Partida Rol por web

Antes de soltar la daga, busco una bolsa donde meterla y aislarla del resto.

Al verla caer, Alfio enseguida se presta a ayudar a la elfa a reincorporarse.

-¿Estais bien, Quivalen?

Mientras tanto, Amílcar examina las puertas que hay detrás del altar junto a Gnart.

Elfa, ¿se puede saber qué te pasa con la daga esa?

No encuentras trampas.

Examinando las puertas digo a Amilcar.

No parecen cerradas, sin embargo, si la elfa está en lo cierto y están protegidas por magia abrirlas podría ser peligroso...

Tras meter la daga en la "mochila" y todavía en el suelo, meneo la cabeza ante las palabras de Craster

Esta daga un día estuvo consagrada a Mishakal, pero ahora ha sido corrompida y ha hecho que pierda parte de mi poder. Aún así, debo llevarla a un templo del bien para que sea purificada de nuevo.

Intentaré llevarte hasta un templo del bien donde serás destruida o purificada, según determinen los clérigos. Eso sí, si sigues mermando mis fuerzas te enterraré en el lugar más profundo y oscuro de manera que nadie te pueda encontrar jamás. intento mandar el mensaje a la daga, no teniendo claro si accede a mis pensamientos o no.

-Peligroso para unos simples mortales,--conviene el nómada guiñando un ojo al batidor--pero déjame que te recuerde que los aquí presentes hemos sido escogidos nada más y nada menos que por los mismísimos dioses.

Confiado y en tono de guasa, el arquero trata de abrir la puerta que queda a la derecha del altar.

-Entonces, quizás sea mejor que la pongais a buen recaudo hasta que regresemos a la civilización--propone Alfio a la elfa mientras observa la daga maldita con bastante respeto.

Amílcar trata de abrir la puerta, pero ésta permanece obstinadamente cerrada.

Mientras, Craster opina.

¿Una daga que pide ser redimida? A mí eso me suena a cuento chino. Y, si encima, me tengo que fiar de la opinión de una silvanesti, no digamos ya...

Gracias, responde la daga.

Disculparás entonces que los que no hemos sido escogidos nos apartemos un poquito... - dice Gnart con media sonrisa asomando en sus labios y tras retirarse un poco de la puerta.

Quizá haga falta magia para abrir esta puerta mágica... - comenta Gnart mirando a la insistente puerta.

Kolthar se rasca la cabeza justo entre los cuernos, haciendo que las anillas erizadas de púas de su armadura tintineen.

¿Y no se supone que lo que nosotros buscábamos en esta aventura es una llave? por que habiendo puertas que no se abren tal vez... no se, incluso a lo mejor esta espada... aunque cro que eso ya lo probamos...

SE acerca a una de las puertas laterales con Fragmento de Luz en la mano.

¡Ábrete puerta de las narices o tendré que sacar el hacha!

Pensativa, saco el juguete que conseguimos y, por el cuál estamos metidos en esto. Con calma, la miro detenidamente abriéndola y escuchando su música.