Partida Rol por web

- Bien, capeando del temporal... - Musitó Richard – Gracias por todo – Y le dedicó una mirada de circunstancias a Edith.

Los invitados pasaron y Edith se esforzaba por hacer de anfitriona – No. Yo... Beberé agua o algún refresco – Al decirlo bajó un poco la mirada, pero sólo por un momento – La verdad que si, ha sido un día intenso y no creo que sea al último, pero bueno, es el momento de intentar relajarse un poco.

La situación parecía un poco tensa, aunque en el fondo nadie podía decir que esto lo pillara desprevenido, lo único es que era la hora de la verdad.

- Vale, me apunto a eso de llevar platos al salón – Richard también quería colaborar y estar un poco ocupado además le vendría bien.

En la cocina no estaba Brandon, pero pronto lo escuchasteis bajar por las escaleras y salir a vuestro encuentro.

- Hola, disculpad, estaba acabando una cosa. Yo soy Brandon – Aunque sin saber tampoco muy bien como reaccionar se quedó junto a la puerta de la cocina y finalmente también cogió uno de los platos para llevarlos al salón.

Brandon se llevaba dos años de edad con Adrien. En el instituto no habían coincidido mucho, pero al menos se conocían de vista.

- De acuerdo. - Me fui directo a la cocina a coger alguno de los los platos para llevarlos a la mesa. - Tiene buena pinta. - El aroma a comida casera entraba por los ojos, y también por la nariz. Una cena sencilla, y después de un día largo, era de agradecer.

Allí estaba otro chico, supuse que Brandon, hijo de la mujer. Aparentaba la misma edad que yo, aunque sin estar seguro del todo, era un poco mayor ya que no coincidimos en clase, pese a que de una forma o de otra, todos nos conocíamos de vista al menos. - Y yo Adrien - Le dije mi nombre a él también, y bueno, la situación era extraña, incluso tensa. Como si nadie sabía muy bien que decir o como actuar. Por lo vista no fui el único que le pasaba.

Cogí la fuente de puré con cuidado, ya que todavía el cacharro todavía estaba caliente y lo llevé a la mesa ya casi lista, lo coloqué justo en medio para que todo el mundo pudiese alcanzarlo, los cubiertos, vasos y demás ya colocados solamente faltaría la comida. Y ya que mi padre también se ofreció, con que cada uno llevara algo sería más que suficiente.

Ya todos en la cocina, miré con atención el encuentro entre los dos chicos. Bueno, había sido fría, pero al menos no hostil. Era buen comienzo. Comprendía que resultaba natural que sin conocerse, o tan solo de vista, dos chicos tan reservados como son estos hablen como si nada  a la primera de cambio.

Con la ayuda de todos supongo que terminaremos de poner la mesa rápido, asi que una vez listo, vuelvo para la cocina para traer una jarra de agua, un par de refresco (uno para Richard y el otro para quien guste), y otro par de cervezas (una para mi).

- Listo - miro la mesa, ya terminada del todo- Ahora si, sentaos o se enfriará - les vuelvo a indicar y yo me siento en la delantera, presidiendo.

Finalmente la mesa quedó puesta con toda la cena, muy apetitosa por cierto, preparada y lista para ser devorada. Ya con todos los comensales comenzando a servirse hacía falta algo para romper el hielo. Y fue Richard el primero en intentarlo.

- Está delicioso Edith. ¿La carne es vuestra? Me refiero a si son de animales vuestros, de aquí la granja.

Tomó un plato con la guarnición y tras servirse se lo pasó a su hijo.

Brandon permaneció durante unos segundos más en silencio, pero finalmente también hizo el esfuerzo o de lo contrario esto acabaría por parecer un entierro.

- ¿A qué te dedicaste después del insti, sigues estudiando o curras en algo? - Le preguntó a Adrien.

Ya sentados en la mesa, cogí la fuente de las verduras que me pasó mi padre y yo también me serví un poco. en el plato. El tal Brandon me hizo una pregunta. - Currando, de aquí para allá. Hasta que finalmente acabé en el local de Joe y su hermano Patrick. Ayudo a Joe en la cocina. - Era un trabajo después de todo, quizás algunos esperaban a convertirse en médicos, abogados, incluso ingenieros. Yo en cambio elegí algo más sencillo.

- ¿Y tú? - Le devolví la pregunta mientras le pasaba la fuente para que él también se sirviera. Y ya que se había empezado la conversación, mejor seguirla, si no, entre el día tan raro, y que de los presentes todos parecíamos bastante callados, más que una cena, sería un velatorio.

- Gracias - sonrio un poco ante lo que dice Richard- Esta si. Sacrificamos un cerdo hace algunas semanas - contesto a su pregunta. La verdad es que era un privilegio, por decirlo de alguna forma, que muchos no iban a tener. Disponer de carne propia y no depender de los comercios para abastecerse. - Aun nos queda media canal en el congelador. Al final esta tarde nos pusimos a seguir con algunas cosas pendientes por el campo, y solo me dió tiempo a preparar esto. Pero me alegra que os guste - asiento, y empiezo a servirme yo algo de puré.

Parece que los chicos empiezan a conversar y me alegra. Al parecer ya se rompió el hielo, y espero que esa conversación siga. A primera vista ambos me parecen muy compatibles.

- ¿Que tal la gente por el pueblo? - le pregunto a Richard, en una puntual conversación paralela a la de de los chicos- Puse la radio como me dijiste...

- Ajá – Brandon era un chico humilde y no era de los que pensara que hubiese empleos “de segunda” - Supongo que está bien para ganar algún dinerillo.

- Yo, aquí en la granja. Tenemos trabajo como para parar un carro. Bueno, al menos en determinadas épocas del año, cuando se nos juntan las labores de los cultivos con las de los animales...

- ¿Has visto... Eso? La barrera o cúpula o como lo quieran llamar... - Le pregunto a Adrien y prosiguió comiendo.

- Pues créeme si te digo que hay diferencia, la carne del supermercado no sabe como esta... - Te confesó – Oh... No, no hacía falta nada más, está más que estupendo.

- Hoy sobretodo han sido accidentes derivados por la cúpula. Pero la gente está como un poco aturdida, por el momento están reaccionando de forma bastante racional. Esperemos que siga siendo así. Por cierto, te he traído una cosa, recuérdamelo luego – La cena proseguía con normalidad – Creo que es importante lo de la radio, hace sentirse a la gente mejor y más informada.

- Supongo que por la alimentación del animal. Por ahi le dan piensos con hormonas y eso...- le digo a Richard respecto a la carne y como. Le sigo escuchando en el proceso, pero alzo la mirada cuando dice que me ha traido una cosa- ¿Una cosa? ¿El que? - le pregunto algo perdida- Bueno, supongo que si, que la gente se sentirá mas tranquila al escuchar según que cosas, y así no cundirá el pánico, de momento. Pero bueno, supongo que algo pasará, tampoco es cuestión de dedicar la cena a especular. Mejor relajarse.

La conversación entre los chicos va bien, lo que hace que me empiece a sentir más cómoda y menos tensa. No fue mala idea la cena parece.

Corté un poco de la jugosa y tierna carne, que desde luego estaba muchísimo mejor que la comprada. Con diferencia. La pinché en el tenedor y me lo llevé a la boca. - Sí, está muy buena. - Halagué a al cocinera. Yo no me consideraba todo un experto en la cocina, pero sí que sabía apreciar la buena comida.

- Seguro que tienes mucho trabajo que hacer aquí Brandon. - Le dije al chico, el trabajo de granja era exigente, y para mí una auténtica lata. Prefería cocinar el animal antes que criarlo. Bebí un poco de agua de mi vaso para empujar mejor la comida, aunque tampoco es que hiciese mucha falta. Casi bajaba sola al estómago. 

Cuando me preguntó sobre si vi esa cosa, lo miré un poco serio. - Sí, sí la vi. Me acerqué a verla por curiosidad. - Tomé un poco de puré de patatas que estaba realmente suave. Una de las cosas buenas de vivir en un pueblo era la comida.

- Yo no me preocuparía mucho. El gobierno se encargará. - Añadí totalmente convencido mientras esta vez pinchaba un poco de la menestra de verduras.

Al menos poco a poco la cosa iba marchando pese que nuestra situación cambió de la noche a la mañana. Incluso llegué a pensar que esta reunión un tanto extraña y surgida de la nada, no fuese una pérdida de tiempo.

Richard frunció el leño levemente a modo de broma – Luego... Una cosa sin importancia.

Captó las palabras de Edith como que precisaba un cambio en la conversación- Está bien, hablemos de otras cosas si quieres – Siguió comiendo durante un rato. Y mientras pensó en otro tema de conversación - ¿A que dedicas el poco tiempo libre que te debe de dejar esto de la granja?

En eso captó unas palabras de Adrien que llamaron su atención - ¿Qué te acercaste a verla? - Se mordió el labio y con la servilleta le atizó con ella (sin hacerle daño) en la espalda. Pero no era su intención montar una escena y su gesto pareció más una broma por algo que ellos dos parecían saber.

Brandon omitió el gesto de la servilleta y pareció emocionarse cuando Adrien le dijo que si la había visto – Yo me di un golpe contra ella – Se llevó la mano casi de forma involuntaria a la frente, lugar en el que se le veía un ligero moratón - Pasa "cortando" un pedacito de nuestros terrenos.

Lo otro del gobierno también reclamó su atención. Bajó un poco la voy y dijo - ¿Y si resultara que lo que está ocurriendo es cosa del gobierno? Ya sabes, algún experimento o algo así. Imagínate, una nueva arma o defensa... o que están haciendo algún tipo de estudio sociológico... - Tras dejar esa cuestión en el aire prosiguió comiendo.

Miro un poco extrañada a Richard cuando me dice que luego me dará lo que me trajo, básicamente porque no entiendo qué me puede haber traido y porqué. Luego sigue comiendo, y eso me da cierto respiro para aparcar ese tema  y seguir a la cena.

- Tengo poco tiempo libre...y el que tengo lo uso básicamente para descansar o arreglar la casa. Nada relevante, pero la granja requiere mucha atención y cuando tengo un rato me apetece estar tranquila. - le contesto cuando me pregunta sobre mi tiempo libre.

La conversación de los chicos llama nuestra atención ahora. En ese tema si que parecen distintos. Mi hijo parece esté viviendo una aventura, mientras el hijo de Richard se quiere tomar las cosas más a mi manera, mas o menos.

- Brandon le ha estado dándo muchas vueltas. Me ha dado todo tipo de hipótesis...Pero yo no se que decirle...Aun estoy asimilando la situacion, creo. Demasiado subrrealista.

La reacción de mi padre fue inesperada dejándome descolocado, mirándolo sorprendido durante un par de segundos.  No sé si fue una suerte o no que estuviésemos en una casa ajena, porque no sabría decir si se había enfadado o no. Aunque la verdad, me importaba poco por no decir nada.

– Sí, ¿quería verla? Es que no me lo creí. – Fue mi respuesta, y como si no hubiese necesitado ninguna excusa para hacerlo.

Mi atención volvió a la de Brandon cuando mencionó el golpe que recibió. - ¿Y no te pasó nada? Yo sólo le lancé una piedra, no me atreví a tocarla. – A mí al menos no se me hubiese ocurrido tocarla o golpearla directamente. A saber qué hubiese pasado. Al menos ya sabía que tenía un efecto como de cristal o algo por el estilo. Un poco raro todo.

Y sobre sus ideas, preferí como pasar de ello, no me entusiasmaron demasiado. – A saber, seguro que a los pocos días ni nos acordaremos. Conforme apareció, desaparecerá. –  Añadí bastante desganado. Como si no me importase en exceso. Al fin y al cabo, lo único que podíamos hacer, era seguir con nuestra rutina.

- Ya, supongo que es normal. Debe de ser agotador, admiro tu fortaleza – Reconoció con sinceridad.

- No te preocupes, es el tema del día y son jóvenes. Ya ves el caso que me hacen a mí… - Suspiró. De todos modos no parecía enfadado con Adrien, más bien era resignación. Una cosa que todo padre debe de aprender pronto o tarde. Los hijos se hacen mayores y han de tomar sus propias decisiones, simplemente uno espera que esas decisiones que tomen sean correctas, al menos a largo plazo.

- Si, bueno. Noté como si me diera un poco de calambre. Como cuando bajas del coche y te da un chispazo de electricidad estática. Por lo demás nada, desde luego que es más dura que mi cabeza – Acabó bromeando.

Brandon asintió a lo de que desaparecería – Ojalá – La cena siguió su curso, de hecho ya estaba concluyendo. Y los chicos fueron los más rápidos en acabar.

- Oye ¿Te vienes? Me gustaría enseñarte una cosa – Le propuso a Adrien

Ya había terminado de comer, empecé con desconfianza pero finalmente vacíe mi plato, incluso con el pan mojé la salsa de la carne. Dejaba muy buen sabor de boca. Por otro lado, hacía más caso a Brandon que a los llamados adultos, su conversación me traía sin cuidado. Ya tenía demasiadas cosas en la cabeza, y claramente mucho más interesantes. 

Me hizo gracia su broma, torcí un poco el labio como una mueca, era de lejos una sonrisa lo que más se podría acercar. Despertó un poco de fascinación sobre la reacción que tuvo con esa barrera invisible sacada de una película de ciencia ficción. - ¿No te dolió?

Después me preguntó si quería ver una cosa y respondí con un simple "vale" movido por la curiosidad. La verdad es que el chico me cayó mejor de lo esperado. Bueno, sinceramente en principio tampoco esperé demasiado. No creí que nos convertiríamos en los mejores amigos, tampoco es que yo tuviera mucho interés en ello.

- Sino me lo tomo así, la granja no podría salir adelante - le digo ante lo de la fortaleza. Luego los chicos acaban rápido la cena, y mi hijo sugiere a Adrien enseñarle algo. Yo sigo con mi cena, prisa no tengo, pues acabé por estár más cómoda.- Tened cuidado por ahí...- digo, pero más bien mirando a mi hijo. Algo me dice que van a algo de la barrera, aunque puede que me equivoque.

La parte que me alegraba era que los chicos parecían haber coincidido bien. La idea de que se fueran por ahi ahora, eso me inquietaba. Pero mi hijo es mayor y no puedo ponerme así. Es un chico maduro y responsable, y sabe lo que hace. Así pues, sigo cenando hasta que nosotros acabemos y proceder a recoger llegado ese momento.