Partida Rol por web

La Cripta de Larin Karr

El Señor de Pembrose

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28/09/2017, 12:23
Olplyn Draeval

El drow se cortó un buen trozó de jabalí, comía despacio disfrutando de aquellos pequeños placeres. Cogió algo de vino para acompañar, esperaba entre bocado y bocado no quería mezclar sabores, luego dió buena cuenta de las galletas pero con más calma que sus compañeros de mesa. En realidad para el drow la gastronomia y la cata de vinos era casí un arte, mal que le pesara ya le había encontrado una utilidad a Boris, si él cuidaba de su estomago el cuidaría de él.

Hizo un gesto con la mano para pedirle a Boris otra jarra de vino y cuando este se acercó le invitó a sentarse con ellos.-Mi más sincera enhorabuena Boris, tú comida hace gala de la fama que teneis, estaba todo delicioso eso te hace digno de mi cumplido que no es poco.-sonrió el drow con algo de malicia.-pero a pesar de que la reunión con Lord Kyle no ha ido bien del todo si me ha dado permiso para "negociar" contigo esos precios. La verdad, ahora mismo me encuentro dividido entre si sentirme insultado por ese acuerdo o alagado por tú comida, te planteo el siguiente arreglo. Si nos cobras lo mismo que a Brem todo queda en tablas y tú ya tienes cinco días pagados por adelantado, además si tus luces necesitan algún ajuste siempre puedo hacerte el favor. Soy muy amigo de mis amigos por que no tengo muchos y cuido de aquellos que me alimentan bien.¿Qué me dices Boris? no es un mal trato y menos hablando con un drow, sino, bueno Brem sabe una propuesta muy divertida que tengo en mente.-a pesar de las buenas maneras y el tono cordial del drow no podía ocultar su naturaleza, tras la cual siempre se ocultaba una sutil amenaza velada. Prefería arreglarlo siempre por las buenas, pero la idea de la cola de cerdo era cuanto menos... pintoresca.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Di por hecho que estaba riquísimo siendo tan famoso.

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28/09/2017, 12:19
Elsbeth Bathory

Al acceder a nuestros aposentos, apoyé mi guadaña en el cabecero de la cama que me había adjudicado. Era una sana costumbre, dejar que mi arma reposase cerca de mí mientras dormía. Dejé mis cosas a los pies de la cama e hice intención de comenzar a soltar los correajes de mi armadura, pero Aalis solicitó que tomase asiento. Parecía que el asunto del que quería hablar le urgía, de modo que agaché mi rostro de nuevo y tomé asiento al borde de mi cama, pesadamente. Ella hizo lo propio frente a mí, sobre su propia cama, y comenzó de un modo enigmático.

Comenzó confesando llevar tiempo meditando algo, pero la mención a Olplyn no podía ser. Era evidente que el drow no casaba con ella, pero tampoco con Valentine, y en ocasiones ni tan siquiera conmigo. Era un verdadero dolor de cabeza con el que había que lidiar a diario, pero útil al fin y al cabo. Y estábamos en medio de una empresa para la que no podíamos renunciar a tal servicio. Entonces mencionó aquella orden de caballería, y mi pulso se aceleró, al tiempo que una sensación de frío iba extendiéndose por mis venas. El discurrir de sus palabras tenía un claro objetivo, y tuve que agachar aún más mi mirada descompuesta al percatarme de ello.

Quería irse. Estaba claro como el agua de un manantial. Quería marcharse, alejarse, dejarme...

Hasta que sientas la cuchillada de la traición en tus carnes...

Iba a dejarme, a traicionar todo lo que nos unía.

El desamparo...

Me dejaría sola, abandonada, con la única compañía de aquel drow y aquella clériga...

Hasta que sepas lo que es el verdadero sufrimiento...

¿De qué valía nuestra amistad? ¿Qué importancia tenía? Se marcharía, se uniría a aquel atajo de santurrones con armadura, para dedicarse en exclusiva a su maldita causa. Eso era lo único que importaba. Padre tenía razón, necesitaba aquello, sentir cómo me abandonaban, cómo me traicionaban clavando un puñal en mi espalda. Precisamente aquella en quien más confiaba...

Sentí el suave contacto de Aalis, tratando de alzar mi rostro, pero no podía, no quería. No deseaba mirarla a los ojos, aquellos ojos claros y cristalinos. Opuse resistencia, hice fuerza encogiéndome sobre mí misma, sumergiéndome en mi oscuridad, intentando agachar aún más mi rostro en las sombras. Hasta que oí su voz. Entonces mis ojos rasgados se abrieron desmesuradamente. Mi corazón dio un vuelco y alcé mi rostro, mirando a la paladina a la cara.

¿D-de mí? -Mis labios temblaron ligeramente. Afirmaba que era yo el motivo por el que se mantenía a nuestro lado, en lugar de seguir el camino de las órdenes paladinescas. Y me preguntaba, dudaba, acerca de qué haría yo cuando encontrásemos aquella cripta que buscábamos. Quedé petrificada, como las imágenes esculpidas sobre los panteones de la Colmena, criptas en honor a tantos héroes o incluso moradas de algunos de los mayores campeones vampíricos. Rostros sin vida, inmóviles por toda la eternidad, que salvaguardaban moradas de muerte por los tiempos de los tiempos. Sentía la mano de Aalis acariciando mi rostro, desde la mejilla hasta el labio, mientras aguardaba una respuesta acerca de si permanecería a su lado, como confesaba desear, o regresaría junto a mi amo- Y-yo... -No pude responder inmediatamente. No podía pensar, y eso era poco habitual en mí. Yo, que conservaba la sangre fría en todas las situaciones, por peligrosas que fueran, estaba sin habla. Llevé mi mano hasta la suya, apretándola contra mi rostro, y cerré los ojos, besando la palma de su mano antes de volver a mirarla- Regresar a La Colmena, junto a Padre, tampoco depende de mí. -Confesé, agachando mi mirada- No puedo regresar hasta que sepa lo que se siente al ser traicionada, abandonada, aprenda acerca del verdadero sufrimiento, y mi corazón se tiña del negro absoluto. -Aparté su mano de mi rostro, sosteniéndola en mi regazo entre mis manos, acariciándola suavemente sin quitarle ojo de encima- Que encontremos la cripta de Larin Karr no tiene la menor importancia, para ello. Puedo culminar esa e infinitas empresas más, a tu lado. -Mis mejillas, por una vez, se tiñeron de un leve rubor- A tu lado. Sólo regresaré a La Colmena si te pierdo, Aalis...

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29/09/2017, 14:24
Aalis Dragomir

Elsbeth se resistió a mirarme cuando mi mano desnuda buscó su suave rostro. Sin embargo, terminó permitiéndome mirarla a los más profundo de aquellos ojos oscuros, advirtiendo además su sorpresa; cosa que confirmó con aquellas dos palabras que dejó escapar entre sus temblorosos labios.

Cuando terminé de hablar, permanecía con mi mano acariciando su rostro, mientras esperaba algún tipo de respuesta. Le costó algunos segundo comenzar a dármela, unos instantes durante los cuales mi corazón latía tan deprisa que pensaba que me iba a desmayar. Su respuesta no empezó con palabras, tomando mi mano para apretarla contra su rostro, antes de besarla. Me explicó entonces que no dependía de ella tampoco regresar a la Colmena junto al que llamaba padre, pues ello dependía en realidad de que viviera en sus carnes el sufrimiento de ser traicionada y abandonada, de conocer el verdadero dolor del corazón.

Sentí cierto alivio al escuchar aquello, convencida de que eso nunca le sucedería a mi lado. Nunca la abandonaría ni traicionaría, sufriría yo antes de que ella lo hiciera, jamás permitiría que algo de eso sucediera. Quise hacérselo saber, pero no había terminado, y tomó mi mano para llevarla a su regazo, acariciándola mientras me dedicaba nuevas palabras. Encontrar aquella cripta no era determinante, así me lo hizo saber, pudiendo acabar con esa y otras misiones más siempre que fuera a mi lado.

A tu lado.

Cuando repitió aquellas palabras, me dio un vuelco el corazón, como si hubiera hecho falta que me las repitiera para terminar de creérmelo. Noté que sus mejillas se sonrosaban al afirmar que sólo regresaría a aquel lugar de perderme, aún sin mirarme.

- Mírame, por favor… - le pedí, llena de necesidad, dejando que mi otra mano acudiera a las suyas, sosteniéndole ambas con cuidado; mientras me acercaba para hablarle más de cerca. – Eso no pasará, no puede pasar. – afirmé con gran convicción. – Mientras así lo quieras, permaneceré a tu lado. Muchas cosas nos separan, pero… - bajé mi rostro, avergonzada. – Otras más fuertes nos unen. – afirmé antes de volver a mirarla, embelesada con el negro de sus ojos, los que contenían la belleza de la noche más oscura. -  Agradezco todos los días que aparecieras en mi vida, Elsbeth… - confesé, tomando sus manos y al alzándolas hasta mi rostro, para besarlas repetidas veces con delicadeza.

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29/09/2017, 17:13
Elsbeth Bathory

Tras pronunciar aquella confesión, que tanto esfuerzo me había costado, Aalis me pidió que alzase la vista y la mirase. Así lo hice, de forma intermitente. La miré, bajé inmediatamente la vista, pero volví a mirar, agaché mi mirada de nuevo al sentir sus manos en las mías, y volví a mirarla, quedando ya irremediablemente anclada a su rostro.

Negaba tal posibilidad, con esa convicción que le otorgaba su fe inquebrantable. Reconoció, no sin pudor, que nos unían muchas cosas pese a todo lo que nos separaba. No pude evitar esbozar una tenue sonrisa ante tal afirmación, pues realmente creía ser más consciente que ella de todo lo que tiraba de un lado y de otro exigiendo nuestra separación. Y aún así, sentía igual que ella que nos unía mucho más.

Y me daba miedo.

No me extraña. -Susurré, con una sonrisa llena de picardía, sosteniendo su rostro entre mis manos- Ese bonito culo tuyo no habría logrado salir de aquellas mazmorras sin mí. -Bromeé, antes de ponerme sería de nuevo- Ni yo sin ti. Pero tú eres honesta y transparente, es fácil conocerte. Yo no. Aún hay cosas de mí que no sabes, una parte de mí que no he querido dar a conocer. Lo que he dicho al salir de ese palacio no es nada. Si supieras lo que pasaba por mi mente... -Agaché nuevamente la mirada, entre avergonzada y enfadada, rememorando el orgulloso malestar que me había provocado el noble, y las ideas que habían cruzado mi mente imaginando un castigo digno de resarcirme tal ofensa- Temo el día que pueda cumplirse el vaticinio de mi amo, pero más aún temo el día en que el camino que debo seguir te repugne. Soy la amante de la muerte, Aalis, me alimenta el poder de tu enemigo... Y llegará el día en que la muerte me rodeé y sirva a mis propósitos. No será agradable... -No, al menos, para alguien como ella.

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29/09/2017, 19:04
Aalis Dragomir

Elsbeth respondió a mi petición dubitativa, apartando su mirada alguna vez antes de fijarla definitivamente en mis ojos. Continué entonces sincerándome, prometiéndole permanecer a su lado y confesando lo que significaba para mí haberla conocido.

Su respuesta no se hizo esperar, llena de picardía, mientras sujetaba mi rostro y provocaba así que me estremeciera. El rubor se intensificó en mis mejillas cuando aludió a mi trasero, bromeando con la forma en la que nos habíamos conocido, pero la situación se puso seria en seguida.

Nos comparaba, remarcando algunas de nuestras diferencias y afirmando que había muchas cosas de ella que no conocía, haciendo también referencia a lo sucedido con el inmaduro Lord. Volvió a bajar entonces su mirada, confesando el temor que le producía que el camino que había de seguir como nigromante me provocara rechazo. Tenía razón, no sería agradable verla usar determinadas capacidades, cuando como paladín expulsar a los muertos vivientes era uno de mis cometidos. Pero eso no era más que un escollo en el camino, uno que ya estaba decidida a afrontar, y más lo estaba ahora que me había hecho partícipe de su deseo de permanecer a mi lado.

- Puede que haya cosas que no sepa sobre ti… Pero no se me ocurre nada que fuera capaz de alejarme de mi determinación de permanecer junto a ti. – expliqué segura, sin pretender esta vez que me mirara, simplemente estirando mi mano hasta sus azabaches cabellos, acariciando estos y llevándolos tras su oreja. – No es más que otro reto en las truculentas vidas que llevamos. Eres una nigromante, soy consciente de ello, y no, no fue una sorpresa agradable cuando lo descubrí. Pero para entonces, ya había comprendido quién eras, y eso es más importante que de dónde provenga tu poder. - hice una breve pausa, queriendo volver a tomar sus manos, pero me contuve. – Lo importante es cuales sean tus propósitos, y has demostrado con creces no seguir el camino del mal. ¿Qué mayor ofensa puede haber contra mi enemigo que no uses sus poderes en su beneficio? Es sencillo servir al bien cuando todo te es favorable, cuando uno se ha criado entre algodones, cuando de verdad cree en el bien porque este ha predominado en su vida. Pero tú, en el caso contrario… No has sucumbido. Eso tiene mucho más mérito, y es una de las tantas cosas que me fascinan de ti… - reconocí algo avergonzada, bajando después de la cama para apoyar mis rodillas en el suelo y buscar su mirada desde abajo, dejando que mis manos reposaran en sus rodillas. – Puede que seas oscuridad, como yo soy luz, pero una no puede existir sin la otra; del mismo modo que la muerte forma parte de la vida. Ambas seguimos caminos diferentes, pero pueden discurrir paralelos, hacia el mismo lugar. - volví entonces a llevar mi mano hasta una de sus mejillas, acariciándola suavemente. - Si pretendes asustarme, vas a tener que esforzarte un poco más. - me atreví a bromear.

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29/09/2017, 19:21
Elsbeth Bathory

Nada de lo que dijese la disuadiría de su empeño. Lo tuve claro antes incluso de oírla pronunciar aquellas palabras. La convicción era tan fuerte en ella, tan inamovible, que supe con toda seguridad que la verdad de la que tanto se jactaban los hombres no existía más que en la voz de aquella paladina. Mi amiga. Lo supe, en ese instante lo supe. Nunca regresaría a la Colmena, nunca me postraría ante Padre para confesar que su vaticinio se había cumplido. Porque nunca sería traicionada ni abandonada. No importaba cuan distintas éramos, ella encontraría siempre algo en mí por lo que le merecería la pena luchar.

Acarició mi cabello, se arrodilló ante mí con sus manos en mis rodillas, e insistió en que nuestras diferencias no impedían discurrir un camino paralelo que seguir juntas. Me acarició nuevamente el rostro, mientras yo la observaba impertérrita, e incluso se atrevió a bromear con que debería esforzarme más para asustarla. Tragué saliva, mirándola inmóvil en silencio unos instantes. ¿Qué capricho del destino me había brindado una amistad como la suya? A mí, que no la merecía, que no había protegido ni vengado a la única persona que me había importado en mi vida. ¿Cómo podía tener ante mí a aquel ángel ofreciéndome un tesoro tal?

Buuuuuuuuuuuuuuuuuh... -Susurré poniendo los ojos en blanco, fingiendo el gemido cutre de un fantasma, durante apenas unos instantes, antes de sonreír- Eres muy terca, amiga mía... -Dije antes de inclinarme para rodearla con mis brazos, estrechándola con fuerza- La mejor y más terca amiga que haya podido soñar...

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29/09/2017, 20:29
Aalis Dragomir

Se quedó mirándome en silencio unos segundos, hasta que con un susurro continuó bromeando, imitando lo que intuí pretendía ser un fantasma. Sonrió, y yo con ella, llamándome terca después. Pero eso no borró mi sonrisa, al contrario, pues al volver a referirse a mi terquedad me dedicó preciosas palabras. Con ellas me rodeó, estrechándome con fuerza, aunque lamenté las condiciones en las que se produjo aquel abrazo, vestida con mi armadura como me encontraba. Sentir su abrazo sin ella me hubiera hecho inmensamente feliz, aun así, no la solté; pues yo también la rodeé con mis brazos.

- Hace un tiempo que me pregunto si de verdad eso es lo que somos. Los convencionalismos me dicen una cosa, lo mismo que la educación de mis padres, mi corazón… Creo que dice otra. – dije reflexiva, sin separarme de ella, con aquella sonrisa aún en mis labios. – Si sólo deseas que seamos amigas, así sea, me conformo con tenerte a mi lado. – entonces me sonrojé, bajando la voz sin darme cuenta. – Pero permíteme soñar con tus labios… - le pedí, apoyando mi cabeza en ella.

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29/09/2017, 22:23
Brem

-Me encantan los cuartos traseros -le responde Brem a Valentine con una sonrisa de medio lado-. ¡Aunque nunca le digo que no a una generosa pechuga!

Y, como no, rompe a reír. 

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29/09/2017, 22:23
Boris

Boris trae el vino que Olplyn le ha pedido.

-Está bien, os cobraré a todos lo mismo. ¡Brem, me debes cuatro piezas de oro!

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29/09/2017, 22:27
Brem

-¡Eh! A mi no me metas en esto, ¡que yo no he hecho nada! -dice alzando las manos como si le hubieran apuntado con una ballesta.

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29/09/2017, 22:27
Boris

Se echa un trapo al hombro, en ese primordial gesto que hacen todos los taberneros.

-Escúchame, drow, porque no te lo voy a decir dos veces -dice acercándole a Olplyn-. Esta es la última vez que me amenazas en mi casa. La próxima vez te largas de aquí, y discutes lo que tengas que discutir con la capitana de la guardia. ¿Me he expresado con claridad?

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29/09/2017, 22:29
Brem

Brem palidece.

-Eh, eh, eh. Vale, vale. No nos pongamos tan serios ¿vale? -dice, y deposita unas piezas de plata en la mesa-. A esta jarra de vino invito yo. 

Boris se da media vuelta, y vuelve a la barra. Brem carraspea y trata de sacarle conversación a Valentine para quitarle hierro al asunto.

-Así que el mocoso se ha enfurruñado ¿eh? Bueno, seguro que reconsidera su postura cuando vea el buen servicio que le hacéis a Pembrose liquidando a esos trasgos. Ya veréis. Ahem.

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30/09/2017, 10:09
Valentine U'lu

Sonrío coquetamente a Brem, y cuando dice lo de las pechugas me atraganto de la risa.

-¡Que cosas dices Brem, que soy una sacerdotisa por favor!-Digo riéndome.

Luego, ante la lucha dialéctica, intervengo para evitar males mayores.

-Serenémonos, señores, Boris, mi compañero el drow seguro que no lo decía en serio. Era una broma. ¿Verdad querido?- Le digo al drow mirándole intensamente y remarcando las últimas palabras.-Si todo va como esperamos, Boris, seremos unos buenos clientes tuyos. Llevémonos bien.

Luego Brem hace alusión al niño enfurruñado. 

-Con un niño caprichoso cualquier cosa puede pasar. -Me encojo de hombros con gracia-Bueno, yo me retiro, caballeros. El vino se me está subiendo a la cabeza.

Con una inclinación de respeto, me levanto de la mesa y me dirijo a mi habitación. Tengo que hacer mis oraciones, sanarme, preparar los conjuros y descansar. No sé que se avecina al día siguiente.

Notas de juego

Me voy a la habitación. uso los conjuros que me quedan para curarme totalmente y memorizo nuevos. (Creo que los mismos)

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30/09/2017, 10:50
Elsbeth Bathory

Lamenté que aquel abrazo se hubiera producido en tales circunstancias. Quizás podríamos haber pospuesto aquella conversación unos minutos, hasta habernos desprendido de nuestras armaduras. De ese modo, habrían sido nuestros cuerpos los que hubiéramos sentido, y no el frío y rígido contacto y el crepitante sonido metálico de nuestras protecciones. Pero no importaba, porque sentía que Aalis y yo estábamos unidas igualmente.

Sin embargo, sin soltarnos aún, mis ojos se abrieron de par en par al oír a mi amiga, dudando de que realmente fuera amistad lo que nos unía. ¿Qué pretendía decir? El frío volvió a recorrer mi cuerpo, mientras atendía a sus pensamientos hechos palabras. Convencionalismos, educación... corazón... Mis labios se separaron, muda mi voz para responder nada ante tal confidencia. ¿Estaba afirmando lo que yo creía? Mi cabeza comenzó a dar vueltas ante tal posibilidad, una que jamás me había planteado siquiera. Se conformaba... ¡conformaba! con tenerme como amiga, pero anhelaba más.

Mis labios...

A-aalis... -Apenas era capaz de articular palabra. Estaba confusa, perdida, no acertaba a reaccionar. ¿Cómo había pasado aquello? ¿Cuándo? ¿Había estado ante mis ojos todo aquel tiempo, y no me había dado cuenta?- Y-yo... yo n-no... n-no se... -¿Qué podía decirle? ¿Acaso tenía una respuesta para ella? Mis labios temblaban, nerviosos, llenos de temor. No, no la tenía. No sabía nada de todo aquello, ni siquiera sabía si podría conocerlo algún día- Aalis, yo... no se si siento lo mismo que tú. No se si lo he sentido alguna vez, o si podré sentirlo. Ni contigo, ni con nadie. -Afirmé, separándome de ella, apartando la mirada hacia un lado. Necesitaba espacio, necesitaba respirar. Supliqué a mi amiga con un gesto que me cediera la distancia suficiente para ponerme en pie, apartarme de aquellas camas y caminar un poco. Encorvada, Me abracé los brazos justo por encima de los codos, caminando por la oscuridad reinante en aquella habitación que se me hacía cada instante más y más pequeña- Nunca quise a mis padres. No lo suficiente para quedarme con ellos o sufrir al dejarlos atrás en cuanto el amo me reclamó a sus filas. Sabía que no podían ofrecerme una vida mejor que la de una granjera, y les dejé atrás sin miramiento alguno. -Confesé, asuntos de mi pasado que ni con ella había compartido- Antes de conocerte, únicamente había tenido un amigo en mi vida. Beledhel, un recluta de la guardia Roja como yo. Cometió una estupidez, y no le quise lo suficiente para estar a su lado en su peor momento. Tampoco para vengarle en persona, otros se ocuparon de ello. -Reconocí con amargura. Un brillo de rencor afloró a mis ojos, mientras apretaba los labios. Aquellos desgraciados no habían sufrido lo suficiente, no como lo habrían hecho a mis manos- He conocido varón, Aalis... -Confesé con vergüenza, agachando la mirada al acercarme a la ventana de la habitación- ...he sido menos leal de lo que debiera. La lealtad la he conocido a tu lado. -Suspiré, con gran dolor- Pero creo que no he amado nunca. Puede que ni siquiera sea capaz... -Una tenue luz llegaba desde el exterior, reflejándose en mi pálida piel lo suficiente para que mi reflejo en aquel cristal me mirase- No quiero... hacerte daño...

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30/09/2017, 18:14
Olplyn Draeval

-Claro, claro.-dijo el drow sin convencimiento alguno y con una divertida sonrisa cínica en sus labios. Quien cojones se quería el posadero de aquel antro para hablarle en ese modo, eso no iba a quedar así, ahora era solo cuestión de tiempo e imaginación.-En principio no quiero más líos y aunque sea un zagal es quien manda en la zona, por tanto no moveré un dedo hasta que él ofrezco algo a cambio y después de lo sucedido hoy en pago se ha encarecido mucho. Pero bueno, dejemos los negocios a un lado y cuéntame las nuevas Brem, mañana pretendo descansar del viaje a partir de ahí ¿cuando partimos?.Imagino que debes conocerte bien el valle ¿qué otros misterios esconden sus bosques y montañas?¿algún sitio digno de visitar?¿o alguien?He oído hablar de ese mago en el valle¿hay muchos más?-el drow hizo una educada pausa para despedirse de Valentine.-Déjame una vela encendida me pasaré buena parte de la noche estudiando, ya dormiré mañana hasta el mediodía yo también necesito recuperar mi magia. Vamos Brem tomemos algo más ¿quien es aquel parece un avezado guerrero?...-con tiempo y alcohol Olplyn intentaba encontrar algo más de información y desmitificar su fama de malvado drow devorador de bebes.