Partida Rol por web

Naya se sonrojó ante las palabras del muchacho y tras darle un empujón amistoso se escondió detrás de la jarra mientras fingía beber un gran trago

Observó al hombre que acababa de llegar, el porte y la seguridad con la que hablaba le pareció curioso, había probado el vino en casa de Kilyan y le pareció algo asqueroso, le comentó que estaba hecho de uva y se dispuso a probar estas, no había comparación con el liquido que le habían dado a beber minutos antes, así que ni miró la jarra tras ver el contenido que esta traía en su interior.

Miró a Puño de Hierro fijamente. Disculpad, decían mientras se acercaba que usted era el comandante de la guardia negra, podría hablar con usted después de que termine su descanso?, quisiera inscribirme.

Al llegar yo el silencio y los secretos hacen que frunza el ceño. ¿De qué pasta estaban hechos estos aspirantes? Y sólo una toma vino. Un leve gruñido desde lo más profundo de mi garganta reverbera y termino por bufar y mirar al último de los aspirantes, al que hoy mismo he dado el beneplácito para acceder a la Guardia y de un modo seco, hablo.

Bebe, recluta.

No era una sugerencia, un poco de vino le vendrá bien. Bufo por la nariz mientras me llevo otra cucharada a la boca. No obstante, el chico albino interrumpe... y su cara no me suena, de modo que le miro extrañado. Otro candidato.

¿Por qué nadie llega a tiempo?

Mascullo algo malhumorado. Eran unas reglas sencillas ¿qué tan difícil eran de conseguir? No obstante, dadas las circunstancias, me veo obligado a ceder un poco.

Después de comer puedo dedicarte diez minutos.

Sonreí a ver al imponente moreno que se acercó a la mesa.- Puño de Hierro! Ha ido fatal, trazamos menos que un niño con témperas. 

Me levanté a coger la Jarra y servirme un buen vaso de vino. Si el bebía y nos ofrecía por que no íbamos a beber nosotros? Miré a los demás mientras tragaba poco a poco el dulce licor. Pero estaba extrañado, todos parecían demasiado serios y la verdad es que lo poco que conocía a puño de hierro le había parecido una persona agradable. 

Venga tíos. Que solo es vino! Que no nos vamos a morir!

Flit le devolvió la llamada al Puño de Hierro. Su tono seco y apremiante, del que está acostumbrado a ser obedecido, no admitía réplica pero aun así no iba a beber. Una vez probado lo que le hacía el alcohol no iba a envenenar su cuerpo con esa ponzoña sin un buen motivo.

"No mi comandante. Va en contra de mis costumbres....El alcohol solo nubla las mentes..."

No obedecer al comandante supremo era una locura, pero, a fin de cuentas, el entrenamiento empezaba al día siguiente.

Veo que ha llegado un hombre de apariencia intimidante y muy alto, los cuales se siente en la mesa en donde esta la mayoria de los interesados en ingresar a la guardia negra.

Por mi parte no le doy mas atencion, y solo me concentro en alimentarme que hoy tengo un hambre demaciado grande. Que estos trazamiento fallidos del dia de hoy, me ha dejado con el estomago vacio.

Ren¿por dónde anda Lennart que no me postea?

Cuando llegó su turno tomó la jarra de vino y la cató con un trago, bien por sed o por conveniencia, había sido un trago bastante largo. Tras eso limpió sus morros con la manga y la pasó al siguiente. 

-Ha ido bien, dentro de lo que cabe. Algunas cosas las llevamos mejor que otras. -Comentaba mientras recogía unas gafas verdes que colgó en el cuello de su camisa, a simple vista, era el único que las tenía. - ¿Vamos todos después de comer o nos ceñimos al horario? -Preguntó mientras miraba al comandante.

La joven entra de nuevo en el comedor,con gesto serio y se dirige a vosotros cuando se da cuenta de que el Comandante está all.Su mirada se dirige unos instantes a la mesa donde los chicos de la Guardi Negra están antes de encogerse de hombros y sentarse junto a Kip y a Kile

-"Hola,Comandante"-saluda con respeto la chica mientras cogía su plato,ya frío

Yo sí que me tomaré un vaso de vino.  -dije alegremente cogiendo la jarra y llenándome el vaso.

Eda no había acudido cuando la llamé, Quizás no me haya escuchado

Yo me acercaré al entrenamiento de la Guardia Negra por la tarde también. Me inscribiré como recluta. ¿Quién más se apunta? - comenté a los demás.

Muchos de nosotros habíamos mostrado interés en alistarnos en la Guardia Negra y esperaba compartir clases con algunos de ellos para ir estrechando lazos.

Cuando llegó la jarra a el paso directamente al siguiente, estaba de acuerdo en lo que había comentado Flit sobre el vino y sobre sus efectos y tenia malos recuerdos de cuando lo probó, cosa que no quería repetir, más estando interesado en inscribirse en la Guardia Negra.

Respondiendo a Threkor. Yo estoy interesado en alistarme ya se lo comuniqué al comandante. Espero tengamos la oportunidad de ser parte de esta.

Terminó su plato y espero que Puño de Hierro le indicase donde ir para hablar con el.

Dedicó una breve mirada a la joven que se sentó y luego volvió a su comida, como si nada. Aunque sospechosamente silencioso para lo bocazas que tiende a ser, quizá, dada la presencia del comandante haya decidido no chismorrear. Tan solo dedicó unas palabras a Threkor.

- Llevo contigo desde antes que el Trillador, no rompamos la costumbre. -Le dedicó una ligera sonrisa antes de seguir comiendo, ya en absoluto silencio.

Cuando Kile habla explicando la clase, me limito a encogerme de hombros.

Bueno, sois niños al fin y al cabo.

Una sonrisa seca es cuanto les ofrezco como consuelo a mis palabras, pero las verdades eran directas. Era un grupo de chiquillos que iba a entrar en una guerra. En mi reflexión decido pasar por alto la irreverencia de Flit, al fin y al cabo no era algo vital y el chico había demostrado tener cerebro... aunque iba a enseñarle disciplina, le gustase o no. Y parece claramente que no.

Mejoraréis.

Aseguro, añadiendo, justo antes de fijar mis ojos en Anthor.

Ceñíos al horario. La disciplina es parte de la Guardia Negra.

Y entonces es cuando me percato en la última chica que habla. Sostengo su mirada unos segundos, evaluándola.

Hola.

Es cuanto articulo antes de llevar una cucharada más a mi boca. Y me obligo a tragar cuando alguien más quiere entrar. Mis ojos van hacia él y medito unos segundos. Si pudiese, ahora mismo les enseñaría la importancia de la puntualidad. Fui suave esta mañana, pero cada vez esto parece más algún tipo de mal chiste... sin embargo, mis músculos no reflejan la tensión, pero apenas se mueven.

Venid entonces los que faltéis por inscribiros después de comer.

Concedo. El tiempo es escaso y son demasiados papeles que arreglar... Y uno más decide intentarlo. Se avecina un día largo.

Eda no había acudido cuando la llamé, Quizás no me haya escuchado

¿Leíste todo lo ocurrido desde que Eda entró hasta ahora? 

Llegué con animo de la clase de trazo. A ver trazado mejor que Ren siempre sera gratificante. Tomo una buena ración de comida en la bandeja y me siento junto a mí hermano. Me sorprende ver a Puño de hierro ahí y cuando se acerca con las jarras me sirvo, intimidado casi sin pensarlo. No era que no me gustara la cerveza, pero habia mejores cosas. 

Mientras comia casí no hablé y Ren tampoco habló mucho. ¿Estaria interesado aun en ser trazador de combate? No quería que se arriesgara tanto, pero yo mismo iba a ser guardia negro, y a saber lo que nos ordene hacer la blanca. Somos los que protegemos al prisma del mundo, y al mundo del prisma. Se oia como un trabajo rudo, y un deber religioso que aceptaba gustosamente. Así que no lograba entender porque el que Ren quisiera ser trazador de combate me causaba tanto conflicto. Así que ajeno a la conversacion que ocurria le pregunté.

-¿Enserio quieres ser trazador de combate o es solo para tener aventuras? 

No me gustaria estar en medio de una guerra con el, o peor, estar aquí mientras el está en no sé que lugar matandose y al borde de romper el halo. ¿Como seria eso? Era la pregunta que siempre me hacia en estos temas. Romper el halo. Ceder a la locura, matar a tus amigos y familiares. Sencillamente comprendia la liberación, la muerte era mejor que eso. 

De tanto en tanto, en medio de la conversación y las miradas. Anthor parece tener especial atención en Liv, aunque sin siquiera mediar palabra con la joven. Tan solo come, finge distraerse con las gafas o simplemente participar pasivamente en la conversación.

Ella pilla un par de miradas tuyas y ves que baja los ojos mientras sus mejillas se ruborizan y trata de que sus ojos no se crucen contigo,incluso frunce el ceño una vez,pensativa antes de mirarte de reojo de nuevo y mirar luego a Kip y a Kyle aunque ellos están a lo suyo y no se dan cuenta de nada

- Bueno, voy a decirlo... -Inspira y suspira profundamente cuando aparta su comida- No quiero ir a los elevadores ni a los dichosos espejos, no sé lo que es, pero suena a trabajo de mozo. Los que vais conmigo ¿Qué nos queda para ir?

Entiende parte de ese comunicado cifrado, aunque no todo. Sabe que ambos se miran aunque ella parece ignorarle al cabo de un tiempo.

Arruga ligeramente el morro, marcando la comisura de sus labios antes de volver a suspirar. Ahora sí, finge jugar con las gafas como si estas pudiesen mostrarle algo nuevo.