Partida Rol por web

- Lo típico que te puede doler un coscorrón – Confesó Brandon. Tampoco es que estuviese emocionado con todo, pero al menos si se podía sacar de esta noche una conversación interesante y algo con lo que salir de la rutina, pues bienvenido sería.

- Mamá, estamos afuera ¿Vale? - Tampoco era plan salir sin dar explicaciones a nadie y así de paso, el padre de Adrien probablemente tampoco pusiera problemas.

Agarró su plato y se dispuso a llevarlos a la cocina, tras lo cual esperó a ver si Adrien lo seguía.

Richard quizá en otras circunstancias hubiese puesto más pegas a su hijo, pero estaba en casa ajena y eso cambiaba un poco las cosas – Id con cuidado – Le limitó a decir. Y luego volvió a la conversación con Edith.

- Ya, supongo que así es. De todos modos es admirable, conozco a muchas personas que no tienen ni la mitad de empuje. Ser policía también requiere de mucha dedicación, o lo eres por vocación o... no lo serías. Aunque claro, veo más pesado lo de llevar una granja – Con esto ya también casi terminaban sus platos. La comida había resultado un éxito.

- Quizá sea mas pesado, pero es mucho más tranquilo. No tienes que ver cosas desagradables, ni tratar con gente indeseable...Bueno, no tienes que tratar con gente en general. Y bueno, empuje...No se, es mi trabajo, y a lo era cuando estaba Peter, ahora que no está mi deber es mantener su granja a flote. Sería una pena que se perdieran años de esfuerzo. - con esto yo acabo de cenar, pero espero a que Richard lo comunique oficialmente que el también acabó.

- Tened cuidado...Llevais una linterna, no debe verse nada ahí afuera - repito.

Una vez recogido el plato y los cubiertos usados seguí a Brandon a la cocina para dejarlos allí. Al menos ahora tendría oportunidad de estar un poco más a mi aire y de que mi padre estuviese ocupado hablando con la anfitriona. Después de todo no tenía mucho sentido estar en la misma conversaciones que la de ls mayores, más cuando ni siquiera me interesaba lo más mínimo.

Lo cierto es que si  no era ya de noche, poco le faltaba, seguramente ya sería tarde. - Sí, sí. - Dije sin mucho entusiasmo cuando mencionaron lo de tener cuidado. Ni que fuésemos niños.

- ¿Entonces vamos? - Le dije al chico. Supuse que haría falta la chaqueta, y alguna linterna. 

"¿Qué querrá enseñarme?" Me pregunté curioso, ya que esperaba que fuese cualquier cosa, algo relacionado con la granja o por el estilo.

Apenas llevaba unos minutos y la celda ya le resultaba fría en extremo, quizá no era el atuendo más adecuado, pero en cierta forma ese frío llegaba desde su propio interior, de su desolación. Las puertas, las opciones, como la de esta celda, se iban cerrando.

La agente Anderson bajó hasta el sótano donde estaban las celdas. Pasó por delante de la que estaban los hombres y al fondo a la derecha en una celda estaba Robin con un bonito vestido que no pegaba para nada con este lugar. Parecía preocupada y triste.

Andersón se plantó delante de la celda y se dirigió a la chica – Tienes visita

Y es que alguien seguía los pasos de la agente, se dirigió a él – Cinco minutos – Le volvió a repetir y se miró el reloj, luego se retiró unos pasos pero no abandonó el corredor.

Asentí a la agente de policía y observé a Robin. Su cara era un poema. Todo allí parecía irreal. Aquella mujer, aquel vestido, aquella celda... por no mencionar el tinglado del pueblo. Por un momento llegué a pensar si no sería todo un sueño de esos absurdos que te los crees a pies juntillas y que no es hasta que te despiertas de repente cuando te das cuenta lo imbécil que has sido mientras te ibas tragando absurdidades una tras otra.

Pero no, no parecía un sueño y yo no era esa clase de personas que niegan la realidad a las primeras de cambio.

- Yo habría escogido otro lugar para nuestra cena, pero no negaré que sabes como impresionar a un hombre. - Intenté romper el hielo. Aguardé su respuesta y más tarde fui al grano, pues no nos darían mucho tiempo para hablar y el asunto no era como para andarse con frivolidades. - Me han dicho de que te han acusado y que te han asignado un abogado de oficio. No creo que sea la mejor manera de salir de un embrollo como este. ¿Cómo puedo ayudarte? - Se me pasaban por la cabeza varias ideas, pero antes de ahondar más en el asunto preferí que fuera ella quien me expusiera lo ocurrido. - ¿Qué ha pasado, Robin?

 Estaba bastante helada, supongo que no hay un buen sistema de calefacción o simplemente esa ``cúpula´´ la había estropeado.

Escuche unos pasos que me sacaron de mis pensamientos. Era la agente Anderson la cual me dijo que tenia visita. Nos dio cinco minutos y se aparto un poco.

La verdad es que no esperaba ver a Jack pero fue una alegría me levante y me acerque hasta los barrotes poniendo las manos en ellos.

Y no pude evitar sonreír con su broma.

-Que le voy a hacer quería impresionarte. Comente con una sonrisa. Si me han acusado de la muerte de mi padre. Hice una pausa. Jack era simpático pero había sido policía y no creía que los mas inteligente era decirle que si había matado a mi padre. Era un cerdo que se lo merecía y puede que hasta Jack lo comprendiera pero no podía saberlo le conocía de esta mañana, por no mencionar que Anderson estaba al lado. Estaba en el hotel y vinieron a detenerme tu amigo y Anderson. Después me interrogo de una forma un tanto... brusca acabe vomitando y tiempo después llego mi abogado. Al menos Anderson a sido bastante amable no como Brown. Y puse lo ojos en blanco. No se ,supongo que solo hace su trabajo. El que te acusen se matar a tu padre es cuanto menos desconcertante y aterrador. suspire Respondí a todas las preguntas y Brown dijo que me mantendría encerrada por ahora y que podía tenerme así cuarenta y ocho horas por lo que estaré aquí un buen rato. Y la verdad es que no se mas salvo que estoy acusada de la muerte de mi padre. No se como murió ni donde le encontraron. Aunque siendo un Alcohólico y drogadicto supongo que en alguna cuneta no lo se.

 Estaba bastante helada, supongo que no hay un buen sistema de calefacción o simplemente esa ``cúpula´´ la había estropeado.

Escuche unos pasos que me sacaron de mis pensamientos. Era la agente Anderson la cual me dijo que tenia visita. Nos dio cinco minutos y se aparto un poco.

La verdad es que no esperaba ver a Jack pero fue una alegría me levante y me acerque hasta los barrotes poniendo las manos en ellos.

Y no pude evitar sonreír con su broma.

-Que le voy a hacer quería impresionarte. Comente con una sonrisa. Si me han acusado de la muerte de mi padre. Hice una pausa. . Estaba en el hotel y vinieron a detenerme tu amigo y Anderson. Después me interrogo de una forma un tanto... brusca acabe vomitando y tiempo después llego mi abogado. Al menos Anderson a sido bastante amable no como Brown. Y puse lo ojos en blanco. No se ,supongo que solo hace su trabajo. El que te acusen se matar a tu padre es cuanto menos desconcertante y aterrador. suspire Respondí a todas las preguntas y Brown dijo que me mantendría encerrada por ahora y que podía tenerme así cuarenta y ocho horas por lo que estaré aquí un buen rato. Y la verdad es que no se mas salvo que estoy acusada de la muerte de mi padre. No se como murió ni donde le encontraron. Aunque siendo un Alcohólico y drogadicto supongo que en alguna cuneta no lo se.

Miré de reojo a Anderson. Se había situado a distancia prudencial, así que supuse que, si no alzábamos la voz, no tendría por qué escuchar lo que decíamos. Me acerqué a Robin, agarrando un barrote con mi mano derecha, para poder hablar con más intimidad.

- ¡Tsck! Brown es un capullo. Supongo que le marcó que en el instituto todos se metieran con él por su apellido, diciéndole que era del color de la mierda, y ahora que es poli quiere vengarse del mundo. - Le contesté inmediatamente cuando me contó el trato recibido por el rompepelotas de Brown. Negué con la cabeza. Que le acusaran a uno de la muerte de un familiar era un golpe muy duro para el más pintado.

Sin duda la poli había juntado motivo y oportunidad. Con lo sucedido a su madre, a alguien con poco talento y mucha prisa le habrá encajado que la hija, recién regresada, la tomara con el padre como responsable de lo de su madre.

- ¿Cómo está tu madre? - Le pregunté. No por mera cortesía, además era importante saberlo pues, de haber fallecido, sería un desencadenante con el que contaba la bofia.

- Mira, el capullo de Brown tiene razón. Pueden retenerte cuarenta y ocho horas sin pruebas, pero si no hay pruebas, a las cuarenta y ocho horas deberán soltarte o acusarte formalmente mediante orden judicial, lo cual no harán sin tener pruebas, pues de lo contrario el proceso no serviría de nada y lo saben. - Hago un pausa. - Aunque supongo que esto ya te lo habrá contado tu abogado. - ¿Porqué lo dije entonces?

Miré por unos segundos sus ojos verdes, eran hipnóticos. Por un instante, me abstraje del mundo y sus complicaciones. Aquel vestido le sentaba como un guante, su perfume acunaba mis sentidos, fue una verdadera lástima que nos rompieran la noche de esa manera.

- Estás preciosa. - Le dije sin pensar. De hecho, me dí cuenta que lo había dicho después de decirlo, lo cual consiguió hacerme sentir algo nervioso. Como pisando terreno resbaladizo. Así que volví de nuevo a la tierra.

- Buscaré información sobre lo de tu padre. No debe ser difícil saber qué pasó. Saber quién lo hizo, ya será más interesante. ¿Sabes si tenía enemigos o se había metido en algún lío importante? ¿Debía dinero a alguien o algo por el estilo?

Me reí cuando dijo lo de Brown y la mierda.

-¿Mi madre? La ultima vez que la vi hacia unas horas no había cambiado su estado. Suspire. Si se despierta ahora... Mi padre muerto y yo en la cárcel. Que panorama ¿No?

Escuche lo que Jack me decía.

Si me lo contó , dijo que intentaría sacarme antes y que mañana por la mañana pasaría para ver que tal estaba.

Entonces lo que dijo a continuación me pillo por sorpresa y me hizo sonrojarme.

-Gracias. Después de un par de segundo algo raros continuo hablando. No lo se. Nunca tuvimos muchos dinero, de hecho estudie con becas y la ayuda de mi tía materna. Tenemos una granja pero mi padre nunca la cultivo a pesar de que podía dar dinero. Aunque también esfuerzo. No se si tenia deudas hacia años que no hablábamos. Pero teniendo encenta que era alcohólico , tomaba drogas y le gustaba el juego es probable.

Que Jack fuera a buscar información podría ser bueno o malo. Tenia pinta de que mucho mas listo que Brown y eso podía ser malo si me había dejado algo. La verdad es que me sentía mal por ocultarle que había matado a mi padre tras escucharle animarme y su ofrecimiento de ayuda. ¿Pero que podía hacer?

-Hola Jack ,la chica con que ibas a cenar es una asesina , cargue una jeringuilla hasta arriba de barbitúricos y mate a mi padre. Vale no iba con la intención de ello pero la lleve y cuando me golpeo lo deje seco. Si una historia muy comprensible.

Gracias Jack, espero que pueda salir pronto de aquí y poder cenar. Dije con una sonrisa. Por cierto mi abogado se llama Barton Freeman. ¿Lo conoces?

Me reí cuando dijo lo de Brown y la mierda.

-¿Mi madre? La ultima vez que la vi hacia unas horas no había cambiado su estado. Suspire. Si se despierta ahora... Mi padre muerto y yo en la cárcel. Que panorama ¿No?

Escuche lo que Jack me decía.

Si me lo contó , dijo que intentaría sacarme antes y que mañana por la mañana pasaría para ver que tal estaba.

Entonces lo que dijo a continuación me pillo por sorpresa y me hizo sonrojarme.

-Gracias. Después de un par de segundo algo raros continuo hablando. No lo se. Nunca tuvimos muchos dinero, de hecho estudie con becas y la ayuda de mi tía materna. Tenemos una granja pero mi padre nunca la cultivo a pesar de que podía dar dinero. Aunque también esfuerzo. No se si tenia deudas hacia años que no hablábamos. Pero teniendo encenta que era alcohólico , tomaba drogas y le gustaba el juego es probable. Di un largo suspiro

Gracias Jack, espero que pueda salir pronto de aquí y poder cenar. Dije con una sonrisa. Por cierto mi abogado se llama Barton Freeman. ¿Lo conoces?

Freeman recién empezaba a ser el bogado de oficio cuando tú saliste del cuerpo. Te parecía un tipo taciturno, no muy hablador. Parecía cumplir bien con la función de su oficio, no sabías más en gran parte debido a su carácter un poco hermético y desde que saliste del cuerpo no habías vuelto a tener noticias de él.

Adecué mejor mi tono, la reverberación de aquel pasillo podía hacer llegar las palabras que pronunciamos hasta la policía sentada al fondo. Nunca está de más ser precavidos.

- Si quieres, me pasaré mañana por el hospital para saber qué tal le va y te digo algo. Mañana intentaré que me dejen venir y te cuento qué he averiguado pero, eso sí, a la cena invitarás tú. - Acabé la frase con una sonrisa traviesa.

Alcohol, drogas, juego... quizá prostitutas. Toda una perla de la sociedad. Desde luego, el que ha señalado tan rápido a la hija merece una denuncia por negligencia policial.

- No sé mucho acerca de Freeman, no lo he tratado demasiado, aunque lo conozco. Siempre pensé que un tipo taciturno y callado como aquél no encajaba mucho en el papel de abogado, pero luego me enteré que era competente, así que, de momento, no deberías necesitar mucho más que Freeman. Sobretodo no digas nada, por poco que sea, no fueran a utilizar algo para joderte cuando se encuentren que no son capaces de echar el lazo a algún sospechosos que pudiera tener más números que tú. - Le respondí de corrido. - Piensa que estos "garantes de la ley y el orden" no son más que funcionarios que corren por cerrar los casos que tienen entre manos para quitárselos de encima. No te fíes de ellos. Muchos tienen más que ver con ratas de cloaca que con lo que debería ser un policía.

Mi mirada era grave y adusta. La situación así lo requería. Un fallo, por tonto que fuera, y podría complicarle seriamente la vida a Robin.

Vi como Jack bajaba el tono para evitar que la policía lo escuchara por lo que me acerque un poco mas a el.

Asentí con la cabeza cuando dijo que pasaría a ver a mi madre.

-Muchas gracias te lo agradezco mucho. Dije mientras asentia con la cabeza agradecida. Y si tranquilo si salgo de aquí a la cena invito yo y si hace falta a las copas de despues. Y dibuje una bonita sonrisa en mi rostro.

Entonces empezó a decirme lo que sabia de Freeman. Me alegra saber que aunque un poco raro era un buen abogado. Esperaba que cumpliera y me sacara de aquí.

-Si intentare decir poco para no darles mas artilleria. La verdad es que Jack se estaba portando muy bien conmigo para apenas conocerme. Lo cual no hacia mas que me sintiera mas culpable. Por que era culpable y el creía en mi inocencia a pies juntillas. Escucharle hablar y ver como se ofrecía a ayudarme y sobre todo mentirle era bastante duro. Una lagrima traicionera callo por mi rostro.

Como estaba pegado a los barrotes me acerque a el y le di un beso en los labios.

-Gracias por todo.

Vi como Jack bajaba el tono para evitar que la policía lo escuchara por lo que me acerque un poco mas a el.

Asentí con la cabeza cuando dijo que pasaría a ver a mi madre.

-Muchas gracias te lo agradezco mucho. Dije mientras asentia con la cabeza agradecida. Y si tranquilo si salgo de aquí a la cena invito yo y si hace falta a las copas de despues. Y dibuje una bonita sonrisa en mi rostro.

Entonces empezó a decirme lo que sabia de Freeman. Me alegra saber que aunque un poco raro era un buen abogado. Esperaba que cumpliera y me sacara de aquí.

-Si intentare decir poco para no darles mas artilleria. La verdad es que Jack se estaba portando muy bien conmigo para apenas conocerme. Una lagrima traicionera callo por mi rostro.

Como estaba pegado a los barrotes me acerque a el y le di un suave beso en los labios.

-Gracias por todo.

Con el dorso de los dedos, capturé la lágrima de Robin. Luego me regaló un dulce y suave beso, al que correspondí sinceramente.

- No hay de qué. - Y sonreí mirando sus ojos.

Tras un instante de silencio cautivador, volví a poner los pies en el suelo.

- Nos vemos mañana, si me dejan.

Brandon asintió con la cabeza a las última palabras de Adrien y entró en la casa con visible buen humor. Llevaba en la mano un maletín largo y estrecho. Edith sabía que se trataba de la carabina de aire comprimido de su hijo.

- ¡Hola! - Exclamó al ver a su madre y a Richard en el sofá del salón, ella con una botella de Jack Daniels casi llena delante y él con un refresco. Su actitud era relajada como si os estuviesen esperando.

El chico dejó el maletín en el suelo, seguramente para subirlo más tarde a su cuarto.