Partida Rol por web

Uuuuuuh tema nuevo, casa nueva y vida nueva. hacemos limpieza. 

En este tema solo vamos a tener alegrias de tiradas buenas, economías florecientes y niños sanos, ya verás.

Eh, uno puede soñar, no? ;)

Sueña, sueña... Que mi suerte con los dados es pésima como jugadora y mortal como máster XD 

Esposa, parto para seguir la comitiva del Conde. Antes de hacerlo me gustaría discutir contigo como afrontamos la siguiente visita de la corte. 

No parecían muy contentos esta vez así que quizás, viendo lo que nos ha costado esta vez, y los costes del nuevo campo de justas, se puede pedir al conde que reconsidere la visita de mayo, o que la haga más corta. 

¿Creéis que debo plantearlo para el beneficio de su corte, o quizás intentar que sean ellos los que decidan no venir? Lo segundo es más difícil, pues requiere hacer sugerncias veladas a varios miembros de la corte, mientras que un mal paso en la primera opción nos hará perder prestigio con el conde directamente. Pero quizás mejor eso que tener que vivir de rentas como un judío el resto del año. 

Besó los labios de su esposo con dulzura esbozando una cálida sonrisa.

- Tened cuidado... No soportaría perderos también a vos... En cuanto a la visita del Conde y su séquito... Creo que no disponemos de las mejoras y recursos ideales y necesarios para su comodidad... Podríamos intentar que sea el propio séquito, incluso la propia condesa, la que le solicite al Conde retrasar la visita hasta el próximo año o hasta que el señorío mejore su capacidad para albergarles y acogerles... También podéis usar la visita anterior para disculparos con él y decirle que estaríais encantado de recibirle en el señorío cuando lo hayamos acondicionado mejor... 

Edward reflexiona unos instantes. 

Creo que hablaré con el conde. Me conoces y sabes que ir como un Sajón a escondidas no es mi estilo. Aunque tenga un precio creo qie ser honestos con nuestro sire es la mejor opción.

Asintió a las palabras de su esposo.

- Así sea Edward... Os apoyaré en todo cuanto necesitéis... 

EDIT: este post de hecho iria en Año 487. Primavera (Marzo) ya que me he colado de tema. Perdon master

Edward se reune con el conde roderick en las tierras de Sir Floridas. es bien recibido entre los caballeros, aunque la condesa le pone mala cara inicialmente y los caballeros le hacen chanzas sobre dolor de espalda y si sabe lo que es un jergón de paja en vez del duro suelo. 

Su buen talante y su buena predisposicion hacia el conde hace que cuando le plantea la situacion economica delicada de los señoríos por tener que afrontar la construccion del campo de liza sea bien recibido. ¡Desde luego los Bryce se han puesto a construirlo nada más llegarle la petición del conde! No es el caballero más hospitalario de Britania, peor si uno claramente volcado en los deseos de su Sire. O esa es la primer aimpresión que causa en la corte itinerante de los condes. 

Los pasos de las botas del caballero resonaron en la piedra del piso. Recorrió cada pasillo recordando cada uno de los momentos importantes que había pasado en ellos desde que se había casado. Cada escena, cada recuerdo, brotaba en su mente como el rocío de la mañana.

Siguió su camino en dirección al lecho conyugal, hasta llegar a la puerta. Pasó las puntas de sus dedos por la madera de la puerta cerrándola. Con suaves pasos se acerco a su esposa, la dama por la que bebía sus vientos y en un gesto sencillo puso una rosa en el regazo de esta. Mientras sus dedos se encontraban con los de ella en una caricia. Subiendo rozando su brazo, con la punta de estos como si de un rayo resultase el solo contacto con su piel

-Permítame entregarle la segunda flor más bella de este jardín, pues la primera es la que sostiene mi brazo.-repitió aquella frase, pronunciada ya en el pasado pero que fue el comienzo de su unión.
Sonrió un poco con nostalgia mirándola a los ojos. -Hace tanto tiempo ya de aquellos jardines, pero siento como si fuera ayer. Y lo que sentí en aquel momento  ha seguido conmigo día a día.- Dijo con suaves palabras cargadas de sentimientos pero seguro de si mismo, puesto que las emociones  cargaban sus frases. Acaricio la mejilla de su dama mirándola a sus ojos de nuevo.

-Cada día que despierto, en cada golpe en el fragor de la batalla y cada segundo recuerdo la suerte que tengo de tenerte a mi lado.-pronunció y se acostó junto a ella. -Mis deberes me han apartado mucho tiempo de tu lado, pero por fin estoy junto  a ti. Se que ha sido duro y que has pasado por muchas cosas, -dijo cargado de sentimiento.
-Solo cuéntame como ha sido este tiempo, como has estado, Que ha pasado? Quisiera escuchar de tus hermosos labios tu hermosa voz de nuevo. Comento esperando con toda la atención en ella

Ealasaid se encontraba sentada en cama, moviendo la cuna del pequeño Ewan cuando escuchó la puerta abrirse. Por los pasos no podía tratarse de ninguna de las sirvientas, tampoco ninguna de sus damas y mucho menos alguno de los guardias. Por tanto, solamente podía ser su esposo que regresaba de alguna de sus incursiones.

La joven permanecía con uno de sus elegante camisones y sonrío con dulzura al escuchar las palabras de su esposo y verle de nuevo allí.

- Edward... - Tomó la flor con delicadeza - Si, tiempo ha pasado ya...

Ladeó la cabeza para atrapar la mano de su esposo mientras la acariciaba con la yema de sus dedos mientras se dejaba llevar hasta quedar recostada junto a su esposo, con la cabeza apoyada sobre su pecho sin dejar de acariciarle.

- He estado gestionando los señoríos, logré contratar guardias con el poco dinero que tenía ahorrado y espero que poco nuestras cosechas mejoren... - Suspiró - Y... Hay algo que me preocupa Edward... Berwick St. James está bajo asedio... Envié dos misivas a Sir Aidan y Sir Leomie, con la esperanza de que acudan en su ayuda... Deberíamos ayudarles... Si los sajones vencen allí o escapan... estarían de nuevo a nuestras puertas y no quiero perder a nadie más... No de nuevo...

Los dedos del caballero acariciaron el pelo de su esposa,jugando con sus cabellos con delicadeza.

Luego olió su fragancia y depósito un suave beso en ellos.

No te preocupes más puesto que iremos en socorro de nuestro amigo. Nadie llegará a nuestras puertas,y de hacerlo nunca pondrán un pie en nuestra casa. Dijo con decisión,como alguien que sabe es cierto.

No dejaré que nadie lastime a ti ni a los niños,pues soy mi familia. Y como que existe el Sol y la Luna nada dejaré que os suceda. Dice tras lo que toma suave el rostro de su esposa entre sus manos y se agacha acercándose a ella.

Uniendo sus labios en un beso tierno en principio y apasionado al terminar.

Se que he estado ocupado mucho tiempo y que quizás no te he podido dedicar la atención que mereces. Pero eso acabo,estoy contigo y quiero aprovechar cada segundo que pase a tu lado. Le dijo mirándola a los ojos con decisión 

Sus ojos estaban fijos en los de su esposo, mirándole con aquel afecto que había ido naciendo en ella desde que se habían prometido y el volver a tenerle a su lado hacía que se sintiera de nuevo dichosa y completa.

Disfrutó de su tacto, del contacto de sus labios y de la pasión que le transmitía con sus gestos. De nuevo tenía a su esposo en casa... 

- Ah, se me olvidaba... Di la orden de que no dejaran entrar a nadie de Diton ni en Cholderton ni en Idmiston... Las tierras de mi viejo amigo Ewan, que Dios lo tenga en su gloria, y de mi querida Mollie han contraído la peste... No sería prudente que nadie entrara y si alguien se acerca he dado orden de que lo dejen aislado unos días... Pero, no podía abandonarles, así que envíe un sanador para que paliara su mal... 

Sentía que debía contarle todo aquello a su esposo, pues había sido la primera vez que había tenido que gestionar los dos señoríos y además, no sabía si había visto las nuevas perreras y los nuevos animales que las habitaban ahora.

Sintió los ojos de él sobre ella y sonrío con aquella dulce timidez que le daba ese aire inocente a su rostro.

- El lecho se ha sentido vacío y frío sin la presencia de mi esposo... 

La joven ya se había acostumbrado a la diferencia de altura de ambos y la envergadura de su esposo le resultaba atractiva y exótica. 

Acarició la mejilla de su esposa mientras atendía a lo que decía cada gesto y palabra de ella atento.

Una desgracia la peste,ese médico espero ayude. Más mejor que no se acerque a nuestras tierras o a ti. Aquellos que sanan a veces también enferman. Se le notaba preocupado sobretodo por ella.

Has hecho bien, es lo que me gusta de ti cualquiera podría quedarse solo con tu increíble belleza,pero tu inteligencia está a su altura.

Besó sus labios , luego estos  llegaron a su cuello besándolo y pasando su lengua por este despacio mientras su diestra acariciaba el interior de sus muslos.

Ahora que estoy aquí ya nunca lo sentirás frío ni vacío,mi señora. Te he echado de menos dice susurrando a su oído y mordiendo el lóbulo de su oreja.

Empezando a quitarle el camisón y el resto de ropa que llevara,aparte de quitarse la suya propia. Besó sus pechos mientras sus manos acariciaban de nuevo el interior de sus muslos 

Ardo en deseos de volverme uno contigo, tomarte toda la noche hasta la extenuación. Y sentirte, tú también añorabas mi calor?  Pregunta acariciando uno de sus pechos estimulandolo mientras levanta uno de sus muslos y penetra en su sexo.

Notaba que lo que en un principio era solo deseo cada segundo aumentaba en el como el hambre de un lobo 

Empezando a moverse desde más despacio hasta cada vez más profundo en ella.

La cercanía de su esposo, el calor de su cuerpo y el tacto de su piel habían quedado relegados desde que había dado a luz y él había estado fuera por la guerra pero ahora, ahora volvía a sentir todo aquello que él había despertado en ella, provocando que sus caricias la hicieran jadear muy ligeramente. 

- Hasta que la guerra vuelva a apartaros de nuestro lado...

Susurró entre jadeos mientras él se deshacía de su camisón hasta quedar su hermoso y joven cuerpo completamente desnudo ante la impresionante altura y complexión de su esposo. 

- Soy vuestra Edward... Y os he echado en falta... ¿Cómo podría resistirme?

Un gemido de placer escapó de su garganta al sentir como él entraba en su interior, un gemido que intentó contener y ahogar para no despertar al pequeño Ewan. 

El comenzó a pasar su lengua y sus labios por el cuello de ella y sus manos rozando su cadera,sus muslos sus pechos. Lamiendolos y acariciándolo cada parte de su ser buscando hacerle sentir escalofríos de placer.

Movió las caderas de esta como guiando la para que le atrapaste entre sus piernas. Mientras posó las manos en la nuca de el.

Déjame que te guíe.

le comento mientras entro en ella dando un par de golpes más entre sus muslos llegando más profundo en ella la tomo y se movió poniéndose debajo suyo.

Yo te guiaré prueba como si estuvieras cabalgando pero de forma más suave te costará al principio. Mientras las.manos de el acariciaron y aralaron la espalda de ella y luego sus muslos.

Se irguió un poco besándola y mordiendo suave su cuello.

Yo te indico si lo haces bien luego podrías intentarlo a horcajadas. Probemos nuevas cosas cosas,solo pienso que tú disfrutes.

El menudo y sensual cuerpo de la joven estaba pegado al de su esposo y cuando él se adentraba aún más profundamente en su interior jadeaba de placer. Aunque cuando él se movió hasta quedar por debajo de ella lo miró extrañada y algo confundida pues aquella no era la forma que Dios marcaba... En otras ocasiones habían hecho cosas alejadas de sus principios pero lo de aquella vez era extraño y no sabía de dónde había salido aquello en su esposo ni el por qué.

- Si...

Después de todo poco más podía decir pues aquello era nuevo para ella y aún así se sentía bien, diferente y placentero... Poco a poco fue incorporándose, irguiéndose ligeramente para comenzar a moverse sobre él, imitando ligeramente los movimientos que hacia sobre su montura y sintiendo como él entraba y salía de su interior mientras su cuerpo subía y bajaba. 

- ¿Por qué... Por qué esto... Edward...? - No había tono de disgusto en su voz, solamente duda y curiosidad - ¿Qué... qué ha... pasado...?

Quería creer que simplemente la había echado en falta, no que había vuelto a caer en yacer con otra mujer que no fuera ella, aunque lo hizo antes si quiera de haberse comprometido ambos... 

El se incorporo poco a poco al escuchar sus palabras entre sus gemidos. Parando un poco paso su dedo entre los labios de esta, luego la besó y mantuvo su frente contra la suya parando y abrazándola. Sin dejar de mirarla a los ojos le dijo.

-Te echaba tanto de menos que rezaba por estar junto a ti cada día y cada noche. Entiendo que te sientas confusa si te molesta podemos parar. Simplemente no podía pasar sin tenerte en mis brazos y quería entregarme a ti como tu a mi.-termino con total sinceridad en sus palabras y su mirada. 

Habia combatido y sangrado pero cuando la miraba a los ojos sentia que por ella pasaria por todo  sin dudarlo de nuevo

Devolvió el beso con cariño y afecto mientras su pecho subía y bajaba por la excitación.

- No... No me molesta... Todo... Todo lo contrario... Simple... Simplemente te he añorado demasiado... - Sus manos acariciaron su cabello mientras en su rostro se dibujaba aquella dulce y cálida sonrisa que él hacia nacer en ella - Te he añorado... Cada noche, cada día, cada paseo... Temía que no regresaras a mi...

Besó sus labios con pasión pues lo amaba, lo amaba como nunca había amado a nadie y su corazón se encendía con cada una de sus palabras y sus caricias, incluso una pequeña lágrima resbaló por su mejilla.

- Prométeme que siempre regresaras a mi... A nosotros... 

El acarició su espalda despacio como si fuera un paño.de seda suave. Mientras devolvía esa pasión y ese  beso con sentimiento,con una pasión y una necesidad de ella.

De sentirla con él y volver a compartir cada segundo juntos.

Sus dedos se posaron en la mejilla de ella y sus labios besaron sus lágrimas como un gesto de amor infinito.

No llores mi amor,solo hazlo de felicidad. Cómo yo lo hago cuando pienso en lo mucho que le debo a Dios por habernos encontrado. Dijo con absoluta sinceridad.

 Siempre volveré a ti a nosotros porque: siguió mientras ponía su mano en el pecho de ella y la cabeza de esta en su pecho.

Escuchalo igual que yo noto el tuyo.Somos almas gemelas,dos corazones que laten al unísono por el mismo amor. Y juro ante Dios que solo la muerte nos separara,y solo hasta el día que volvamos a encontrarnos ante el altísimo. 

Siempre y para siempre,te amare. -​​​​​​-dijo mientras la estrechaba notando ella el corazón enamorado desbocado de el

Su latido, tan cercano y vivo de nuevo... Aquel dulce sonido que traía los hermosos recuerdos que en tan poco tiempo habían creado juntos. Su calidez, su voz y el mero roce de sus manos provocan una plácida sensación de familiaridad y afecto.

- Y es de felicidad, mi amor... La dicha me llena, especialmente al tenerte de nuevo a mi lado.

Con la cabeza apoyada en su pecho sonrió con cierta picardía.

- ¿Qué te parece si practicamos un poco para traer un nuevo miembro a nuestra familia? - Acarició su mejilla - Te amo Edward...