Partida Rol por web

El nuevo general respondió con voz sombría

-"El rey Garadul la ha capturado.El Prisma no quiere reconocerlo pero sé que eso lo distraerá,esa mujer le importa mucho.Dudo que sea posible rescatarla con los recursos tan limitados de los que dispongo pero quiero averiguar todo lo posible para ver si hay alguna esperanza,por pequeña que sea"-besa a Liv en la frente y se gira para marcharse-"Un placer,muchachos,os veo mañana"-se despide el hombre saliendo de la estancia mientras los esclavos comienzan a entrar con bandejas para la cena

No tuvimos tiempo de hacer ninguna pregunta al General Danavis ya que se fue igual que había llegado. Miré a mis compañeros para ver como reaccionaban a las palabras del General.

En cinco días se decidirá nuestro desstino. No tenemos más tiempo que ese para ponernos al día.

Los esclavos entraron con la cena. A pesar de que tenía hambre, una especie de hormigueo me corría por el estómago ante la idea de entrar realmente en combate. Algo a lo que venía dispuesto, pero ahora que estaba tan cerca, generaba cierto nerviosismo.

Venga, comamos. - cogí uno de los platos y me senté en la mesa.

El palacio era ostentoso hasta decir basta. Pero precisamente debido a ello junto a la agradable conversación con Mescía y Eleanor hizo que la tarde durase un suspiro, hasta juraría que Aram sonrío un par de veces ante algún comentario de la joven rubia.

Apenas volvemos a la habitación recibimos visita de un hombre que resulta ser el padre de Liv, pero lo que realmente me llama la atención es lo que comenta sobre Karris, lamentablemente antes de que pueda decirle nada sale disparado y siendo sinceros tampoco es que pudiese aportar nada salvo lo estupefacto que estaba.

Fuera como fuese ahora tenía una razón más para luchar en esta guerra, le debía mi vida a la capitana y si podía hacer algo para ayudarla lo haría. Mañana me ofrecería como voluntario para participar en cualquier plan de rescate que se le pudiese ocurrir, pues se le veía demasiado liado ahora mismo.

Con esto en mente me acerco a la mesa con Threkor dispuesto a cenar y descansar lo mejor posible.

Mientras unos y otros habían salido a ver, Secse había aprovechado para echar una placentera siesta de esas que te dejan todos los huesos en su sitio. De este modo dejaría al sonrojado Kip disfrutar de la compañía de la moza.

Pero al volver a haber movimiento no tarda en saltar de golpe y sacudir la cabeza algo aturdido. Mucho movimiento y un momento de confusión que poco a poco se va a aclarando. Ver cómo el señor Corvan habla con precisión es agradable, pero cuando enseguida todo se torna acerca de los amoríos y desplantes de su joven hija cierra los ojos en un gesto por controlarse. Él era Rojo y estaba claro que el control no era su fuerte pero... ¿tan primitivo? ¿O era quizá que no había visto a ninguna chica decente aún que le hiciese estallar su luxina?

Se muerde el labio cuando se entera de la captura, con frustración. En breve habría una batalla a vida o muerte al parecer y, aunque suponía que el Prisma iba a estar bien, no estaba tan seguro de que fuese igual con el resto de mortales. Pero más importante, o al menos más inmediato, había averiguado que Liv era en verdad Aliviana y no diría nada ya que seguro que la avergonzaría. Y había comida.

Comida.

Antes de que su estómago ruge se desliza a una silla un poco alejada. Todos se movían bastante bien como grupo y él... estaba bien con poder ser útil. Así que inclina la cabeza a modo de saludo y se esfuerza por romper un poco el silencio.

¿Ha ido bien el paseo?

Pregunta, con cierto interés, sin comenzar a comer aún y esperando a que estuviesen todos sentados. Le lanzo alguna mirada agradecida a los esclavos que van y vienen sirviendo, con bastante descaro la verdad.

La chica pasó por alto el comportamiento entre su mentora y Aram; sus personalidades no eran precisamente compatibles y veía normal que hubiesen tenido algún roce en el pasado. Por lo demás, la visita al palacio había sido un regalo para la vista, comparado con el camino que habían tenido que seguir para llegar hasta allí. Eleanor tomó buena nota mental de los guardias y las salidas del palacio, pero sin dejar de disfrutar del paseo y la charla de sus compañeros. 

Tras la llegada a la habitación y el repentino encuentro familiar, la chica no tuvo tiempo de hacer ninguna pregunta, pero le había quedado claro dónde estaría su lugar y eso le alegraba. Si se trataba de crear defensas antes que de atacar directamente, el amarillo era un buen color y se alegraría de no estar en primera línea. Así que, satisfecha, se sentó a la mesa y comió con los demás, con alguna estrategia ya en mente para el día siguiente.

Flit se sumergió en el libro de curación y se metió en un rincón y permaneció ajeno a todo. Lo devoraba como un niño ante un cajón de caramelos, con fruición y entusiasmo, de hecho lucía la mayor sonrisa de felicidad desde que había entrado en la cromería, la sonrisa de quien ha encontrado un cometido en la vida y se siente útil.

Ya veo, si uso este ungüento puedo curar las heridas sin trazar porque no hay que ser demasiado generoso en el trazo, hay que usarlo solo cuando es necesario porque sino se rompe el halo demasiado pronto. Interesante, las técnicas avanzadas solo se usan cuando los remedios naturales no funcionan o se va con prisa. Sí, le preguntaré a la doctora Lucy que me aconseja aprender antes de la batalla, ella tiene experiencia y seguro que me da un buen consejo.

Estaba tan ausente que ignoró la entrada del general Cravis y su hija hasta que su subconsciente cazó algo, que batallarían en cinco días, el tiempo que tenía para dejar de ser un aprendiz y ser al menos un curandero, alguien que pudiera ayudar al menos a una persona antes de romper el halo.

5 días? Eso no da tiempo para nada!. Como voy a poder hacer bien mi trabajo si solo he entrenado por menos de un mes? Tengo que hablar con la doctora Lucy, tengo que aprovechar el tiempo!

Se había hecho la hora de comer y los esclavos empezaban a traer la comida. Flit los observó con incomodidad y avergonzado de que le sirvieran solo pudo musitar un sentido "Gracias"

Su compañero curandero intentaba iniciar una conversación, algo raro en él, pero Flit estaba interesado en encontrar a la doctora Lucy, donde estaría?, necesitaba su consejo y orientación.

Naya suspiró con suavidad al sentir aquel contacto que parecia algo sin importancia pero que en ella provocaba que se le erizara la piel bajo la tela del uniforme. Refrenó el impulso de refugiarse en sus brazos aunque en ese momento lo necesitase más que el hecho de alimentarse.

Aceptó la respuesta con un lento asentimiento. La pregunta la pilló por sorpresa.

- Creo que al menos ya vuelvo a ser yo pero... - desvió la mirada hacia un lado - no saber si él está sufriendo, si sabe lo que le pasó a mi madre o a Asha.... o siquiera si sigue vivo, me mata por dentro - posó la mano sobre la suya para poder sentir en la yema de los dedos su piel ya que no se atrevia a mirarlo de nuevo a los ojos - tengo miedo de que ese sentimiento me haga fallar en la batalla -

Tras salir a la calle y estar perdido unos minutos encontró el camino de vuelta, ya una vez de nuevo en la habitación saludo a los que quedaban en ella con la mano y se encaminó a su rincón.

Desde su sitio observó la escena entre Liv y su padre, no entendía mucho de lo que hablaban en un principio pero se quedó con lo que el creía importante, combatirían en 5 días y que la mujer que llamaban Karris era del bosque sangriento y había sido secuestrada, cuando combatió contra el comandante le pareció una mujer fuerte, seguro que la tuvieron que someter entre mas de tres atacantes, habrá que buscarla.

Sin poder preguntar nada el hombre salio y entraron unos sirviente con la cena, tenía algo de hambre así que se incorporó y se acercó lentamente, se sentó y observó lo que traían para comer, mientras miró a Secse. -La verdad es que no me he sentido más perdido en mi vida, y en algún momento he sentido un poco de miedo al no sentirme cómodo con lo que veía, imagino que para la próxima me vendrá bien si alguno me acompañáis, no se moverme por una ciudad hora mismo. 

Esperó que todos se sirvieran y se sirvió carne en su plato, cogió los cubiertos y con ellos en la mano miró la carne, en su rostro se vio perfectamente que dudaba sobre algo.

Naya había estado entrenando con algunos de sus compañeros y en el momento en que entró aquel hombre ya estaba estirando los músculos de sus piernas. Siguió con sus ejercicios para evitar lesiones pero tenía el oido y la mente centrados en aquella conversación.

Su rostro se contrajo preocupado por un momento al escuchar lo de Karris, pero luego se quedó pensativa. Si lo que le había dicho Gavin era cierto.... desvió la mirada mientras alzaba su brazo y lo doblaba a la altura del codo por detrás de su cabeza con ayuda de su mano contraria. Chasqueó la lengua intentando centrarse y no pensar más en aquello.

Se quitó las vendas de las manos para poder sentarse a comer y no mancharlas. Las remetió debajo de su trasero para no perderlas, pero también para sentir que seguía luciendo el blanco por ellas.

- Bueno chicos, parece que no queda mucho tiempo. Se que tendremos superiores que nos indiquen que hacer una vez que estemos en el campo de batalla, pero no estaria de más tener un plan alternativo por si nos quedamos sin nadie a quien seguir - eran palabras duras, inverosimiles, pero podía suceder. Su padre era el mejor en su cargo y se lo habían llevado igualmente

- Deberíamos al menos fijar prioridades. También tener un compañero como punto de referencia. En esta habitación también hay trazadores que deberiamos incluir para los binomios... - los miró uno a uno con rostro sereno - ¿Qué opinais? -

-Dejame en paz, podría ser la ultima vez que me escuchas- le guiño un ojo a Ren mientras comenzaba a tocar. La luxina se me fue escapando poco a poco, y del ligero olor a canela nada quedó con el viento de la ventana. 

Dejé de tocar de repente cuando la puerta se abrió y comenzaron a llegar nuestros compañeros. El primero me sorprendió un poco, y guardé la flauta en la bolsa. Ya a los demás los esperaba en cuclillas. 

No dos veces.  

Tensioné los músculos cuando se escuchó desde afuera una voz desconocida que luego irrumpió al salón. Por lo poco que entendí, era el padre de Liv. Y por las clases de historia, sabía que era un traidor aliado del falso prisma. Un hombre noble, por lo que decían los rumores, pero la guerra cambia, o eso dicen. ¿Habría cambiado? 

Arrugué la cara muchas veces durante el discurso. La imagen de Robleblanco siendo capturada era cuanto menos fantasiosa. Y el hecho de que en cinco días tendriamos que demostrar lo que valiamos defendiendo la ciudad hicieron que mí apetito fuera escazo. 

Comí en silencio sin apenas moverme. Mí posición solo varió para acercarme un poco cuando Secse preguntó por el viaje. Tenía curiosidad. 

-La próxima vez deberían salir en parejas, o tríos, o... - Respondí a Elric pensativo. Fueramos cuantos fueramos, en una mala pasada podríamos caer incluso cinco, por lo que razoné que el numero era lo de menos. Pero dos parecia un buen numero- al menos dos- me decidí al final. 

La intención de Naya me dió más animo, era buena idea tener un plan de respaldo. Aunque los "mayores" podrían tener los suyos. Lo mejor era esperar a Puño de hierro para organizarlo, pero la motivación se me subió rápido.

-En formación cerca de los sanadores. Podríamos dividirnos en dos grupos, con un sanador cada uno. De cierta forma, ellos valen por 1 y medio, y si se les saca provecho hasta por más.- Un sanador podria ayudar a muchos de nosotros, pero quien podia ayudarlo a el. Y tambien estaba el caso en que muriera de primero, en cuyo caso la mejor tactica era no depender de ellos, no dejando que nos arranquen el brazo. Me acordé de Secse y le hice un guiño -Aunque espero no tener que llegar a esa situación donde los sanadores sean de provecho. 

La paz es interrumpida por la entrada a la escena un nuevo personaje, un hombre que no albergo recuerdo de tener en mi infancia, pero esto no evita que unos de los presente lo identificen como una persona muy importante en su vida: Su padre.

Aquella figura que ha estado tan ausente en mi propia vida, que lo mas parecido que he tenido de una figura masculina ha sido la figura de un cruel esclavista, que ya ni me acuerdo su nombre. Seguramente, debe estar en estos momento apostando sobre mi podre sobrevivir a esta guerra.

-Si el enemigo es inteligente,atacaran primero a los sanadores. Protegerlo es importante, sin ellos podriamos morir por las heridas. Yo dijo para evitar esa situacion, que trazemos una mascara y que tenga la misma, Asi  al usarlo todos, confundiremos mas al enemigo.

Flit se rascó la barbilla mientras consideraba lo dicho hasta ahora. Hacer planes en caso de quedarse sin un superior? Aquello era la guardia negra, todo estaba medido y planeado para que novatos como ellos no debieran pensar sino actuar según las órdenes. Tras ello los hermanos se pusieron a discutir cual era el modo más efectivo de proteger a los sanadores y eso ya le afectaba directamente, y por lo que decían tenían razón, los sanadores serían los objetivos principales de todos los disparos. Con cierto nerviosismo dijo

"No creo que haga falta que pensemos por nosotros mismos en una táctica en caso de quedarnos solos porque estoy seguro que el comandante lo tendrá todo planeado, pero, en caso que pasara creo que entre nosotros los que han recibido más "honores" - dijo remarcando las comillas con los dedos "Son Naya y Luther, así que supongo que son ellos los que están por delante del resto."

Miró a ambos hermanos para proponerles su solución, una que a su juicio caía por su propio peso pero teniendo nula experiencia en batalla podría ser la mayor tontería del mundo. Así que, con tono dubitativo, expuso sus pensamientos al grupo

"La única manera de que no nos identifiquen como alguien importante es precisamente si no nos protegéis. Si os esmeráis demasiado pensarán que somos importantes, curanderos, nobles, oficiales o algo así y todos se centrarán en nosotros. No soy tan fuerte como Naya, ni tengo los conocimientos de Luther o la puntería de Elric pero no soy un cobarde y no me esconderé a no ser que me lo ordenen. Si estoy lejos vuestra podría ser muy tarde, además, solo tengo formación de 2 o 3 semanas, si queréis proteger a alguien proteged a la doctora Lucy o al prisma. Que opinas Secse?

Si no me matan mis compañeros me matará el enemigo, lo que está claro es que no duraré mucho

Ante la respuesta de Elric, Secse asiente despacio.

Claro, te acompañaré. Sencillamente necesitaba descansar un poco.

Entorna la mirada y, estando ya todos, comienza a comer, con calma. Aunque no puede evitar añadir.

A veces, yo tampoco me siento cómodo con lo que veo. Pero entonces sólo te queda actuar.

Trata de reafirmarse a sí mismo asintiendo con la cabeza. Pero, cómo no, la conversación gira hacia las estrategias y el combate que se viene. Mira a Naya con cierta resignación y suspira profundamente.

Como dice Flit, seguro que el Comandante tiene algo en mente. Lo que está claro es que Flit estará en la retaguardia y yo en la vanguardia, tal cual hemos entrenado según nuestras armas -desvía la mirada a Lennart, para responder a su guiño con una sonrisa amigable-: a veces es útil tener a alguien que pueda llegar a coserte un brazo, si la cosa se tercia realmente mal.

Se acaricia el mentón un momento para meditar acerca de las máscaras y de las protecciones.

El problema de las máscaras también es identificarnos entre nosotros, aunque supongo que no es una mala idea. En cuanto a protegernos... es mejor que primero os aseguréis de sobrevivir y luego ya vayamos improvisando sobre la marcha. Algo sé, para defenderme, pero en cualquier caso confío en vosotros si la cosa se pone muy complicada.

O al menos, lo intento.

Abro la boca y la vuelvo a cerrar. Tenían razón, cerrarnos en formación al rededor del sanador era decirle al mundo que ese era su objetivo. Y en cualquier caso siempre tendríamos de prioridad echarles una mano. Era una buena idea, al menos. 

Me tiré al suelo y me recosté. Eso era bueno para la espalda. Y mañana sería un día duro. No nos tendríamos que preocupar de planes, Puño de hierro algo nos dirá. 

Entre cierro los ojos y otro problema se hace evidente.

-¿Alguien está cuidando la puerta de la habitación? ¿O Puño de hierro dormirá aquí? En caso contrario, deberíamos hacer turnos para guardia- dije relajadamente, era algo útil, pero ni yo mismo quería hacerlo. Tampoco iba a obligar a nadie. 

-Posiblemente no lo necesitemos porque la ciudad sigue en siendo de "los aliados"- enfaticé un poco en eso- pero en teoria la cromeria era el lugar más seguro para estar. Y todos recuerdan lo que pasó. 

Parecia que nadie había escuchado salir de sus labios "si nos quedamos a nadie a quien seguir". Eso incluia a Puño. Sintió una punzada de dolor en el pecho ante ese pensamiento pero eso no quitaba que pudiera suceder. Improbable, si. Imposible, no.

Se llevó el último pedazo a la boca mientras terminaba de escuchar a sus compañeros. - Dejemos todo en manos del destino entonces - dijo con calma. Sin acritud. Comenzó a vendarse de nuevo, aunque tuvo que pedir ayuda a Eleanor con el brazo derecho

- No creo que haga falta hacer guardias. Ya hay soldados en casi todas las puertas vigilando. Los he visto. - se levantó dirigiendose a Lennart - de todas formas voy a entrenar un rato más, si eso hace que logres conciliar el sueño - no se sabía muy bien si lo decia en broma o no pero lucia una sonrisa.

- Si alguien quiere venir... - dejó caer mientras buscaba donde entrenar

Escuchaba la conversación sobre la protección en batalla y las preocupaciones de los demás.

No creo que nos hayan traído aquí precisamente por nuestras dotes de liderazgo y experiencia en batalla. Creo que deberíamos dejar de momento la planificación de los ataques a los que de verdad entienden de eso. Tampoco quiero decir que no podamos dar nuestra opinión, pero creo que todo ya está organizado y que ya tenemos asignado nuestro papel en el enfrentamiento.

Me llevé un trozo de comida a la boca mientras hablaba y bebí un largo trago de agua.

Mañana ya nos dividirán en grupos y eso. No creo que nos indiquen de proteger o no a sanadores y demás cosas trascendentes. Creo que nuestra función será más de apoyo que de acción directa. De eso se encargarán las defensas de la ciudad, más entrenadas al combate que nosotros.

Escucho con calma la conversación en la mesa, sinceramente no era un experto en la guerra ni estrategia por lo que hago lo inusual en mí y me mantengo callado, hasta que compruebo que están tan perdidos como yo.

- Cualquier cosa que hagamos para diferenciarnos del resto, como las máscaras que mencionáis, es gritar a los cuatro vientos que somos especiales. Básicamente nos convertiríamos en objetivos principales y volveríamos al problema de dejar claro donde están los sanadores.- añado a lo dicho por Secse, es entonces cuando uno de los gemelos, creo que Lennart hace un comentario bastante paranoico.- Estamos a salvo, hemos llegado aquí en tiempo récord por lo que dudo que nadie nos esperase aquí como para poder preparar un ataque sorpresa. Y en cuanto lo que paso en la Cromería, precisamente solo sabemos lo que paso y no cuanto tardaron en prepararlo. Pero dudo mucho que fuese una operación de un día para otro.

Entendía que no pudiesen olvidar el ataque, yo mismo no podía y había sido de los más afortunados. Pero no tenía sentido vivir en el miedo absoluto por el pasado, siendo precisamente el futuro mucho más terrible Maldita sea, como podían haber atrapado a Karris... Con eso en la cabeza escucho la propuesta de Naya y sonrío mientras me levanto.

- A mi también me vendría bien un poco de ejercicio antes de acostarme.- lo que fuese con tal de tener la mente en blanco o al menos ocupada en otras cosas.

Flit cerró el libro y se puso de pie de un salto

"Sí, un poco de aire le vendrá bien a Flit para desentumecer los músculos y tirar algunas flechas aunque si quieres alguien que le haga de saco" Le dijo a Naya entre risas "también me apunto, no creo que pegues más fuerte que...." Flit parpadeó dos veces y miró de reojo a todos lados antes de decir "que el comandante"

Lo estás haciendo mal, siempre de señora, siempre en tercera persona, no puedes ser cercano a ella en público, te volverán a castigar.... aunque eso no importa, no voy a volver, nunca más, aunque sean pocos días serán días de libertad entre iguales, entre amigos

Flit sonrió con una sonrisa salvaje y dijo

"Vamos Naya, hora de entrenar. Se te está poniendo culo de embarazada y se te está oxidando la espada.Si sigues así pelearás peor de lo que yo bailo"

Asintió a Secse cuando se ofreció a acompañarle y le sonrió, luego se centro en la comida.

Tras su pequeña batalla con los cubiertos lo dejó por imposible y terminó comiendo con las manos, le daba igual o que pensaran los demás, si querían decirle algo que lo hicieran, ya estaba bien de acomodarse a las costumbres de la ciudad, había sido libre y salvaje durante 20 años, que se acostumbren a el.

Mientras comía escuchaba a los demás y miró a Flit cuando este dijo que el tenía buena puntería, no sabía de donde había sacado esa información, pero lo más que había hecho era lanzar piedras al lago donde se bañaba en el bosque, en un rincón de su mente seguía dándole vueltas a lo de Karris pero tenía que prestar atención a los demás así que lo dejó a un lado.

En un principio hablaba de como organizarse, luego lo dejaron a los superiores, no sabían donde estaban, como si fueran cachorros a los que el líder les dice que tengan cuidado con otros animales salvajes, por como los veía y se comportaban le dieron a entender que muchos no habían tenido que luchar por sobrevivir o eso creía, para el la supervivencia es no comer durante muchos días y tener que cazar la comida, estaba acostumbrado a matar, pero ¿ellos?, matar a alguien cuando la rabia te invade y te estas defendiendo es una cosa, pero ahora eran ellos los que se adentraban en el claro del enemigo a matarlos, se preguntaba si podrían soportar el saber que habían matado a personas por mucho que digan que son monstruos.

Había entendido bien lo de diferenciarse entre los sanadores y los guerreros pero tenían razon serían blanco facil, tampoco veía necesario que se hiciera, todos sabíamos que tanto el chico del sombrero como Flit eran los que se habían ofrecido a sanar, no hacía falta marcarlos cual ganado como hacían en la ciudad. 

Sonrió enseñando los dientes al imaginarse a los sanadores con una marca en el trasero. 

Se incorporó y cogió un par de piezas de fruta y muy serio miro a quienes se iban a ir a entrenar. - Yo iré con vosotros. Se acercó a su mochila, cogió el Katar para colgárselo a la cintura y se acercó a la puerta a esperar a sus compañeros.