Partida Rol por web

- Pero Lord Bragost no puede oirnos aquí, ¿no?- hizo una mueca al pronunciar el "lord".- Además, si es verdad lo que decimos... culpa suya es, no haberlo hecho y no tendría por qué sentirse ofendido.- Tomó una cucharada de sopa y siguió diciendo- No... Gaurem no nos contó nada de la recompensa. ¿En qué se la gastaron?

Esperó una respuesta y entonces se volvió a Tiberio.- ¿Y qué es lo que hacen ustedes en sus lecciones? Son muy misteriosos. ¿Hacen bolas de fuego y estallar jarrones con un apuntar de dedo?

Viendo su rostro era claro que el asunto parecía preocuparle... ¿Es que no ven que las cosas no son tan sencillas? Ahora mismo estamos bien... pero podría cambiar en cualquier momento y despreocuparse lleva a caer sin poder reaccionar

- ... Podría llegar a sus oídos por algún sirviente o de otra manera... sea como sea una tontería de Gaurem o nuestra donde no debemos y quizá alguien acabe sufriendo el enfado... - pareció morderse para no decir algo - ... entonces además de lo que pase, la cosa podría ir a peor - con el rostro serio

- Tiberio tiene razon, Gaurem tiene muchas cualidades pero le pierde la boca.-dijo evitando responder a la pregunta de la niña.- Es mejor que no hagamos alusiones a su persona o las limitemos al maximo. Desdeluego no puede enterarse de que conoceis esa vergonzosa historia.

- Laia se esta retrasando mucho... Breska debe tenerla entretenida. En fin, comamos nosotros y ya le prepare algo cuando venga.

Laurielle guardó silencio pensando en lo que habían dicho. No dejaba de tener su lógica pero... se mordió el labio, recordándose que ella también metía la pata cada vez que hablaba y acabó por asentir.

- Umm... de acuerdo.- dijo simplemente tomando un sorbo de la sopa.- ¿Y qué es lo que hacen ustedes en sus clases?- volvió a preguntar, cambiando de tema.

- No te enfades por el tema de Lord Bragost... sólo hay que tener cuidado pequeñaja... - comentando antes de arrojar un trocito de miga a su bebida con una gran sonrisa - ... Morgul intenta hacer de mi un mago... intenta - riendo

Morgul le corrigio.- Tiberio es ya un mago, ES un mago.- repitio y parecio que queria dejar muy claro ese punto.-Yo solo limo y enseño a usar su poder... el cual es sorprendente, incluso para mi.

Miró su vaso con el ceño fruncido, la miga ahora retozando en la superficie del agua como burlándose de ella. Distraídamente la cogió con los dedos mientras asentía a lo dicho por el maestro.- Eso iba a decir... si tienes magia entonces eres un mago, ¿no? De todas formas, pareciera que no confías en tus posibilidades, Tiberio.- dijo colocando la miga entre el índice y pulgar de la diestra y al tiempo que ejercía presión- Deberías tenerte más confianza.- concluyó. Se tomaba muy en serio lo que la gente decía de sí misma y de los demás... Terminó de apuntar a Tiberio con la improvisada catapulta y disparó la miga mojada directa a su mejilla.

- ¡Ja!

- Jajajajaja Nadie tiene más confianza en mi y mis habilidades que yo, eso seguro... "es importante ser prudente y nunca mostrar todo lo que puedes hacer"... lo decía mi padre - comenzó bastante sonriente y aunque acabó igual en sus ojos se veía algo de tristeza o preocupación

- Es una forma de decirlo... soy un mago, Morgul intenta hacer de mi un mejor mago... - replicó con un tono de imitación algo cómico mirando a los dos y sacando la lengua a Laurielle mientras se secaba la mejilla- ¿ahora?

"Ahh... el karma. No te preocupes Tiberio, Lord Bragost pagará por lo hecho tarde o temprano. Tanto mal no queda impune..." pensó Laurielle sombríamente, aunque rápidamente lo apartó de su mente.

- Ahora sí, perfecto.- sonrió satisfecha y volvió a centrarse de nuevo en su sopa. Tomaba una cucharada y la sorbía ruidosamente antes de pasar a la siguiente.- Está muy rica, Morgul. Gracias.

Los dias se sucedieron entre las clases de vuestros maestro y vuestros juegos infantiles. Paso un mes, otro, un año y el siguiente... hasta que sin daros cuenta habian pasado cinco años.

Durante este tiempo habiais sido felices, al menos tanto como el señor del castillo os habia permitido, siempre dispuesto a mostrar que era poderoso y cada dia mas cruel.

Un dia el mago os desperto un poco antes de lo normal, tocando vuestra puerta.- Señor, señoritas. Me gustaria que vieran algo.- dijo con seriedad pero no parecia muy preocupado.

durante este tiempo has mantenido a Bragost contento mandandole notas con explicaciones de lo que haciais pero guardandote las partes comprometidas mientras te ibas convirtiendo en una arquera estupenda.

Los días iban pasando... y las lunas cambiaban... y seguía allí con Morgul Rast... en el castillo de Lord Bragost junto con Laurielle y Tiberio...

La fortaleza la fue considerando como el lugar donde pasaba de paso para visitar a mis amigos... pues cada vez pasaba mas tiempo con Breska en su cabaña aprendiendo mágia y hechizos...

Primero fueron los caminos del agua, pero las sendas del conocimiento se fueron abriendo para mí... Breska incluía dentro de mis conocimientos el fuego, el aire, el hielo...

Nunca dejaba de aprender con Breska... mis sentimientos cambiaron hacía ella... al principio la admiraba como hechicera y óraculo... pero ahora la quería por como era.. y por quien era....

Seguía siendo dulce y cariñosa conmigo... me trataba como a la hija que nunca tuvo y yo como a la madre que nunca conocí...

Cuando tuve 11 años ... me pidió un pequeño esfuerzo para mejorar aún más en mi entrenamiento... debía permanecer allí junto a ella sin volver a la fortaleza hasta que mis conocimientos aumentaran en gran grado...

Sabía que Breska quería solo lo mejor para mí... así que aunque con lágrimas en los ojos me abrace al contorno de su cintura y acepté el reto....

El tiempo pasaba lento... la amistad con Laurielle y Tiberio se habían me habían hecho fuerte... y sus ausencias eran notables... Breska intentaba que todo fuera lo más pasajero posible...

El tiempo paso y fue moldeando mi cuerpo... como bien me dijo Breska ... si amas a la naturaleza ella te moldeará como a la más tierna flor... mi cuerpo estaba entre niña y mujer... mi pelo brillaba con una luz aperlada... mis ojos lucían como claros como el agua del estanque me vio crecer de niña a mujer.... mis piernas crecieron y pechos aumentarón, mi cintura tomo curvas y vientre ya estaba preparado para dar vida...

Las lunas fueron pasando y las estaciones siguieron su curso hasta que llegó el día de mi 13 cumpleaños... Me encontraba junto al estanque prácticando un hechizo de hielo... cuando Breska me llamó y me dijo:

Laia... ven... tengo algo para tí....

Como siempre con una sonrisa me dirigi a ella y le dije: Digame, madre... que quiere.

Ella me sonrio y me dijo: Hoy cumples 13 años... y creó que estaría bien que tuvieras esto... dijo mostrandome un paquéte hecho con hojas verdes de sauco.

Reía y con una sonrisa dije: Gracias... no tenía porque molestarse... abri el paquete y encontré unos pendientes con forma de hoja... plateado y con piedras que brillaban a la luz del sol con una cegadora luz blanca...

Son dos hilos de plata que entretejidos con cristales de hielo petreo, no te preocupes... la mágia de este hielo hara que nunca se derritan sus cristales... ni aún con el calor del infierno lo harían ... sino que brillarán aún más...Dijo Breska esplicando el presente

Oh... madre... muchas gracias por el regalo... es ge...mis palabras se pararon al ver que reía... y le pregunte... ¿De qué se rié madre?...

Cogio mi cara con mesura y me dijo: Dulce niña... este no es tu regalo... esta es tu recompensa por no romper la promesa que un día me hiciste... Señaló el estanque y dijo: Ve... ve y busca a Morgul y a tus amigos... y dile que vengan a celebrar tu cumpleaños... ya has crecido... no solo como mujer... sino como docta en la magia... a partir de hoy vendrás e iras cuando tu veas necesario... tu serás la que dictamine cual será el día de aprender y cual el día de jestejar...

El 13 es un número mágico... y por ello como hechicera... hoy tienes la mayoría de edad en la mágia... la otra... sera tu mente y fuerza la que dictamine su curso...

Me quedé parada... helada... hoy volvería a verlos.... Pero que haces áun aquí... venga corre... no tequedes hay pararda... me volvío a decir Breska entre risas.

Gracias.... Le di un gran beso y corriendo fuí al lago... miré sus cristalinas aguas... pensé en las murallas de la fortaleza... es su torres... en la habitación de Laurielle... y en los más importante ...en todos ellos...