Partida Rol por web

La esposa de Egir

Acto III: La isla de Ran

Cargando editor
26/01/2010, 09:57
Director

El barco de los De Graff continuaba su travesía hacia la isla de la misteriosa mujer que había secuestrado a su hermana. Por las palabras del pirata que habían lanzado por la borda, aquella fortaleza estaba resguardada por muchos guerreros, además de por un hechicero de poder desconocido con el que quizás ni Ayan podría medirse.

El destino no parecía muy halagüeño. Convenían pensar cómo pretendían enfrentarse a aquel pequeño ejército, y pensarlo muy bien. Si morían, ¿qué pasaría con Adelheid?

Un punto inmóvil en el horizonte anunciaba la cercanía de la isla. Si ellos podían verla, habrían sido también avistados. Si tenían un plan, era el momento de llevarlo a cabo.

Cargando editor
28/01/2010, 21:14
Ayan Kroes

Aquella mujer era lo suficientemente peligrosa como para meterme el miedo en el cuerpo y eso que aún no la había tenido delante, pero por el miedo que la tenía todo el mundo, parecía que la cosa se nos iba a poner bastante fea. Encima, si era hechicera, aún peor, ya que suponía que sería bastante peligrosa y sabía lo que alguien con malas artes podía hacer, es más, incluso conocía algunos conjuros de los que no sabía si estar demasiado orgullosa, pero que eran útiles en caso de necesidad.

La isla estaba cada vez más cerca y nosotros, aún no habíamos decidido qué era lo que íbamos a hacer, ya que no tardarían en vernos y ahí se formaría el primero de los líos y si no lo hacíamos bien, quizás el último.

- Creo que deberíamos trazas algún plan antes de que nos vean, porque como se nos ocurra llegar así como que vamos a arrasar no vamos a tener tiempo ni de poner los pies sobre la arena..

Cargando editor
01/02/2010, 15:30
Rembrandt De Graff

Rembrandt ya estaba de mejor humor después de pasarlo tan mal, aunque las heridas todavía picaban un poco, pero ya se permitía continuar soltando alguna que otra broma.

- Sin duda, querida. Si esto fuera un concurso de belleza o de talentos seguro que ganaríamos el primer premio, exceptuando quizás a Radovick, que tendría que taparse la cara con el pelo lo más posible. Como sea, podemos decir que somos unos nuevos integrante de la panda de Ran, o hacernos los viajeros perdidos que están felices de haber encontrado una isla donde comprar provisiones, desconociendo por completo que se trata de piratas. - dijo, paseando por la cubierta con rostro pensativo. Entonces paró, recordando la última vez que había planeado algo que requiriera labia y cómo había acabado la cosa. - Pero dejadme hablar a mi, ¿queréis? Seríais capaces de decirme delante de ellos: 'Oye Rembrandt, no les digas eso que les teníamos que engañar...' -

Cargando editor
01/02/2010, 15:56
Radovick De Graff

Inmóvil desde hace rato en mi puesto, controlando el timón de la nave, oigo como Ayan y Rembrandt conversan, siendo el tema del diálogo la manera de poder desembarcar en la isla de Ran sin convertirnos en alimento para peces. La verdad es que he estado pensando sobre lo mismo desde que Zarek nos dió la información, momentos antes de que mi hermano lo 'invitara' a bajarse del barcon por las bravas, y no hay muchas opciones de haerlo de forma sutil.

Oigo a Rembrandt y, por el tono de voz, parece que se está recuperando de la cuchillada que recibió. Tras sonreir a medias, agrego

¡Je! Puede ser que tu tengas algo de más talento que yo hablando, hermano, pero al menos a mí no me han pillado despistado hace escasos momentos como a un anciano. Además, tienes una cicatriz para demostrarlo.

Hago una pausa y, cuando continúo, ya adopto un aire más serio

Quizás, hermanito, la fachada de ser gente dispuestos a 'enrolarnos' en la banda de esa miserable sea la mejor opción de la que disponemos. La otra que has propuesto, la de gente que necesita aprovisionarse, está demasiada traída por los pelos si tenemos en cuenta la 'fauna' que pulula por estos mares...

Cargando editor
02/02/2010, 10:36
Director

Conforme fueron acercándose vieron gran actividad en el muelle. No tardaron en descubrir que estaban defendiéndose: preparaban cañones y flechas incendiarias para destruir su barco si no contestaban a la pregunta como era debido:

-¿QUIENES SOIS Y QUE QUEREIS? -dijo alguien a través de un artilugio que amplificaba su voz notablemente.

Cargando editor
02/02/2010, 11:57
Ayan Kroes

A pesar de la situación, siempre teníamos un pequeño momento para las bromas. Me gustaba que así fuera, ya que con algo de humor las cosas siempre se hacían algo más fáciles, al menos, para mí, que estaba bastante procupara por el hecho de tener que enfrentarme a alguien bastante más poderoso que yo.

Esuchar eso del concurso de belleza me hizo mirar de arriba a abajo a aquellos hermanos, fue algo que no pude evitar, aunque me sonrojé por lo que se me pasaba por la cabeza, sobre todo al mirar a Rembrantd y volví a mirar al frente dispuesta a dejarle hablar todo lo que quisiera, parecía ser una de esas personas que siempre encontraba las palabras adecuadas.

No tardé en tensarme al escuchar las palabras que ya preguntaban a ver qué hacíamos ahí. Al menos, habían preguntado primero..

Cargando editor
03/02/2010, 22:45
Radovick De Graff

Ya habíamos llegado al punto de no retorno. Antes de lo que ninguno de nosotros tres hubiéramos pensado nunca, estábamos ante la 'puerta del infierno', por así decirlo... simplemente, en estos momentos, deseo de que el guerdian no nos muestre los dientes.

Estoy en el lugar anteriormente descrito, en el castillete de popa, manejando con agilidad en timón en aquellas aguas traicioneras. Exteriormente no varío mi expresión en ningún momento, pero, tal como observo en Ayan, un deje de excitación y duda se apodera de mí ya que se que ahora nos enfrentamos a tipos que no son ni pocos ni unos peleles. Arengándome mentalmente

¡Valor! ¡Ahora estamos mucho más cerca de Adelheid, asi que moral alta!

Nos hablan, puesto que oimos una voz amplificado exigiéndonos que nos identifiquemos. Susurrando en 'sottovocce' a Rembrandt, que se encuentra en la cubierta, al igual que Ayan

Psst, te toca maravillarlos con ese piquito de oro que te caracteriza, hermanito...

Suerte que no llevamos en estos momentos enseña alguna. Hice bien en quitarla tras el encontronazo con Zarek...

Cargando editor
04/02/2010, 00:08
Rembrandt De Graff

- No me lo exijas, que entonces no me sale nada.- murmuró a su hermano, antes de dar unos pasos hacia la proa y poner sus manos a modo de megáfono para que su voz se oyera mejor.

- ¡¡TRANQUILOS, TRANQUILOS!! ¡VENIMOS DE PARTE DE BARTEL, TENEMOS PROBLEMAS CON UNOS CERDOS DE PUERTO ÁNFORA Y NOS RECOMENDÓ UNIRNOS A LA BANDA DE RAN! - bajó las manos, nervioso. No estaba seguro si había sido la mejor idea, pero suficiente era que tuviera que decir algo para que no se le ocurriera nada que decir. Observó cuidadosamente los preparativos: si atacaban estaban perdidos.

Notas de juego

Presupongo que el barco tiene comida y bebida, que para eso somos comerciantes xDD Actualizada la ficha de Umbría, que no le había puesto el nuevo nivel. Y no creo que haya problemas en que, aparte de su arco, Rembrandt haya cogido una espada corta.

Cargando editor
04/02/2010, 22:17
Director

La voz se lo pensó un momento. El que había hablado se puso a hablar con un compañero antes de contestar:

-VENID AL MUELLE.

Con aquello se suspendió el plan de defensa, pero no los ojos avizores a cualquier signo de traición. Permitieron que el barco se aproximara al pequeño muelle de la fortaleza, donde, protegidos por tres partes de muralla se encontraba la flota de Ran. Se componía de cinco barcos de poca eslora y uno enorme, con piedras preciosas y oro adornando la borda. Todos tenían las velas recogidas, pero ese gran barco, que al parecer se llamaba Orgullo de Egir, debía de ser realmente espectacular con ellas extendidas.

Tan pronto lanzaron el ancla, cuatro piratas de ambos sexos saltaron a cubierta con rudeza y comprobaron quiénes eran. Exigieron entrar en la bodega y en la cabina para asegurarse de que no les aguardaba ninguna fea sorpresa. Al no encontrar a ningún héroe escondido preguntaron por el capitán y saludaron a los dos hermanos cuando se presentaron como tales. A Ayan, por su aparente fragilidad, no le dirigieron nada más que una mirada (lasciva, eso sí, pues era bella como ninguna).

Llevaron a los tres ocupantes al interior de la fortaleza. Olía a cebolla y a mar, a brea y a tormenta.

Cargando editor
04/02/2010, 22:35
Ran

Los llevaron a una de las salas interiores de la construcción. Aquello se asemejaba a lo que ellos podrían imaginar que era un salón del trono, ya que nunca había visto uno (ni lo harían). Una mujer de baja estatura pero recia constitución los aguardaba sentada en el trono de coral y hierro que habían construido para ella. Tenía el pelo castaño rojizo y los ojos verdes y redondos, circundados por ojeras. No era ni guapa ni fea, pero su modo de mirar era intimidante, y sus nervudos brazos dejaban entrever que podría rivalizar con los hermanos De Graff en esgrima y salir, probablemente, victoriosa.

No andó con rodeos. Se levantó y acercó a los tres invitados. En la cadera reposaba la vaina de un sable y en su cintura se remarcaban varios cuchillos para lanzar. La pirata inspeccionó a Rembrandt y luego a Radovick, y por último a Ayan.

-Que me aspen si no sois los piratas más notables que he visto en mi vida. Pero teneis pocas cicatrices. Bien. Hablad ahora. ¿Qué os ha dicho Bartel?

Cargando editor
05/02/2010, 00:22
Rembrandt De Graff

- Primero, permitidme presentarnos. - más que atento a las palabras de la pirata, el joven de los De Graff estaba atento a las palabras que él mismo decía. Si dejaba galopar a su lengua con libertad estaba muertos. - Mi nombre es Ernst, y aquí mis dos hermanos se llaman Pieter y Willemina. Dejamos atrás nuestro apellido hace años, tantos que ya lo hemos olvidado. Si tenemos pocas cicatrices es porque no hemos dado oportunidades a nuestros enemigos de rozarnos siquiera un pelo. Pero basta de cháchara, pues la experiencia no se mide en palabras, se mide en actos. -

Es gracioso que lo dijera él, cuando era el único que hablaba. Había tenido que sacar toda su fuerza de voluntad para no hacer una reverencia o decir: 'Dama Ran', probablemente a una pirata como ella esos tratos la ofenderían y Rembrandt no iba a arriesgarse a ello.

- Debemos a Bartel que estemos ahora aquí y no alimentando a los gusanos. Nos encontrábamos huyendo de Puerto Ánfora, perseguidos por un barco de mercenarios de ese cerdo de Montego cuando Bartel y los suyos se cruzaron con nosotros. Él nos ayudó a patearle el culo a esos malnacidos y a cambio le dimos la mitad del premio que conseguimos allí. Junto a él nos dirigimos a Puerto Tibas, pero a la mañana siguiente, cuando fuimos a hablar con él para saber si tenía algún trabajo que ofrecer nos lo encontramos junto a los suyos, todos muertos en lo que parecía haber sido una dura batalla. Un hombre con tanto talento tiene que tener enemigos. Al igual que vos. - dijo Rembrandt, y de nuevo tuvo que aguantar para no hacer una reverencia.

- Bartel no estaba completamente muerto, sí muy malherido, más de lo que nuestros conocimientos de medicina podían arreglar, y nos dijo que os buscáramos aquí, en esta isla, y que si sobrevivíamos estaría comprobada su teoría de que pese a tener pinta de chicos de ciudad valemos para este trabajo. - dijo el novel, intentando no apartar la mirada de los ojos de Ran, cosa difícil. Esperaba que su hermano o Ayan echaran un vistazo a la sala y buscaran algún rastro de aquel 'brujo' que supuestamente allí vivía, con la banda. Él estaba muy ocupado soportando la mirada de aquella que tenía a su hermana.

Adelheid. Por dentro la sangre del De Graff empezó a hervir.

Notas de juego

Para Zap y Shil, que igual no lo saben. Barion Montego (el nombre creo que era así xD) es el conde que 'gobierna' en Puerto Ánfora y tiene toda la ciudad libre de crimen.

Vale que mi PJ sea el que sepa llevar ahora el percal, pero no le dejéis hablar a él solo, que la caga. Pero fijo, ¿eh? xD

Cargando editor
06/02/2010, 02:52
Ran

Ran escuchó en silencio la historia de Rembrandt, sólo interrumpiéndole cuando habló de la muerte de Bartel. La pirata parecía sorprendida, mas no triste. Enseguida se mesó la barbilla pensativamente mientras el novel terminaba su historia. Para entonces, los hombros de Ran se encontraban tan crispados que pedían a gritos un masaje. Se quitó el sombrero y el pañuelo y se peinó con los dedos el abundante cabello antes de emitir una respuesta.

-¿De qué conocíais a Bartel?

Cargando editor
06/02/2010, 22:12
Radovick De Graff

Mientras Rembrandt ha estado contando nuestra supuesta historia, un relato muy bien hilvanado y desarrollado, todo hay que decirlo, he estado mirando en derredor de una manera distraída, al menos en apariencia, observando la estancia en la que nos encontramos y las personas que hay en ella.

Sin embargo, en un momento dado la jefa pirata interrumpe a mi hermano, mientras nos pregunta cual era nuestra relación con el malnacido Bartel. Antes de que ninguno de los otros dos responda

Pues veréis, nosotros conocimos a Bartel por la acción de los sentimientos del hombre, por así decirlo. Como ha dicho mi hermano Ernst, nosotros éramos perseguidos por una banda de matones a sueldo 'contratada' por Montego... y era una banda bastante eficiente pues nunca conseguimos perderlos.

Dejo escapar un leve suspiro de desprecio dureante un segundo, como si recordara acontecimientos pasados que no son de mi agrado. En poco tiempo continúo la explicación.

Pero estos mercenarios tenían un pequeño defecto, y este era que eran dados meterse en los asuntos ajenos. Por lo visto le habían chafado al malogrado Bartel la obtención de un sustacioso botín, avisando por un precio al navío que iba a ser la presa de nuestro camarada, sintiéndole a éste el negocio como un insulto grave. Así que, cuando nos encontró, acordamos la manera de 'cazar' a los cazadores y, tras eliminarlos, salimos todos ganando, ya que nosotros pudimos respirar tranquilos y Bartel consiguió vengarse y obtener parte del botín que le robaron anteriormente... aunque le durara poco en sus manos.

Hablo con soltura, manteniendo una mirada tranquila pero firme y demostrando que, aunque no llegué a superarlo, puedo rivalizar en ocasiones con la labia de mi hermanito.

Cargando editor
07/02/2010, 01:19
Ran

-Sí, ¿eh? -Ran se cruzó de brazos, seria y cavilante. Ladeó la cabeza y se encogió de hombros-. Bien. No puede decirse que fuese amiga de Bartel, pero me tenía respeto y me ayudó en el pasado, así como yo a él. De eso se trata, ¿no?

La pirata miró a Rembrandt especialmente, como si fuese el líder.

-Mira, Ernst, éste es mi dominio. Poseo todo el mar en más de cien millas a la redonda. Todos los piratas que operan aquí me deben un tributo, como hacía Bartel. A cambio de esto, me comprometo a ayudarlos con ciertos problemillas. Por otro lado, está mi gente de la fortaleza. Son míos y me aman y veneran como debe ser. Yo soy su reina. No en vano soy la esposa del dios Egir, ¿hmm?

Ran continuó su perorata paseando frente al grupo.

-Podeis piratear en mis aguas a cambio de un porcentaje. En ese sentido, salvo en el económico, sereis libres de hacer lo que os plazca excepto en matar a mis aliados. Por otro lado, si es protección lo que buscais, me temo que no la encontrareis de esta manera. Si os convertís en miembros de mi guardia, en cambio, sí. Nadie enemigo se acerca aquí si aprecia su vida. Servidme y os protegeré. Pero no creais que permito a cualquiera acceder tan fácilmente al puesto. Tendreis que demostrar vuestra valía. Hoy podeis quedaros: hay un sitio libre en mi mesa. Pero si mañana por la noche no estais dispuestos a uniros a mí de manera formal, tendreis que marcharos tras pagar vuestra estancia y lo que os ocurra fuera no es cosa mía. ¿Está claro?

Cargando editor
07/02/2010, 11:25
Rembrandt De Graff

Él, ¿trabajar para alguien? La mera idea de hacerlo le revolvía el estómago, pero no había otra manera de alcanzar a Adelheid. Por otro lado, agradeció que Radovick le diera un descanso: la verdad es que se notaba que eran hermanos, no cabía alguna duda.

- Necesitamos desaparecer durante un tiempo, por lo que será un placer serviros personalmente, y mis hermanos estarán igual de encantados que yo, si no más. - dijo el novel. Ya tocaba bordar el teatro. Clavó una rodilla en el suelo y miró a los pies de Ran, cerrando también los ojos. No necesitaba mirar al rostro de aquella mujer para saber cuál pondría. Esposa del dios Egir, ¿eh? La curiosidad le empezaba a carcomer.

- ¿Debemos hacer algo hasta la cena o nos podran enseñar la isla? Nos gustaría conocer nuestro nuevo hogar -

 

Cargando editor
07/02/2010, 12:32
Ran

Complacida, Ran indicó a Rembrandt que se levantase.

-En una hora estará lista y todos mis hombres y mujeres irán al salón principal. Hasta entonces teneis libertad para moveros por mi fortaleza, a excepción de las alcobas de los pisos superiores.

La mujer hizo un gesto y dos guardias se acercaron a ellos.

-Acompañadlos fuera.

Cargando editor
07/02/2010, 14:00
Ayan Kroes

Prácticamente me resultaría imposible conocer a una mujer más egocéntrica que aquella, pero bueno, eso era algo que seguramente sería debido a su poder y a estar acostumbrada a que tanta gente hiciera lo que quisiera que se le había subido a la cabeza, pero si incluso se creía que era la esposa de un dios.. Si no fuera porque nos hubieran matado al instante me hubiera echado a reir y le hubiera dicho un par de cosas acerca de su locura y su narcisismo.

Al menos, estar calladita y sonreir era algo que ya tenía muy entrenado, así que como parecía que el muchacho sabía qué decir y como decirlo, aunque me imaginé lo que le había costado rendir " pleitesía ", me limité a observar, ya que seguramente mi intervención sólo haría que sospechara alguna cosa y era mejor que no lo hiciera.

Hice una especie de reverencia cuando " nos invitó " a salir y me dirigí junto con los guardias al exterior.

Cargando editor
07/02/2010, 22:20
Director

Los guardias, siguiendo los designios de Ran, les permitieron ir a donde quisieron. La fortaleza era de piedra maciza y tenía estructura de castillo antiguo. Las murallas sólo se abrían en los muelles, que estaban defendidos por cañones y lanzavirotes y una cadena de metal enorme que se levantaba mediante un mecanismo. Había un patio con gallinas, una herrería y un campo de tiro al arco. La organización de la fortaleza era lo suficientemente eficaz como para permitirles vivir de lo que allí se producía. Ellos no lo habían visto, pero al otro lado de la fortaleza había campos de siembra que cultivaban algunos de los que vivían allí pero no se dedicaban a la piratería.

Todo indicaba que Ran era tratada como una noble. Allí era la reina y, por lo que había dicho, le rendía pleitesía y la adoraban. Y tenía tierras de las que vivir y recaudaba impuestos a sus vasallos. Tenía incluso aldeanos. ¿Cómo podría haber llegado a aquello siendo sólo una pirata? Probablemente no poseía las riquezas de un rey pirata, pero se le acercaba bastante.

No vieron ni rastro del mago del que Zarek había hablado, sólo piratas haciendo guardias por los pasillos (vigilándolos, más bien) o descansando en la sala común donde jugaban a las cartas y bebían vino. Tampoco vieron ni rastro de Adelheid. Lo que sí descubrieron fue que el extremo occidental de la fortaleza era una capilla al aire libre. Había un par de personas rezando ante una imagen de alabastro, un hombre de largas barbas con una túnica corta y una espada en la mano. No había sacerdotes, pero estaba claro que no rezaban al Dios cristiano ni a ningún otro que conociesen.

Cargando editor
08/02/2010, 14:01
Ayan Kroes

Si en realidad aquella mujer podía utilizar la magia teníamos que tener cuidado incluso con lo que decíamos, ya que las palabras las transporta el viendo y nunca se sabía en oídos de quién podían acabar.

- ¿ Sabeis? - dije como el que no quiere la cosa para haber si conseguía que me entendieran. - Cuentan historias sobre que hay una isla en mitad del mar a la que llegan las voces de lo que ocurre a cientos de kilómetros y el que esté allí, sin necesidad de magia, es capaz de escuchar los lamentos de aquellas personas que son tragados por las aguas.

Mis palabras no venían a colación en ninguna conversación, pero esperaba haber sido lo suficientemente clara, aunque no sabría si lo lograría.

- Parece un sitio agradable para desaparecer una temporada.. - Si teníamso que actuar actuaríamos, aún así mientras caminábamos, no pude fijarme en todo, tratando de adivinar dónde podrían esconder a las muchachas si es que lo hacían ahí.

Cargando editor
08/02/2010, 19:27
Rembrandt De Graff

El novel miró de reojo a Ayan, al principio iba a poner cara de: '¿Te has metido demasiado en el papel?', pero el rostro de la hechicera le dijo que quería comunicarles algo. Y pudo intuir levemente lo que era. Jo, se esperaba algo más sensual. Otra vez sería.

- Pues debe de ser agobiante, imagina estar durmiendo o disfrutando de un buen revolcón y de repente empezar a escuchar lamentos de gente ahogándose, ¿eh? JAJAJAJAJA - dijo poniendo toda la voz de machote que tenía, golpeando en las costillas a uno de los guardas con el codo. - Hay muchas historias que son de risa.-

Rembrandt dió buena cuenta de todo aquello, era increíble el imperio que tenía montado en aquella isla. Por un momento sintió celos de Ran, pero no tardó en pensar que no habría manera de estar solo de verdad cuando te lo propusieras, o de no tener a una docena de guardaespaldas a tu lado todo el día. Agobiante. Él le gustaba mucho más la vida del comerciante millonario, aquel cuya única responsabilidad es su trabajo. Poco le costó darse cuenta de que no tenía mucho que envidiarle a aquella piratilla de tres al cuarto.

También pensó que en otras circunstancias habría sido mucho más interesante y fructífero acabar allí. Él sabía cómo era él, y sabía cómo eran los demás, por lo que no le cupo duda de que allí podría llegar muy alto. Lástima que aquella zorra hubiera cometido la locura de secuestrar a su hermana. Iba a lamentar no poder ver su careto cuando se diera cuenta de que por darle pan a perro ajeno se había quedado sin pan y sin perro.