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La Cuarta Edad - El confín de Arda

A la sombra del Moratani (Escena 2)

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09/02/2015, 22:35
Kiribanti

Kiribanti se había ido preocupando poco a poco.

Al principio era lo de menos. Se había metido en una gran pelea, sobre todo por la cantidad de espectadores que había, sin realmente quererlo, pero no era justa la situación que había visto. Luego acaba embarcado en una larga travesía por el mar, acordada en un concilio, en el que sin saber nada del mismo, le mandan; no sabemos si como premio o como castico; si haber representante alguno que le apoyase.

Ahora, tras meses de viaje, regresan a su origen. A su hogar, sin saber siquiera si su madre seguiría viva. Por lo menos la mujer que había decretado su muerte parecía no haberle reconocido. Bueno, había cumplido con su parte, y por eso seguía vivo. Tendría que ser un guerrero pantera en lugar de un montaraz del rey, pero no salen las cosas como uno desea. Ahora, sargento de un grupo de arqueros, se había pasado días en un catamarán, rodeado de enanos, ya que no tenían artillería, por sus flechas y disparos.

¿Tendré la oportunidad de buscar a mi madre? La pena y la melancolía corrían por su rostro. La nobleza de sus orejas se tiznaban con el oscuro de su piel. Por lo menos la capucha de esta capa me mantiene en el anonimato. De todas maneras su mentón y sus labios denotaban el pesar que sufrían.

Por lo menos podré otra vez hablar con mi dama.

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10/02/2015, 00:15
Veremir Tuk

Aunque en un principio se ofendió un poco se sintió aliviado al saber lo del enlace nupcial, se consideraba joven para casarse y menos con una mujer desconocida -Si vais a ver a esa "Gente Pequeña" querría estar presente- le comentó a Pallando al escuchar las palabras traducidas del cacique.

Finalmente fue el príncipe Tanaka el que lucharía y Veremir sonrió cuando fue evidente la diferencia entre él y su contrincante, él mejor que nadie sabía que el tamaño de su contrincante no significaba nada. Siguió con atención la pelea, tenía curiosidad por ver que podía hacer un hombre del este, dio un respingo cuando el gigante de piel oscura golpeó al pequeño príncipe, pero la técnica de este último fue superior y consiguió tumbarlo, tuvo que contenerse para no saltar de su asiento y celebrar la victoria. Viendo la situación que siguió al combate hizo bien en contenerse, aquello se había convertido en un "drama" digno de una novela, no esperaba aquello al llegar a la ciudad, lo achacaba a sus costumbres pero aún así no estaba seguro de que ceder a peticiones de ese tipo era correcto, o al menos conveniente, puede que comentara algo a Arphazel más tarde.

 

-Al menos alguien tendrá una noche entretenida- Comentó a media voz en un intento de relajar la situación

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10/02/2015, 00:51
Yuukimo

No hacía más que observar a mi variopinto grupo. Gorman no dejaba de echar miradas a Kiribanti, temía lo que pudiese estar pensando porque seguramente aún le guardaba el haberle encerrado, aunque luego fuera él quien le salvó la vida. Por otra parte, yo aún tenía una conversación que se me antojaba aún larga pendiente con el semielfo y aprovecharía cualquier oportunidad para terminarla. Y luego estaba el mediano. No pude menos que sonreír ante su comentario, aunque no fuera oportuno, no lo pude disimular. Su forma de pensar y de ver la vida me llamaban mucho la atención pero quizá me gustara incluso más que la de otras razas que había conocido. Todo era mucho más positivo de aquella manera, siempre sabía sacarle un lado bueno a todo, aunque fuera la situación más inverosímil. ¿Serían todos los medianos así?

Fuera lo que fuese, no podía esperar mucho más a que terminara toda aquella ceremonia para poder hablar tranquilamente con mis compañeros y con mi maestro, cosa que aún no había logrado hacer desde que habíamos llegado. 

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10/02/2015, 01:00
Director

Tras aquel impasse, felizmente resuelto, regresó el espíritu festivo que debía coronar aquellas celebraciones. Sonaron los tambores y los hombres y mujeres de Tantrunak se acercaron al fuego. Mujeres de la corte trajeron al rey y los invitados comida y bebida, entre los que se contaban manjares tan curiosos como hormigas rebozadas o vino de palma, un potente licor que parecía leche, extraído de los troncos de las palmeras.

Los visitantes estaban invitados por el gran Monomotapa, así que podían hacer lo que quisieran. Se formaban corrillos que hablaban animadamente, otros bailaban y otros competían en lucha de suelo, haciéndose llaves mientras otros jaleaban. La música sonaba, y los muchachos buscaban a las muchachas, y viceversa. Aquellas fiestas solían aprovecharse para los emparejamientos, y la presencia de extranjeros entre ellos ampliaba mucho las posibilidades para la "caza". Si es que ese era el término que mejor se ajustaba.

Las niñas en las que se había fijado Yuukimo la sacaron a bailar, y de pronto Kiribanti y Gorman se encontraron a solas en el palco, sin saber muy bien qué hacer. A Veremir le atrajo la atención un grupo de pequeños humanos que se había presentado al mago y se acercó a curiosear, a ver si realmente estaban emparentados con su pueblo, aunque fueran de piel negra.

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10/02/2015, 01:00
Director

El rey Monomopata indicó con un gesto a los pequeños humanos que se acercaran. Su hija Lwazi se disculpó, pues debía prepararse para su noche de bodas. El príncipe Tanaka la acompañó galantamente hasta la cabaña dándole la mano y a ella se le escapó una sonrisa. Ya repuesta de la escena anterior, la princesa Nzinga tradujo para su padre.

Les presentaron a un grupo de humanos que no eran gente enana por ningún problema médico. Sus cuerpos tenían tamaño hobbit y estaban proporcionados a ésta estatura. Simplemente eran más pequeños. Algunos de ellos tenían orejas algo más picudas que un humano, asemejándose a las del hobbit. Pero no tenían la capa de pelo en los pies de los hobbits de la Comarca.

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10/02/2015, 01:05
Nzinga

Había mucho ruido debido a la fiesta, y la traducción se hacía difícil. Su padre debía hablarle casi pegando su máscara a su oído, y ella debía responderles a voz en grito.

-El rey eterno desea que examinen a éstas personas. No sabe si son medianos, o son descendientes de ellos. Si es así, le gustaría que retornaran a una mayor pureza en su raza. Hemos escuchado grandes cosas de los famosos medianos Frodo y Sam, sobre su valentía. De hecho en mi pueblo creemos que un guerrero no debe ir a la batalla sin que deje su semilla en casa. Para asegurarse la descendencia en caso de que muera en combate.

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10/02/2015, 01:26
Arphazel
Sólo para el director

El final de la contienda trajo la distensión necesaria para celebrar el pacto que había sido sellado. Me sentía un tanto culpable por las nupcias del príncipe Tanaka pero me alivió el ver su actitud y que había concertado con la bella Lwazi para casarse, sus temples a simple vista parecían más compatibles que con Nzinga, nada mejor para un guerrero monje que una sacerdotisa. Además, vi en los ojos de la princesa un brillo de fascinación que conocía bien; ojalá congeniaran en la cama, la amalgama de cualquier pareja.
De pronto, mis pensamientos se alejaron, ensombrecidos por la idea que esta alegría era quizás la última antes de partir hacia el corazón de las tinieblas. Tenía una tendencia hacia la melancolía que muchas veces me impedía disfrutar de los placeres que la vida me presentaba y mi poco don de gentes hacía el resto. Sin embargo, no iba a dejar que mi carácter taciturno me arruinara esta noche, entre todas las noches. Tomé un vaso de vino de palma, una factura extraña pero sabrosa, y busqué con la mirada al hombre que tenía su nombre escrito en mi corazón... hacía tantos años, tantos años que casi me daba vergüenza el pensarlo.
Estaba hablando con un grupo de lugareños, preguntando sobre sus costumbres sin duda, pasé detrás de él lentamente y crucé su espalda en sentido descendente con mi mano para luego tocar la palma de su mano con la yema de mis dedos apenas durante unos instantes. Le di una mirada que invitaba a terminar aquello que había quedado inconcluso entre nosotros. Seguí caminando para alejarme de la multitud, si había entendido me seguiría.

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10/02/2015, 01:41
Veremir Tuk

Se sintió orgulloso al escuchar mencionar los nombres de Frodo y Sam y su valentía, pero tragó saliba y arqueó una ceja cuando mencionó el tema de la semilla y la descendencia ¿a caso este hombre quería emparejar a toda la expedición con su gente? 

 

-Veamos- Dijo acercándose a uno de sus posibles parientes lejanos, he intentando desviar la conversación -¿Qué crees mago?- Se colocó junto a uno de ellos, lo miró de arriba a abajo y después miró al mago -Excepto por el pelo y la piel oscura... hay bastante parecido. ¿Qué lugar ocupan entre vosotros, en vuestra sociedad?- Preguntó a la mujer -¿Son vuestros iguales?- Aquello le intrigaba, quería saber si en ese sentido estaban más integrados que los hobbits entre los humanos.

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10/02/2015, 02:11
Elrohir

El rey de los elfos estaba conversando con algunos de aquellos chamanes, interesado por su manera de ver el mundo. Conocían un dialecto del quenya, que al parecer era lo que hablaban los elfos oscuros. También preguntó sobre ellos, pues era mucho el desconocimiento que tenían los suyos de sus parientes de la oscuridad. Cuando Arphazel se acercó pudo reconocer su olor antes ni siquiera de escucharla pasar a su espalda. Había algo en aquel olor, en aquella presencia, que le atraía. El olor de las mujeres humanas era intenso y particular, como un perfume fuerte que se mantiene en el ambiente durante largo tiempo.

Cuando pasó cerca de él se estremeció, y el fugaz contacto de su mano sobre la suya le hizo parpadear, perdiendo la concentración. Ella se alejaba y le dedicó aquella mirada unequívoca. La admiró durante un instante, tan diferente a las elfas, tan perfecta en sus imperfecciones...

-Deben disculparme -dijo a los chamanes- Retomaremos la conversación más tarde.

Se despidió educadamente y la siguió. A pesar de que aparentaba una calma total, leves signos indicaban que su corazón palpitaba salvajemente fruto de la impaciencia. Era difícil disociar cuando se estaba con humanos, y recordar imágenes de antaño. Como elfo, la había visto crecer, casi desde que era una tierna niña. Por eso le costaba ver más allá de esos recuerdos y reconocer a la mujer que ahora era. Pero precisamente aquello era lo que le atraía. La fugacidad e intensidad de la vida humana, el vivir cada momento como si fuera el último, el disfrutar del tiempo que se les había concedido para cada asunto, incluído el amor.

Por eso la siguió hasta donde quiso llevarle. Hasta el mismo infierno la habría seguido y la seguiría. No solo por la pasión, que es un sentimiento voluble, si no por un amor profundo e inmaterial. Un amor digno de los poemas de Beren y Luthien. Durante un momento, se sorprendió de haberla perdido de vista, justo en el umbral de la puerta de la choza donde ella iba a dormir. Se extrañó por aquello, pues rara vez su percepción fallaba de aquella manera. Estaba ensinismado. Una mano femenina tiró de él hacia el interior del habitáculo, y él sonrió por el detalle. Era una guerrera, y no esperaba de ella comportamientos dignos de una dama remilgada.

Cerró la puerta con una mano, y la observó. Estaba apoyada en la pared de la choza, y él no veía ni siquiera lo que tenía a su alrededor. Solo la veía a ella. Quizá lo lógico fuera que ella tomara la iniciativa. Pero en realidad, los elfos son seres pasionales, tanto o más que los humanos. Y así se lo demostró acercándose a ella para tomarla de la cintura con delicada firmeza.

-Oh, princesa... -susurró, acercando los labios a los suyos- Mi princesa.

Selló sus labios con un beso, sintiendo el calor que desprendía su cuerpo humano. Un calor que atrapaba y envolvía como una red de la que era imposible zafarse.

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10/02/2015, 02:20
Nzinga

La princesa respondió a aquellas preguntas utilizando sus propios conocimientos.

-Éstos son los khoi, el pueblo cantor. Han vivido desde hace muchas generaciones en una región de la selva. Hay quien dice que ya estaban allí antes de la llegada del hombre. Son un pueblo pacífico que no suele abandonar sus tierras ancestrales. Aman sus tradiciones, y se dedican sobre todo a la caza y la pesca, aunque también cultivan numerosas hortalizas.

No entendía a que se refería a si eran "iguales a ellos". Pero luego reflexionó sobre lo que había visto en Harad y el Reino, y comprendió a qué se refería.

-Los khoi viven bajo la protección del rey eterno, pero no son sus esclavos. La gente les trata bien, aunque no se mezclan con ellos... No hay mestizos de humano y khoi desde hace mucho tiempo. Aquí se les atribuye cierta magia y misticismo, y lamentablemente hay algunos desalmados que los cazan y matan para vender partes de su cuerpo como reliquias. Circula un mito que dice que el polvo de hueso de khoi es capaz de curar muchas enfermedades para las que no se conoce remedio. Por eso los khoi apenas abandonan sus fronteras y las vigilan celosamente.

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10/02/2015, 02:18
Arphazel
Sólo para el director

Casi me quedo sin aliento al ver que comienza a seguirme, dejando atrás la fiesta y el mundo, para ir detrás de mí, una simple mortal. Mi corazón latía con tal intensidad que creí que el pecho me iba a estallar, ni en mis peores batallas había tenido tal grado de excitación y miedo al mismo tiempo que cuando tiré de él hacia dentro de la choza, las piernas me temblaron cuando lo vi entrar y me escuchaba a mí misma respirar trabajosamente, luchando por mantener a raya el deseo un poco más para no perder compostura, para que no conociera a la fiera en mi interior tan pronto, o a lo mejor eso era lo que lo había traído hasta aquí. Me mordí los labios y lo miré devorándolo, siendo tan obvia como siempre ya que ciertos artes de las damas me son incomprensibles, ¿Para qué retrasar lo inevitable?
Mil veces anhelé esos dedos alrededor de mi cintura, esos labios sobre los míos, por eso al sentirlos fue como si todavía estuviera soñando. Solté un gemido mientras me besaba, sus labios y los míos se reconocieron y degustaron por un largo rato, instantes en los que mis manos recorrieron su espalda solo para sentir su calor, para estrecharlo más contra mí. Lo quería dentro de mí, si hubiera podido fundirme con él en una sola persona en ese momento lo habría hecho, tanto languidecía por él, pero no solo por su cuerpo, yo lo amaba y deseaba perfeccionar ese amor con mi entrega, cuando las palabras son insuficientes es mejor que nuestro cuerpo hable.
Aún así hice un acopio extraordinario de fuerzas y me separé de él, lo miré a los ojos, tomando su rostro entre mis manos -Mi rey -susurré -Te pertenezco en cuerpo y alma desde siempre, ahora -suspiré -Toma lo que es tuyo.

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10/02/2015, 03:02
Elrohir

Un efecto curioso de la excitación élfica es que sus orejas se encrespan apenas medio centímetro hacia arriba. Eso convierte en algo notorio y risible, especialmente cuando los muchachos no saben controlarse al ver a las chicas a muy temprana edad. Pero en aquella situación era la menor de sus preocupaciones. Allí estaba él y allí estaba ella, entonando aquellas palabras que sonaban como el paso franco para dar rienda suelta a emociones contenidas durante largo tiempo.

No hubo más diálogo, ni se precisaba. Sus labios exploraron los suyos, bajaron por su cuello, se atrevieron a algo más que el beso. Pronto se vieron envueltos en un torbellino de calor, de manos hambrientas que buscaban tocar la piel, que desnudaban a su paso, presurosas. Libres de aquellas ataduras, al menos de cintura para arriba, ahora la prioridad del rey elfo era buscar una superficie donde poder, con mayor soltura, recorrer el cuerpo de aquella que desde hacía mucho era su única y verdadera diosa. Afortunadamente, el jergón donde la princesa iba a dormir solo distaba unos metros, y allí la dejó tumbada tras tomarla en sus brazos, sorprendentemente fuertes como solía ocurrir con los elfos.

La observó durante un momento, tras fundir sus labios en una serie de besos presurosos y pasionales. Sus manos la recorrían de arriba a abajo, acariciando su piel tersa y caliente, dibujando sus formas, más voluptuosas que las de la gran mayoría de las elfas. Sus manos, seguidas por sus labios, que todo lo besaban, su lengua que todo lo recorría con curiosidad. Se estaba demostrando un maestro de la excitación y los previos, aunque en tales circunstancias pudieran parecer innecesarios.

Sus manos que terminaron de desnudarla, recorriendo su vientre, derramándose por sus piernas, explorando su sexo. La observó un momento con una expresión de felicidad, seguida por otra de maravilla.

-Preciosa... justo como en mis sueños -susurró.

Dicho lo cual, se aplicó al conocido como "arte elfo". Un arte que involucraba el diligente uso de la lengua y los dedos sobre la parte más sensible de la anatomía de una mujer. Un arte que perseguía un solo objetivo: provocar a una mujer todo el placer del que se era capaz. Un arte en el que pronto se estaba revelando como un diestro practicante.

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10/02/2015, 03:24
Arphazel
Sólo para el director

Luego de mis palabras, cual llave que abre la caja de las tempestades, se desata un torrente de sensaciones, besos, suspiros y caricias que nos va desnudando poco a poco, dejando todo banalidad de este mundo atrás hasta que nuestro verdadero ser queda frente a nuestros ojos y al alcance de nuestras manos y de nuestros labios. Verle las orejas puntiagudas me arrancó una risa divertida entre beso y beso, una hipocresía de mi parte ya que mis pezones se veían por debajo de la ropa desde que sus manos alcanzaron mi cintura.
Es él el que toma la delantera y recorre mi cuerpo, que es suyo, reconociéndome, memorizando cada palmo. Su tacto es suave, delicado pero sumamente varonil, es atrevido y me encanta; así me lo imaginé y comprobar que no me he equivocado me dio más satisfacción todavía. Cuando me confiesa que me soy como me ha soñado mientras baja su mano hacia mi sexo no hace más que arrancar un suspiro de mí y mi cuerpo, ya a su merced, se estremece de deseo. Cierro los ojos mientras su aliento me quema la piel y su lengua las entrañas, todo mi ser se arquea contra su boca y mis caderas se mueven empujando al borde del paroxismo, a esa altura ya no hice el menor esfuerzo por contener los gemidos, que con el alboroto que hay fuera pasan totalmente desapercibidos, producto del clímax que vertiginosamente llena mis extremidades.
Pero ya era hora de dejar de jugar, bajé mi mano y lo aparté suavemente, luego me arrodillé y subí la mano por el frente de su pantalón para tener una probada de lo que vendría y le bajé los pantalones, quería verlo desnudo para mí: después de todo el sueño de este momento también había llenado muchas noches solitarias de mi vida.
Mis manos también se detienen un largo rato en recorrer su cuello, su pecho, sus caderas, hasta centrarse en su miembro que mis manos recorren de palmo a palmo varias veces, primero con la yema de los dedos, luego con la palma de mi mano, para finalmente hacerlo con mi boca, porque quería que se estremeciera por mí así como yo me estremecí por él.
Luego, me eché sobre mis antebrazos y con una pierna le envolví las caderas, atrayéndolo hacia mí. No hacía falta que le dijera qué quería.

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10/02/2015, 04:40
Elrohir

Vibró como un diapasón. Vibró por la intensidad de aquellas caricias, vibró al notar como ella llegaba al clímax y se complació por provocarlo. Mil más le daría si pudiera y el cuerpo fuera capaz de resistirlo. Tal era su devoción hacia ella. Recibió luego sus caricias, temblando de excitación e impaciencia. Se derritió bajo el fuego de aquellos labios, y disfrutó de una pasión como la que jamás había experimentado.

Y cuando ella quiso que se unieran en uno, él la acercó más, y tumbándola en el lecho, acarició su rostro con una mano, mientras que con la otra se ayudó a entrar. No hizo falta mucha ayuda, pues sus sexos calientes y palpipantes se buscaban con fruición. Y con la misma fruición comenzó a moverse, a disfrutar del roce de sus cuerpos, a besarla, a adorarla. La urgencia de la pasión le hizo moverse más deprisa, y pronto lo que había comenzado como una bella unión se convirtió en un torrente de fuerza y pasión desbocada.

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10/02/2015, 11:28
Gorman

Los festejos seguían y yo estaba ansioso por lo que nos deparaba este viaje. Quería que mis soldados no se contagiasen demasiado de esta alegría y mantuviesen un estado de alerta permanente.
-Aquí en la costa estamos demasiado cerca del enemigo.- dije a uno de mis capitanes.
-Que los hombres permanezcan alerta y que no se salten ninguna de nuestras doctrinas. Asegúrate que no beban ni se lesionen en estas luchas.- dije al final con tono de mando.

Cuando Yuukimo se hubo marchado me fijé en Kiribanti. Por alguna razón tenía el rostro duro y los pensamientos parecían estar en grietas del pasado. No se si le perturbó tanto como a mí lo acontecido hace tan sólo unos momentos con las hijas del Rey Monomotapa. De todas formas tenía asuntos pendientes con él, así que hable con firmeza pero de forma que nuestra conversación no fuese objeto de oídos indiscretos.
-Me consta que sois de un honor intachable, señor Kiribanti. Lo acontecido en la arena os honra pero, qué os proponíais en la emboscada que me asestasteis el día del banquete.-

Y llamé a otro de mis guardias pues no me sentía tranquilo en esta situación y quería que todo estuviera en orden, pues, un comandante enviado a la batalla tiene que liderar, no perder el norte en festejos.
-Id a la comandante Arphazel y decidle de mi parte que deberíamos estar alerta. Pues estamos en las puertas del enemigo.- dije lo suficientemente fuerte para que nos oyese la gente de nuestro alrededor.

Y volví mi mirada al semi-elfo.
-¿Sois un elfo oscuro tal y como me temo? señor Kiribanti.- inquirí con un hilo de voz lo más neutro que puede.

Notas de juego

No se si este post sería sólo para Kiribanti o lo pongo en general...

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10/02/2015, 13:23
Kiribanti

- Soldado, imprecó el arquero al Guardian del Gato, no se si realmente le tengo que pedir disculpas, si le tengo que dar las gracias o qué. Sonaba tan severo que parecía exigir una disculpas en lugar de intentar llegar a un entendimiento. - Pero sé que tenemos que hablar. No se como, no se realmente de qué, pero tiene mi alma esa sensación. Estaba claro que el desasosiego le incomodaba pero estaba realmente incómodo. - ¿Tiene vos algo que decirme?

¿Qué prentedía? Justicia. Esa era mi intención. Fue el parco susurro que se le escapó. Levantó la mirada de la dama Yuukimo. Las niñas le habían robado su objetivo, pero su rostro indicaba otra cosa. Una pizca de ironía era acompañada con otro poco de maquiavélica intención.

La pregunta lanzada por el guerrero le pilló desprevenido. ¿Siempre me tienen que meter en un compromiso? Haciendo gala de su típica falta de modales se levantó sin contestar. Con una breve disculpa se marchó. Lo siento, he visto a mi madre. Mientras adaba cabilaba en sus dibagaciones ¿Que si soy un Elfo Oscuro? Yo que se que mierda soy. Se paró y miró al "zapateado interlocutor". Soy Medio Elfo. Susurró en la distacia. Vocalizó perfectamente y si el otro era mínimamente capaz de leer los labios le entendió. Tras esto, entre las sombras desapareció.

 

Notas de juego

¿DJ algunos arqueros de mi grupo nos han acompañados (Mis subordinados me refiero)?

 

El primer parrafo lo he tenido que cambiar entero que se me ha adelantado Gorman. Jopelines (como diría mi hija cuando se burla de las pijas ,ajajajaj)

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10/02/2015, 13:38
Kiribanti
Sólo para el director

Voy a buscar a mi hombres y tras esto a mi madre.

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10/02/2015, 18:06
Arphazel
Sólo para el director

Disfruté cada uno de sus empujes, estos tocaban el punto más sensible en mi interior al chocar su cadera con la mía y me hacía soltar toda clase de suspiros, gemidos y jadeos, aquello era un derroche de fuerza viril y pasión que no me hubiera imaginado que un elfo podía tener; sabía sí, que todos sus sentimientos eran muy intensos, a pesar de que muchas veces aparentan lo contrario, pero no pensé que podían entregarse de esta manera al desenfreno del acto sexual.
Las mujeres tenemos la mala costumbre de pensar mientras hacemos el amor, en vez de abandonarnos a la dulzura del momento. Muchos pensamientos pasaban por mi cabeza y uno de ellos era que él iba a sobrevivirme; ¿Podría él soportar mi vejez? ¿Acaso no lo estaba condenando con mi amor? Pero en seguida aparté eso de mi mente, quizás no sobreviviéramos a esta empresa tan noble y suicida.
Mis manos se deslizaban por sus hombros y su pecho, por la piel clara lubricada por el sudor, su cabello castaño se deslizaba hacia un costado como una seda; sí, disfrutaba de todos esos simples detalles que lo acercaban más a mí y lo alejaban de esa imagen de semidios que tenía en el imaginario común. Miré sus ojos, que me escrutaban sin piedad y le sostuve la mirada unos segundos para luego sonreír con algo de malicia y pasarle una pierna por encima del hombro, descansando mi pie en él, dándole más acceso a mí todavía.
-Á rihta amalencavë, ani lavë sa-ista aqua -pedí con la misma sonrisa.

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10/02/2015, 20:03
Veremir Tuk

Escuchó atento las palabras de Nzinga e hizo una mueca de disgusto cuando mencionó el hecho de que eran cazados, a parte de eso parecían tener cierta similitud con los hobbits, no solo en apariencia sino también en costumbres. Puede que acabaran de encontrar a unos primos lejanos de su gente y eso le entusiasmó, pero antes de decir nada prefirió esperar a que se pronunciara el mago, por si podía verificar o añadir algo más al asunto.

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10/02/2015, 20:35
Director

Dos montaraces del sur estaban charlando junto al fuego con un grupo de guerreros pantera que, al parecer, conocían el dialecto de próximo Harad que ellos hablaban. Estaban contando una historia sobre un mumak blanco, que era un mito de su pueblo. Cuando el capitán se acercó dejaron de reirse, pero le ofrecieron algo de beber.

-¿Todo en órden, señor? -preguntó uno de ellos.