Partida Rol por web

Declani hizo un puchero al ver que el Espíritu la ponía a elegir entre los objetos que pensaba que pudieran serle útil. Pero, ¿cómo podía decidir qué exactamente podía serles útiles en ese momento? El arco y las flechas le servirían para intentar defenderse del troll, aunque probablemente no sería lo suficientemente eficaz; mientras que la lámpara podría no sólo ayudarles ahora sino en el futuro, y sin embargo nada le prometía que les fuera a ayudar contra el problema del momento. Fue escuchando las peticiones que iban dando cada uno, Zinny había pedido algo que les sería útil ya, mientras que Ricky pedía algo que le sería útil en el futuro. Freddy parecía estar de acuerdo con lo que decía de la lámpara, y su otra opción también era útil.

¿Qué pedir?

No tenía tiempo, y ni siquiera tenían forma de sa... lir... del... Claro.

-¡Un gancho con cuerda para escalar que siempre se enganche!- Pidió finalmente la hobbit. Podía desear muchas cosas, pero si no lograban salir primero del pozo, de nada les serviría.

- Esssstá bien, osssss lo concedo. - dijo el Espíritu del Pozo. El agua burbujeó, pareció bullir y tres objetos salieron despedidos desde el fondo del pozo y cayeron a los pies de Zinnia.

La joven Hidalgo vio que eran una cuerda enganchada a un garfio de varias púas (la elección de Declani), una lámpara de plata que parecía de manufactura élfica por la gracilidad y maestría de sus acabados, y un pequeño anillo con un zafiro engarzado que tintineó en el suelo mientras daba saltitos por entre las piedras.

- Mucha sssssuerte, jóvenessss hobbitssss, y ojalá lleguéisssss a tiempo a la ceremonia del casssstillo Damalba. - El rostro del pozo comenzó a perder consistencia y a desdibujarse en el fondo. - Sssssalid, ssssalid y corred, corred, por losssss bosssquesss y lassss colinasssss. Y hacedlo rápido, puessss essssse troll no parece muy sssssimpático...

Con esas palabras, el rostro desapareció, la luz que emanaba del pozo comenzó a apagarse por momentos y, en la sala, se escuchó un crujido cuando el cerrojo de la puerta que habían tratado infructuosamente de desbloquear se abrió con un chasquido. La puerta se abrió y Zinnia, la única hobbit que estaba fuera del pozo, vio cómo desde el exterior se filtraba la luz de la luna...

... y desde el pasillo por el que habían llegado se arrastraba una forma enorme y de rasgos humanoides, pero deformados y grotescos. O eso es lo que le pareció, puesto que ahora que la luz del pozo menguaba, era difícil distinguir nada a medida que la oscuridad iba llenando la sala. Pero un troll debía ser, pues le precedía un olor porcino, unos movimientos espasmódicos mientras trataba de arrastrarse por un lugar demasiado estrecho para su envergadura y una serie de horribles gruñidos y maldiciones. Si no era un troll, era algo igualmente grande, feo y maligno. 

El espíritu del pozo cumplió con su petición, y Declani vio primero con alivio y luego con espanto como la cuerda salía del agua y subía, subía... Se llevó una mano a la frente, rodando los ojos. ¿Cómo pretendía que usara la cuerda cuando ésta estaba fuera del pozo? Se apresuró a mirar hacia arriba. -¡Zinnytiralacuerday...!- El resto de las palabras de la pelirroja no llegaron a escucharse, quedando cubiertas por el estruendo que anunciaba el temible momento: el trol se hallaba en la misma habitación que ellos. La chica tragó fuerte.

-Zin, muévete muy lentamente y lanza la cuerda por el pozo.- Dijo la chica, rezando porque la criatura no se percatara de la presencia de su amiga, no quería dejarla sola allí afuera sin poder darle una mano en contra de aquel ser.