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Origen

Los anales de la familia Bellienus alcanzan hasta finales del siglo III dC, pero los eruditos, o el interés familiar, prolongan el linaje hasta los tiempos del emperador Claudio. La leyenda familiar señala a Quinto Bellus fue un general de las legiones romanas de Claudio en la invasión de Britania, y que la familia se estableció en las tierras conquistadas desde entonces. Dejando de lado la leyenda, lo más probable es que la familia tuviera un origen britón, siendo romanizados tras el paso de los siglos.

Sea cual sea la verdad, la familia Bellienus se enorgullece de haber sido verdaderos romanos durante generaciones, servidores del poder romano y poseyendo una dilatada trayectoria surtiendo al imperio con soldados, escribas y, sobretodo, hombres de medicina. Los hombres y mujeres del linaje familiar siempre han tenido una tradición en las disciplinas médicas, llegando a estar presentes en las grandes cortes locales como médicos de confianza.

Cuando se nombró a Constantino como emperador, la familia Bellienus se alineó sin dudar con el recién nombrado emperador y, posteriormente, con su hijo Constans. Esta lealtad le llevó a oponerse al gobierno de Vortigern, y sufriendo enormemente. Mucha de la influencia y poder conseguido se evaporó bajo la tiranía del nuevo monarca, pero la esperanza se recuperó con el desembarco de Aurelio Ambrosio enseguida provocó que los Bellienus se aliaran con el legítimo rey de la isla.

Durante las décadas posteriores, la familia Bellienus ha estado siempre aliada a los monarcas del linaje de Constantino. Aunque esta lealtad siempre ha venido acompañada de una exigencia muda, la exigencia de regresar a las viejas costumbres romanas, la vuelta de un mundo que ya pasó. Para muchas familias, la pompa y el protocolo romanos de los Bellienus es una suerte de anacronismo o reliquia de tiempos pasados.

Antecedentes inmediatos

El abuelo de Lucianus, Zósimo, serviría el rey Constantino durante un prolongado período defendiendo las tierras de los asaltos de piratas y demás incursiones. La vocación familiar era, originalmente, una moderada habilidad para la navegación que se iría cultivando con el paso de las décadas. Cuando Constantino murió asesinado por sus hombres, Zósimo enseguida apoyó la proclamación de su hijo Constans pudiendo asistir a la coronación del nuevo monarca de Logres. El nuevo reinado no fue tan prometedor como parecía, Constans moriría asesinado por los pictos que debían protegerle precipitando al reino a un período oscuro.

Zósimo, bajo el gobierno el rey Vortigern, siguió luchando contra las numerosas incursiones que azotaban las tierras britonas a pesar de ser herido en alguna de estas contiendas. Fueron tiempos violentos para el abuelo de Lucianus, pues en esa época un enorme ejército combinado de brigantes y pictos descendió sobre Logres arrasando todo a su paso. Zósimo luchó con coraje en numerosas batallas y terminó destacándose en la Batalla de Lincoln del año 446 donde sería recompensado con una bandeja de plata.

Con esta victoria Vortigern asentaba su poder, pero Zósimo nunca confió en un rey que no poseía linaje romano y estos temores aumentaron cuando el Alto Rey empezó a favorecer a los sajones por encima de sus legítimos súbitos, a pesar de haber sido invitado a asistir a la boda de Vortigern y Rowena. Esta abdicación, bajo el punto de vista de Zósimo, provocó que este apoyara a la facción disidente cuya influencia crecía día tras día.

A causa de su afiliación, Zósimo sería enviado junto a otros disidentes a morir en la Galia cuando Vortigern respondió a la llamada de ayuda del comandante romano Aecio para combair a los hunos. El abuelo de Lucianus combatió en la legendaria Batalla de los Campos Cataláunicos y regresó colmado de gloria a Bretaña, allí, manteniendo su desconfianza hacia Vortigern, se unió al hijo de este, Vortimer, quien prometía devolver el honor y estatus a los romanos y britanos de Logres. Pero Zósimo nunca volvió a combatir, murió de viejo y fue sucedido por el padre de Lucianus, Austinus.

Austinus cumplió con la última de su padre, aunque reacio, a unirse a la rebelión de Vortimer. En esa época la familia Bellienus se establecía definitivamente en la isla y Austinus se convertía en su cabeza de familia, justo para el estallido de la rebelión en la que el padre de Lucianus participó en la Batalla de Stonar expulsando a los sajones a sus barcos. Austinus seguiría a Vortimer en las batallas venideras, como la Batalla de Ebbsfleet, pero en esta el rey acabaría mortalmente herido y, presuntamente, envenenado por su madrastra Rowena. Furioso con la muerte de un rey que prometía volver a las viejas costumbres, Austinus juró odio eterno a los sajones.

Arrastrado por su odio, Austinus llevaría la guerra de forma sistemática a los sajones, pero la debacle del que ya veía como un traidor, Vortigern, arrastró al despedazamiento del reino. Pero la llegada de Aurelio Ambrosio con la pretensión de recuperar su legítimo puesto provocó que Austinus viera esperanza, mostró abiertamente su apoyo a la pretensión de Aurelio y acabaría combatiendo bajo su estandarte en la Batalla de Maisbeli donde lo herirían de gravedad y lo dejarían postrado en la cama para el resto de su vida.

Austinus viviría una existencia miserable, furioso por no hacer nada más por su rey, queriendo expulsar definitivamente a los sajones de Bretaña y viendo como su vida se iba apagando año tras año. Moriría poco después de concebir a Lucianus, que crecería escuchando las historias de las gestas de su padre y su deber como último heredero de un linaje que se remontaba a los tiempos de Claudio. Aunque su madre volvió a casarse y tuvo hermanastros, Lucianus ha mantenido viva la llama de la pesada carga que porta sobre sus hombros, una carga que hacer palidecer la ya de por si exigua familia Bellienus.

Me quedo a tu disposición pues :D