Partida Rol por web

Entrais con cuidado en la caverna, que se extiende mas alla de lo que podeis ver, tanto hacia los lados y hacia arriba, incluso para los que teneis infravision. Hay un pequeño sendero iluminado con velas que va hacia lo que suponeis que es el centro de la caverna. Alli, atado a una cruda estatua de un demonio esta el ultimo tio de Gurneg. Es dificil discernir los detalles de la estatua ya que una especie de niebla oscura serpentea a su alrededor, ocultandola de la luz de las velas. El enano sigue vivo pero esta calaverico, como si perdiese su vida cada segundo que pasa. Se desangra lentamente de un corte en el cuello y la sangre gotea sobre un martillo que hay a sus pies. El latido de la forja golpea cada vez que cae una gota de sangre.

Notais una rafaga de aire por encima de vuestras cabezas, pero cuando mirais no veis nada. Una voz grave y rasposa que viene de un punto indeterminado de la caverna, escupe odio hacia vosotros.

Entiendo que habeis acabado con Baenre. - susurra - Impresionante. Desgraciadamente, vuestro periplo acaba aqui.

—Somos vendedores ambulantes de hachas, lo que más nos gusta hacer es la demostración previa de antes. Es una demostración de muerte... —dijo Gurneg mientras se apartaba del grupo hacia un lado.

La oscuridad a vuestro alrededor parece hacerse mas pesada, anticipando un ataque de la criatura

Alton se empezó a apartar en la dirección contraria a la de Gurneg mientras preparaba una flecha en su arco, sin tener muy claro si eso serviría de algo contra semejante criatura.

Pensando que la ayuda de la diosa podría seguir con Trul una vez más se descuelga el pequeño vial del cuello, con cuidado quita el tapón y lanza el contenido lo más alto posible

La cuenta brillante sube por el aire varios metros y explota en un estallido de luz, que os ciega momentaneamente. Instantes despues el techo de la caverna vuelve a mostrar el cielo nocturno, con una enorme luna iluminando la caverna. Enfrente, como agarrado a ella, veis al dragon. La luz parece ser absorbida por el cuerpo de la criatura, que no tiene una silueta demasiado definida. Thax extiende las alas y se desprende del techo, con un chillido de dolor.

Creeis que la luz os salvara? Morireis igualmente! - grita lanzandose sobre vosotros

Con un alarido, el dragon se lanza sobre vosotros. Hace un vuelo rasante y, abriendo las fauces, lanza su aliento sobre el grueso del grupo. Cuando os alcanza, notais como la vida escapa de vuestro cuerpo, absorbida por la extraña bruma que ha lanzado el monstruo. La luz de la Luna brilla con fuerza, y notais como deshace las sombras, protegiendoos de una muerte segura.

El dragon se posa y mira hacia atras, triunfante. Su sonrisa se torna en sorpresa (y tal vez un destello de miedo) al ver que seguis de pie.

El escudo era inútil contra un enemigo tan grande. Gurneg gritó de furia y cargó contra él, golpeándole brutalmente en un costado.

—Sangras, miserable dragón. ¡Probarás mi hacha! ¡Más veces!

Iba a necesitar muchos golpes para matar al horrendo ser. 

Si sangra, podemos matarlo. - asintió Alton a las palabras del enano.

Y si le gusta la oscuridad, estará jodido con esta luz. - pensó mientras se movía entre sus compañeros, tratando de ocultarse y que la bestia no le viese pero el dragón parecía no quitarle el ojo del encima.

Suspiró y disparó, clavándole un virote con fuerza en el cuello.

¡Gurneg sigue golpeando en ese costado, los dragones tienen las escamas más débiles por ahí!

Queriendo dar ejemplo, el bardo también se abalanza sobre la criatura haciéndole una herida precisamente en ese lugar.

Calethos reacciona rápido esquivando el aliento y tocando a Trul con una mano iluminada que hace que se cierren sus heridas.

El dragon chilla de dolor cuando vuestras armas penetran su dura piel. Intenta esconderse en las sombras pero la luz de la luna parece seguirle, como un foco.

Malditos - sisea - Vuestros trucos no os salvaran.

Hincha el pecho de nuevo y vuelve a lanzaros su terrible aliento, esta vez alcanzando a Gurneg y Kulenov de refilon, consiguiendo esuqivarlo en el ultimo momento. A pesar de la proteccion de la Luz, Gurneg nota como si su alma y fuerza vital escapase a traves de su piel. De el salen varias lenguas de oscuridad que suben hasta el techo de la caverna y empiezan a devorar el cielo nocturno acercandose avidamente hacia la Luna, en el centro de la boveda.

La oscuridad se llevaba a Gurneg, pero haría todo el daño posible al dragón antes de caer. 

El bardo se puso a su lado, inspirándole, pero le inspiraba más tener un valeroso compañero a su lado que cualquier otra cosa, aunque —Vaya, si que son más blanditas estas escamas, dijo golpeando. 

Revitalizado por la curación de Calethos y enfurecido por su fallo Trul agacha la cabeza, echa la espada atrás y se encara hacia el dragón.

- You shall noot .... consume my light

La espada encuentra un hueco en la coraza de escamas del dragón y se clava casi 40 centímetros. Trul está ahora cubierto de sangre, pero parece refrescarlo...