Partida Rol por web

El Ministro asiente ante tus palabras sobre las consecuencias de magos experimentando con muggles. Lawler es completamente contrario a ese tipo de practicas bárbaras y está trabajando para endurecer las condenas de varios tipos de delitos. - Verá, la información más detallada de esos temas se la proporcionarán en el Departamento de Aurores, tenemos muy buenos magos capacitados en ese departamento. Aunque supongo que habrá visto las noticias, hay un mago fugado, que permanece en búsqueda y captura, un tal Yago Ferreira. Muchos crímenes a sus espaldas y, se sospecha, que hoy mismo se ha cobrado uno más. Me gustaría que tomara éste caso junto a los aurores.

El Ministro te pasa el cartel que fue publicado.

Tomé el cartel para echarle un vistazo.

-Si, algo he oído, aunque muy poco. Y parece que ha utilizado a muggles en sus crímenes, justo de lo que estábamos hablando.

Le devolví el cartel.

-Tengo pendiente una reunión con Ritcher. Hay que ser discretos con éste tipo- dije, volviendo al caso de Ferreira- no podemos permitirnos que los medios muggles nos pisen los talones.

Solicitud de Colaboración como Tutor Externo

Nombre del solicitante: Martin Tresde

Profesión/Especialidad: Periodista

Situación Laboral: Contratado por "El Profeta". Uno de los jefes de redacción.

Disponibilidad (Ritmo de posteo y esas cosas): Diario sin problemas. Salvo imprevistos. La vida a veces te da esas cosas.

Cantidad de Becarios (por si aceptas mas de 1): 3

- Sí, ministro. Tiene usted razón. 

Martin coge el formulario, coge una pluma, lo rellena y se lo devuelve al ministro.

- Claro señor. Si no fuera importante, Lord Voldemort no hubiera invertido tantos esfuerzos en controlar el periódico o silenciarnos a los periodistas.- le dijo casi por inercia en un buen tono. Alzó la vista al darse cuenta de que estaba ante el ministro de magia. Sonrió con timidez. Esperaba que no le hubiera sentado mal su comentario, pero después de soportar todo lo que había aguantado y todo lo que había perdido, no tenía miedo.

El Ministro da otro sorbo a su whisky y te responde con seriedad. - Me da igual quien gane la carrera, lo importante es sacar a ese bastardo de las calles, anoche mismo se cobró otra víctima, un hombre muggle, viudo de una bruja. Ha dejado a una joven huérfana, ahora mismo debe estar recibiendo la noticia por parte de McGonagall. - El ministro parece fuirioso, está cansado de que esa rata se le escurra y se escape siempre. - Sospecho que no está solo o que tiene ayuda, es imposible permanecer oculto tanto tiempo de mis mejores aurores.

Se reclina en el sillón y mira por la ventana. - Nunca va a terminar ¿Verdad? El maldito odio y toda esa basura de la supremacía...

El Ministro te sonríe con tristeza. - Ese hijo de una hiena... menos mal que está definitivamente muerto, por desgracia no podemos decir lo mismo de sus ideales, siempre llegará otro soplagaitas que querrá alterar el orden, además de los mortífagos que puedan quedar aún sueltos, como el maldito Ferreira. - Dice golpeando con el puño la mesa.

- Disculpa, ese malnacido tiene revuelto a todo el Ministerio. No le entretengo más, pronto tendrá una lechuza con la aprobación.

- ¿Puede decirme quién es la huérfana?- pregunté, ya pensando en próximos movimientos.

El Ministro estaba realmente contrariado. El asunto era bastante serio y todavía no se sabía su alcance pero, por lo que parecía, cada nuevo descubrimiento hacía más grande su dimensión. 

- Al final, siempre están quienes quieren ser más que los demás- respondí a su reflexión. 

Apuré mi bebida, me levanté y coloqué el vaso en la mesa.

- Si no hay nada más, iré al despacho de los aurores a entrar en detalles. Luego iré al colegio a hablar con McGonagall y la huérfana. Con lo que averigue, podremos trazar una estrategia. 

Martin sonrió ante las palabras del ministro.

- Señor. Puede contar conmigo para lo que necesite. Si el ministerio necesita que demos una información concreta para forzar algo.. o que nos centremos en algo, digamelo, lo publicaré. Ese malnacido de Ferreria mató a una de nuestras mejores periodistas y tiene a toda la plantilla del periódico dispuesta a colaborar. - le dice. - O si quiere que pidamos colaboración ciudadana o demos instrucciones preventivas. Estamos a su disposición para acabar con esa amenaza.- le dice.

Cuando termina la conversación se va a San Mugo.

El Ministro te acompaña hasta la puerta del despacho mientras te responde - La pobre chica es Dana Lawrence, no le recomiendo ir a verla con el asunto tan reciente, dele unos días a la pobre chica, tendrá mucho papeleo que resolver, pero la directora de Hogwarts seguramente podrá responder a sus preguntas, al igual que los aurores.

Ta abre la puerta y señala la siguiente hacia la derecha. - Ese es el tuyo, para cualquier cosa que necesites andaré por aquí.

El Ministro sonríe agradecido. - Cuento con usted entonces, le mantendré informado de cualquier novedad que necesite ser publicada. Estaría bastante bien que se redactara una noticia de precaución, para evitar vícitimas, hablando de este sujeto y su modus operandi. Espero ser portador de mejores noticas la próxima vez, si quiere escribir sobre el sistema de becarios u otra cuestión puede volver cuando quiera. - Dice mientras te estrecha la mano y te acompaña hasta la puerta para despedirte.

Lo haré.- le dice y sale por la puerta rumbo a San Mugo. 

-Descuide, Sr. Ministro, así lo haré-.Dijo, mientras le estrechaba la mano- Muchas gracias por todo, le mantendré informado.

Sándor dejó allí sus cosas y, tras darle un repaso al despacho del que iba a disfrutar en su nueva aventura, enfiló al departamento de aurores. Con un poco de suerte podría darle tiempo a visitar a la señora McGonagall.

CLASE ESPECIAL - HECHIZO POTENTIATOR

El ministro os espera a todos en la puerta de su despacho, pero debido al numero de integrantes del grupo, decide trasladar la clase a una sala vacía en ese mismo pasillo.

- Muy bien, buenas tardes. Ya que todos somos personas ocupadas, espero que no les importe que vayamos al grano. El hechizo potentiator es de creación propia, estoy muy orgulloso de él y espero que le den un uso adecuado y respetable. Lo meor será que se coloquen por toda la sala, dejando espacio entre ustedes, para no entorpecer a los compañeros.

Allen esperó a que todos estuvierais colocados antes de continuar. - Lanzar este hechizo sobre vosotros mismos, hará que durante el espacio de 2 horas (1 día real), se os dé algo mejor una habilidad concreta. Sólo podéis lanzarlo sobre vosotros mismos, para que el hechizo sea eficaz hay que conocer profundamente las capacidades del individuo, así que no funcionará si se lo lanzáis a otra persona.

Os mira uno a uno, asegurándose de que habéis entendido el concepto. - Ahora pensad en que habilidad queréis mejorar, concentraros en ella mientras elevais la varita sobre vosotros mismos y haceis giros sobre la cabeza, como si estuvierais moviendo un lazo de vaquero. Cuando os sintáis preparados, debéis decir el nombre del hechizo y la habilidad que queréis mejorar, os mostraré como.

En ese momento el Ministro cierra los ojos, eleva la varita y empieza a girar su mano y brazo, moviendo el hombro cada vez con mas fuerza, hasta que se le escucha decir: ¡Potentiator Estudiar!

- Bien, ahora quiero que lo intentéis vosotros, elegid bien la habilidad y tratad de lanzarlo, concentraros, cerrad los ojos si eso os ayuda.

Ulfric llegó a la sala designada para el entrenamiento del ministro. Estaba indicada claramente, ya que en el despacho del señor Lawler no cabrían... El había llevado a una buena representación de alumnos de Hogwarts, pero había así mismo algunos autores y los profesores que le acompañaban. 

Saludó al ministro con cordialidad, pero no se detuvo a hablar con él, como el mismo dijo, venían en esta ocasión a lo que venían. Así pues, atendió a los movimientos de varita y las explicaciones del ministro, y le pareció que se había enterado de ello. Bueno, tendría que probar...

¡Potentiator volar! Notó que casi lo conseguía, y ello le hizo sentirse bien... De pronto, una calidez curiosa invadió su cuerpo, y le entró un cosquilleo en las piernas... Parecía... Que querían montar en una escoba...

Antes de marchar con Ritcher a San Mungo, Sándor volvió a su despacho para ver como iba el caldo. La olla burbujeaba, mezclando los ingredientes poco a poco, invadiendo con un olor fuerte y un poco desagradable la habitación. 

-¡Cristo,que pestazo!- se acercó a la ventana y la abrió para que corriera el aire un poco. Se acercó de nuevo a la olla y vio que el caldo iba tomando un aspecto denso y de color más uniforme, grisáceo pero con oscuros tonos rojizos. Ya apenas le quedaban unos minutos.

Finalmente, cuando se uniformó la textura, apagó el fuego, tomó una muestra y la enfrió. Tenían que ir a San Mungo. Decidió dejarlo reposar y probarlo más adelante. 

Al llegar allí se encontró con más personas de las que esperaba, dedicó una mirada y una sonrisa a Anne, no le extrañó en absoluto verla allí. Después encontrarse con los ojos de Lauren. Dio un suspiro y decidió hacer aquello que había ido a hacer de la forma más rápida posible. Saludó al ministro con una inclinación de cabeza.

Atendió a las explicaciones de este último con interés y cuando comenzó a pensar qué habilidad quería potenciar Ulfric se le adelantó, mostrándole cómo debía hacerse. Con dos explicaciones visuales le bastó, era un chico bastante rápido para eso.

-Potentiator Advertir...- Dijo como siempre en voz baja y tranquila, siguiendo el movimiento descrito por el ministro. Notó al instante que lo había conseguido, parecía que sus sentidos se agudizaban por un momento y captó algunas cosas que antes había pasado por alto. Guardó su varita con calma y su mirada hacia el ministro parecía preguntar si podía irse de allí. 

Bredan se presentó al despacho, había un par de personas ahí, pero al auror no le importaba mucho, estaba para aprender un conjuro que le ayudaría a llevar las cosas más allá de los limites de sus sentidos, pero la realidad fue muy diferente.

Potenciar Rastrear... 

Al tratar de seguir las especificaciones del ministro, su varita salió volando la primera vez, a la segunda la segunda soltó un bramido y escapó al techo, golpeando en el mismo, al tercer intento simplemente no funcionó.

El auror respiró profundo, calmando esa frustración que le estaba comenzando a invadir, se había cabreado y mucho, todos los demás tenían éxito y el fue el único papanatas que no lo consiguió.

Vendré cuándo tenga tiempo, con su permiso Ministro-

Pese a que estaba tranquilo, bajo el manto de su voz, se podía sentir el enojo. Debía ponerse a practicar con su varita, o no conseguiria aprender nada. 

Al final habíamos sido tres profesores encargados de cinco alumnos para ver la clase especial dictada por el ministro. De ellos, aún no había tratado con las alumnas Rowe y Blumer, pero debido a los eventos de Navidad sabía quienes eran. Llegamos hasta el Despacho del Ministro para luego ser guiados a una habitación más amplia que pudiera servir a todos.

La instrucción era sencilla, y me sonreí un poco al vez aquel lazado de vaquero que realizaba el ministro. Primero Ulfric se adelantó para mostrar el hechizo, aunque no había manera para estar seguros si el hechizo había funcionado. Habría que ver si durante el día, su habilidad de vuelo era mejor. Luego siguió el señor Avery, quien imitó perfectamente el movimiento, casi con aburrimiento. Alcé una ceja. Esperaba que no tuviera esa misma actitud en mi clase. La tercera persona que pasó no lo conocía, el hechizo era complicado sin duda, y no lo pudo realizar.

Avancé un paso para ser la siguiente. Moví la muñeca de la misma manera que había hecho en la granja familiar para lazar a los becerros, y pronuncié el hechizo. -¡Potentiator Baile!-

En mi primer intento estaba casi segura que lo lograría, pero moví la muñeca antes de tiempo y el hechizo salió sin efecto. Me preparé una segunda vez, y esta vez tartamudeé un poco; por suerte sin efectos secundarios por decir mal el conjuro. Respiré y moví la varita una vez más, y esta vez si sentí el cosquilleo bajando por mi columna hasta llegar a mis pies. Me hizo reirme nerviosamente unos segundos, antes de enrojecer al darme cuenta que me estaban mirando. Carraspeé y retrocedí de nuevo para dar tiempo a otros para practicar, apoyándome sobre un pie y otro para no intentar probar la habilidad allí mismo.

Una vez allí me quedo en un rincón mientras surgen las miradas con Linus y alguna que otra sonrisa, pero no profundizo en ello ya que hay más personas allí y la clase está pronta a comenzar. Me alegra ver a mi Madrina, aunque me sorprende lo que ha conjurado ya que no sabía aquel detalle. No obstante me preparo para hacer mi parte, siempre con el perfil bajo y la pronunciación en un susurro, algo muy característico en mí. 

- Potentiator Reflejos. - enuncio a sabiendas de que me ha salido en el primer intento, descubriendo que no era difícil de conjurar ni mucho menos. Contenta por ello y al ver que Linus también le ha salido más que bien, camino por la sala hasta colocarme a su lado con la intención de felicitarlo. - Muy bien. - susurro en la cercanía de su oído, sonriendo. 

Robert acudió a aquel aula donde estaba el ministro a punto de dar la conferencia sobre su hechizo. Había escuchado rumores y una descripción breve y le había parecido de lo más interesante para poder mejorar en su trabajo. Muchas veces poder correr, saltar o ver un poco mejor podría significar la vida o la muerte. Con esto en mente acudió feliz a la presentación e intentó incrustarse en la retina los movimientos del ministro. Parecía un hechizo sencillo aunque el aumento de palabras aumentaba su dificultad final. 

Dispuesto a ver lo que haría el hechizo Robert comenzó según dieron oportunidad. Sacó su varita y colocando esta sobre su cabeza comenzó a girar el brazo. - ¡Potentiator Conocimientos Muggles! - Dijo pensando en cierto artilugio que había querido saber para qué servía y que debía revisar tras este conjuro. Enseguida una sensación agradable surgió por su cuerpo, nada explotó y nuevas ideas acudieron a su cabeza. Parecía haber funcionado a la primera, no debía ser tan difícil o el ministro lo había hecho de forma muy sencilla para que lo copiaran a la primera.