Partida Rol por web

La Factoría.

Las Mazmorras

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07/12/2009, 23:57
Director

Miráos bien, sois repugnantes, despojos de ideas que un genio deshechó

Fuisteis catalogados como calamidades, fallos, errores, basura.

Años aquí abajo, devorando las heces y miembros engangrenados que de vez en cuando caen de los pisos superiores

Os encontráis en un lugar de oscuridad perpetua, un lugar olvidado en el que vuestra existencia pretenden negar, donde repulsivos charcos de hediondas secreciones embarran el suelo que pisais, no hay prácticamente aire pues, ningun aliento mereceis.

El repicar del metal y alaridos de dolor llegan desde el nivel superior, un calor hirviente desciende hasta aquí donde vosotros os asfixiais pensando en quien caerá mañana para alimentar al resto.

Vuestra existencia queda limitada a esperar vuestra propia muerte en las mazmorras de La Factoría

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13/12/2009, 23:45
Lobomizado

Una vez más, como tantas y tantas otras, jaló de las rejas y trató de escarbar entre las planchas del suelo con el mismo resultado de siempre: cansancio y frustración. Y ningún avance.

Aulló. Aulló como acostumbraba a hacer en esas situaciones: amargamente, a medio camino entre lo lastimero y lo rabioso. Al menos ya había aprendido que la inutilidad de esta respuesta era preferible al dolor y al daño que obtenía de golpear violentamente a alguno de sus acompañantes para liberar la frustración.

Sí... No estaba solo. En aquella penumbra hedionda y sofocante había otros como él, desahuciados y desheredados abandonados a su irrevocable destino, a la agónica segunda muerte que se arrastraba incesantemente hacia ellos ...por desgracia, demasiado despacio. Aún así, estar sólo o acompañado en esta estancia no marcaba una gran diferencia más allá de la evidente falta de espacio, el calor y los olores corporales aunque, como todo, tenía sus lados buenos: había carne en el menú.

Tras horas de forcejeo, se sintió cansado y decidió, una vez más, retirarse a uno de los húmedos rincones entre el claqueteo que producían sus pezuñas al caminar y esperar... esperar...

Con sus grotescas garras grapadas a los dedos que tiempo atrás pertenecieron a una persona totalmente distinta, marcó una nueva ralla en la pared. Ignoraba cuántas llevaba, desconocía la razón de por qué lo hacía y ni siquiera podía estar seguro de que las realizaba una a continuación del resto

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14/12/2009, 01:16
Sally

Aquí solo hay una pregunta que valdría la pena resolver... ¿sera hoy el día?, ¿moriré hoy?. Quizás lo mas terrible, además de los sonidos provenientes de arriba... y los de abajo, es el no poder medir el paso del tiempo. No tenemos ninguna herramienta que nos ayude al caso, y quizás... aunque la tuviéramos, no podríamos utilizarla...

Pero tengo gracia para reparar, puedo ayudar a los que necesitan ayuda, de ello que siempre estoy pendiente de algún herido ... o descocido que para el caso es lo mismo y ayudarles me trae la sensación de que por lo menos tengo un motivo para seguir con vida, o no vida.

En esta prisión de roca y metal, las amistades son escazas, y los enemigos abundantes...

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14/12/2009, 02:03
Mutación viscosa

Junto a las rejas se encontraba la mutación observando con esos grotescos y chorreantes ojos hacia arriba, hacia ese pequeño respiradero donde se solía caer uno que otro retaso comestible… mientras miraba ansioso chupaba las oxidadas rejas de las mazmorra, embarrando todo con su asquerosa baba… escuchando, con una expresión de antojo, los gritos que se llegaban a oír mmm… habrá comida… dice en ese leguaje que lo caracterizaba, parecido al de los niños cuando recién aprenden a ámbar… el estomago vacío, pero acostumbrado, es una de las cosas que mas le importaba de su cuerpo… ¿o cuerpos?... da igual… allí parado estaba, chupando las rejas, mirando el respiradero y acariciándose el abdomen… ese grotesco pedazo de carne lleno de una baba un poco verde, un poco negra

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14/12/2009, 02:04
Mujer-rata

Hace mucho que ya no tenía un atisbo prolongado de razón, aquel experimento fallido. Aunque su cerebro seguía mandando imágenes inconexas y presionándole con impresiones tan distantes y desconocidas, que le arrancaban chillidos salvajes, desprovisto de los rezagos de humanidad que pudiesen esperarse de un engendro así. Por lo que se podía apreciar, era una hembra... o una humanoide caricatura de lo que sería una, lejos siquiera de los rasgos anatómicos que la harían perfectamente distinguible.

Su cabeza, sobresalía un poco, abultada, dos incisivos se asomaban, amarillentos y distinguibles, le daban un aire de roedor, así como las arrugas y pliegues, sus ojos, saltones, se movían de un lado al otro con una curiosidad intrínseca, aunque se conocieran aquella prisión de memoria. Estaba desnuda, el pudor había abandonado a aquella creación rechazada, si es que cabía en su mente tan ausente. Su piel, amarillenta, resbalosa, sin cabello, tan solo la hacía grotesca. Su columna hacía una curva y estiraba la piel de su espalda, mientras un torso que parecía haberse descompuesto y estar seco, le otorgaba aquella contextura delgada que en medio de lo asqueroso y chocante que resultaba, era armonioso con ese conjunto ratonil. Sus manos, delgadas en extremo, llegaban al suelo, sus dedos eran una amalgama de apéndices sucios y duros, que llamaremos uñas o garras, tanto o más nauseabundas que las existencias condenadas a aquel rincón de la oscuridad. Sus piernas, arqueadas y agazapadas, parecían soportarla y permitir moverse, sobre sus cuatro extremidades, en medio de la oscuridad y la podredumbre de la mazmorra. En aquella feria de fenómenos y errores de la naturaleza.

Pero estaba silenciosa, su nariz no olfateaba ya, porque tan solo recibía aquellos hedores repulsivos, que aún lograban asquear a "eso", sus acciones a veces parecían oscilar entre despojos de humanidad atrapada en medio de recuerdos anclados en un pasado al que su cerebro estaba condenado... y los instintos de supervivencia más básicos, y que habían degenerado hasta parecerse, en lo que sería una burda ironía divina, o humana, en alguna clase de rata humanoide.

Sus ojos, con sus pupilas enormes, observaron el sitio, mientras los gruñidos y gorgoteos se perdían en el ambiente, y la lucha por los desperdicios de comida acababa. Se movió agilmente, y tomó lo que sería un hueso masticado y mordido, sin casi carne, arrastrándolo por el suelo con habilidad, evitando las miradas, hasta algún rincón en la pared, y empezó a usar sus dientes para terminar de masticarlo, una labor que comenzaba con un frenesí inquietante, y una concentración difícil de romper, para detenerse a intervalos regulares y mirar a todos los lados, alerta, siempre pendiente...

Cuando no era la carroña, y los saqueos que otros dejaban, mordía alguna herida, o arrancaba algún pedazo de las criaturas confinadas. Así de triste era su existencia, que la oscuridad le había cobijado, y aunque sus impulsos mantenían el terror, era el instinto lo que la mantenía viva. No tenía demasiado más en que pensar.

Y su vocecilla, acallada montentáneamente para no llamar la atención, que de un gruñido gutural, y un gemido lastimero, se había descompuesto, hasta una rasgado y agudo registro... que sí... parecía un chillido. El chillido de una rata.

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14/12/2009, 09:34
Mano ocular

Un ruido surge del rincón más alejado de la reja, de una esquina recóndita. El ruido es provocado por un enjendro, una burla de Dios... una mano putrefacta con unos ojos saltones y tristes que salen de ella.

Un día más, esa mano surge de su escondite fabricado por las pocas heces que rechazan las demás bestias, para buscar una salida. La criatura recorre con la mirada aquella sala abarrotada de seres sin escrúpulos, la mayoría de ellos gigantes para la pequeña criatura... Sus ojos se mueven en todas direcciones y solo se paran en las rejas... cree ver una salida en ellas, por la que quizá quepa y poder liberarse del tormento de tener que esconderse y correr, cada vez que ve otro ser, para no ser devorada.

Con rapidez, corre hacia una esquina de las rejas e intenta pasar a través de ellas... Como es habitual desde hace ya unos días, descubre que los huecos no son lo suficientemente anchos para que coja por ellos, sintiéndose nuevamente frustrada ante tal desilusión, así que vuelve a apartarse de allí intentando no llamar mucho la atención de los demás engendros.

¿Qué es lo que motiva a la criatura intentar escapar de esa prisión para monstruos no deseados día tras día? ¿Por qué siempre muestra interés por caber entre las rejas si el primer día ya no tuvo éxito? ¿Es esperanza? ¿Falta de memoria? ¿Acaso cree que los huecos pueden crecer de un día para otro? Las respuestas a esas preguntas solo las puede conocer esa retorcida criatura. Pero sea cual sea esa respuesta, nada quita que no vuelva a intentarlo cada mañana, con las mismas ganas de salir que la primera vez... una rutina extraña que no se acabará hasta que muera o salga de ese panorama desolador.

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14/12/2009, 12:17
"......."

Siniestros ruidos vuelven a asaltarme una vez más, y los oigo,sin saber muy bien cómo, aunque no tenga oídos. Estas perturbaciones venidas de los niveles superiores causan diversas reacciones entre las aberraciones con las que comparto condena... unos gruñen, otros rasgan las paredes, alguno golpea las rejas, y yo, presa de la locura y el nerviosismo de no poder distinguir nada en la oscuridad, intento gritar... pero no puedo pues no tengo cabeza, y en lugar de ello, siento un profundo dolor en el pecho, que me hace desistir y casi desfallecer, cayendo en medio de la encharcada pocilga con un metálico ruido producido por las chapas de hierro que llevo bajo la piel.

Maldigo mil veces mi existencia y a quién quiera que fuese culpable de ella, y con amargura y frustración intento levantarme torpemente, pues a veces ni mis piernas me hacen caso. En una postura lastimera comienzo a golpear el suelo con mis manos llenas de zarpas, intentando calmar así la ansiedad y tristeza que me produce llevar encerrado ahí abajo desde que me alcanza la memoria.

No se lo que un día fuí, ni se por qué fuí a parar aquí... pero no hay un día en que la desesperación no baje a visitarme.

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14/12/2009, 14:52
Monstruo

Su único ojo se abrió lentamente, deseando no despertar allí, una vez más, soñaba con ver el cielo, con pasarse horas tirado en un verde prado, mientras la leve brisa acariciaba su rostro, tan perfecto... la hierba jugaba entre los dedos de sus pies, soñaba, soñaba, soñaba...

La realidad era diferente, no era como él anhelaba, cada vez que regresaba a su triste presente, continuaba encerrado entre esas cuatro paredes, un habitaculo en el que la oscuridad reinaba en cada rincón, en ella se refugiaba para que nadie pudiese distinguirle.

Pero había parte de sus fantasías que habían conseguido cruzar hasta aquella tétrica realidad y de esa forma, sus recuerdos se mezclaban con sus mayores deseos, de una manera muy cruel.

A veces, entre la penumbra podía observar una figura que desprendía luz propia, un ser distinto a todos ellos, que se paseaba por las mazmorras atormentándole.

Ella, tan perfecta, tan hermosa, con sus gráciles movimientos y su rostro angelical... y en cambio él...

Soñaba con acariciar su rostro cada noche, y con sus tres manos palpaba el aire... acercándose a su bella figura... pero ésta rápidamente se desvanecía, dejándole sólo una vez más.

Otra vez más...

Triste, como era todo su ser, se estremeció y se retiró nuevamente hacia las sombras, pues en el fondo de su pequeño corazón sabía por qué la figura de su amada huía cada vez que sus miradas se cruzaban...

Lo hacía porque nadie quería amar a un monstruo.

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14/12/2009, 19:45
Bebé necrófago

La ironía, la ironía y el cinismo de Dios todopoderoso. Ese era el castigo que había de recibir, y ese era el castigo dado.

Se sentó en el suelo, a palparse torpemente la cara...sí, era la cara de un niño, de un bebé...un niño de...1 año...más o menos...Ya podía andar, aunque notaba que el culo le pesaba, que tiraba de él hacia el suelo, cayendo más de una vez graciosamente al barro formado por heces y orines...asqueroso.

Su baja estatura lo pegaba más de lo que le gustaría al aquel suelo hediondo, aunque realmente, si no pensaba en el olor, no había que preocuparse mucho, pues la nariz se acostumbraba. Sus manos siempre estaban llenas de aquel fango repulsivo, pues la mayoría del tiempo gateaba, le resultaba más fácil...

Ahora entendía por qué les parecían tan volubles, tan pequeños y desprotegidos...porque realmente lo eran...

No recordaba mucho de su vida, solo recordaba que una parte de él no era un bebé. Él era adulto, un adulto con hijos, de la edad de su cuerpo más o menos...un adulto que le hizo cosas horribles...esas imágenes sí que las recuerda, una y otra vez, como si fuesen lo único existente...y sabe que por esas imágenes Dios lo ha castigado

¡Pero no era su culpa que fuesen tan pequeños! ¡Si fuesen más resistentes! ¡no era su culpa!

Pone sus manitas en el suelo y se acerca, pegado a una de las paredes, a las rejas. Le da miedo que lo pisen, o que sencillamente, se lo coman, como ha escuchado por ahí...como ha hecho él mismo con otros. Por eso se mantiene al cobijo de la oscuridad. Se acerca a la reja y la agarra con sus redonditas manos, temblándole las rodillitas el ponerse en pie...Su cabeza no pasaba por aquellos barrotes, era inútil, sólo lograba hacerse daño y terminar frustrado, solo se exponía que lo vienen, o a que lo pisasen...

Volvió al fondo de la celda, a hacerse un ovillito y ver si podía dormir...dormir era lo único que lo sacaba de aquel antro...

"Maldito sea Dios Todopoderoso y sus putos caminos inexcrutables..."

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15/12/2009, 00:13
Director

Más allá de las rejas y los muros de ladrillo que os encierran en ese espantoso olvidadero, resuena lejano un estrépito al que no estáis acostumbrados… el chirriante ruido de maquinaria mal engrasada se filtra por todos los rincones hasta llegar a vosotros…

Alguien ha activado algún mecanismo situado en el mismo nivel en el que os encontráis... ¿pero quién querría descender hasta allí abajo, donde las sombras y la muerte reinan sin oposición?... y lo que es más importante... ¿con qué fines?.

Ahora un nuevo ruido, esta vez sobre vosotros; en la lejanía de las alturas rechinan las cadenas al ser agitadas y de pronto una voz grave, desciende hasta impregnarlo todo con sus palabras:

-¡¡¡Toda una eternidad de condena por culpa de los errores que un estúpido doctor cometió!!!, ¡¡¡YO OS HAGO LIBRES, CRIATURAS DE LAS MAZMORRAS!!!, ¡¡¡SALID Y VENGAOS, MATAD AL DOCTOR, ACABAD CON SUS ESBIRROS Y CON SU REINADO DEMENCIAL!!!, ¡¡¡HaHaHaHaHa!!!.

Después se hace el silencio, sólo interrumpido por las cadenas entrechocando y la maquinaria a pleno funcionamiento. Al fondo, entre la oscuridad situada en el exterior de las verjas, un contador lleno de extraños números emite una radiante luz roja mientras los numeritos giran a gran velocidad, reduciéndose poco a poco las cifras...

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15/12/2009, 10:11
Lobomizado

Casi había vuelto a caer en los brazos de Morfeo, agazapado como estaba en un rincón tan oscuro como el que más, cuando aquellos ruidos demenciales le arrancaron de su sopor. Maquinaria. Había escuchado antes aquellos chirridos, aquel lamento como de ultratumba con un tono metálico y el timbre tan similar al de los torturados ...una auténtica agonía para alguien (o algo) con un oído tan fino como los suyos...

...un motivo más para condenar al demente artífice, a su taimado Demiurgo.

Pareciera que alguien se propusiera bajar hasta este nivel de horrores y condenación, al Edén de los abortos de la desquiciada mente de su creador. Extraño ...e incomprensible. De repente, pasos, ahogados por los gruesos muros que formaban el techo sobre sus cabezas y la terrible distancia que les separaba. Cadenas, un suplicio más soportable que el gemido lastimero de la maquinaria pero igualmente insufrible ...y, entonces, aquella voz grave y rasposa como las largas vigilias en la mazmorra les habló ...a ellos!


-¡¡¡Toda una eternidad de condena por culpa de los errores que un estúpido doctor cometió!!!, ¡¡¡YO OS HAGO LIBRES, CRIATURAS DE LAS MAZMORRAS!!!, ¡¡¡SALID Y VENGAOS, MATAD AL DOCTOR, ACABAD CON SUS ESBIRROS Y CON SU REINADO DEMENCIAL!!!, ¡¡¡HaHaHaHaHa!!!.

 

El lobomizado se hayaba asombrado, si es que su deforme y aberrante cuerpo poseía esa capacidad. Libertad. LIBERTAD! ...Aquello por lo que tanto y durante tanto tiempo había ansiado y sabía que no era el único. Una oportunidad, tal vez una trampa para el siniestro divertimento de Frankenstein ...pero una oportunidad.

Y él no iba a desaprovecharla. Chasqueó sus fauces, repletas de caninos y sonaron con un tono seco, grave y prometedor: prometían venganza y muerte a quienes tratasen de evitar su huida, su Ascensión. Sus garras, tanto las zarpas de animal grapadas a sus manos como sus propias, auténticas ysucias uñas juraban alianza eterna al propósito de su feroz gruñido.

...Porque ahora gruñía. Abiertas las rejas, eliminado el obstáculo insalvable, terminaron los gemidos lastimeros, se esfumó el dolor o más bien, se transmutó en una rabia y un odio casi incontenibles. Aullaba ahora y su alarido proyectaba los espumarajos que su furia había conjurado en su boca.

Y entonces, al final del pasadizo, vió algo brillar. Entendió que aquel lúgubre resplandor debía poseer los matices de algún color brillante que él no era capaz de apreciar... sus ojos caninos, claro. Se sorprendió por la súbita certeza de este conocimiento ¿Cómo podía ser? Recordaba haber vivido siempre entre la oscuridad y la penumbra de La Mazmorra pero, no, había algo más. Intangible, casi al alcance de la mano fantasmal de su recuerdo...

Gruñó una vez más mientras abandonaba la estancia. Era un sonido amenazante que comenzaba en su abdomen y ascendía por su traquea, reberberando en su antinatural aparato fonador y amplificado por la acústica de las catacumbas del castillo ...y decidió que aquel era el sonido más bello que jamás había escuchado.

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15/12/2009, 11:03
Bestia

Ohhh no, alli vienen otra vez, traeran a otro mas??? otro intento fallido de hallar la cura??? penso la bestia mientras se acurrucaba mas aun en el fondo de su escondite, dentro de la cueva.

Una voz extraña

una promesa

una promesa de libertad???, pero a cambio de que??? de matar a padre?? de venganza?? la venganza de quien??

padre no era malo, lo intentaba algun dia encontraria la cura, y entonces le respetarian. y odos ellos volverian a ser normales. se lo habia dicho, prometido, y padre no iba a mentirle en algo asi, no seria capaz

La bestia se quedo en el suelo, sentado mirando esos numeritos que se movian. en la oscuridad. solo con sus manos temblorasas

Notas de juego

diossssss, todo el post a la basura. a que tecla le he dado para borrarlo todo¿¿¿¿¿

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15/12/2009, 11:23
Director

Notas de juego

Recordad que aún no se han abierto las verjas, simplemente resuena maquinaria y se ha iluminado un contador al fondo de la estancia, más allá de vuestra celda.

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15/12/2009, 11:52
Lobomizado
Sólo para el director

Notas de juego

Vaya por Dios! Siento haberlo malinterpretado. Reservo mis párrafos 1 y 3 (contando desde abajo) para cuando las rejas se abran ...procuraré leer con más atención

 

Cita:

...Porque ahora gruñía. Abiertas las rejas, eliminado el obstáculo insalvable, terminaron los gemidos lastimeros, se esfumó el dolor o más bien, se transmutó en una rabia y un odio casi incontenibles. Aullaba ahora y su alarido proyectaba los espumarajos que su furia había conjurado en su boca.

Gruñó una vez más mientras abandonaba la estancia. Era un sonido amenazante que comenzaba en su abdomen y ascendía por su traquea, reberberando en su antinatural aparato fonador y amplificado por la acústica de las catacumbas del castillo ...y decidió que aquel era el sonido más bello que jamás había escuchado.

 

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15/12/2009, 14:09
Mano ocular

Ruidos, cadenas, pasos... la mano se esconde todavía más, seguro que es otra visita cargada de excrementos y miembros para alimentar las voraces bestias. Era mejor mantenerse lejos de esa orgía de babas y sangre y las luchas entre los engendros para conseguir una migaja de estiércol, en la que un ser tan débil y pequeño como la mano ocular acabaría perdiendo... o peor, en el estómago de alguno de ellos.

También podía tratarse de una nueva criatura desheredada, eso era sin duda peor, las nuevas bestias tienen más hambre, y no le apetecía huir de un estómago hambriento y que la confundiera con un miembro muerto al que echarse a la boca.

Sin embargo, se trataba de algo a lo que no estaba preparada... una estridente voz que les encomendaba a salir y vengarse de la tortura a la que se habían visto sometidos... Para aquel ser, el solo echo de oir cosas era algo aterrador, ya que no comprendía como algo sin oídos capta sonidos, pero aquellas palabras llenas de ira y burla la dejaron en el sitio aterrada.

¿Por fin se abrirían las puertas? ¿qué eran esas luces que cambiaban? ¿realmente merecía la pena vengarse? A la mano ocular le preocupaba como al que más quedarse en ese sitio hasta morir, ¿pero no podían huir de allí sin mas? ¿Conseguir la libertad que tanto ansiaban en vez de enfrertarse a las "criaturas favoritas" de su creador? Además esto era extraño, ¿quién los soltaría para que mataran al doctor? ¿cuales eran su propósitos? Podía ser justicia, pero también podía ser por capricho o por jugar.

Por otro lado, ¿quién le daba derecho a nadie jugar con la naturaleza, destruir lo bello y hacer esas criaturas con ella? ¿no se merece un escarmiento el que se cree Dios? ¿el que asqueado de sus propias creaciones las encierra para que mueran sin perocuparse por ellas apartando su mirada para otro lado?

Aquella mano monstruosa no lograba sacar una conclusión clara de su debate interno, se limitaba a permanecer escondido... cuando las puertas se abrieran todos los experimento desechados querrían salir, y seguro que no tendrían miramiento en empujar y pisotear... Era mejor esperarse a que todos hubieran salido, eran muchos los días que llevaba allí encerrada, unos segundos no le supondrían demasiada tortura.

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15/12/2009, 17:36
Monstruo

El silencio fue roto por extraños ruidos que Monstruo jamás había escuchado.

El rechinar de las máquinas a pleno rendimiento le hacia sentirse nervioso, no podía controlarse y rápidamente se puso en pie, moviéndose de un lado para otro, como león enjaulado.

De pronto, cada nervio de su cuerpo se quedó paralizado, no estaba seguro de si sería fruto de su imaginación o si realmente alguien les hablaba a ellos desde lo alto.

Dirigirse a ellos, a los innombrables, los desterrados, los malditos, los encerrados y olvidados, no, no podía ser.

Tras escuchar las palabras que provenían de las sombras, observó a sus compañeros, algunos no parecían escuchar nada, pero sin embargo otros se revolvían inquietos, preprarándose para saborear la libertad... y quizá la venganza también.

¿En qué bando se posicionaria él?, ¿qué deseaba?, es complicado saber lo que uno quiere cuando se lleva tanto tiempo privado de poder tomar decisiones.

Le pareció ver algo más allá de los barrotes de la celda. Otra vez ella… envuelta esta vez en un aura roja…

¡¡¡Pues ya no tendría que apartar la mirada cada vez que le viese!!!, ya no tendría que huír de él, ni avergonzarse de su horrible aspecto. Saldría de allí, abandonaría tras él los fantasmas del pasado… y haría lo único que podría calmar su atormentada alma... vengarse del Doctor Frankenstein.

- ¡¡¡VOZ TENERR RAZOONNN!!!, ¡¡¡ELLOS NOS ENCERRARON, ELLOS TIENEN CULPA, ELLOS MORIR!!!.

Agarró con sus tres aberrantes manos las rejas y comenzó a agitarlas violentamente sin parar de gritar.

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15/12/2009, 19:16
Mujer-rata

El estruendo metálico tan solo logra que interrumpa su labor de roer aquel despojo de carne muerta, agita su nariz, tratando de no oler, mientras sus ojos, acostumbrados a la eterna noche de la mazmorra, otean el sitio en busca del origen de aquellos sonidos de cadenas. Se aferra con sus brazos a su comida del día, mientras agazapada, trata de ignorar los gemidos y gruñidos del resto de errores y accidentes, para escuchar lo que sucedía.

Una voz retumba, y debe hacer un esfuerzo, los vocablos le son familiares, aunque procesarlos le es complicado, imprimidos con una racionalidad que le es conocida, pero algo distante, pestañea mientras trata de erguirse un poco. No ha entendido mucho, pero el sentimiento de ira, de rabia alcanza a tocar a aquella criatura. Es capaz de sentir, de percibir que se esconde tras ese idioma que no escuchaba a menudo, esos gruñidos que en su cerebro, parecen mover algo. Y algo hace clic.

La humanidad perdida de aquella criatura tan solo regresa como un pálpito débil, como un recuerdo atormentador que no le abandona, como una condena, que logra confundir a ese instinto que ha forjado con tantos días, o meses... o años que llevaba allí abajo. Incluso la noción del tiempo parece relegada, reprimida. Externa.

Las bestias se agitan y se mueven, todos lo han oído, ninguno es indiferente, el infierno de aquella prisión se acentúa y las carnicerías rápidamente se transforman en una tregua silenciosa y tácita, una paz débil.. una calma que precederá a la tormenta de rabia e ira que estallaba allí adentro, el hambre y el instinto de supervivencia parece estar dispuesto a saltar. A obedecer.

Y en su rincón oscuro, el engendro de aspecto de rata, se queda silencioso, ni siquiera ella (y démosle un género, por piedad) puede ser indiferente. Solo que guarda silencio, inclina su cabeza hacia atrás y observa hacia arriba, hacia todos lados. Ya no roe, ya no masca, ya no come. Solo espera, alerta...

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15/12/2009, 22:55
"......."

¿Qué es eso?, ¿qué está ocurriendo?... ruidos y voces, palabras prohibidas para nosotros, harto olvidadas de nuestras mentes, que vuelven a retumbar con una fuerza peligrosa.

Estruendos de maquinaria se funden con las cadenas chocando sobre nosotros, y componen la melodía de la libertad y de la sangría que se avecina... una música que embauca a quien la escucha, con sus notas que incitan a dar rienda suelta a los instintos más básicos, tanto tiempo reprimidos por obligación.

Quiero volver a gritar, y se que no puedo hacerlo, pero esta vez no me frustro por ello, en su lugar corro hasta estampar mi obsceno cuerpo contra las rejas, y una vez allí aferro mis zarpas a ellas y las agito con brusquedad, sumándome en un silencio forzado a los más violentos y sedientos de venganza de mis compañeros.

Ya no me preocupa el mañana, ni siquiera el ayer, yo sólo quiero salir y matar, matar hasta que mis ponzoñosas garras chorreen con la sangre de quien me convirtió en lo que soy.

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16/12/2009, 01:22
Bebé necrófago

El ruido despierta al niño que duerme al fondo de su celda. Se despierta bruscamente, iba a ponerse a llorar, pero ha aprendido que es mejor no hacer ruidos...

Las cadenas chirriantes le hacen daño en sus sensibles orejitas, que cubre con sus manos, mientras cierra fuerte sus ojos. Era un adulto, pero a veces no podía reprimir sus sentimientos infantiles, y aquello daba mucho miedo. Pero sus manos no pueden cubrir la voz que inunda toda la mazmorra, no puede evitar escuchar aquellas palabras blasfemas...No fue el "doctor" fue Dios, en su enorme sabiduría quien lo castigó a vivir en el cuerpo de uno de ellos.

Se puso en pie, tembloroso, y se fue a acercar a las rejas...pero si había seres sueltos, él era presa fácil...muy muy fácil...sin embargo se asomó levemente, lo suficiente como para ver...¿dibujitos? de color...de color distinto al negro al que sus ojos se habían acostumbrado. No sabía el nombre, su maldito cuerpo era demasiado joven para eso. Él conocía cosas, podía formular conceptos, frases coherentes, maduras...pero si tenía que pararse y pensar algo que recibiera de fuera....se bloqueaba. Tampoco sabía hablar, lo había intentado, pero balbuceaba lo que en realidad quería decir.

Se asomó, vio los dibujitos moverse y huyó lejos, lejos de la verja, lejos de lo que dentro de poco puede que se abriese...se quedó escondidos en las sombras, en una de las paredes laterales, en la contraria a los dibujos de color...si de ahí iban a venir lo que quisiera que viniese, o si hacia allí querían ir los demás, él se escondería de ello. Se llenó aun más el cuerpecito del cieno asqueroso...para colorear su cuerpo del color de la mazmorra, para tapar su olor también...toda precaución era poca si aquellas bestias, pecadoras como él, iban a estar sueltas.

Las había escuchado comer y no tenía ganas de terminar en sus garras.

Esperaba, temblando, a que lo siguente ocurriese, a que si Dios es lo que deseaba, se lo llevase de aquel antro. Él por su parte era un niño, un santo inocente...tenía toda una vida por delante, y quería vivirla, vivirla y expiar los pecados de su mente, de su antiguo él.

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16/12/2009, 09:26
Lobomizado

Ansiedad. Anticipación. Angustia. Una vorágine de sentimientos azotaba al lobomizado quie,n frustrado por la renuencia de la reja a abrirse o elevarse (él ya se había visto corriendo por los pasillos clamando por la sangre del infame doctor) comenzó a arañar el suelo con sus garras, de manera compulsiva al tiempo que, con sus inconcebibles piernas humanas rematadas en cascos de animal lanzaba coces al aire ...si aquello duraba un poco más, su rabia le obligaría a cargar contra las rejas. Quizás esta vez no fuera tan inútil como las anteriores, puede que fuera lo que hacía falta.

Y, entre tanto, la danza de los luminiscentes dígitos casi frente a él le incitaba y desquiciaba. ¿Qué era aquello? ¿De qué se trataba?

Entonces fue consciente de la presencia de otros, que se arremolinaban a su alrededor y tras él, deseosos a su modo de la libertad. A través de las sombras, distinguió formas y figuras que escapaban a la razón: demasiados miembros, apendices en lugares que, no sabía por qué, parecían equivocados, garras y colmillos. Y en la mayoría de los rostros, si así podía llamárseles, el ansia demente. Temeroso de que la turba decidiera cargar contra las rejas y le aplastaran o, peor aún, le pasaran por encima, retrocedió unos metros a pesar de que no era lo que deseaba ...algo tiraba de él, desde dentro.

Sólo unos metros más atrás, lo suficiente para no encontrarse rodeado por la multitud. Sí, él había tratado de derribar ese enrejado demasiadas veces, era el momento de que otros hicieran el trabajo doloroso. Con la finalidad de aplacar su necesidad de cargar, de golpear, de hacer algo, buscó a tientas entre la porquería del suelo algo que llevarse a la boca. Roer siempre resultaba tranquilizador, había algo relajante en los huesos que chasquean al romperse y en el sabor del tuétano.

Algo se arrastró a su izquierda ¿se trataría de un tentempié fresco o de alguien(no, de algo) que pretendía darse un festín a su costa?