Partida Rol por web

Maldita sea,era tan buen plan. Lo tenia completamente en mi poder, ahora que lo desecho las cadenas puede atacarme libremente y estando yo con tan poca protecion dudo que pueda esquivarlo. -Um pues que decepcionante. Dijo cuando veo el pobre intento de mi hermano de trazar, decia el que queria peliar de manera tradicional pero para mi era no era importante, yo queria lanzarle una bomba de subrojo para que se quedara tranquilo pero tan rapido como vino la idea se destruyo apenas intente trazarlo,quedando nada mas que el luxima deramada en el piso.

Se quedó quieto un instante, ¡Iba a trazar! Corrí y le iba a golpear en la cara, trató de defenderse y en el ultimo segundo lo golpee en el pecho, con la protección no debió hacerle mucho daño. 

Apreté las manos aun vendadas con las quemaduras y traté de trazar, pero no podía concentrarme. Era mí ultimo intento de usar luxina. La dejé escapar toda. La que había retenido antes y la poco que obtuve en este intento. Sentí como la furia me abandonaba, el calor, y la energía. Me sentía agotado.

Me senté y levanté la mano.

-Tiempo fuera- dije mientras le palmeaba para que se sentara a mí lado. -has estado mejor que en casa.- Le miro la nariz- la próxima, busca un protector para la cara. Por poco te la aplasto con un puñetazo. 

Que humillacion,¡lo tenia en mi poder! ¡era completamente mio este mamaguevo! este dolor,este ataque es tan fustrante,apenas tengo tiempo siquiera para defenderme como deberia. Encima el quizo trazar de nuevo,pero la suerte me favorecio en evitar tal acto. Pero aun asi...........Aun asi, humillandome mas con su intencion de no seguir batallando. Intento trazar pero solo siento una leves quemaduras en mi manos, apartando la mano de mi hermano vuelvo a intentar trazar un latigo subrojo y ¡siento el poder! su forma,su dolor, su contextura es mio y nada mas que mio este latigo. -Callate,mamaguevo aun no termina, ¡coño de tu madre! Le ataco con mi latigo,saldria quemado un poco pero al menos no seria tan grave como su intencion de trazar mirando el sol directamente.

Con los ojos llorosos, trato de concentrarme de nuevo, pero estoy demasiado ofuscada para ello, por lo que casi ni consigo ver la luxina a través de mis dedos, y aún tengo puestas las malditas esposas.

Me siento en el suelo de forma casi cómica, pues tengo que tirarme al no poder apoyarme con las manos, y mi rostro se contrae en mi esfuerzo por aguantar las lágrimas, y por tratar de quitarme de la cabeza la imagen de mi padre.

-Nada, dimito.

Había tratado por todos los medios detenerle, pero no fue capaz y pagó por ello. El trazo le impacto de lleno y aquellas bolas le repelieron como si le hubiese alcanzado un rayo. Benditas protección corporal.

A un lado carraspeó con fuerza y trató de serenarse, prestamente pudo reagrupar sus pies y asentarlos en tierra. Le había apartado pero no le había tumbado. Miró de muy malas formas al pelirrojo, aquel repelente le estaba tocando la fibra.

Decidido a zanjar el asunto volvió a cargar contra él, y una vez alcanzarle de nuevo. Repitiendo la misma maniobra. 

La mujer frunce el ceño y niega con la cabeza

-"No"-dice simplemente pero en esa única palabra hay una fuerza de voluntad inmensa-"No quiero que me ayudes y mucho menos que trates de enfrentarte a mi amo,no eres nadie para hacerlo,Naya"-dice con dureza aunque su tono se suaviza un poco al pronunciar tu nombre-"Es muy poderoso y no me va a liberar,mi única esperanza es la Cromería.Respecto al baile...ya se lo he pedido a Tomdon,él me acompañará"-sus ojos se vetean de azul aunque la luxina no llega a materializarse,dejando tan solo un ligero olor a mineral

Suspira con hastío y te mira a los ojos

-"Estaría muerta ahora mismo,enhorabuena"-sonríe un poco aunque enseguida vuelve a su gesto serio,parece que no está muy acostumbrada a sonreír

Mat se acerca a ti despacio,sin actitud de ataque.Te coge con suavidad de los hombros y te alza la cara poniendo un dedo bajo tu barbilla

-"Eh,tranquila acabas de empezar a trazar y no es fácil controlarlo,el secreto está en practicar mucho.Venga,no voy a atacarte intenta hacerlo tú de nuevo"-te suelta y se aleja de nuevo mirándote con simpatía y haciéndote un gesto para que lo intentes mientras él se queda quieto con los brazos caídos a los lados para no ponerte nerviosa-"Adelante,no voy a atacar ni a tratar de detenerte"-

Thony junta las manos tratando de formar una bola amarilla al parecer aunque su piel es morena y apenas se le nota cuando traza

Tu propia acción parece desconcentrarle pues cuando caes rodando al suelo él te lanza la bola pero ésta se deshace a medio camino,cayendo como una especie de líquido espeso al suelo antes de desaparecer

-"Maldita sea,Flit no somos capaces ni de luchar ni de trazar"-se ríe rascándose la nuca mientras espera a que te pongas en pie

Al chico apenas le da tiempo a lanzar la luxina a tus pies pero tu intento de arrollarle hace que se deshaga a mitad de camino un enorme pegote naranja que te estaba lanzando.Sus cejas se fruncen mientras su frente se perla de sudor y de sus dedos salen una especie de dardos que  tampoco llegan a materializarse pues el amarillo sigue líquido

-"Creo que nos estamos ofuscando y así no vamos a conseguir nada"-comenta mientras inspira tratando de encontrar la calma

Flit sonrie, una sonrisa fiera e irreductible, una sonrisa de alguien que no se va a rendir hasta que el entrenamiento haya acabado con su inconsciencia o con la victoria.

"No soy muy bueno, pero todavía no he dicho mi última palabra...Preparate"

Flit comienza a trazar un escudo azul de cuerpo entero para poder cargar con él y golpear a Thony, cuando el impacto es inminente la luxina se deshace cayendo en pedazos y dejando que el cuerpo de Flit impacte con fuerza en la zona abdominal de Thony. Esperaba que con un golpe como ese quedara fuera de combate pero él era mucho más experto y ya se había zafado una vez cuando lo tenía en sus manos.

Naya suspira y sin moverse de encima de la mujer la mira con ligera tristeza. No encuentra las palabras adecuadas para responderle por lo que se aparta y se levanta. Tiende la mano a Liandra para ayudarla.

- Eres bastante cabezota. Pero está bien. Lo dejaré así -

Se volvió hacia Puño con una sonrisa triunfal antes de dirigirse a su sitio de nuevo.

Me quedé pensativo, pensando como podía derribar a Threkor. Si había alguna posibilidad era atacándole a las piernas, me las quedé observando, sería casi imposible pues tenía todo el tronco inferior bien desarrollado. 

Desvié mi mirada rápidamente hacia sus ojos. Y en un instante recordé que era lo que nos hacíamos Kip y yo de pequeños. Nos pegábamos con la rodilla en el hueco interior de la misma para hacer que el otro cayera. Eso haría, tenía que colocarme detrás de el y luego tirarlo. No sería fácil, pero no imposible.

Allá voy!- Sonreí mientras levantaba la guardia para cubrirme la cara, era un tirillas, pero era guapete, tenía que conservar la integridad de mi cara todo lo que pudiera. Dije lanzando una patada a la barriga de  Threkor, esperando su reacción.

Al ver que el estado anímico de Edith empeora por momentos decido desparecer la luxina dejando escapar mi voluntad entre los dedos hasta que la chica está libre de nuevo.

Me siento a su lado y le acaricio la espalda.

- Vamos, vamos, seguro que otro día te sale mejor, mira yo, desde la primera vez que conseguí trazar hasta la siguiente pasó bastante tiempo e hice como tú, me agobié un montón y lo pasé bastante mal, y ya te digo que no merece la pena...

Miro extrañado a Dana cuando noto como que ha tratado de invadir ¿mi mente? ¿Es eso posible? He notado como si quisiera entrar y ha tenido que ser ella. Aparto el escudo y lo dejo a un lado. Me preocupa el golpe que se ha dado en la cabeza. -Déjame ver ese golpe... Y perdona, no era mi intención... -Paso mi mano por el golpe para comprobar que no tenga sangre y si no es así, le masajeo un poco la zona alrededor para soltarla un poco. -Y tampoco era mi intención que tuvieras que aguantar una riña entre enamorados por mi culpa. Hablaré con él y le explicaré lo que pasó. -Termino diciendo. 

Le echo la cabeza hacia atrás para que no fuerce los músculos del cuello mientras le masajeo la zona dolorida, sin poder evitar mirarla a los ojos. -¿Quieres que te traiga algo de agua o que te acompañe a algún sitio a sentarte? Me siento un poco mal ahora, la verdad. -Sonrío con cierta timidez pero la curiosidad me puede. -¿Qué... qué has tratado de hacerme antes?

Cuando Ren no se sienta me preocupo. Maldito, estaba trazando subrojo. Esto no acabaría fácil, nunca acababa fácil. Nada más levantarme, el latigo restalla cerca de mí oido. ¡Plas! Sentí el aire caliente al rededor. Tendría que darle una lección. No tenia más fuentes de subrojo, a menos que usara el calor. Esquivé otro latigazo y convertí mí propio calor en fuego con la fuerza de mí voluntad. Sentía el calor abandonandome y llenandome al mismo tiempo, era curioso, me sentia vivo, y muy muy enojado.

-¡Te enseñaré respeto!- Sostenia el latigo con las manos vendadas, pero dudaba de que hicieran combustión, aunque la herida de por sí se estaba calentando.  

Me echo para atras y le lanzo un latigazo al pecho. 

Ha aceptado mi invitacion a una mormosa y brutal batalla al sentir el calor recorriendo su cuerpo, con eso gustosamente dudo que acepte retroceder ahora en la batalla. El unico ploblema ahora,esque ha logrado trazar un latigo de fuego y el dolor que me provoca esos latigasos son demaciados para mi. Siento como me arde fuertemente el pecho y mis brazos y piernas. Pero pese a tener tales dolor humillante, no retrocedo y decido hacer un acto de deseperacion maxima.Algo que le traera serio dolor a su cuerpo, si no puedo esquivar su ataques por mi falta de habilidad entonce usare mi trazo para mi beneficio ¡creando una bomba subroja! y con tal potencia en mi poder, se lo lanzo directamente a mi hermano, esperando que la explosion no me llegue a quemar a mi tambien. -Pa coño de tu madre,marico mamaguevo.

Dejenos tirar dureza a ver quien lleva a quien a la enfermeria xD 

Tan concentrados están los dos hermanos peleando que no se percatan de la presencia cerca de ellos de una masa de músculos y mala baba. Sin embargo, para los que estuviesen un poco más atentos, sería bastante evidente que el Comandante, tras dar unas órdenes a un par de Guardias, se encaminó hacia la pareja peleadora.

Sólo cuando un par de sendos cubos de agua cayó sobre ambos pudieron ser conscientes de lo que pasaba. Aunque tampoco tendrían tiempo de reacción antes de que una fuerte colleja resonase en el lugar, haciéndose eco de la que recibía el hermano contrario.

Ya basta.

Impera el hombre de ébano. Su mirada es dura para ambos, una reprimenda que no hacía pronunciar para que calase en ellos. Aprieta los labios con fuerza para contener un par de gritos antes de exhalar el aire de los pulmones muy despacio.

Ya pensaré cómo castigaros, ahora id a que revisen vuestras heridas. Puede que os espose el uno al otro hasta que aprendáis la lección.

La mera, aunque divertida, no consigue que su humor mejore. Al menos hasta que ambos comiencen a alejarse y sus ojos puedan reparar más un poco en una chica morena, Edith de nombre, y entonces avanza hacia ella.

Llorar no te va a ayudar. Estás aquí porque has superado las pruebas, igual que los demás. Tienes el color en las venas, sólo deja que fluya ¿bien? Hazlo.

Al ver que había fallado y no tenía control sobre la luxina simplemente le agarró del cuello de la camisa en un arrebato, amenazándole hostilmente con el puño en alto. Había sido un segundo, una mera reacción impulsiva. Algo primitivo en él se había encendido de golpe pero la cordura volvió en él y esta le hizo avergonzarse.

Poco a poco soltó al joven pelirrojo y asintió escuetamente, tenía toda la razón. No estaba demostrando nada más allá de ser un idiota impulsivo. Con cuidado espolvoreó el pliegue del cuello que había tomado como si así pudiese solicitar sus disculpas.

Luego sin más se apartó de él un par de pasos.