— Salvo a vigilar— digo antes de dirigirme hacia la puerta de espaldas a los féretros, no quiero arriesgarme a sufrir el miedo al fuego, pero mi orgullo me impide reconocerlo como tal.
Todos parecian conformes, yo no estaba tan segura de que fuera tan facil, pero bueno tampoco teniamos tiempo que perder en tonterias, me acerque hasta los ataudes y cerre los ojos para concentrarme, un par de bolas de fuego serian suficiente para hacerlos arder.
Elizabeth se concentro en el ataúd, al principio no pasaba nada, ya que este ataúd era de piedra, pero al poco empezó a salir humo y un pequeño foco de fuego, el cual crece aunque no demasiado, con mas concentración seguro que se podía crear mas, pero se empezaban a escuchar aullidos en los túneles, si esperabais mucho mas es probable que los híbridos cerrasen vuestro paso.
No se que harán Archeron y Sean pero bueno.
- Venga, vámonos. - digo. Todo este griterío atraerá una atención no deseada.
- Salgamos. - dijo Tom de acuerdo con Sean mientras se encaminaba de vuelta a la salida. Faltaban otros túneles por explorar y aun tenían que dar con el auténtico sarcófago que importaba.
Antes de dar el primer paso fuera de la sala, Tom envolvió a todo el grupo con su manto de invisibilidad.
Me mantenía en silencio, como siempre, mientras me alejaba de la fuente del fuego, el enemigo natural del Cainita.
Comencé a seguir al Nosferatu y al Brujah, mientras esperaba que los demás hagan lo mismo...
Todos os dirigíais hacia la salida, los gruñidos y los golpes de las abominaciones se escuchaban cerca, sin duda se estaban matando entre ellos, parecía que la pérdida de su líder había creado una guerra por ver quién sería el macho alfa.
Mientras avanzabais veíais cadáveres de abominaciones, en algunos momentos debíais deteneros mientras pasaban por delante vuestro unos cuantos luchando, sin duda no se percatarían de vuestra huida, al menos si no os metíais en sus combates. Seguisteis avanzando hasta llegar al inicio, donde se encuentran las cuatro puertas, no sabéis que encontrareis en cada una de las puertas. ¿Qué otros sirvientes tendrá la mano negra?
Hay que escoger un camino y por desgracia fuera cual fuera no dejaria de estar plagado de peligros y de trampas así que hicieramos lo que hicieramos estariamos en un buen lio.
- Sean tu decides por cual entramos - dije para otorgar la decisión a alguien y ahorrar un poco de disputa.
Observo las puertas restantes para intentar averiguar si alguna de ellas ha sido abierta recientemente.
Motivo: Observar Puertas
Tirada: 5d10
Dificultad: 6+
Resultado: 10, 5, 4, 8, 3
Exitos: 2
Las cuatro puertas son iguales, no se sabe cuando han sido abiertas, ni siquiera la que acababais de abrir parecía tener muestras de haber sido abierta recientemente.
Me encojo de hombros.
- A simple vista son todas iguales. - digo. No encuentro diferencia alguna entre una y otra.
- Pues vayamos en orden para no perdernos ni dejar ninguna atrás. - dijo Tom señalando la siguiente puerta a la izquierda. Miró a los demás para ver si alguien ponía pegas, y luego se internó por la puerta que había señalado, ocultando de nuevo a todo el grupo en su manto de invisibilidad.
- Me parece bien - dije simplemente, por algun sitio teniamos que empezar al fin y al cabo y si no encontrábamos diferencia alguna en ninguna de las puertas mejor seguir en orden.
Me mantengo simplemente quieto, esperando que empiecen a actuar.
Entráis a una habitación tranquila, sin ruido, sencilla, en ella hay un ataúd en medio de la habitación, uno sencillo, de madera, aunque parece bastante pesado, sera molesto desplazarlo, aunque como en el otro, el nombre estaba en un idioma desconocido, al menos para la mayoría.
Lo mas inquietante de esta habitación, era la calma que había, no parecía que hubiese ningún peligro en ella.
Ni siquiera tu entiendes en que idioma esta escrito lo del ataúd, es probable que os toque abrirlo para ver que hay dentro, y ver que no matáis a quien no debéis.
- Este idioma no lo conozco. - Susurró Tom a los demás. - Vamos a tener que abrir ese ataúd para ver si es nuestro objetivo. - masculló entre dientes mientras maldecía su mala suerte.
La calma del lugar le ponía nervioso así que de momento no salió de su manto de invisibilidad. Aguzó el oído y trató de detectar algún enemigo o peligro oculto.
Si he de tirar algo dime.
La sala no me daba ninguna sensación de tramquilidad, era un lugar demasiado tramquilo, algo tendria que esconderse alli.
- Abramosla entonces - dije sin mas
No parece que haya nada raro en la habitación, parece simplemente eso, una habitación
- Estad listos por si algo me ataca. - Comentó Tom mientras se acercaba al ataúd y empujaba con todas sus fuerzas para abrirlo. Tenía que comprobar quién estaba metido ahí dentro.