Partida Rol por web

Adelante, Sigmund. Ubicaremos la charla cuando el grupo retome el movimiento pero podemos rolearla ahora.

Oliver ante las palabras de Sigmund inclino levemente su cabeza a modo de resignacion... Como desees Sigmund, lamento haberte importunado, no volvera a pasar.

No pasa nada buen amigo - dijo esta vez en un tono más tranquilo y calido- Es solo que estas sospechas de nuevo es lo que menos necesitamos.

Sigmund empezo a espolear a suc aballo para avanzar lentamente.

Veras Picco - Le dice Sigmund al mediano habiéndose acercado a este con su caballo mientras subían la ladera de la montaña y observando que nadie les pudiera escuchar - Quiero que entiendas porque quiero que te quedes en el puerto. Desde que has llegado, has sembrado la duda en la compañía, lo siento, nos enfrentamos contra fuerzas poderosas y por mucho que quieras las dudas nunca desaparecerán, y antes de tener más discusiones que puedan acarrear consecuencias por el camino, deseo que te quedes en tierra.

>>¿Que opinas?

Picco se mostró sorprendido cuando Sigmund se acercó a él para hablar en privado, sin embargo, su gesto cambió tornándose disgustado cuando este volvió a nombrar que tenían pensado dejarlo en Port Voynod.

- ¡Pero yo quiero ayudar! Me he esforzado por no suponer una carga para vosotros en el viaje. Recuerda que soy el que más motivos tiene para realizar esta misión, pues estoy directamente involucrado. La familia del duque es mi familia, y no sé que voy a hacer si Lía y Hannaia no vuelven... ¡No podéis dejarme allí! ¿Qué tengo que hacer para que confiéis en mí? ¡Haré cualquier cosa! ¡Pero tenéis que dejarme acompañaros!

Poco a poco había ido subiendo el tono de voz. Sigmund le hizo un gesto para que bajara el volumen, momento en el que Picco se calló y frunció el ceño.

- Al menos podrías someterlo a votación cuando lleguemos a Port Voynod.

Creo que me va a pasar algo malo... o no he visto la rama que tenía delante XD

Al terminar la comida, Áran apenas podía levantarse de lo que había comido. Se sentía pesado y empachado, pero gustoso habría seguido comiendo si no se hubiera acabado ya el jabalí.

-Thorin, dime que todos los enanos no cocinan como tú, porque como toda tu raza sea tan buena en la cocina no conseguirás sacarme a la superficie una vez me lleves a ver una ciudad enana, jaja.

A pesar de las ganas de echarse una siesta que le entraron, Áran reanudó la marcha con el grupo, pero esta vez, entre el cansancio y el empacho, no estaba tan nervioso como de costumbre y se le notaba ausente. Cuando Nae abatió al mono, el chico acababa de salir de su empanamiento monumental.

¡Magia! ¡Y yo distraído! No puedo permintirme ni un solo fallo más como este... ¡Lo próximo podría ser algo más grande que un mono, y posiblemente más letal! Debo estar más alerta.

-No, Oliver, yo no creo que Picco estuviera detrás de esto. Si poseyera poderes mágicos los habría usado para protegerse cuando lo encontramos y lo amenazamos, y no necesitaría polvos para encender fuegos... Sea quien sea, es alguien peligroso, -Áran bajó la voz y se acercó a Sigmund- y creo que tal vez sería mejor dividirnos una vez lleguemos a la ciudad. Así podríamos descubrir si nos sigue una o más personas, y reagruparnos después en el barco, como hicimos en el bosque el día de nuestra partida.

XD, ¡¡que buena!!

^^U

Calypso había disfrutado de la agradable compañía de sus compañeros durante la comida. Más que el sabor del jabalí (excelente por cierto), se sentía bien viendo que cada vez había más confianza e unión entre ellos.

Disfrutó de la veloz cabalgada hasta llegar al zigzagueante sendero que ascendía la colina. El viaje había sido muy agradable en general, con hermosos paisajes, como el dosel de árboles que en ese momento cubría el sendero. Calypso recordó las palabras de aquél viejo sacerdote le dijo antes de morir hace años: "¿Piensas seguir preocupándote y amargándote hasta el finál, o vas a ponerte de una vez a hacer algo que merezca la pena con el poco tiempo que te queda?"

Fuera lo que les deparase el final del viaje, el trascurso del mismo estaba mereciendo la pena. Sólo la estancia en los Robledales ya había merecido la pena: El paisaje. La compañía de aquellos camaradas. Las canciones de Thorin y la música de Nae. La nobleza de Sigmund y Oliver. Incluso la desconfianza de Áran se tornaba poco a poco en confianza.

El suceso del mono pilló por sospresa a Calypso. La situación, le pareció en principio, divertida, hasta que vió lo preocupada que Nae se mostraba ante la péridida de aquél collar, hasta tal punto de disparar al pequeño mono.

¿Un regalo de Lindórië? Interesante.

Tras las palabras posteriores, y la orden de avanzar de Sigmund, Calypso no pudo evitar decir lo que había sentido al ver al mono, mientras empezaban a cabalgar:

 - He visto monos como ese antes, Sigmund, pero no logro recordar donde ni cuando. No sabría decir si era exactamente ese mono o la especie en concreto, pero juro que he visto un mono exactamente igual a ese en alguna parte antes.-

Calypso siguió cabalgando, intentando recordar dónde demonios había visto un mono o así.

Después de dar buena cuenta del jabalí cocinado excelentemente por Thorin, el grupo se puso en marcha de nuevo.

El camino parecía sencillo y avanzaban a buen paso hasta que se toparon con un camino demasiado dificultoso como para ir sobre sus monturas, hecho que hizo que caminasen más despacio.

Mientras Aeldar oteaba el horizonte intentando preveer donde podrían montar de nuevo en sus caballos, el grito inesperado de Nae le hizo girarse bruscamente.

¿Qué ha pasado? ¿Qué era eso? Dijo el elfo sorprendido.

Para cuando se quiso dar cuenta, la joven elfa ya se había ocupado de solventar el problema con el mono, y volvía junto al grupo contando lo sucedido.

Magia otra vez, algo oscuro nos acecha. Pensaba el elfo mirando hacia el cielo, para poco después continuar con el camino sin perder mucho tiempo.

Mmmm.. intereante Calypso- dijo Sigmun mientras seguian avanzando con cuidado a traves de la ladera,- Tal vez el saber donde lo viste pueda ayudarnos en algo, trata de recordarlo y cuando te venga a la cabeza avisanos por favor.

De acuerdo Picco, lo veo razonable - el guerrero asintió- a mí no me importa que nos acompañes, pero si tu presencia pone nervioso a los demás no le puedo hacer nada y tengo que velar por la compañía y la misión, entiéndeme.

>> Entonces pues, al llegar a puerto decidiremos. Sigamos, y no te quedes rezagado, no se sabe que puede ocultarse en la maleza que nos rodea.

El guerrero se alejo poco a poco con el caballo comprobando el estado de los demás y como iba la marcha a través de la escarpada ladera.

Oliver se giro hacia Aran cuando este se dirigio a el con las siguientes palabras:

Cita:

No estoy diciendo que ejerza de mago ni mucho menos, estoy diciendo que tal vez sea un espia trabajando para el enemigo.

Oliver miro a Sigmund porque sabia que no aprobaría ningún comentario mas a cerca de picco por el momento, Lo siento Sigmund, tenia que aclarar esto con Aran.