Partida Rol por web

Nae notó la melancolía que brotaba de las palabras de Aéldar pero a la vez también se mostraba através de sus ojos cuanto admiraba el lugar del que procedía. Era hermoso ver a alguien hablar con tanta pasión.

-Sin duda debe ser maravilloso...quién sabe quizás después de nuestra misión te haga una visita a ti y a tu pueblo si soy bienvenida, y asi yo también quede encandilada con sus manantiales. Se me ocurre que podríamos crear un vínculo entre tu pueblo y el mio, aunque ya existe creo que debería reforzarse...si, es algo que hablaré con mi reina al volver.

Seguían plácidamente caminando cuando un movimiento les sorprendió. Los dos jóvenes se detuvieron y escucharon atentamente el ruido que hacían las pisadas de un animal al caminar, parecía venir por su izquierda. Instantaneamente los dos tensaron su arco dispuestos a lanzar la flecha en cuanto vieran completamente al animal que se acercaba.

Aeldar asintió ante las palabras de Nae con una sonrisa y siguió caminando junto a la elfa observando el camino.

Serás bienvenida siempre que vengas, y puede que tengas razón, la distancia de territorios nos ha distanciado un poco, pero estoy seguro de que mi pueblo no tendrá reparos en afianzar la alianza.

Dicho ésto el elfo se percata de que Nae a detectado movimiento cerca y tensando su arco firmemente se acercan al lugar preparados para atacar.

Cuando el joven elfo vió al animal disparó su flecha sin pensarlo yendo a parar ésta al cuello del jabalí, matándolo al instante.

Nae, hemos capturado una buena pieza. Dijo sonriendo. Llevemoslo junto al resto, les encantará.

Un jabalí comenzó a salir por detrás de un arbusto y los reflejos de Aeldar fueron instantáneos, tenso su arco y disparó dando en el centro al animal que cayó al momento.

Tienes razón Aeldar debemos llevarles rápidamente al jabalí, les va a mejorar el humor nada más verlo. Ha sido una buena caza, tenemos que repetirlo en alguna otra ocasión.

Entre los dos cogieron al animal y se encaminaron hacia el campamento.

Salir de los Robledales fue para Áran como despertar de un sueño. Tenía que reconocer que esas criaturas de orejas puntiagudas eran hospitalarias hasta límites insospechados, pero aún así se sentía cansado. La magia nunca le inspiró confianza al muchacho, y era obvio que había mucha magia en la ciudad elfa, razón por la que inconscientemente estuvo en tensión y casi sin poder dormir todo el tiempo.

Además, tras las profecías del agua su inquietud había aumentado: un poderoso guerero había partido a la búsqueda de algo, y los peligros les acecharían... Algo le daba que con su suerte el guerrero iba aparecer en cualquier momento delante suya...

Volvió del mundo de sus pensamientos cuando Nae propuso ir a por algo de carne.

-Oh, sí, por favor. La comida élfica estaba de muerte, pero un trozo de carne nunca viene mal, y hace días que no como ni una pizca.

Por supuesto no comentó que llevaba carne seca y queso como provisiones en la mochila desde que partieron del castillo del Duque. Eran bienes necesarios en el caso de tener que acelerar la marcha por cualquier razón, o de una racha de malas cacerías o zonas despobladas.

Nae y Aeldar caminaron más apresuradamente que a la ida para que sus compañeros disfrutaran rápidamente de lo que habían cazado. La elfa estaba segura de que les iba a encantar la sorpresa que les traían.

Al llegar al campamento esperó para ver la reacción de todos cuando los vieran entrar con el jabalí que traían, sin duda iba a ser una buena comida.

-Bueno chicos aqui está, un jabalí ¿os apetece? teneis que felicitar a Aeldar que es un gran cazador.-dijo Nae mirando a todos. Después se giró hacia el joven elfo.-Ha sido un placer ir a cazar contigo, me lo he pasado muy bien.

Los dos elfos cargaron con el jabalí a cuestas mientras deshacían el camino andado anteriormente con ganas de poder enseñar al resto lo que les traían.

Cuando llegaron al campamento mostraron a todos la presa que habían conseguido, nada menos que un hermoso jabalí.

El placer a sido mío Nae... y que nos os engañe, fue ella quien lo vió primero. Dijo Aeldar mientras depositaban el jabalí en el suelo.

Los ojos de Áran se abrieron como platos.

-¡Pedazo de bestia! ¿Habeis visto qué tamaño? Apuesto a que destriparía a un hombre en un instante... aunque parece que ahora nos servirá de de banquete.

Se giró hacia el enano, que estaba fumando su "tabaco" sobre una roca.

-Creo que te oí mencionar algo de la carne asada al estilo enano... Y ya hemos probado las delicias elfas, asi que -guiñó un ojo a Thorin- ¿crees que la gastronomía enana estará a la altura de la élfica?

Calypso no podía perder la oportunidad - Vaya, vaya .... pues va a ser que hacéis buena pareja ... -

- ... cazando quiero decir - Calypso no pudo evitar una sonrisa pícara, junto a una mirada de complicidad al resto de compañeros del grupo.

Thorin se levanto de un salto al ver la enorme pieza que traian los elfos.

-¡Jajá!¡Áran! Hoy es voy a preparar jabalí al estilo de mi abuela, ya vereis elfos, me he traido especias.-Dijo contestando a la proposición de Aran, mirando a todos y sacando una pequeña bolsa de su mochila.

-Polvo de uña de Dragón-Dijo el enano removiendo la bolsita.Lógicamente no se trataba de uña de dragón, pero los enanos sabian bien porque le habian puesto ese nombre.

-Pondré poco para no dañar vuestros intestinos.-La sonrisa picarona de Thorin permanecia esculpida en su rostro mientras preparaba unos leños, ilusionado.Tenia que preparar un buen asado con salsa Enana.Al mas puro estilo Thariadan.

[...]

Tras casi media hora preparando la salsa y untandola en el asado jabalí, cocinado en su punto, dejando el estomago un toque tierno, Thorin anunció a los demás, con cuenco de salsa en mano, que la comida estaba lista.

-Chicos, preparaos.-Throin invitó a que cada uno se repartiese lo que quisiera, ofreciendo la salsa con un leve toque picante que le daria a comida un gusto realmente excepcional.

-¡Que aproveche compañeros SALUD!-El enano hechaba de menos una buena jarra de cerveza, aunque el jabalí habia quedado perfecto, incluso hasta para un elfo.

El jabalí hecho por el enano sorprendió gratamente a Sigmund el cual quedo realmente lleno y satisfecho y parecía que tal comida le había revitalizado también el espíritu, con más los ánimos reavivados, indico al grupo que debían continuar.

-Vamos el tiempo apremia y llevamos algunos días de retraso.

Continuando el camino, en mitad de este el pequeño mono apareció de la nada y asustó a Nae robándole su colgante sin que nadie se enterara excepto ella. Cuando las palabras de Nae llegaron a oídos del guerrero su corazón dio un vuelco y llevando su mano a la bota donde tenía su daga escondida (Que no la elfica) gritó- No dejéis que escape! Sabía que en su grupo habían grandes tiradores y que acertarían antes de que el lanzara la daga pero quería asegurarse de no perder la joya.

Aunque Nae prefería su comida élfica no podía dejar de probar el jabalí preparado por Thorin ya que consideraba que sería de mala educación, con sólo probarlo se dio cuenta de que estaba exquisito y así se lo hizo saber al enano.

-Thorin está muy rico, tendremos que dejarte cocinar más veces.-Le dijo Nae con una sonrisa en la boca.

Después partieron velozmente para no perder más tiempo. En un momento determinado algo se movió en un arbusto y saltó a la cabeza de la joven elfa, y sin que ella tuviese tiempo suficiente  para reaccionar notó como le quitaba el collar de un tirón.

-Oh no!!! CABALLEROS ME HA ROBADO EL COLLAR DE LA REINA!!!.-Esto no me puede estar pasando a mi...si no lo recuperó pasaré verngüenza toda la vida por no cumplir el encargo de cuidarlo bien...

Con la rabia que le surgía a Nae por dentro, tensó su arco, miró fijamente al objetivo y le dió. Seguidamente y sin esperar cabalgó, con ciertos problemas por el lugar donde se encontraban, para intentar recuperar lo que era de su pueblo.

El pequeño mono fue alcanzado por la flecha de Nae y cayó al suelo entre dos arbustos. La elfa se acercó al lugar donde la flecha había impactado con el pequeño cuerpo de la criatura, pero en cuanto llegó no vio rastro de él. Su flecha permanecía apoyada en suelo junto a la joya de Lindórië, pero no había rastro del mono, ni siquiera manchas de sangre que evidenciaran que acababa de resultar herido. Incluso la flecha estaba limpia.

Cuando Nae llegó al lugar donde el mono había caido, pudo comprobar que no había rastro de él... Todo esto es muy extraño, parece como si fuera magia...La joven elfa recogió lo que le pertenecía y comprobó que estaba en buen estado y que nada le había hecho el mono. Guardó su flecha y volvió junto a sus compañeros para explicarles lo ocurrido, tenía un mal presentimiento.

-Caballeros, algo extraño ha pasado y creo que es producto de la magia. Cuando llegué al lugar donde el mono tendría que estar tirado no hallé ni rastro de él y la flecha está tan limpia como cuando salio de mi carcaj. He comprobado que el collar se encuentra perfectamente. De confirmarse que el mono fue producto de la magia, estamos ante un gran problema, alguien sabe donde estamos, quienes somos, que hacemos y que poseemos...-La inquietud se internaba poco a poco en el cuerpo de la joven elfa, no por miedo sino por no saber quién estaría detras de todo aquello.

Nae miró a Sigmund para saber cual era su opinión.Quizás deberíamos improvisar una nueva ruta y sólo saberla Sigmund y yo por si el mediano fuera un traidor...

Excelente guiso Thorin... Le dijo Oliver al enano una vez se comió el pedazo de jabalí que le correspondía.

Re emprendieron el viaje y a Oliver aquel sendero se le hacia cada vez mas pesado, aun estando acompañado, por algún motivo se sentía solo, distraído, sumergido en sus pensamientos iba cabalgando al ritmo de los demás, hasta que de repente de uno de los arbustos cercanos al camino apareció un mono que con gran maña se las arreglo para robar el colgante de la elfa.

Oliver no pudo mas que mirar como se desarrollaba la escena. Nae con una gran agilidad, preparo su arco y con gran puntería acertó de pleno en el mono, eso a Oliver le entristeció enormemente, un pobre mono abatido por el simple hecho de lo que para el mono seguramente era un simple juego. Esos pensamientos se desvanecieron nada mas Nae empezó a hablar de magia negra.

Mirando a Picco desafiadamente Oliver dijo.... Picco,¿ no te parece raro que desde que formas parte del grupo cada paso que damos alguien nos ataca?

¡¡¡Perdo porque demonios el amuleto de Nae no brilla cuando se acerca el peligro!!!

Cuando la situación se hubo resuelto Calypso tuvo la extraña sensación de haber visto a aquel mono en alguna parte. Puede que simplemente alguna vez hubiera visto un mono de la misma edad y la misma especie, o que en realidad hubiese visto a aquel mono en concreto, no podría asegurarlo, pero la sensación de familiaridad seguía allí...

Picco asistió al incidente del mono con sorpresa. Nunca había tenido unos grandes reflejos para reaccionar en situaciones críticas, pero la elfa parecía no compartir aquella característica, y abatió al mono con un certero flechazo. La pena inundó a Picco al pensar en aquel pequeño mono juguetón, pero se desvaneció cuando Oliver sugirió que él estaba detrás del asunto.

- ¡Pero si soy un mero sirviente! No sé nada de magia aparte de los polvos de fuego que ya conocéis. No sé luchar. No soy un guerrero, ni un mago, ni un clérigo. No quiero conquistar el mundo, ni lograr grandes riquezas. Solo quiero servir a mi nuevo amo y rescatar a su querida familia. Además, nadie nos ha atacado hasta el momento. Habéis sido vosotros los que atacaron a los bandidos, y el mono solo quería jugar con la joya brillante de Nae ¡Si ni siquiera ha brillado! Está claro que no suponía una amenaza...

Ofuscado se giró sobre sí mismo dando la espalda a Oliver visiblemente molesto.

Si no fuera porque la vida de Hannaia y Lía está en juego, abandonaría esta aventura. No estoy hecho para esto y está claro que no soy bien recibido aquí.

Cuando Nae a su vuelta habló, la mirada seria de Sigmund se cruzo con la de Oliver, lo que habían estado ablando horas antes se estaba cumpliendo y no le gustaba tener la razón sobre ello.

Entonces las sospechas sobre Picco volvieron a surgir de los labios de Oliver. Y tal vez tuviera algo de razón, pero no estaba dispuesto a empezar de nuevo una discusión que les retrasaría y les expondría a ataques sorpresa.

-Oliver!! - Dijo con su voz marcial como si diera una orden a un soldado - No ganamos nada con este tema ahora. Además ya teníamos nuestras sospechas de que alguien podía seguirnos ¿verdad?. Bien lo vimos en el puente y la extraña niebla que nos rodeó... y que sepan nuestro camino no es de extrañar ya que en nuestro camino, desgraciadamente dejamos cuatro testigos que podían hablar tranquilamente.

El grupo sabía que Sigmund se refería a su encuentro con los bandidos.

Sea como sea debemos continuar, la magia negra tiene ojos y oídos en toda partes y el tiempo apremia- Tras hablar a sus compañeros los ojos del guerrero se posaron sobre el mediano- El  puerto no está muy lejos de aquí, en cuanto lleguemos a él te dejaremos ahí Picco. Pero espero no encontrar ningún extraño indicio sobre ti durante el camino.

>> ¿En marcha pues? Nae, yo guardaría el colgante.