Partida Rol por web

Me quedo estupefacto ante la reaccion del hombre pero no me da tiempo a reaccionar.

Luego si tio le invito a seguir a ese hombre claro que lo hare y pagara por su compartamiento si en mi mano esta.

-De acuerdo tio. Parto raudo.

Procurando dejar un tiempo entre su salida y la mia me lanzo en busca de ese hombre y la niña.

El hombre sale de la iglesia y cierra la puerta tras de sí.

El reverendo se os queda mirando, y añade con nerviosismo:

-Yo no me acercaba a Jonas Rochelle. Digamos, ehm... Nunca ha sido un hombre sociable. Que Dios me perdone por decir esto, pero es casi increíble que un hombre como ése haya podido criar a una joven como Anne.

Charlie sale y se queda donde la puerta.

Gordon sonríe confiado. Sin más y esperando a que el chico se comportara como soldado de armas tomar, y en un arrebato caballeroso, no se volteara hacia atrás. Estando sol seguro que tenía más libertad, hallaría la primicia, se enteraría de todo acerca del desaparecido y luego dejaría las cosas como estaban. Después de todo, él no estaba preocupado por Charles Mallard, al menos no más que los del variopinto grupo de buenos samaritanos reclutados a órdenes de Mycroft Mallard.

Dio un paso hacia el párroco y reinició su charla amena. -Vaya que se nota reverendo... es un hombre de aspecto temible, y una verdadera lástima que la pequeña Anne se vea envuelta en problemas... pero no se preocupe, Dios cuida de los suyos, ¿no es lo que dicen?- y sonríe afablemente, tratando de aparentar cierta condescendencia.

-Reverendo, tengo una pregunta más para usted- comentó en un susurro -Sabe donde queda la oficina de la autoridad local? creo que podría cruzar un par de palabras...- y luego chasqueó los dedos -Reverendo... ¿No tendrán algún registro de noticias aquí en este pueblito? o las únicas noticias que llegan son las que pasan de boca en boca?- comenta con una sonrisa animada

-¿A... Autoridad local?- el reverendo suelta un par de carcajadas, aliviado de la tensión del momento- Este pueblo no es lo suficientemente importante como para tener de eso. La única autoridad es un policía que se pasa por aquí un día sí, uno no, o cuando hay problemas y lo llamamos. Es del pueblo de al lado, y es la única persona que ejerce la autoridad aquí. Creo que vino ayer, así que hasta mañana, nada.

-Vaya, eso es un inconveniente- anuncia sacando un cigarro y observándolo, lo pone en su boca sin encenderlo, con algo de respeto a los deseos del sacerdote. meras formalidades para ganarse un enemigo en aquel pueblo perdido de la nada. Puso las manos en sus bolsillos. Siempre había que husmear un poco más allá, y estaba claro que aquella villa perdida de la vista de todos, incluso de la autoridad, meterse en problemas no era una buena idea.

"Vaya Charles, a que te has metido en una grande, exprimiré hasta la última gota de esta noticia" sonrió contento, mientras miraba el techo del recinto. No podría sacar mucho más por el momento. Visitaría a María en su bar, en cuanto la procesión de Mycroft lo dejara.

-Una última pregunta reverendo, y no le molestaré más- le dedica una mirada -¿La tienda abarrotes del pueblo? ya sabe.. de alguna parte han de llegar víveres... me podría indicar como llegar?- siempre seguro, un paso adelante. Ese era Gordon Flemming.

-Sí, por supuesto. Según sale de la iglesia, tome el camino de la derecha. Por allí, cuando vea un edificio algo más grande que los demás (a la derecha del camino) encontrará la tienda. No tiene pérdida, caballero.

-Muchas gracias Reverendo- dijo con una pequeña reverencia, quitándose el sombrero -Quizás nos veamos más tarde, tenga usted un buen resto del día- dice y se encamina hacia la puerta. Con algo de suerte, las calles estarían bien para que hiciera su visita personalizada y no tuviese que toparse con los demás.

Abrió la puerta y salió, tomó una enorme bocanada de aire -Por favor...- y sacó rápidamente el encendedor, para prender su cigarro. Dió una enorme bocanada con éxtasis y alegría, luego exhaló una bocanada de humo y tomó el cigarro, lo giró hacia él observándolo -La falta que me hacía uno de estos... uff- y lo puso de nuevo en su boca.

Dio un vistazo a las casas cercanas. Y se encaminó hacia la tienda de abarrotes del pueblo. Tenía muchas preguntas, pero entusiasmo para continuar por días y días y días...

De la que sales te cruzas con Charlie, que sigue esperando a la puerta.

No se muy bien donde me meto y se que no las tengo todas conmigo pero he venido en busca de mi padre y no se por que algo me dice que ese hombre puede darme alguna clase de pista.

Me dirijo tras sus pasos.

Sales de la iglesia para tratar de seguir a los Rochelle.