Partida Rol por web

El forjado que había salido de debajo del puente, sin mediar palabra había decidido atacar a aquellos que se encontraban más próximos al cuerpo tendido. Estaba demasiado lejos como para poder hacer algo para ayudar a la clérigo o al resto de compañeros contra la criatura, tendría que correr.

- Jefa e de ayudar a los demás. Aviso a la jefa llamada Alhandra antes de salir corriendo, hacia la zona de confrontación.

Viendo que la forjada casi decapita a Threkor Neliandra se lanza contra ella para atacarla a su vez. Pero la distancia que la separa de la asesina es demasiado corto para este tipo de ataque y falla en su intento.

Sin embargo Alhandra no da tiempo a replicar a la forjada en contra de su amiga. Se aproxima hasta ella preparando una infusión y acercar su mano un arco de energía mágica se descarga sobre el frío cuerpo de mithril de la forjada...que grita de dolor.

Vale, vale. A ver si consigo pasaros mejores imágenes porque si es verdad que se ve fatal.

Viendo el toque mágico de Alhandra, aprovecho para acercarme un paso a él y atacar.

Constatando el éxito de los esfuerzos que he emprendido hasta el momento, opto por perseverar y seguir usando mis conocimientos sobre forjados para desarticular la amenaza que se cierne sobre nosotros.

La forjada grita de dolor cuando Threkor, infundido de un gran espíritu guerrero por la canción de Sellion, asesta un certero golpe entre las placas del costado. Algo que podría definirse como sangre salpica el agua y hasta aquellos que la rodean. El grito de dolor supera incluso al retumbar de los truenos...

Alhandra prepara su nueva infusión convencida de asestar el daño final. Pero de repente la forjada ve un hueco y ve a aquella mujer dispuesta a dañarla de nuevo. Aprovecha la distracción para atacar en un último esfuerzo. Lanza su hacha contra ella y ve como le corta el cuello a la artifice. La forjada está satisfecha de haber podido matar al menos a esa mujer que... 

Alhandra posa su mano sobre el hombro de la forjada. Con este toque la infusión se descarga sobre el cuerpo construido de la asesina. La forjada creía haberle cortado el cuello. Pero de nuevo había fallado por tan poco... Le habia cortado algunos cabellos rubios y eso lo había hecho creer que era carne lo que salía de su golpe. 

Aquí murieron sus pensamientos. El toque de la artifice pudrió parte de su cuerpo. Lo sufiente para hacerla caer. Y así, caída de rodillas y cabizbaja, muere.

De repente veis como un objeto salta de repente de su pecho. Es una especie de esfera que sale proyectada unos metros por encima de vuestras cabezas. Allí despliega unas pequeñas alas y , en un nervioso vuelo, véis como ese objeto se pierde entre la noche y las torres de Sharn.

Casi al mismo tiempo escucháis unos gritos entremezclados que proceden de las torres que os rodean...

"¡Eh, quietos! ", "Llamad a la guardia", "!Asesinos!", "¡ Se están matando!".

Teniendo a la forjada muerta entre mis pies, aunque no gracias a mi, miro a mis compañeros, sobre todo a Threkor y Alhandra, sobre todo a mi compañera, y divisando que están ambos bien me giro hacia el cuerpo del viejo, cojo la bolsa de cuero que había tendida en el suelo junto al cuerpo y me la guardo, tapando la acción con mi escudo para evitar que Threkor, que es el más próximo a mi, vea mi acción.

Aquello frente a sus ojos era justo lo que el joven bardo buscaba, la razón por lo que acometió tan discutido viaje. El brillo del forjado sumado a las chispas que volaban por todo el lugar debido a los cruentos choques del metal, todo ello sobre el magnifico velo azulado y el incesante resplandor de las gotas de tormenta, la cual de cuando en cuando hacia rugir el escenario con aquellas enormes torres de fondo. Era una escena increíble, imperdible. Inspiradora sin duda alguna.

Sellion estaba embobado ante lo que presenciaban sus ojos, pero los gritos de los residentes de la zona terminarían por sacar al joven de su ensimismamiento. -¿Ya? ¿Ya terminó?- Murmuró bajo la sonora lluvia para entonces salir corriendo en dirección de los combatientes.

-¿Están todos bien?- Preguntó al llegar mientras guardaba su ballesta.

Nuestro pequeño encuentro había alertado a la población local, y algunos curiosos emepzaban a gritar llamando a la guardia. Teníamos solo unos segundos para decidir si salir de allí tan deprisa como pudiéramos o esperar a que llegara la guardia e intentar explicarnos.

La verdad es que el aspecto de nuestro grupo no daba demasiadas confianzas a que nos dejaran ir sin más, pero debíamos tomar una decisión aprisa. Mientras tanto, me agaché junto al cadáver del viejo para ver si lograba encontrar algo que nos dijera quien era o por qué un forjado le había matado.

¿Alguien ha visto la maleta que estaba aquí tirada? - pregunto mirando al grupo. Miro a una de las mujeres, la Neliandra que es la que se encontraba más cerca de mí - ¿La habéis visto?

Me di cuenta de la acción de Neliandra y la miré de reojo. Ella me miro y noté que se ponía algo incómoda al ver que la había pillado in-fraganti. Mirando a mi alrededor para ver si alguien nos vigila le susurro - ¿que tiene ese maletín que parece tan valioso para ti? Por mi no hay problema, pero quiero saber lo que hay dentro si no quieres que informe a los demás de que has intentado apropiarte de él.