Tras terminarse lo que le quedaba de la cerveza, Dereck se dirigió hacia el comedor.
Ya empieza lo bueno- piensa. Allí les darían alguna que otra explicación sobre lo que debían hacer, aparte de matar bichos- bueno, las últimas cenas siempre son bienvenidas.
No llevaba ni cinco minutos en la cantina, el tiempo suficiente como para pedir una cerveza, que me la sirvan y empezar a tomarla dándole vueltas a mi cinturón, cuando suena el aviso de la comida. -Demonios, que le zurzan al cinturón un rato. Una buena comida no me la pierdo. -Me digo a mí mismo, apurando el resto de la jarra y levantándome con prisas para ir a pillar un buen papeo el primero. Que la comida es la comida.
Mkoll se levantó sin más, y esperó a que la marabunta pasara para dirigirse a la cena.
"No me corre prisa, y no me voy a liar a empujones con los cachorros"
Aun no me había acabado la primera cerveza cuando se hizo la llama para ir a cenar. Mejor, me estaba sabiendo a rayos. La deje sobre la mesa medio llena. A ver si una buena cena me asentaba el estomago.
En ausencia del sargento, me quise hacer notar entre mis compañeros de escuadrón.
- Escuadrón Heat, todos al comedor. – Dije mientras me levantaba de la mesa. – Ya habéis oído, asistencia obligatoria.
Debía aprovechar podría ser la ultima comida caliente en muchos días. Como buen marino, sabía exprimir hasta el último segundo de calma en “tierra firme”.
Vaya escuadrón...sus superiores hicieron campana de las clases de empatia...pobres chavales...
Fost, sargente esperarme. Dice mientras hace unos pasos largos y rápidos para llegar a su lado.
Saliendo: hacia antes del amanecer.
Saludando al Sgto Wolf, Mark recoge la bandera y la despliega.
A sus ordenes señor.
Apurando su última copa antes de la cena, Mark saluda correctamente antes las palabras del Cabo O'Donnell.
Señor, un honor acompañarles.
Mark sigue a O'Donnell hasta el comedor, portando con él la bandera de la cantina anudada en la muñeca.
Bueno, comienza la cuenta atrás para una nueva matanza
En cuanto llego a la cantina, me acerco a la barra y mirando a mis compañeros hago recuento.
- Cinco cervezas bien frías y los mismos chupitos de tequila! - indico al camarero.
Cambio mi despertador a las 4:30. - Bueno señores y señorita habrá que beber algo rápido o no tendremos tiempo de pasar la resaca. Por cierto Ramírez, cuando quiera puede comprobar como manejo de bien los juguetes. Añado con una sonrisa. Tengo que disfrutar esta última noche porque creo que va a ser la última pero intentaré no beber demasiado o sino como falle con el lanzagranadas no son los bichos los que me van a matar.- recapacito mientras espero a que nos traigan las cervezas.
La borrachera no es una opción, a no ser que queráis sufrir la ira de nuestros sargentos, las cuales temo mas que a los bichos- responde mientras se acerca a la barra- así que cabo, nada de beber mucho, que le conozco. Y también para ti, Sonia. No me apetece tener que llevaros en brazos a vuestras habitaciones.
-La verdad es que no tenía pensado emborracharme y menos con el sargento de mala leche.-Evans coge la cerveza y se apoya en la barra.-Además tengo que ir a ver a uno de esos reporteros de guerra. Quiero dejar echo el testamento y grabar un último mensaje para mi familia.-
Hightower, desde luego, estaba empezando bien la relación con sus compañeros, pidiendo lo que había que pedir para echar unos tragos. La latina se sentó en la barra tranquilamente mientras les iban sirviendo.
- Aguanto bien la bebida, así que no creo que tengaís que preocuparos por si yo me emborracho - les comentó -. Además, beber hasta perder el sentido no es precisamente lo que más me apetece.
Miró al moreno por su comentario con una sonrisa ladeada:
- Ya lo veremos allí abajo, no es que haya prisa - después fue Dereck el que llamó la atención, lo que le hizo soltar una risita, diciendo - ¿Ah sí? Creía que la señorita del escuadrón eras tú, Mackeyn.
Lo que le pilló por sorpresa fue lo que dijo el cabo. Parpadeó un momento, cogiendo su cerveza, antes de suspirar y decir:
- Es una buena idea, la verdad. Pero tardarán en tener que hacer uso de ese testamento.
La pregunta era... ¿se lo creía ella misma?
Llego hasta la cantina, para reunirme con los valientes que hemos decidido dar un pequeño brindis antes de dar el salto hacia el trozo de hielo que es nuestro destino dentro de unas horas.
Un vodka- si los demás no tienen ninguna bebida, los cuento - Y otro para mis compañeros. -
Les miro y digo.
No me mireis así, es lo que mejor sienta para hacer la digestión despues de la comilona - digo sonriendo, mientras les voy acercando las copas.
Entrando: desde antes del amanecer.
Pues nada que así sea. Alex se toma un trago de vodka. Bueno quien quiere ser apalizado en el billar por una chica.
Entrando desde El amanecer
Venga vamos, no seas demasiado dura .... bueno no mejor lo más dura que puedas.
Agarro el vodka que aún me queda , mientras nos acercamos al billar , le alcanzo un taco a la cabo , y voy preparando las bolas del billar.
-Eso espero Sonia eso espero.-En ese momento el cabo levanto el brazo con la cerveza proponiendo un brindis a los que estaban en la sala.-Por el segundo pelotón de la curentaisieteava compañía de la infantería móvil, por que vivan todos mucho tiempo y...ya se me ocurrirá algo luego.-
<Largo trago de cerveza.>
- a ver camarero, saquenos unas cajas de cerveza, para alegrarnos el cuerpo, y lo demas que pidan aqui mis compañeros.
Bebamos para dormir mejor, no creo que al sargento le importe que usemos al alcohol de manera terapeutica. Jajajaa ...
Camarero una ronda más por recomendación del médico.
- por cierto, pongame otra caja de 6 para llevarme, necesito liquido por prescripcion medica dice riendose y y guiñando un ojo a Miller.
Era curioso ver al cabo en ese estado de ánimo. Sin embargo, Ramírez lo entendía muy bien. Seguramente, en su interior, nadie del resto del pelotón daba un duro por sus vidas. Tenían todas las papeletas de acabar bien muertos.
- Por nosotros y por los que se han ido.- respondió la latina, levantando su cerveza, antes de bebérsela del tirón, trago a trago, despacio pero sin pausa, con un pensamiento en mente.
Si iban a caer, se llevarían a todos los que pudieran por delante.
Alza su copa y brinda ante las palabras de Sonia, bebiendo su chupito de un trago- bueno, solo espero que podamos repetir de nuevo esto- dice- al fin y al cabo, mañana nos va a tocar un combate duro. Y como siempre, la infantería sola ante el peligro.
Miller devuelve el guiño a Rodriguez, quién siempre parece de buen humor y con la moral por las nubes. No obstante, al zapador la cerveza le sabe amarga como a meado de bichos, aunque por fuera esgrime una sonrisa, por dentro no ríe. Como todos, sabe que las posibilidades de volver vivo no son muy altas pero al menos estará rodeado por los mejores colegas que se pueden tener en una guerra. Tras pedir otro pack de cervezas comenta.
¿Hey, sabéis que fue del doctor aquél que rescatamos de la cueva aquella? El muy cabrón debería estar pagando estas cervezas, es lo mínimo...
Las habían pasado muy putas para realizar aquel rescate y en el fondo Miller se preguntaba si había valido de algo...