Partida Rol por web

Tras dejar a los refugiados enanos a escasa distancia de Veta de Plata emprendéis el regreso a Roca Durgis para desde allí viajar hasta el puesto comercial y coger el camino que desciende de la montañas. La noche no ha sido demasiado tranquila: el remordimiento de dejar a los conocidos a su suerte, la intranquilidad de pensar si una vez se enteren de vuestra misión decidan deteneros, la inseguridad del viaje y su destino, .... todo ello hace que el despuntar del sol sea casi un alivio al tener que dejar de pensar y comenzar a andar.

Al día siguiente de abandonar a los refugiados en las proximidades de Veta de Plata , observais como de repente Wolfriend se para y observa con mucha atención unos árboles cercanos , y se acerca. Una vez allí adelanta sus manos con las palmas hacia arriba , mostrando sus manos desnudas al aire. De repente una sombra se hace mas perceptible en el bosque , asustados sus compañeros hechan mano de sus armas pero Wolfriend permanece impasible , la sombra se acerca y Wolfriend murmura cosas en un idioma que solo Beredor y Lodbrog comprenden ... pero que al resto os suena como el idioma que hablan los enanos del clan entre ellos .

La sombra se va haciendo mas nítida mientras Wolfriend continua hablando y poco a poco podeis observar como un lobo de pelo gris se hace visible entre la maleza . Es un magnifico animal , fuerte y vigoroso. Su actitud os parece mas bien amistosa , y parece que se acerca al enano , que continua hablandole . Después de un rato hablandole Wolfriend el lobo se acerca y se frota contra las piernas del enano , que se vuelve y se dirige al resto .

Os presento a Gris un gran amigo que me ha estado buscando durante este tiempo . Nos acompañara en nuestro camino . Dice el enano que parece que muestra un rostro mas alegre .

¿Gris? .¿Eres tú? . ¿Que haces tan lejos de la manada? , me has estado buscando .

No te asustes , si se que huelen raro y que incluso alguno huele a orco , pero son amigos , hemos vengado a algunos de los caidos y sus ropas son nuestras . Si son buena gente , extraños pero buena gente .Ven acercate , no te preocupes , no te harán nada , si lo intentan su cabeza rodara por el suelo y te dejare comer sus entrañas .

Si quieres puedes venir con nosotros , supongo que ha eso has venido. Bien correremos de nuevo juntos, sin duda serás una gran ayuda en la aventura que nos espera ... Ven que te presento.

Gris...Buen nombre cachorro. digo acercandome a acariciar al hermoso animal.
Es extraño, pero el lobo no se muestra amenazante ante mi, quizas solo le inquietaba el olor a orco que desprende Lodbrog.
Yo soy Beredor...

¿¿¿hemos vengado a algunos de los caidos???...recuerdo las palabras de Wolfriend.
No deberías llamarles asi a nuestro hermanos...Espero que decidas viajar con nosotros Gris...Acabaremos con muchos orcos, puedes cambiar tu comida por ello.

Beredor se acerca, y acaricia al lobo mientras dice unas palabras en el idioma del clan....

-Si es tan listo como parece, nos sera de gran ayuda, para advertirnos de la proximidad de enemigos.- indica Urik con su habitual actitud.

La primera impresión al ver al lobo aparecer fue de sorpresa, pero al ver que Wolf hablaba con él, una sonrisa iluminó mi cara.
Al hablar de nosotros, me acerco al lobo y alargo la mano tímidamente, ante los comentarios del olor a orco, que no me hacen mucha gracia todo hay que decir.
Bonito animal Wolf ¿cómo lo conociste?

Bueno Gris y yo somos viejos amigos , dice Wolfriend mientras acaricia a su amigo entre las orejas , como si estuviese acariciando a un manos perro .Ha crecido conmigo , hemos cazado juntos y hemos peleado juntos. Es un gran luchador y un gran amigo , me alegra que haya venido a buscarme. Bueno será hora de ir a por comida , añade para finalizar la presentación de su peludo amigo .

Mientras viajamos voy un poco alejado del grupo, unos cuantos pies hacia donde viene el viento. Intentaré encontrar algo para comer en nuestro descanso, me explico. Sin embargo durante varias horas no logro hallar nada comestible.

Un momento...digo deteniéndome tras varias horas de marcha ante un grupo de rocas y ramas apiladas. Esto no es normal! exclamo.
Comienzo a quitar algunas maderas, y pequeños guijarros, llegando a descubrir un pequeño túnel escavado en la tierra. Enciendo una antorcha y sosteniendo el hacha en una mano, y dejando el escudo colgando en mi espalda, comienzo a arrojar pequeñas maderas y hojas verdes al interior, encendiéndolas con la antorcha. Arrastro ademas una gran piedra, dejando apenas un orificio pequeño.
Creo que hoy comeremos muy bien!
Tras unos minutos, una marmota asoma la cabeza pero no logra salir
Zas! El corte es limpio y rápido, y los chillidos dentro de la madriguera indican que hay más de una!
Zas! Otro corte y ya son dos...Mientras saco los dos animales, un tercero se escabulle y sale corriendo!

Sin embargo, Gris logra darle alcance y regresa con la marmota sujeta del pescuezo.

Wolfriend ve volver a Beredor y a Gris con una marmota sujeta entre los dientes . Por primera vez desde que lo conocéis veis a Wolfriend reír , Jaja , bien Gris veo que no has perdido tu instinto , y pese al mal olor de Beredor la has pillado ... , luego se pone de nuevo serio y continua , pero ten cuidado , por estos bosques actualmente hay bestias no naturales y estas son difíciles de detectar .

Doinosh parecía relajado, el iniciar la marcha había inyectado nuevas energías en el joven muchacho y se podría decir que su confianza en las posibilidades de lo que estaban haciendo crecía con cada paso. Sin embargo, lo suyo no era ayudar para encontrar alimento. Cada vez que intentaba echar una mano con los animales a uno de sus compañeros lo más habitual era que la criatura se escapase a lo que Doinosh respondía con un encogimiento de hombros.

Al llegar la tarde lo único que podía ofrecer al grupo era un puñado de fresas silvestres que encontró de casualidad. El joven ereño miró su presa ante las risotadas de sus compañeros y él mismo se sonrío.

Si al menos cada una de estas fresas sirviese para saciarnos...

Dijo en voz baja mientras lavaba las fresas y algo sucedió. Como tantas otras veces, Doinosh sintió la energía recorrer su cuerpo y parte de esa energía se depositó en alguna de esas fresas. Varias de las fresas parecían ser más rojas que las demás, más rotundas y de apariencia más jugosa.

Confundido con lo que había ocurrido, Doinosh cogió una de aquellas fresas y se la comió de dos mordiscos. El efecto de la fruta fue embriagador, ya no sintió necesidad de comer y alguno de los arañazos de sus brazos sanaron.

Perplejo, el joven ereño miró las fresas de su regazo, 5 de ellas también contenían esa capacidad especial. Orgulloso de la nueva capacidad que le otorgaba su linaje, alzó su mirada a sus compañeros.

Quizá podamos conservar esas provisiones para más adelante...

Y ofreció su contribución al resto del equipo.