Partida Rol por web

Jack y Robin conversan y ponen ideas en común. El último comentario del detective alerta a la joven sobre lo que puede estar ocurriendo en el hospital, quizá la vida de su madre corra peligro.

Camináis hacie el coche cuando - ¡Oiga, espere! - Dice el policía joven al ver como Robin parece tener intención de abandonar el lugar y se acarca a vosotros - ¿No le dije que esperase a la grúa? - Entonces se da cuenta de que conoce a Jack, y aunque relaja un poco su rostro, este sigue siendo de pocos amigos.

- Al menos avise si se va, o dígame a que mecánico quiere que lo lleven... - A este no le debía de gustar mucho lo de "hacer encargos", pero claro, el coche se lo iban a llevar de ahí si o si

Arqueé una ceja mirando a Brown. Ya estaba otra vez con sus pequeñeces burocráticas. A veces creo que mataría a su madre antes de saltarse un protocolo.

Me detuve y esperé que ella respondiera al policía. Si hubiera sido mío ese coche de alquiler, tendría claro dónde le diría a Brown que se lo metiera. Después de todo, la compañía tendría su seguro, así que no sé para qué necesitarían a Robin, si ella ya le había dado todos los datos.

-Muy bonito. Dije sonriendo. Por mi trabajo soy mas de 4x4 pero este es bonito es todo un clásico. Vi como me abría la puerta. Gracias. Cuando estaba apunto de entrar escuche al Policía darme el alto y note que el corazón me daba un vuelco. Entonces escuche el motivo y me relaje un poco. Claro perdone , pero mi madre esta en el Hospital y con todo esto dije señalando a la barrera. Querría averiguar que mi madre siga bien. Y por el mecánico al de Ray* me parece bien. Gracias. Dije con una sonrisa y monte en el coche. Tenia todas mis cosas en la habitación del hotel por lo que el coche me importaba una mierda.

Continué caminando para acabar el rodeo al coche que me habría de llevar hasta la puerta del conductor y a sentarme tras el volante. Mientras, le dije a Brown - Ya has oído a la señorita, Rick. Tenemos algo de prisa. - Busqué con la mirada a Aldiss, con la sana intención de despedirme de él con un gesto.

Era evidente la prisa que tenía Jack, pero eso tampoco parecía importarle mucho a Brown. Anotó en su libretita el mecánico que le dijo Robin – Está bien, puede irse – Respondió a la chica sin levantar siquiera su mirada del block.

Los bombero del otro lado de la barrera comenzaron a recoger, también llegó algún coche de policía de la ciudad más cercana.

Aldiss devolvió el saludo a Jack y se dirigió al coche patrulla del que comenzó a sacar algunos conos de señalización. La pareja ya tenía vía libre para salir de la zona y volver rumbo al pueblo de Chesters Mill.

- Vámonos de aquí. El simple olor del papeleo policial consigue removerme las tripas. - En cuanto estuve en mi asiento, ajusté el cinturón con un gesto automático y arranqué como una exhalación hacia el hospital de Chesters Mill.

- Tranquila, seguro que tu madre está bien. Seguro que se han puesto en marcha los generadores, y esto acaba de pasar, como quien dice. - Traté de tranquilizar a Robin. Aunque lo que más podría tranquilizarla sería cambiar de conversación, así que le pregunté lo primero que se me pasó por la cabeza - ¿Donde te alojas? Si puedo preguntar. - Algo me decía que no dormía en casa de sus padres. Ese algo era la sospecha que su padre se trataba del mismo McKeavey que tenía en mente.

Asentí con la cabeza cuando el policía dijo que podía irme.

-Ya pensé que no me dejaría ir nunca.

Sonreí cuando Jack dijo que le revolvía el estomago.

-si imagino que este bien. Los generadores estarán en marcha. Pero quería salir de ahí.

 Escucha su pregunta sobre mi alojamiento.

- En el Good Night esta cerca del hospital* . Por estar cerca de mi madre.

No hubo ningún problema para llegar al hospital. Delante de la puerta de urgencias visteis una ambulancia descargando a un paciente y nada más hacerlo se alejó de nuevo poniendo las luces. Se ve que era un día ajetreado para los servicios de emergencia.

Pero a Robin le interesaba más acceder por la puerta principal pues su madre estaba ingresada en planta. Allí el trasiego era menor.  Jack podía parar un momento la línea amarilla para que Robin bajase, pero en caso de que quisiera dejar el coche tendría que entrar en el parking.

El hospital era pequeño, dos pisos de altura, pero suficiente hasta la fecha para la afluencia normal de enfermos.

- Ya estamos. - Le dije a Robin mientras me detenía en la zona tipo "Kiss & Fly". Supuse que no querría que la acompañara, además que no se me había perdido nada allí y no creía que pudiera ser de ayuda en aquella situación. - Si te apetece desconectar un poco, podríamos ir a cenar esta noche. - Miro directamente a sus ojos, con media sonrisa en los labios. Mientras se repone del disparo a bocajarro, concreto un poco más. - ¿Te parece si te recojo del Good Night a eso de las ocho?

El camino fue rápido. El cual por fortuna no se lleno de mucha conversación banal y sin sentido. Odiaba estar con alguien con el sentimiento de tener que hablar por llenar los silencios incómodos. Pero si no podías mejorar el silencio mejor no decir nada.

Al llegar vimos una ambulancia descargando a un paciente.

-Deben de estar hasta arriba. ¿Tal vez necesites ayuda? Aunque descarte la idea en un momento no quería estar trabajando en el mismo sitio que el Doctor Rogers...

Entonces ocurrió algo con lo que no contaba. Jack me invito a cenar.

Estaba tan desconectada de la vida social que no sabría interpretar si era una cita o simplemente que en este pueblo de mierda estaba tan solo como yo. Mire mis apariencia. Unos pantalones viejos de senderismo , una camiseta olímpica ajada y el pelo recogido y sucio por el viaje y lo que no era el viaje.

-Buff ¿Y que hago? Venga Robin que demonios.

-Supongo que me vendrá bien desconectar un poco. Te veo a las ocho. Abrí la puerta saliendo del coche. Gracias por traerme. Hasta la noche. Comente despidiéndome de el con la mano mientras entraba a pasa presto al hospital.

Sonreí sinceramente cuando aceptó. - Hasta las ocho entonces. - En cuanto bajó y cerró la puerta, me dispuse a salir de allí y correspondí a su gesto con otro similar.

El sol se estaba acabando de poner, pero aún había bastante luz en el cielo como para poder verse con casi normalidad.

Edith Sullivan, la madre de Brandon abrió la puerta. Se encontró primero con Richard y tras él a su hijo Adrien con las manos en los bolsillos y cara de estar un poco apático.

Adrien no recordaba a Edith aunque le resultaba vagamente familiar, esto era debido a que cuando era niño y el marido de Edith aún vivía las dos familias se conocían y mantenían cierta relación de amistad.

- Hola, buenas noches – Richard esbozó una ligera sonrisa – Este es mi hijo Adrien. Adrien, esta es Edith – El que faltaba era Brandon que aún debía de estar metido en la cocina o en su cuarto.

- Hola. Buenas noches...- sonrio un poco a los invitados, tendiendo una mano a Adrien. Lo cierto es que a estas alturas ya no lo hubiera reconocido por la calle. Era demasiado niño en la época en la que teníamos más trato. Ha pasado demasiado tiempo, y demasiadas cosas... - Encantada, pasad.

Me retiro de la puerta para dejarlos pasar.

- Brandon está por ahí adentro. Tomad asiento. ¿Que tal? - cierro la puerta cuando pasan- !Brandon! - lo llamo.

No atiné porqué el rostro de la mujer de pelo rubio me sonara, como si la hubiese visto en algún sitio. Supuse que del trabajo, o del pueblo. Tampoco me relacionaba mucho con los lugareños, si no más bien poco.  Dudoso devolví el gesto. – Hola, soy Adrien. – Saludé en un esfuerzo en ser cordial, pero sin matarme demasiado. Tampoco era mi estilo

Después de mi padre crucé la puerta entrando a la casa, y contando los presentes seríamos tres, y por lo visto uno más se sumaría, un tal Brandon cuatro. Me quedé de pie, era una casa extraña, y yo me sentía aún más extraño. Fuera de mi entorno me era incapaz de sentirme cómodo.

- Todo bien, como siempre. - Fue mi contestación ante su pregunta de cortesía. Al menos le dije a mi padre que me comportaría, sin embargo, no lo prometí. Con intentar en ser educado ya me parecía más que suficiente.

Asiento al hijo de Richard cuando dice que todo bien. No sé que más decir poque llevo años sin contacto social, o casi, y menos con gente joven. Y Brandon no es que sea de lo más hablador tampoco. Ahora mismo me sentía un poco fuera de lugar, y podía ver que el muchacho también, así que no pasé de ahí.

- Sentaos - repito- ¿Quereis una cerveza o algo? La cena está ya, pero para ir abriendo boca. Ha sido un día complicado, supongo que debéis tener hambre.

- Un poco de agua. - Respondí y para no ser maledcuado musité un "por favor" después. Cuando mencionó lo de comer, se me ocurrió algo para salir del paso. Un ofrecimiento. Quizás así dejara de sentirme como un animal fuera de su entorno. - ¿Quiere que le eche una mano? - Seguramente lo tendría todo preparado, pero aún así, seguro que aun faltaba algo que hacer.

Esto sería más complicado de lo que pensé, si yo no era ni de lejos alguien social, y la mujer tampoco, eso sin contar que no la conocía de nada, ni a ella ni al tal Brandon. De hecho, seguía sin comprender el porqué acepté venir aquí. Bueno, daba igual, contuve un suspiro. 

Eso sí, no podía estar más de acuerdo con lo de un día complicado. 

Vuelvo a asentir ante lo del agua.

- Solo queda traer la comida. Puedes ayudar si quieres - le digo, ya que el chico se ofrece, y si eso le hace sentir más cómodo. Espero contestación de Richard respecto a si quiere una cerveza. Con la respuesta que me de voy a por ello a la cocina, indicándole al chico. De pasó si allí esta Brandon los presentaré, a ver que tal.

Las cosas por llevar a la mesa son básicamente una fuente de puré de patata, otra de carne con salsa, y otra con verduras, para cojuntar en el plato, en el modo y cantidad que guste cada uno. Más la bebida, agua para el chico, y lo del resto. Servilletas, vasos y cubiertos están colocados.