Partida Rol por web

La Gran Campaña de Pendragón: Período de Anarquía (496-509)

Año 496. La Corte

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19/10/2024, 23:26
(DG)Baronesa Ealasaid Bryce de Cholderton e Idmiston

Hacía mucho tiempo que la Baronesa no veía heridas como aquellas, mucho tiempo desde las últimas veces que estuvo en las batallas de los caballeros pues cuando su esposo Sir Dunn falleció se encontraba lejos del hogar familiar, lejos de sus brazos... Y aún así, con paciencia y mucha cautela la Baronesa fue tratando las heridas de Sir Arthais. Sus manos se movían con cierta destreza y poco le importaba si sus ropas se manchaban de sangre, aunque se había puesto un delantal por encima para prevenir alguna salpicadura.

Una de sus damas la ayudaba y cuando comprobó que las heridas más graves habían sido tratadas como correspondía procedió a lavar sus manos antes de continuar con el tratamiento. Pidió a una de sus damas un pequeño y sencillo cofre. Cuando lo tuvo entre sus manos sacó unas delicadas y curiosas vendas con las que comenzó a tratar el resto de sus heridas. Las vendas tenían un ligero aroma a especies y a algún tipo de bálsamo o ungüento.

Cuando finalmente trató las heridas de Sir Arthais y comprobó que estaba estable, sustituyó los vendajes empleados por unos normales, asegurándose que su estado se mantenía estable y que sus heridas mejorarían. 

Durante el proceso el rostro de la Baronesa era dulce y sincero, preocupándose por el estado del caballero y asegurándose de no provocarle más dolor. Sin duda alguna aquellas manos estaban acostumbradas a la sangre y las heridas, aunque quizás había algo en sus formas que denotaba un conocimiento algo más allá del que debería poseer un dama como ella pero era de las pocas cosas que su madre le había enseñado y antes que a ella su abuela enseñó a su madre y así por diversas generaciones...

Al finalizar con todo volvió a lavar sus manos y miró a Sir Arthais con una cálida sonrisa.

- ¿Cómo os encontráis? 

- Tiradas (2)

Notas de juego

NOTAS: La tirada de primeros auxilios es para no perder el Vendaje de gran efecto. Este objeto, cuando se aplica sobre una herida, concede los Puntos de Golpe necesarios para que el herido suba hasta un total de 10. Después requiere un tratamiento especial (de ahí la tirada). 

Espero haber sido de ayuda ^_^


No he puesto a nadie más porque intuyo que solamente estamos los 2 en el campamento médico. 

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22/10/2024, 03:15
Sir Arthais

Una vez en el campamento médico la baronesa se dispuso a atender las heridas del caballero. Colocó rápidamente un delantal sobre su fino vestido y le indicó donde podría recostarse. Con una maestría sorprendente de inmediato manipuló los viejos vendajes que le habían colocado en su hospital y rápido se puso a trabajar sobre las peores partes. Ciertamente, el combate en aquella emboscada había dejado una dura cicatriz en el abdomen del hombre. La cual no venía sola, dado que también su rostro se había llevado un duro golpe, aunque menor en comparación. 

Admiraba el trabajo de la mujer, la delicadeza de sus manos y la habilidad con la que trabajaba. Se notaba que no era la primera vez que se encargaba ella misma de atender heridas. Ésto tomó por sorpresa a Arthais, puesto que nunca hubiera imaginado que la Baronesa Ealasaid fuese tan diestra en el tratamiento de los heridos. Pero por dentro lo agradeció, debido a que le tranquilizaba en sobremanera notar que estaba en buenas manos. 

Sin embargo, no solo la habilidad destacaba en la mujer. También contaba ella con unos vendajes majestuosos, con los que uno se sentía bien de inmediato cuando era tocado por estos. Y la sensación de bienestar era acompañado por un aroma extraño, medicinal y calmante a partes iguales. Desde luego la Baronesa era una mujer de recursos, y secretos.

Cerrando los ojos, Arthais, agradecía el cuidado, dado que aunque le costase admitirlo, ir con esas heridas al combate sin el adecuado tratamiento podían exponerlo a más peligro del que desearía encontrar. A pesar de la paz que aquello le trasmitía sintió una mirada posada sobre él y abrió los ojos para encontrarse con la cálida sonrisa de la baronesa que le preguntaba cómo se encontraba. El hombre, un poco apenado por su distracción no demoró en responder— A decir verdad, bastante bien. —Se reincorporó— sus manos obran maravillas. No me había sentido tan bien desde aquella emboscada. Casi ni siento el ardor en las heridas. —Se contempló a si mismo—. Vaya sorpresa. Es usted una mujer muy preparada. Admiro vuestra devoción por las artes curativas. —Y cubriéndose nuevamente con la armadura agregó— Veo que la condesa hace muy bien en rodearse de personas tan valiosas. —Y le dedicó una amable sonrisa. Luego se acercó hasta ella y tomándole suavemente ambas manos dijo— Gracias, no olvidaré vuestro amable gesto. 

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22/10/2024, 14:03
(DG)Baronesa Ealasaid Bryce de Cholderton e Idmiston

Las mejillas de la Baronesa se sonrojaron levemente cuando el caballero tomó sus manos, desvió también su mirada pues no creía pudoroso contemplar más al hombre.

- Me alegra oírlo... - Respondió con una pequeña y tímida sonrisa - Mi familia ha transmitido ciertos conocimientos para con los cuidados de la batalla... Y, habiendo sido esposa de dos caballeros debí potenciar dichas habilidades, por el bienestar de mi familia... - Sus mejillas se sonrojaron un poco más ante sus palabras - No soy tan valiosa para la Condesa... Simplemente soy una de las damas que ha sobrevivido a los muchos trágicos eventos que han azotado nuestro reino y como tal, mi deber es velar por quienes luchan por protegerlo... Es lo menos que puedo hacer... 

Ella no era útil en batalla alguna, más bien podía ser un estorbo al hacer que los caballeros se preocupasen por su seguridad, así que había aprendido que lo mejor para ellos era tratar sus heridas y asegurarse que se mantuvieran sanos para las batallas que les esperaban y más en un entorno tan inestable como el que se encontraban en la actualidad. 

- Es lo mínimo que puedo hacer... - Dijo negando con la cabeza - Vos protegéis y lucháis por el reino, por nuestras tierras y familias... Considerarlo mi forma de agradeceros por vuestra labor... 

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27/10/2024, 09:36
Sir Arthais

Al notar pudor en la baronesa no tardo en soltar sus manos. Aunque lo hizo de forma suave y lenta, tomándose algo de tiempo para evitar cualquier malentendido o descortesía. Luego le dio un poco de espacio para que pudiera expresarse. Escuchó sus palabras y notó como se volvía a sonrojar ante sus halagos—. Es una pena que la condesa no se de cuenta de lo valiosa que son sus damas. —Sonrío amablemente— A pesar de vuestra modestia, baronesa, permítame decir que vale más de lo que está dispuesta a aceptar. Y el día de hoy ha hecho mucho por el condado. —Comenzó a dirigir sus pasos hacia fuera del campamento médico— Tampoco soy el más indicado, y tras las pérdidas del último año, me toca a mi llevar responsabilidades que en otros contextos diría que me sobrepasan. Sin embargo aquí estamos dando cada uno lo mejor de si para el bienestar del reino. —Suspiró pesadamente, como descargando una profunda preocupación— Esos jóvenes ahora dependen de mi a pesar de todo... —Levantó la mirada, volviendo a ver a la mujer— ¿Quién lo diría? Hace tan solo un año, yo mismo podría haber pasado por uno de ellos. Estos tiempos convulsos nos cambian a todos. —Con una sonrisa amable, dijo— Procuraré cuidar de su esfuerzo, y —señalándose, agregó— esmerarme por evitar más dolor en este cuerpo mío. Así tendrá menos preocupaciones en el futuro que ya ha hecho mucho por esta desafortunada tierra. —Sonrío— Espero pronto nuestro destino cambie y haya algo de luz para el reino. Aunque, con las últimas novedades difícil lo veo. —De pronto cambio de actitud y de tema— Y me voy, que es usted una dama con muy buena conversación pero esos jóvenes me están esperando. Será mejor que no ponga a prueba su paciencia. 

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27/10/2024, 13:45
(DG)Baronesa Ealasaid Bryce de Cholderton e Idmiston

La Baronesa Ealasaid sonrío amablemente con una sonrisa antes de que Sir Arthais partiera.

- Tened cuidado y recordad que cuando regreséis estaré en el hospital de Idmiston por si vos o algún otro caballero necesita de atención. Que Dios os acompañe y guarde. 

Era extraño conversar animadamente con los caballeros, recordaba años atrás cuando apenas era capaz ni de mirarles a los ojos... Mucho había pasado ya y las palabras de Sir Arthais eran dolorosamente ciertas... Muchos jóvenes habían tenido que crecer demasiado rápido para ocupar los lugares que antaño ocuparon caballeros más curtidos... Eso le hizo pensar en su pequeño Connor y en cómo estaba destinado a ser también un caballero como lo fue su padre... Solamente quedaban con ella 5 de sus descendientes directos pero el destino, o Dios, había querido que se convirtiera en madre también de la hija de Edward y del hijo de Dunn, así como de su pequeño sobrino...

Suspiró con cierto pesar, añorando otros tiempos más cálidos y comenzó a recoger el lugar antes de pedirle a su dama que regresaran a la corte y después a casa, con su familia... ¿Cuántos más tendría que ver perecer? Ese era un dolor que la acompañaría siempre...  

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29/10/2024, 12:26
Sir Arthais

Se detuvo por un momento, contemplando a la mujer, y sin querer incomodarla agregó— Lo tendré en cuenta. —Con ello abandonó el auspicio para reincorporarse a la tropa. 

Sus propias palabras y las de la baronesa le habían dejado pensando. Estaban contemplando el rápido fluir de tantos acontecimientos y vivían como podían en medio de una tormenta de desgracias. En su familia había quienes contaban con su regreso y allí en el campo, montado en sus corceles, media docena de hombres esperando sus ordenes. Cambió su rostro por uno más propicio, e incitando a la comitiva, partieron hacia el sur. Sin embargo, Mientras se alejaban del campamento medico, se preguntaba si alguno de aquellos hombres tendría que visitar aquel hospital en Idmiston y más aún, se preguntaba, cuando sería el momento preciso para decirles aquello. Puesto que pronto se verían cara a cara con sus más férreos enemigos y quizás no todos saliesen indemnes de ello.