Partida Rol por web

Al ver que no podia obtener respuesta acerco lentamente su mano al orbe para ver ahora la reacción que este tendria de nuevo a ella. Tal vez podria ser la misma tal vez no. Pero quien sabe...podria ocurrir cualquier cosa al acercar denuevo su mano.

Volvió a sentir aquel viento descontrolado, como una especie de huracán dentro de aquella esfera...era un poder que un humano jamás podría entender..

Retiró la mano repentinamente y volvio a su posición tranquila y relajada. Despues de poco se levanto y se fue en busca de algun lago o algo por el estilo para poder limpiarse la sangre que tenia. No era agradabe ver a una persona ensangrentada, asique levantandose y apoyado en su espada se puso en pie. Y envainandola se fue mirando de reojo aquel objeto extraño.

Abandonó aquel claro. A pocos pasos de allí, pasando una serie de árboles, encontró lo que buscaba: Un pequeño lago de agua cristalina, aunque oscura, muy oscura debido a que la luz del sol no incidía sobre el lugar.Era otra especie de claro mas pequeño que de el que venía..

Pronto, llegó al claro avanzando paso a paso. hasta llegara a la orilla del lago. Se agacho delante de este y cojiendo agua con las manos se lavó por donde habian quedado restos de aquella catastrofica escena que solo ella habia podido presenciar. La idea de desnudarse e introducirse allí dentro era tentadora. Pero viendo como estaba aquel lugar no era muy recomendable.

Despues de mucho lavarse ya estaba limpia, o por lo menos de sangre. Se sacudio un poco las manos y se volvio a levantar con sumo cuidado y observó por ultima vez aquel lago oscuro y turbio.

-Este no es mi lugar... - susurró - solo estoy de paso.

Ciertamente: Aquel lugar era bastante tenebroso. Emprendió marcha luego de lavarse, dejando atrás aquella escena tan tétrica, terrorífica en cierto sentido. No tenía caballo, tenía que llegar a una ciudad si quería sobrevivir mas tiempo....o cuando las bestias, por la noche, salieran a cazar, tendría graves problemas.

A través de los inmensos arboles pudo ver una inmensa llanura en pendiente , y la silueta de un castillo, un castillo de granito con una de sus torres de un color blanco puro y cristalino... Quizás se aproximaba a su objetivo. Sin embargo, el camino no sería facil: Pudo observar diversas bestias, entre ellas lobos, aunque tambien algun que otro perro, que le cerraban el paso. Estaban congregados en pequeñas manadas, dispersos por el terreno. No podría caminar y llegar al castillo sin pasar por delante de una de las manadas. Debía de pensar algo para alcanzar su destino..

Observando lo que le esperaba si continuaba camino recto sonrió y dijo - Habra que dar un rodeo...Y cuanto antes - dijo mientras emprendia su camino por la derecha. Aquella imagen era un tanto tentadora...luchando de noche contra incansables lobos, lluvia y sangre. Seria una experiencia agradable de contar pero no de vivir. Pues no era tan temerario como quisiera. Asique dispuesto a encontrar una salida empezo a bordear aquel lugar en pos de hallar un punto de inflexión. Su marcha comenzó a aumentar al ver como sus posibles enemigos se movilizaban y tambien al ver como el sol pronto caeria tarde o temprano...¿Tanto tiempo habia tardado? Realmente...no lo sabia.

No encontraba lugar en el que no hubiese como mínimo una manada de lobos protegiendo. Aquel lugar era ciertamente peligroso, y si no se ponía en marcha pronto, podría tener severos problemas.

Viendo así pues que no tendria otra alternativa decidió emprender el viaje hacia el castillo, o en otro remedio, buscar un lugar por donde marcharse, aunque obviamente no lo encontraria con facilidad viendose que posiblemente fuese un terreno hosti.

Comenzó a avanzar en dirección al castillo. Por suerte para el, aún no habían camadas cerca, aunque sí que podía discernir una en frente suya, a unos 10 metros, que aún no lo habían detectado...

Continuó avazando hacia el frente, pronto las figuras de los lobos se hacian más cercanas y con ello su desenvaine de su arma afilada. Aunque no debia de escatimar gastos , no se debe vender la piel del oso antes de cazarlo. Asique solo se quedo con la mano puesta en el mango de esta por si acaso.

Por el momento, ninguna de aquellas bestias se había abalanzado sobre ella, aunque sí que habían notado su presencia...

Permanecía en guardia y alerta por si le atacaban, aunque iba a un paso lento, para no tener que alarmar a los posibles agresores de el. Quito una mano de su cinto y quedo con la izquierda libre hacia su bastón teniendo ambas manos en forma de X.

Para su extrañeza, los lobos lo seguían sin atacar. Parecían ocupados cuidando de sus respectivas manadas, por lo que sencillamente se limitaban a observarlo con cuidado, protegiendo a sus crias...

Viendo la reacción de estos relajo sus brazos y continuo caminando tranquilamente por aquella larga vereda. Aunque vigilando de ataques por la retaguardia para no tener que salir magullado y mucho menos herido como la vez anterior. Inclus pensando en la vez anterior dijo para si mismo que si llegaba a ser herido podria ser curado por la esfera...aunque nadie sabia el desenlace actual de ello.

Siguió avanzando sin alertar a los lobos demasiado, mientras que seguía anocheciendo...aún le quedaba bastante camino, y si no comenzaba a andarse con prisa, no llegaría allí antes de la noche

Al ver que los lobos no le morderian, o por lo menos no ahora, decidio aumentar la marcha para llegar a tiempo. Pero sin mostrar miedo a los que le vigilaban. Asique despues de mucho andar decidio echar un leve sprint a modo de entrenamiento. Si los lobos le atacaban usaria alguna de sus magias de hielo aunque tendria que retrasase. Lo único que penso esque eso no ocurriera.

Siguió avanzando. Tenía suerte de que aquel dia los lobos andaran cuidando de sus crias, así que rapidamente se acercó a la entrada de la ciudad, donde encontró a dos guardias que lo miraron con mala cara, aunque no le dijeron nada. La entrada a aquella ciudad era una verja gótica tras la cual se podía ver una gran ciudad portuaria. Se encontraba en Ritión Sur, sin duda alguna... Los adoquines de la ciudad, la plaza en el epicentro de la misma, que podía ver desde allí..sin embargo, ya había a aquellas horas poca gente en la plaza, a excepcion de los nocturnos que aprovechaban para comenzar a irse de taberna en taberna y alguna que otra persona, sobre todo dueños de tiendas, que se habían liado haciendo cosas allí.. Era un ambiente muy urbano, un ambiente tan vivo como la propia naturaleza del mundo. El sonido de los pájaros que en el cielo se desplazan en bandadas para encontrar un lugar donde pasar la noche, completaba la maravillosa escena ante los últimos coletazos del astro rey generando así un tono entre anaranjado y de un celeste muy fuerte.

Llegó exhausta a la entrada mirando a los guardias. Desde alli pudo ver el gran ambiente que se formaba. Asique lo unico que hizo fue pedir permiso, tal vez pudiese asi comtemplar aquella ciudad de cerca.

-Perdonen...¿me podrian dejar entrar? - pronunció esperando una respuesta positiva y que pudiese entrar dentro de a gran fortaleza. Tal vez su aspecto le podrian hacer parecer alguna pordiosera.

Los soldados la miraron. Sin demasiados problemas, al reconocer la inocencia con la decía aquello, se hicieron a un lado dejándola pasar...frente a sí, tenía aquel espectáculo de ciudad, tan bella, tan mágica. Era como las ciudades fantásticas nombradas en los cuentos que hablaban sobre Ritión.....