Partida Rol por web

Así que este es el desconocido... Si Festus no ha visto nada raro entiendo que no habrá ningún problema ni sorpresa imprevista. - Según tu carta deseas retarme a un combate. Aquí estoy y me gustaría saber quien eres, ya que juego en desventaja, así como conocer las condiciones del duelo, y saber como se enteró de mi presencia en esta ciudad, si no es mucha molestia.

El encapuchado se alzó lentamente, e hizo una breve reverencia

Me alegra ver que el mismísimo Kratos May haya aceptado pelear conmigo. También me alegra veros a vos... -Dijo  mirando a Derguín.-Defendisteis el honor de un ibtahán algo torpe en la plaza, hace unos días si no me equivoco. 

Viento desenvainó lentamente una espada de madera y la dejó en el suelo. 

Mi intención es clara, señor May. Quiero que me probéis para ser vuestro alumno. Nadie me ha enseñado a coger una espada, y mi habilidad ,o quizás mi soberbia, me llevan a enfrentarme a vos. 

Estas son mis condiciones: Duelo con espadas de madera y protecciones, sin aceleraciones, a cuatro toques. Y, para hacerlo más interesante, a cada toque que vos logréis os responderé a una pregunta.- Viento se mesa la barba dubidativo- Pero, si no os importa, me encantaría probar primero con vuestro acompañante Gorión, bajo las mismas condiciones, un toque una pregunta. Lo he visto luchar y parecía un buen guerrero -Una sonrisa se dibujó en su rostro- Pero yo soy mejor.

El encapuchado se alzó lentamente, e hizo una breve reverencia

Me alegra ver que el mismísimo Kratos May haya aceptado pelear conmigo. También me alegra veros a vos... -Dijo  mirando a Derguín.-Defendisteis el honor de un ibtahán algo torpe en la plaza, hace unos días si no me equivoco.

Viento desenvainó lentamente una espada de madera y la dejó en el suelo.

Mi intención es clara, señor May. Quiero que me probéis para ser vuestro alumno. Nadie me ha enseñado a coger una espada, y mi habilidad ,o quizás mi soberbia, me llevan a enfrentarme a vos.

Estas son mis condiciones: Duelo con espadas de madera y protecciones, sin aceleraciones, a cuatro toques. Y, para hacerlo más interesante, a cada toque que vos logréis os responderé a una pregunta.- Viento se mesa la barba dubidativo- Pero, si no os importa, me encantaría probar primero con vuestro acompañante Gorión, bajo las mismas condiciones, un toque una pregunta. Lo he visto luchar y parecía un buen guerrero -Una sonrisa se dibujó en su rostro- Pero yo soy mejor.

Esto ya me parece el colmo, un desconocido pretende retarme para que le acepte como alumno. De todas formas estoy intrigado...

- Eres un tanto presuntuoso - dijo Kratos en dirección a Viento - no soy persona que acepte alumnos alegremente pero me has intrigado los suficiente para permitirte un combate. Me reservo el derecho de admitir a nadie como alumno. Sorprenderme y me lo pensare.

- Derguín - añadió mirando a su acompañante - , prepárate parta el combate, vas a empezar tu entrenamiento antes de lo esperado. Incluso podrás preguntar tu mismo a nuestro desconocido amigo por cada golpe.

El tal Viento le resultó bastante peculiar a Derguín...peculiar y muy engreido. Estaba enterado de lo que pasó con Tamir, aunque probablemente el suceso se había sabido en la ciudad en cuestión de horas. Y allí había empezado su falta de respeto al llamar torpe a Tamir el cual seguía teniendo 5 marcas, era un maestro menor y merecía respeto...amen de no ser tan torpe como en un principio hubiera parecido.

Y con que nadie le había enseñado a cojer la espada...¿No había estado en Uhdanfiun? ¿Ni siquiera había sido entrenado por un maestro particular? Y aun con eso se creía capaz de tocar a Kratos 4 veces...a Derguín le había costado lo suyo darle dos y antes Kratos ya se había ensañado con él...y este individuo aun pensaba poder ganar?

Entonces llegó el último comentario que terminó de enervar a Derguín. ¿Que él parecía un buen guerrero? ¿Que Viento era mejor? Eso habría que verlo.

Estare encantado de (ponerte en tu sitio) luchar contra vos. Procuraré ganarme esas respuestas...

El tal Viento le resultó bastante peculiar a Derguín...peculiar y muy engreido. Estaba enterado de lo que pasó con Tamir, aunque probablemente el suceso se había sabido en la ciudad en cuestión de horas. Y allí había empezado su falta de respeto al llamar torpe a Tamir el cual seguía teniendo 5 marcas, era un maestro menor y merecía respeto...amen de no ser tan torpe como en un principio hubiera parecido.

Y con que nadie le había enseñado a cojer la espada...¿No había estado en Uhdanfiun? ¿Ni siquiera había sido entrenado por un maestro particular? Y aun con eso se creía capaz de tocar a Kratos 4 veces...a Derguín le había costado lo suyo darle dos y antes Kratos ya se había ensañado con él...y este individuo aun pensaba poder ganar?

Entonces llegó el último comentario que terminó de enervar a Derguín. ¿Que él parecía un buen guerrero? ¿Que Viento era mejor? Eso habría que verlo.

Estare encantado de (ponerte en tu sitio) luchar contra vos. Procuraré ganarme esas respuestas...

Viento sonrió. Parecía que el enfado de Derguín le hacía gracia. -Disculpadme si os he ofendido, Tah Derguín, quizás haya sonado presuntuoso... Aunque podremos comprobarlo ahora quién tiene razón.

Cogió una espada de madera y la arrojó al ibtahán. Viento flexionó las rodillas, preparándose para el combate. Inclinó su cuerpo hacia atrás y asió con la mano izquierda la espada de forma relajada, mientras con la derecha se desabrochó la capa para usarla en el combate.

Cuando vos digáis, Tah Kratos.

Viento sonrió. Parecía que el enfado de Derguín le hacía gracia. -Disculpadme si os he ofendido, Tah Derguín, quizás haya sonado presuntuoso... Aunque podremos comprobarlo ahora quién tiene razón.

Cogió una espada de madera y la arrojó al ibtahán. Viento flexionó las rodillas, preparándose para el combate. Inclinó su cuerpo hacia atrás y asió con la mano izquierda la espada de forma relajada, mientras con la derecha se desabrochó la capa para usarla en el combate.

Cuando vos digáis, Tah Kratos.

Derguín cogió la espada que le pasaban y tomó una pose de duelo bastante más conservadora que la de su rival, una guardia baja.

Yo también estoy listo.

Kratos se colocó entre los dos contendientes y, una vez que ambos estuvieron preparados exclamó:

- ¡Tahedo-hin!

Derguín cogió la espada que le pasaban y tomó una pose de duelo bastante más conservadora que la de su rival, una guardia baja.

Yo también estoy listo.

Viento se deslizó a la derecha para cubrir con su cuerpo con mayor ángulo y aprovechar la distancia. Dio un par de estocadas al aire que fueron paradas con frialdad por el ibtahán. Parecía que sabía luchar; seguramente esos golpes habrían tumbado a un buen mercenario, pero no a Derguín. Su estilo estaba sin depurar, sus golpes eran previsibles pero muy rápidos.

Viento se deslizó a la derecha para cubrir con su cuerpo con mayor ángulo y aprovechar la distancia. Dio un par de estocadas al aire que fueron paradas con frialdad por el ibtahán. Parecía que sabía luchar; seguramente esos golpes habrían tumbado a un buen mercenario, pero no a Derguín. Su estilo estaba sin depurar, sus golpes eran previsibles pero muy rápidos.

En efecto aquel tal Viento era rápido y bastante habil pero también se notaba, como el mismo había confesado, que nadie le había educado en el uso de la espada. Al menos su estilo no era el de un estudiante del Tahedo y, aunque fuera un buen luchador, un ibtahan no era un rival cualquiera.

Derguín no se complicó especialmente, con uno de los ataques de su enemigo realizo un contrataque sencillo de los que enseñaban en Uhdanfiun, los ibtahanes solían esperar esa respuesta a los ataques, pero no así los guerreros normales.

Y surtio efecto, Viento no recompuso su defensa a tiempo y Derguín consiguió prominarle un golpe en el brazo. Tras esto el joven ibtahan se separó unos pasos. No pudo evitar que una sonrisa le viniera al rostro al conseguir tocar a aquel engreido.

Mi pregunta. ¿Quién sois? Y no me digais que Viento.

En efecto aquel tal Viento era rápido y bastante habil pero también se notaba, como el mismo había confesado, que nadie le había educado en el uso de la espada. Al menos su estilo no era el de un estudiante del Tahedo y, aunque fuera un buen luchador, un ibtahan no era un rival cualquiera.

Derguín no se complicó especialmente, con uno de los ataques de su enemigo realizo un contrataque sencillo de los que enseñaban en Uhdanfiun, los ibtahanes solían esperar esa respuesta a los ataques, pero no así los guerreros normales.

Y surtio efecto, Viento no recompuso su defensa a tiempo y Derguín consiguió prominarle un golpe en el brazo. Tras esto el joven ibtahan se separó unos pasos. No pudo evitar que una sonrisa le viniera al rostro al conseguir tocar a aquel engreido.

Mi pregunta. ¿Quién sois? Y no me digais que Viento.