a eso a lo que había venido. Respiró hondo, tratando de insuflarse valor, y abrió la puerta del local. La música, que hasta ahora no había podido percibir, le recibió como un mazazo auditivo y Mariano tuvo que detenerse un momento en el umbral. No estaba especialmente alta, comparado con otros bares o discotecas, pero para el sacerdote era un volumen al que no estaba acostumbrado. Volvió a respirar hondo y avanzó, tratando de orientarse, hasta que vio la señal acordada. También reconoció al administrador del foro por la ropa que llevaba y se acercó hasta él. Cuando estuvo a su altura, y este dejo de hablar con las dos mujeres que le acompañaban en ese momento para mirarle con ojos interrogativos, se presentó.

– Hola, buenas. Soy Ma… – Se interrumpió a tiempo dándose cuenta de que había estado a tiempo de desvelar demasiado –. Torquemada. Me llamo Torquemada. Encantado de conocerte, Froique.

Y diciendo esto le tendió la mano con una sonrisa amistosa, sin pensar que posiblemente había pronunciado mal el nick de su interlocutor.

Notas de juego

Edit: Se me olvido poner el pie de página. 

* He puesto esto por tu mención a la fiesta de Halloween. Pero si lo he interpretado mal, me dices y lo cambio.

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06/01/2018, 03:23
Belén Arzuaga

¿Cuántos años habían pasado ya desde que había descubierto el foro? ¿Cinco, tres? Ya ni recordaba cómo había dado con él, seguramente había sido una simple casualidad después de llevar tiempo buscando información, grupos y páginas que le pudieran llamar la atención. Había estado en más foros, pero de todos había escapado cansada de la cantidad de tonterías que la gente podía decir, y creerse, eso sin contar con que la mayoría terminaban tirándose, de manera virtual, de los pelos así como insultándose gratuitamente amparados en el anonimato.

Estaba cansada de dar con amargados de la vida y adolescentes con más espinillas en la cara que ideas en la cabeza pero, cuando entró por primera vez en “En la Tela de Araña”, se dio cuenta de que sí podía encontrar gente que compartía sus ideas y que podían hablarlas y discutirlas con un poco de sensatez. No iba a negar que no todo era tan bonito y que siempre aparecía algún que otro loco con ganas de montar gresca, pero la mayoría parecían majos y bastante instruidos, personas como ella convencidas de que había un mundo oculto que manejaba los hilos de la sociedad, personas con las que se podía hablar sin tapujos, personas que compartían sus ideas aunque no siempre coincidieran. Y, de esa forma, el foro fue convirtiéndose para Belén en un lugar donde volcar todas las preguntas que no podía hacer a su círculo habitual de conocidos, donde encontraba respuestas satisfactorias que le servían no sólo para sus novelas y sus estudios sino también para su vida. De esa forma, Belén acabó sintiendo afinidad y algo que se podría llamar amistad hacia algunos de los miembros del foro, en especial hacia aquellos con los que más se comunicaba.

Y, a pesar de que no conocía la vida ni el nombre de ninguno de ellos al igual que el resto no conocía nada de la vida de Belén, eso no era óbice para que sintiera cariño por alguno de ellos. Por ese motivo cuando se propuso hacer la reunión para conocerse, Belén fue de las primeras que aceptó la propuesta, movida más por la curiosidad de saber quiénes eran en realidad sus compañeros de foro que por poner rostro a los desconocidos que se ocultaban detrás de una pantalla y un teclado.

A medida que el día señalado se iba acercando, Belén se iba sintiendo más como una quinceañera ante su primera cita que como una mujer de cincuenta y tres años hecha y derecha. Por más sesiones de yoga que diera, por más meditación que hiciera, los nervios en el estómago no la abandonaron y, cuando por fin llegó el esperado día y se encontró ante el cristal que separaba el local donde habían quedado del resto de la ciudad, todo el valor que había mostrado siendo de las primeras en aceptar se fue al garete en cuestión de segundos.

Respiró hondo un par de veces, giró su cuello para quitarse la tensión de encima y, después de mirar su reflejo en el cristal para comprobar que no iba hecha un desastre como solía ser su costumbre, por fin se decidió a entrar en el local.

Nada más abrir la puerta lo primero que le vino a la mente fue el recuerdo de la casa de sus padres. Era un ambiente cálido, incluso hogareño si no fuera por la música algo alta, un buen lugar para quedar. Miró a su alrededor hasta que vio la telaraña de pega y la gente que ya estaba reunida en la mesa que había justo debajo.

Al ver a las dos atractivas mujeres se llevó, de manera inconsciente, la mano a su melena completamente blanca y bajó la vista para mirarse la punta de los zapatos bajos y el borde de sus pantalones vaqueros, dándose cuenta del contraste tan grande que había entre el dúo y ella. Suspirando de resignación mientras se recriminaba el hecho de que aquella reunión era para conocerse y no para ligar, Belén decidió por fin acercarse a la mesa luciendo una sonrisa que, aunque no era amplia sí era igual de cálida que el ambiente del local.

Hola. Sois los del foro ¿verdad? —Sin esperar una respuesta ya que, tanto el hombre de jersey rojo como la tela de araña que pendía sobre ellos indicaban lo obvia que era la respuesta, Belén se sentó en un hueco que quedaba libre después de quitarse el gran bolso que llevaba en bandolera—. Yo soy Morrigan, encantada.

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06/01/2018, 19:55
"Mosfet"

Fue durante aquella fatal racha en la que sufría insomnio noche sí y noche también. Con frecuencia le costaba dormirse pero, más tarde que temprano, conseguía conciliar el sueño y dormir un número aceptable de horas. Sin embargo, en raras ocasiones, tenía episodios en los que no pegaba ojo durante días, o, si lo hacía, era insuficiente para descansar algo y no estar destrozado al día siguiente.

Una de aquellas noches, buceando por internet, descubrió "En la tela de la araña". No tenía nada mejor que hacer así que Marcos se puso a leer las historias que allí se contaban. En un principio no le parecieron más que chorradas y no entendía cómo la gente podía estar hablando en serio, pero eran historias curiosas y entretenidas. Al inicio solo entraba como espectador, miembro fantasma que devoraba un hilo tras otro, y pronto se dio cuenta de que, a pesar de que la mayoría de los hilos no tenían ni pies ni cabeza, había algunos que estaban bastante bien fundamentados. Poco a poco se fue enganchando y pasó de ser un mero espectador a un usuario más, ganando protagonismo y congeniando bastante bien con algunos de los usuarios.

El brusco frenazo del autobús lo devolvió a la realidad. Habían pasado ya tres años desde aquello y participar en el foro se había transformado en un hecho cotidiano más, tal como comer o ir a trabajar. Cuando algunos usuarios tomaron la iniciativa de promover una quedada donde pudiesen conocerse en persona se había mostrado reticente. Sin embargo, al ver que muchos de aquellos usuarios con quienes tan buenas conversaciones había mantenido se apuntaban, cambió de parecer y decidió acudir. No tenía demasiados amigos en la vida real, y tampoco es que le importase en demasía, pero podía ser una buena oportunidad para intentarlo.

Desde que abandonó la casa de su madre y se dirigió a la parada del autobús para coger la línea que lo llevaría al bar, sus nervios comenzaron a aumentar. No entendía bien por qué, al fin y al cabo, era gente con la que llevaba hablando años. Pero lo cierto es que las relaciones personales no se le habían dado demasiado bien. Una cosa era entablar conversación con los clientes y otra muy distinta abrirse a un desconocido y contarle tus problemas o pensamientos.

Bajó del bus, respiró hondo y, tras consultar en su móvil el camino, se dirigió al punto de encuentro. Había estado lloviendo y el ambiente se había enfriado, por lo que caminó deprisa para entrar en calor. Al llegar al sitio, tuvo un momento de duda y estuvo a punto de darse media vuelta al ver que el local estaba bastante concurrido. Hacía tiempo que no acudía a un sitio como aquel, pero volvió a respirar profundamente y entró en el local. No podía disimular que se había esperado otra cosa: un ambiente más íntimo, más tranquilo.

Los vio al fondo. Ya había avisado de que no podría llegar puntual, así que suponía que ya estarían casi todos allí. La falsa tela de araña colgaba del techo, aunque casi no habría hecho falta para distinguirlos del resto de grupos que se encontraban en aquel bar. No podría decir exactamente el qué, pero Marcos estaba convencido de que habría acertado a la primera aún sin contar con aquella señal.

Se quedó plantado de pie frente al grupo. Sudadera oscura con capucha, vaqueros y zapatillas. Con una tímida sonrisa en la cara:

—Hola, soy Mosfet —leve gesto a modo de saludo general—. Espero no llegar demasiado tarde.

 

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07/01/2018, 10:51
Efraín Ibarz

... y no tiene nada de raro. Orwell ya nos habló del poder de la conspiración, del gobierno dictatorial, sí, pero que su 1984 sea una novela popular y muy vendida no significa nada. A ellos les da igual que tú, querido oyente, te enfades, te indignes. Les importa una mierda que sepas que hay poderes que manejan todos los hilos, no les importa nada en absoluto que sepas que te vigilan, que hay un Gran Hermano en todas las esquinas. Permiten que leas 1984, que me leas a mí y me escuches, porque su poder es tan absoluto que están confiados.

Pero déjame decirte, amigo, que incluso en esa Oceanía de 1984, surgió un Winston Smith que se planteó cosas, que tomó la píldora roja y que hizo por destruir el sistema. Lo que te pregunto a ti, amigo, es si serás como ese Winston Smith que, cuando entró en la habitación 101, volvió al redil de las ovejas del sistema opresor.

Dime, ¿seguirás tragando la píldora azul?

Efraín Ibarz llegó a la puerta del local y apagó el reproductor de mp3. Estaba repasando el podcast que subiría esa semana para ver dónde debía editar, recortar y regrabar. Dónde poner música y efectos de sonido y florituras varias para ese público que se maravilla con las baratijas brillantes. Él se debía a su público y no podía sino transigir y darles las golosinas que solicitaban, incluso aquellos que se decían puros y centrados en el contenido más que en el continente. Porque, en realidad, a nadie le amarga un dulce y para el público general conviene crear contenidos maquillados, asequibles.

...la letra con azúcar entra...

Era el episodio n.º 101 de Visión Periférica, el podcast que seguía la línea de su blog y sus vídeos en Youtube y que heredaba el nombre y el espíritu de aquel programa de radio que había dirigido y presentado muchos años antes, en la emisora de la facultad. Llegado el capicúa, decidió dedicar ese episodio a la habitación 101, la policía del pensamiento y el Ministerio de la Verdad, conceptos de terror y control mental que George Orwell introdujo en 1984.

Todos temas que, en esencia, eran recurrentes en todo el trabajo de Ibarz, pues buscar la verdad, exponer a la luz los misterios del universo y avisar y prevenir de las conspiraciones era a lo que había dedicado su vida. Desde la adolescencia, Ibarz se había dedicado a la exploración de los secretos y a hablar de ellos, una faceta profesional tan denostada por uno como elogiada por legiones de seguidores. Porque, después de años, se había ganado cierto nombre y respeto de unos cuantos, los que devoraban sus post, sus libros, sus podcasts, vídeos y conferencias.

Se quitó los auriculares mientras miraba a través del escaparate. Un local abarrotado de gente festejando. Se la sudaba. En realidad, le parecía mejor idea eso que un contubernio de sospechosos reunidos en una esquina oscura al fondo de un bar. Para él, cuanto más expuestos menos destacaban y, en cualquier caso, aquella primera cita no iba a ser una reunión de gran profundidad. Las confesiones más oscuras no se harían allí ni en ese momento, suponía. Para lo realmente privado ya encontraría a la persona indicada en el lugar preciso.

Miró el reloj: 20 minutos tarde.

...vaya...

No era casualidad. Alguien como él no podía ser puntual, estaba muy ocupado. Lo que quizá no se confesara a sí mismo era que también estaba ocupado en sentirse esperado, anhelado. Sabía que alguno de los presentes le reconocería. Su cara no era un secreto en el mundillo del periodismo esotérico y cualquiera que hubiera aceptado participar en esa quedada es que había profundizado lo suficiente como para haber pasado por su blog al menos una vez. Quizá alguno de ellos fuera uno de sus fanes. No era la primera vez que le ocurría.

Lo que no ocurría con tanta frecuencia es que aceptara reunirse de esa manera con una panda de desconocidos de los que sabía ignoraban todo. Temía lo de siempre, encontrarse con la acostumbrada panda de flipados del ocultismo que se quedaban siempre en lo superficial, en lo pintoresco. Imbéciles que no sabían ni entendían que detrás de la primera capa, detrás de la séptima capa, había una realidad y un conocimiento no apto para menores mentales. La mayoría de esos aficionados ni siquiera era capaz de plantearse que hubiera una sabiduría arcana debajo de la superficie, porque para ellos la superficie ya era todo.

Entró y avanzó hasta el grupo de la esquina, ese que olía a una mezcla de nervios, timidez y falsa apertura. Ese de no-mirar-a-los-ojos a tu interlocutor porque no lo conozco de nada y, en realidad, me da vergüencita estar aquí. Ese grupo, en definitiva, que no estaba formado por amigos, sino por completos desconocidos que, al quitarse la máscara y la valentía del anonimato en la red, se descubren como uno más, un globo desinflado.

Sin embargo, había en ese grupo algunos miembros que habían llamado la atención de Ibarz desde hacía tiempo. Intuía, percibía, que algunos foreros de En la tela de la araña eran algo más que meros figurantes. Había algo en sus intervenciones, sus preguntas y reflexiones, que para Ibarz indicaba necesidad de verdadero conocimiento. Y, quién sabe, quizá conocimiento auténtico escondido por precaución.

Por eso había aceptado hacer un hueco en su agenda para participar en una quedada como aquella. Algo en la nuca le decía que debía acudir. Una intuición imperceptible que ya conocía y de la que había aprendido que usarla como una brújula emocional era la mejor idea. ¿Cuáles de todos esos serían realmente interesantes para sus planes?

– Disculpad el retraso... ya sabéis, el trabajo. Soy Efraín Ibarz, Red_pill –se presentó con media sonrisa–. Decidme, ¿seguís tragando la píldora azul?

Notas de juego

Las alusiones a las píldoras azules y rojas son típicas de Ibarz en su trabajo. Suele firmar sus post con esas frases, una marca de la casa sacada de Matrix.

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07/01/2018, 16:28
Laranda - Narradora

Las personas que se charlaban cortaron de inmediato su conversación y volvieron sus cabezas hacia el recién llegado. Un hombre con una ropa ligeramente anticuada* se acababa de presentar. Su calva, su ropa y algo más que nadie acertaba a definir, le marcaban como un hombre fuera del tiempo, alguien a quién él se referiría como un carca, palabra que casi ninguno de los presentes usaría. 

Notas de juego

* No has dicho nada del alzacuellos así que supongo que no lo llevas y vas de incógnito.

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07/01/2018, 16:28
Fry_two_fingers

-Hola- se adelantó, casi interponiéndose, el hombre más mayor, mientras extendía la mano para estrecharla -Se pronuncia Frojaik- comentó entre risas sencillas, sin ápice de maldad -El inglés puede ser una mierda ¿a que sí? Soy Pablo pero me conoceras por Fry_two_fingers. Hemos hablado bastantes veces, creo-

El recuerdo de sus charlas** fue casi instantáneo. Este era el hombre que hablaba sobre locos, personas obsesionadas con un tal Llogsotot y su principal interés era localizar información al respecto, aunque participase de todos los hilos abiertos con interés.

Notas de juego

** Toda la información que pongo sobre los PNJ la tenéis todos, no importa que lleguéis más tarde a la reunión, puesto que han interactuado con vosotros los suficiente como para que sepáis esas cosas.

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07/01/2018, 16:29
Frohike

-Bueno, no pasa nada. Es verdad que se pronuncia así pero la equivocación no es grave- comentó el chico de la barba y las gafas, el conocido como Frohike, mientras extendía la mano para estrecharla también. -Así que Torquemada ¿eh? ¡Vaya, vaya! Pues creo que te pega el nombre- apostilló tras estrechar la mano.

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07/01/2018, 16:29
Laranda - Narradora

No habían terminado de presentarse todos cuando una mujer de pelo blanco y un gran bolso de baldolera, hizo su aparición. Parecía un poco cohibida mientras mientras se presentaba. Quizás por eso la mujer más joven no se limitó a darle los dos besos o saludar si no que, antes de que pudiera sentarse en el hueco libre, la estrechó en un ligero abrazo, a modo de saludo.

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07/01/2018, 16:29
Mixi

-Yo soy Ela, pero creo que tú me conoces como Mixi ¿me recuerdas? Hemos hablado un montón de veces sobre yoga, ecología... y, bueno, ya sabes...- entonces bajó un poco la voz, como si se avergonzase de que el resto del bar pudiera oírlos -los complots para controlarnos mediante sustancias químicas en el aire y el agua...-[/B]

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07/01/2018, 16:30
Laranda - Narradora

Pasaron 10 minutos más mientras todos hicieron las pertinentes presentaciones, incluyendo entre los propios recién llegados. Finalmente resultó que el ambiente era más agradable de lo esperado y quizás por eso, poco a poco, los hombros fueron perdiendo tensión y las lenguas comenzaron a aflojarse

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07/01/2018, 16:30
Firefly92

-¿Sabéis qué? Ha habido un momento, cuando he salido de casa, que he pensado que me seguían. Bueno, podría ser ¿no? Al fin y al cabo no somos una panda de locos diciendo tonterías, somos gente seria hablando de cosas con hipótesis reales y pruebas demostrables- expuso el chico más joven de todos. En general sus palabras se recibieron con algo de desdén o incluso excepticismo. Pero es que así es como se recibía casi todo lo que decía. Y ahora que le habíais visto, entendíais porqué. Era demasiado joven. ¿Sería siquiera mayor de edad?

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07/01/2018, 16:30
Laranda - Narradora

Entonces una nueva presentación les interrumpió. El chico que llegaba también parecía joven pero no como el que acababa de hablar. Éste podía ser joven físicamente y vestir como uno, pero las profundas ojeras que denotaban falta de sueño, le daban un aspecto mayor.

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07/01/2018, 16:30
RIP_er

-¿Qué tal? Yo soy RIP-er y estos son...- comentó el hombre de mediana edad haciendo las presentaciones de todos los que estaban ya entorno a la mesa. Además localizó una silla vacía y la puso a disposición del recién llegado. Tenía ganas de saber quién era en persona ese tal Mosfet con el que charlaba cuando todos los demás se habían ido a dormir, aquel con el que compartía conversaciones a deshora las noches en que las pesadillas por lo que pasó con su hermano le atacaban y le robaban el sueño. Esas noches sabía que, si entraba a la Tela de la Araña, era posible que Mosfet estuviese allí y pudiera darle una conversación sobre fantasmas, que alejase a sus propios fantasmas.

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07/01/2018, 16:31
Laranda - Narradora

Varios se acercaron hasta la barra y pidieron las bebidas de todos pensando que, a estas alturas, nadie más vendría. Aunque Mixi, nerviosa, no hacía más que comprobar el reloj y mirar hacia la puerta.

Se equivocaban. Diez minutos más tarde, la puerta se volvió a abrir y otra persona entró para presentarse como Efraín Ibarz, Red_pill.

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07/01/2018, 16:31
Doc_alma

-¡Ostras! ¡La leche!- comentó la mujer más mayor -¿Eres tú en serio?- Su gesto denotaba extrañeza y preocupación a partes iguales. Doc_Alma no se cortaba a la hora de contaros todas las cosas raras que pasaban en su comisaría. Quizás ahora se acababa de dar cuenta del posible peligro que podría haber supuesto para ella esa indiscreción.

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07/01/2018, 16:31
Laranda - Narradora

Mientras la mayoría atendía a las presentaciones del recién llegado***, Mixi preguntaba inquieta a Frohike por Kain, otro usuario que estabais convencidos que vendría a esta reunión.

-¿Estás seguro de que no te ha avisado de nada? A mí me dijo que vendría pero me extraña que no haya llegado. Dijo que me mandaría un mensaje si se retrasaba pero no tengo nada-

-En serio, Mixi, no tengo nada de nada. No le des más vueltas, habrá perdido el bus o se le habrá estropeado el coche. Ya llegará-

Notas de juego

*** Además de vuestro turno vais a hacer tiradas de reconocimiento. Mosfet y Torquemada tienen que hacer 2 tiradas cada uno (para ver si conocen a Red_Pill y a Morrigan). Red_Pill y Morrigan sólo 1 tirada (para ver si se reconocen entre ellos). Reconocer no significa conocer en el sentido personal ¿eh? Me refiero a si sabéis quién es, si habéis leído algo suyo...

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07/01/2018, 19:11
Efraín Ibarz

Ibarz apretó las manos de unos y otros, saludando con una sonrisa apretada y un leve asentimiento. Puso cara a los apodos del foro, algo que siempre chocaba. En la pantalla y sin más filtro que las palabras era común hacerse una imagen mental, una sombra del internauta, que luego no coincidía con la realidad. Tal era la fuerza del lenguaje gestual y el poder embaucador del rostro y la edad. Lo que en un foro parecía alguien neutro, sin sexo, luego resultaba ser mujer u hombre. Las reflexiones en apariencia más sensatas salían de las teclas de un niñato y las chorradas más grandes de lo que en apariencia era una anciana solemne. Sin el filtro de lo físico, solo quedaban las palabras.

La tal Doc_alma reconoció a Ibarz.

Así es, soy yo. ¿Conoces mi trabajo?—preguntó con una sonrisa forzada. Le estrechó la mano y aprovechó la cercanía para observarla. Era guapa, atractiva. Pero eso podía ser una trampa. El enemigo oculta sus infiltrados con fachadas agradables, para que bajemos la guardia.

Pero de inmediato se fijó en la mujer de cabello blanco. ¡Sí! ¿Esa no era...? ¿Arzuaga? ¿Belén Arzuaga, la escritora? Ibarz asintió satisfecho al encontrar un compañero de profesión. Compartió unas palabras con Doc_alma pero no tardó en dar un par de pasos para presentarse a la escritora. En sus ojos había conocimiento, en su cabello el paso del tiempo y, sin embargo, su rostro era joven. ¿40? ¿45 años?

—Hola. Efraín Ibarz. ¿Qué tal? Sé de tu trabajo.

- Tiradas (1)

Motivo: Reconocer (Intel+Cult)

Dificultad: 15

Habilidad: 11

Tirada: 6 8 10

Total: 8 +11 = 19 Éxito

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08/01/2018, 22:37
Mariano Arribas (Torquemada)

La tensión inicial que sentía el cura se redujo rápidamente a medida que todos los compañeros del foro se presentaban mostrando una gran amabilidad y compañerismo. Estaba entre gente con parecidas inquietudes y, aunque algunos de ellos dieran otro nombre a sus experiencias o creencias, Mariano tenía bien claro que eran distintas manifestaciones de las fuerzas demoníacas y sus seguidores en la tierra a las que había decidido combatir.

Se quitó la chaqueta de pana, pues en el local hacía bastante calor, y la colocó en la silla, usando esta como improvisada percha. Se sentó al lado de Fry_two_fingers. Las teorías y experiencias de este hombre se acercaban mucho a lo que Torquemada buscaba. Aquel los llamaba Yog-Sothoth, Mariano prefería llamarlos demonios. A pesar de la cálida bienvenida de todos ellos, el eclesiástico se recordó que debía de andar con prudencia y no esperar demasiado de su primera reunión. Sin embargo también esperaba una conversación animada con aquel hombre.

Cuando Firefly92, el más joven de todos ellos, salió con una supuestamente disparatada teoría esquizofrénica, creyó ver como varios de ellos intercambiaban miradas de incredulidad. Algunas de ellas incluso de desprecio. Mariano sin embargo pensó que debía de encontrar la ocasión de hablar con él sobre lo que creía haber visto. Aunque tratando de que los demás no se dieran cuenta de ello, para no darles pie a colgarle a él el San Benito de demente.

Según iban llegando los compañeros más retrasados y se presentaban a los presentes, el monje sujetaba sus manos entre las suyas con firmeza, pero también transmitiendo a la vez calidez. Un joven con unas prominentes sacos bajo los ojos le llamo la atención. Su nombre le sonaba, aunque no habían coincido en los momentos de conexión.

Reconoció a la mujer de pelo canoso como una popular escritora en ciertos círculos esotéricos y la dedicó un saludo especial.

– Es un verdadero placer conocer a una mujer tan culta, señora Arzuaga. Quizás encontremos un momento para hablar de sus libros.

Parecía que ya habían llegado todos cuando una persona más hizo acto de presencia. Era un joven que emanaba seguridad y su presentación disipó las posibles dudas que pudieran quedar acerca de su enorme confianza en sí mismo. Se trataba de un reconocido periodista en el campo que les unía a todos ellos.

– Efrain Ibarz. Encantado de conocerle en persona. Sigo sus teorías con gran interés. – Un corto apretón de manos y el hombre siguió su camino. Mariano pensó que su saludo había sido de lo más cotidiano y poco interesante para alguien como ese hombre, acostumbrado a la celebridad.

- Tiradas (2)

Motivo: Reconocer (INT + CULT)

Dificultad: 15

Habilidad: 12

Tirada: 2 4 10

Total: 4 +12 = 16 Éxito

Motivo: Reconocer Morrigan (INT + CULT)

Dificultad: 15

Habilidad: 12

Tirada: 4 7 9

Total: 7 +12 = 19 Éxito

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08/01/2018, 23:01
Belén Arzuaga

Le resultaba tan sorprendente asociar los nicks tan conocidos, con los que había cruzado palabras durante tanto tiempo, a unas caras que Belén se quedaba embobada mirando a unos y a otros e imaginándoselos detrás de la pantalla del ordenador. Con algunos de ellos había cruzado más palabras que con otros y en su cabeza se había hecho una imagen de todos y cada uno de ellos. Con algunos había fallado estrepitosamente, como por ejemplo con el joven firefly92, aunque con ese nick y los comentarios que hacía tenía que haberlo supuesto, pero en cambio con Mixi había acertado casi de pleno. Sonrío un poco tensa cuando, precisamente ella, la abrazó pero compartían tantos temas, tenían tantos gustos comunes que casi al instante se relajó.

Uno tras otro fueron llegando los que faltaban y la reunión, después de las presentaciones y las palabras corteses iniciales, esperaba que trascurriera por derroteros más acordes al tema del foro. No fue hasta que llegó el último, aparentemente, paricipante en aquella extraña quedada y fue saludado con tanta efusividad por parte de una de las mujeres, que no reparó más detenidamente en él, sin ocultar la curiosidad que había despertado en ella. Y, cuando se acercó a ella porque la había reconocido, Belén se dio cuenta enseguida de quién se trataba.

Hola Efraín, yo soy Belén Arzuaga y también conozco tu trabajo. Sigo desde hace tiempo Visión periférica. Tratas temas muy interesantes y con una visión muy... particular. Me gusta lo que haces.

Al que no reconoció fue al hombre de aspecto un poco pasado de moda que también le dedicó directamente unas palabras, en cambio él si parecía conocerla.

Me va a hacer sonrojar —dijo dedicándole una sonrisa—. No será ninguna molestia hablar de mis libros, aunque no sé muy bien a cuáles hace referencia, ¿las novelas o mis tratados de Historia? —El tono era amable y la pregunta estaba cargada de auténtica curiosidad.

- Tiradas (1)

Motivo: Reconocer red_pill (INT+CULT)

Dificultad: 15

Habilidad: 14

Tirada: 2 4 4

Total: 4 +14 = 18 Éxito