Partida Rol por web

Sonrió a Tiberio al verle entrar y lo saludó con la mano. Asintió alegre al saberse acompañada de él a las prácticas...

- ¡Oh sí! Sería genial que vinieses.

Cuando empezaron aquella parafernalia teórica sobre la magia y realidades ficticias, pero reales... pronto comprendió que le era del todo incomprensible, al menos por ahora. Sonrió consciente de su propia ignorancia y pensó en el tiempo. A pesar del día plomizo y frío sería agradable practicar al aire libre.

Siguió a Gaurem hasta el patio y se sorprendió de verlo ya todo dispuesto, "¿Cuándo lo habrá hecho?". Se acercó a la mesa y tomó uno de los arcos, el que mejor se adecuaba a su estatura.- ¿Las cuerdas de arcos son capaces de cortar las orejas?- dijo con asombro.

Con cuidado y con las palabras en mente del arquero tensó el arco tal como lo había visto a hacer a él. Encontró ciertas dificultades al tensar la cuerda... más pudo hacerlo. Lo probó varias veces hasta que creyó haber cogido la tónica del movimiento y entonces probó a cargar una flecha.- ¿Es así?

Mira, se hace asi.- dijo tensando una cuerda y cargando una fecha con gran habilidad. Tenso la cuerda y... grito al soltarla.-AAARGG... ¡Mi oreja!.

Se dejo caer al suelo con la mano en el oido y cuando tuvo vuestra atencio saco la lengua.- Es broma.- dijo quitando la mano para que vierais que no habia pasado nada.- Se lo que estais pensando, que soy un poco bufon, si... es verdad pero queria mostraros una maniobra de distraccion.- dijo señalando su flecha, clavada en el justo centro de la diana.

- En combate pueden usarse...truquitos. Sobretodo si tienen un mago, los magos necesitan concentracion. Si os enfrentais a uno y le tocais las narices lo suficiente se convertirar en un problema menos. No es por alardear, pero en una ocasion, fastidie tanto a un mago que se predio juego a su propia tunica con un hechizo fallido.. Si, estuvo mal, pero me habia quedado sin flechas, algo tenia que hacer.

Comenzó a acercarse al escuchar el grito de Gaurem hasta que comienza a reirse y volvió a su posición

Cuando sea importante nadie le hará caso

Volviendo la vista a la diana Tiberio pasó a escuchar con atención

Cuanto habla... al menos ya comienzan las lecciones...

Suspiró con alivio cuando vio que Gaurem se encontraba bien. Ella, al igual que Tiberio, se había acercado al hombre al escuchar su grito y verlo caer al suelo. - Gaurem, nos asustastee.- le recriminó. Luego su mirada siguió la dirección indicada por el arquero hasta la diana y no pudo contener un 'Guaaao...' de asombro.

Siguió escuchando las palabras y explicaciones con interés, absorviendo y pensando en todas las posibilidades.

Bien, vale, vale... ejem... tensar la cuerda con cuidado. Respirar con calma, concentraos. Teneis que imaginar la flecha dando en el blanco, cuando lo veais mas claro que el dia soltar la cuerda.- dijo sonriendo.

No es mala idea, podría utilizar... no no, debo descansar jejeje hubiera sido gracioso ver su cara...

Tiberio dejó sus pensamientos atrás y tomó una flecha, la colocó en el arco soltó aire y subió el arco.

Bien... despacio... soltando el aire despacio... y cuando apenas quede dejar hacer su parte al arco...

Apuntando el arco dejó salir el aire hasta que apenas le quedó nada y entonces relajó ligeramente los dedos para que la cuerta avanzara sin restricción a la posición que tanto anhelaba

Asintió, impaciente por poner a prueba sus habilidades. Se afianzó en el suelo separando ambos pies a la distancia adecuada... apretó el arco y la flecha entre sus manos y comenzó a tensarlo. Se dio cuenta que los sujetaba con demasiada fuerza; respirando hondo relajó los brazos y cuando ya no sintió la tensión volvió a alzar el arco. Llevó su diestra hasta el hombro, rozando levemente la mejilla.

La punta de la flecha oscilaba marcando entre las diferentes franjas de la diana. Quizás se tomaba demasiada preparación para ser el primer tiro, pero descubrió en esos segundos que una secreta vanidad le empujaba a no querer fallar... el consejo que le diera Acoran sus primeras veces resonaba en su cabeza "Con calma... visualiza tu objetivo. No te precipites, pero tampoco dejes que se te canse el brazo o te será más difícil apuntar".

Visualizó la trayectoria marcada por la punta de la flecha y cuando la vio en la diana, abrió su mano dejando la flecha volar.

Tiberio dio en la diana, en la franja del medio. No era mal tiro, menos para ser el primero pero Gaurem se quedo con la boca abierta cuando la pequeña clavo su tiro en mismo centro.

- ¡Espectacular!.- dijo aplaudiendo.-Los dos, muy buenos tiros. Sigamos un poco mas.- Añadio haciendo señas para que dierais unos pasos atras.- Intentarlo un poco mas lejos.

Sonrió exultante al ver dar su tiro en la diana con tanto acierto. Miró a Tiberio, su tiro también había sido bueno, y le guiñó un ojo. Después retrocedió hasta la marca imaginaria que les indicaba Gaurem y se volvió a preparar. Misma técnica. Pies separados pero no demasiado, brazos sueltos y relajados. Lentamente alzó el arco al tiempo que lo tensaba llevando su mano hasta la altura del mentón y apuntó hacia el centro de la diana. Nuevamente, cuando vio segura la trayectoria soltó la flecha.

La flecha de Laurielle salio disparada, directa al blanco, rozo a la clavada en el centro y se desvio un poco a la derecha, quedando  a unos 4 centimetros del centro. Gaurem abrio la boca con un asombro total.- Una arquera innata, simplemente maravilloso... ¿Sabes que significa eso? Que te voy a entrenar para hacer de ti la mejor, vas a soñar con flechas.- dijo sonriendo, pero supiste que no bromeaba.

- ¡Vaya! ¿De verdad lo crees? Será estupendo.

Aunque a sabiendas que en el resultado de un tiro exitoso influía también la suerte, estaba satisfecha con el resultado. Y tras los halagos no pudo evitar un leve sonrojo. La perspectiva de soñar con flechas tampoco le molestaba en absoluto.

Se volvió hacia el muchacho, radiante.- ¿Oiste eso, Tiberio? Hoy puede que haya tenido suerte pero seré la mejor. Ahora te toca a ti, a ver si tienes suerte también.- sonrió.- ¡Suerte!

- No creo que fuera suerte... felicidades... ahora turno de los torpes magos... - sonriente guiñó un ojo a Laurielle

Girando hacia la diana repito el movimiento anterior, esta vez más despacio intentando apuntar con más tranquilidad.

Bueno amiguita vas a ir derecha al centro, no querrás que haga un ridículo total...

La flecha de Tiberio salio recta pero falta de fuerza y quedo clavada en el suelo, a medio metro de la diana.

- No te desanimes, esta bien para ser un mago.- dijo Gaurem con tono alegre.

- Además, ahora estamos más lejos y yo ya tenía algo de experiencia con el arco. Es cuestión de seguir practicando.

Era verdad lo que decía, sonrió y le dio un suave apreton en el brazo a Tiberio. Seguidamente se volvió hacia Gaurem esperando si había alguna otra lección.

- No me desanimo, si me desanimase por ser un flacucho... jajajajaja ... por suerte soy mago - respondió sonriente a Gaurem

-Eso no es excusa, deberiais salir a correr para coger forma. Una carrera diaria por los bosques os vendria genial, Morgul lo solia hacer ya que los magos deben saber cuando han de salir corriendo.-dijo sonriendo.

La clase se paso con rapidez y llego la hora de comer. Gaurem dio una palmada para indicar el fin del entrenamiento.- Por hoy es bastante, hora de comer.

Morgul os esperaba en el comedor. Laia aun no habia llegado.

Ante vosotros habia un plato de sopa y pan caliente, algo de carne para despues.

- ¿Que tal el entrenamiento?.- pregunto el mago con interes.- Espero que no se le fuera mucho la lengua a vuestro maestro, es muy dado a contar historias y a exagerarlas.

Saludó con un ademán de cabeza nada más entrar. Su humor era excelente y no pudo evitar una sonrisa al ver a Morgul Rast, encima con todo dispuesto.- ¿Laia no almuerza con nosotros?- preguntó al no verla, acercándose a la mesa.

- ¡Oh! El entrenamiento fue genial, las lecciones del maestro Gaurem son muy divertidas. ¡Y dice que me va a hacer la mejor arquera! Es genial. Y nunca un dictado había sido tan entretenido como...- se calló a media frase, recordando algo... y no se esforzó por enmascarar la repentina furia que la invadió.- ¿Es cierto que Lord Bragost es un meón cobardica que consiguió su título con deshonra y mentiras?

El mago se tapo la cara con la mano.- Le dije expresamente que no contara esas historias... pero si, resumidamente, es lo que paso... Espero que se callara antes de contaros en que se gasto vuestro maestro la paga por acompañarnos o tendre que tener mas que palabras con el...

- Ni comparable... disfruté mucho más en el laboratorio pero bueno no me quejo - comentó mientras comenzaba la comida - Entonces... ¿viene más tarde Laia? -

Tras varias cucharadas escuchando las palabras de Laurielle y Morgul Rast...

- Deberíamos tener cuidado con hablar así de Lord Bragost... - parecía serio y algo pensativo