Partida Rol por web

Bueno, parecía que mi contrincante no iba a rendirse a pesar del fuerte golpe que le había asestado, en lo general despues de algo asi tendría que estar tumbada en el suelo buscando como respirar y recuperar el resuello, por entendí por su actitud que no tenia ninguna intención de rendirse a menos que fuese desde la enfermería.

Me concentré entonces en los colores que nos rodeaban...dejando que mi mente hiciese el trabajo de imaginar que debía pasar justo después. Con mi fuerza de voluntad moldee entonces el espectro para aislar el único color del que tenía conocimiento que podía controlar, dejando entonces que de mis manos brotase la luxina en forma de una tupida malla parecida a una enredadera no mas grande que un saco pequeño, similar a los que usaban los verdugos solo que este estaba hecho de una textura entre lo que sería el cuero y un zarzal por lo afilado del exterior de este... Ese saco tenia solo un objetivo, dejar fuera de combate a mi testaruda adversaria y era ahí donde debía cumplir dos poderosos objetivos primero estrangularla dejándola sin oxigeno y segundo y mas importante no dejarle ver, haciendo así la tarea de trazar imposible.

Trace correctamente el conjuro mientras comprobaba que la trampa de enredadera se había materializado en la cabeza y cara de Naya, las pequeñas fibras animadas  de ese amasijo de verdes oscuros buscaban desesperadamente como cumplir mi voluntad...enredándose, apretándose por su cuello, buscando orificios y asfixiando a mi objetivo por estrangulamiento cubriendo toda su cabeza. 

Si abría la boca para respirar o gritar probablemente las hebras de vegetal se colarían en su boca, acelerando el proceso pensé.

Quedé muy pendiente entonces de estar atento en el caso que quedara incapacitada dispersar mi creación para no hacerle daño.

Aquello pilló de improviso a Naya. En el mismo momento que sintió la luxina cubriendole la cara supo que debía calmarse. Intentó recordar sus entrenamientos. Barajó sus opciones y la única posible sin poder ver era atacar. Podría perder tiempo en intentar imponerse a su voluntad, pero si fallaba, ya no sabría donde estaba él.

Así que simplemente embistió contra él y juntos cayeron al suelo como un saco de nabos. Una vez tumbados, tanteó para cubrir la cara de él con su cuerpo, quedando sus ojos y nariz, tapados con sus pechos. Sentía que le faltaba el aire, pero para él no iba a ser mejor...

Sentí el golpe fuerte de Naya chocando contra mí al tiempo que caia derribado con ella encima. Luego maniobró para taparme los ojos y la nariz con sus pechos en una manioba algo heterodoxa. Esta situacion que en cualquier otro momento hubiese sido mas propia de los devaneos amatorios de una pareja que de un noble combate cuerpo a cuerpo no hizo sino arrancarme una extraña sonrisa. Se veia que al menos la chica tenia recursos y estaba claro que como yo tampoco luchaba con honor. Aun así mis manos seguian con capacidad ofensiva, asi como mis piernas y bueno...por un momento estuve por darle un mordisco cariñoso. Relegando todas las cosas que se me ocurrian que mejor seria ejecutarlas en un dormitorio a solas que en medio de una arena, lancé un potente golpe en la zona de los riñones, desde esa postura estaba claro que el impacto iba a ser poco mas que molesto, no estaba seguro de causarle mucho daño, solo el justo para que abriese la perdiese mas oxigeno en el proceso y se rindiese al fin. Por un momento pensé que este combate seria aun mas divertido con aceite o barro, tal vez se lo sugiera la proxima vez.

El chico te mira con sorpresa y pega un pequeño grito cuando varias de las briznas se le clavan en el rostro provocando varios cortes que comienzan a sangrar.

Jarid da un paso atrás mientras su piel comienza a enrojecer mientras una bola del tamaño de sus dos puños juntos sale disparada a gran velocidad impactando con fuerza en tu estómago y haciéndote retroceder varios pasos mientras él se prepara de nuevo para atacarte

Tuvo que hacer acopio de toda su terquedad para no respirar, pero le iba quedando poco oxigeno ya. Intentó sujetarlo por los pelos para poder lanzar un puñetazo a su oido, pero no dejaba de moverse y fue imposible.

Para. Piensa un segundo. No vas a aguantar mucho más así

Intentó relajarse y usar su fuerza de voluntad para romper la maldita luxina que cada vez la atosigaba más. No supo como lo logró, pero de repente, sintió aire en la cara. AIRE. Se sentía ligeramente desorientada a pesar de poder ver otra vez.

Me toco el estómago por el impacto pero no veo ninguna herida grave en él. Me quedo mirando a mi oponente e intento cambiar de estrategia. No siempre atacar directamente es la mejor opción.

Intento concentrarme en algo rojo y crear una especie de babosa roja que hago el gesto de lanzarle a la cara, pero en el úñtimo instante la lanzo contra sus pies. Esperaba que la luxina lo inmovilizara lo suficiente como para atacarle por un costado o por la espalda.

Le doy la mano y asiento con la cabeza. Lo que nos han pedido es una animalada, pero es lo que hay, así que habrá que ser contundente o caer con estilo. Doy unos pequeños saltos en el sitio antes de mirarle para iniciar la pelea.

Thony comienza a trazar en amarillo algo que te lanza pero que desaparece a mitad de camino y cae al suelo entre una mezcla de olor y polvo dorado.Al ver su luxina deshecha carga contra ti pero frena en el ultimo momento para no dañarte y eso hace que tropiece y caiga al suelo de rodillas

Tras el saludo inicial veo que el chico pierde el tiempo estudiando mi forma de combate, o eso quiero creer, pues me observa demasiado, algo que espero que me de ventaja, pero nada más lejos de la realidad. Trato de colocarme una armadura que me proteja, pero no me sale, y en el reintento todavía lo hago peor. Pero no soy de esos que se echan las manos a la cabeza, se que tengo que reaccionar con rapidez y cuando veo esa pequeña risa sardónica en el rostro de mi contrincante... doy un par de saltos hasta colocarme a su altura y engaño soltando un puñetazo lateral. 

El chico asiente y te da la mano

-"Claro,yo soy Cruxer.Empecemos"-te evalúa mientras os alejais para poder luchar con comodidad

Aunque estaba disfrutando mucho de la vista estaba algo aburrido ya de esta postura, asi que decidi zafarme al menos para poder ver, quitando sus pechos de mi cara girando mi faz hacia la derecha lo justo para ver lo que quedaba de luxina deshecha que estaba a mi lado que aun mantenia su verde. Parecia que mi pareja de baile habia conseguido quitarsela al menos de momento y estaba recuperando el resuello, seguia teniendola encima y bien pegada pero al menos podia ver...y de esa manera trazar. Asi que me dejé abrazar como un amante a su prometida...solo que habiendo trazado algo antes.

Recordé las primeras clases en las que nos hablaron de la magia... y bueno decidi probar algo que se me ocurrió nada mas entender la naturaleza del espectro verde de la luz. Agujas... todo el mundo ama las agujas, sobretodo si estan cerca, tan cerca en un abrazo que resulta imposible resistirse. Dejé que la luxina en estado puro se destilase nuevamente por mi cuerpo, esta vez fijando un verde jade, algo mas cercano al las largas agujas saliendo por cada poro de mi cuerpo.. sobretodo de mi cara que tan a gusto estaba aprisionada unos segundos antes.

Le estrecha la mano al chico. - Encantado.

Evaluó como podría derribarle rápido y desgarrarle el cuello pero luego recordó que no podían atacar letalmente ni dejar lisiado a nadie.

En la misma temática del día parecía distraído y ralentizado en comparación a sus compañeros. Pese a todo tomó tiempo para la envestirse con las nuevas ropas, y tras haberse armado y salido del vestuario regresó a aquel patio.

Sin más se acercó al primer sujeto que encontró entre aquellas 49 almas que todavía no tuviese pareja. Un único gesto en el hombre, bastaba para llamar su atención. -Prepárate. 

Después retrocedió hasta ponerse en guardia, todavía no sabía muy bien cómo coger un arma. Pero quizá bastase con ser menos torpe que su adversario.

_{Anthor pone cara de querer dar leña}