Partida Rol por web

-Menudo grupo de colgados que tengo por soldados... Pienso al escuchar las conversaciones del escuadrón. -Miller, si solo tienes tres cargas, no merece la pena entonces, encárgate de ponerlas solo por nuestra zona. Ya nos encargaremos de vigilar nuestras culos para que sigan seguros. Sobre lo del pozo, esperemos que nos dice Caín. En ese justo momento comienza a preguntarme sobre el resto de escuadrones. -No deberían, más o menos todos hemos limpiado la misma cantidad de bichos. Algunos más eficazmente que otros, pero a fin de cuentas solo ha habido un herido en el escuadrón Fox y no es grave. Dejales construir su segunda muralla tranquilos, sus sargentos de escuadrón sabrán lo que hacen.

- De acuerdo, ahora tengo dos hombres en la cerca y les indicaré que las corran, eso lo habíamos planteado al principio pero se nos lo negó señor. Con respecto a las minas, tengo entendido que es para cuando nos veamos sobrepasados de bichos o en el peor de los casos, tener que dejar este lugar, cosa que no espero y no deseo señor.

-La ECO las está instalando para estar preparados por si sucede lo peor y viene una gran horda de esos bichos. Es mejor estar preparado que quejarnos después. *Corto*

Sargento, soy medio gilipollas y en mi casa lo saben todos menos yo... resulta que si hay varios detonadores, podría montar los detonadores en las cargas y que los zapadores de las otras escuadras las coloquen donde vean rastros de bichos, y luego solo tendrían que accionar el detonador. Dígaselo lo dice a la Heat y al Fox, que manden los zapadores a nuestro muro mientras yo armo las cargas. Que vengan cagando leches.

Miller corrió hacia el muro de nuevo, aunque no venían bichos a por él, corrió tan aprisa como la primera vez. Una vez en el muro trabajaba bajo presión para montar las condenadas bombas. Otra vez bajo presión, pero en esta ocasión tenía aprendido de memoria como colocar los cables. La maniobra fue perfecta.

Muy torpes tienen que ser los otros zapadores para que les estalle en la boca...

Así mientras los infantes del 2º pelotón realizaban de forma apresurada todas sus labores pendientes el tiempo iba transcurriendo en el fuerte helado, y con el la mañana iba quedando atrás. Pronto llegaría la flota.