Partida Rol por web

La Guerra Interminable

Retorno al Hogar

Cargando editor
04/03/2015, 20:19
Director

A medida que viajas en dirección al Refugio no puedes evitar pensar en lo que has pasado durante estos años. Desde luego no eres la misma persona que cuando te marchaste de allí, y seguramente los demás también habrán cambiado. El recordarlos hace que los eches de menos inmediatamente, y que te preguntes si habrán conseguido sus respectivas armaduras. O si estarán con vida, pues hubo momentos en los que estuviste a punto de morir. Pero luego desechas la idea, pues seguro que ninguno ha tenido que soportar lo que has aguantado tú. Y mejor para ellos. Pues indudablemente ha dejado huella en ti.

No obstante, cuando ya llevas un par de días de viaje algo en tu mente cambia. No sabes bien qué, pero de repente recuerdas algo. Algo que habías olvidado.

Recuerdas como el Guardian os despidió a todos, y recuerdas sus palabras.

Hijos mios, pues os quiero a todos como si fuerais de mi sangre, vais a emprender un viaje increible. La recompensa es grande, pero también el peligro. Pues estamos en guerra. En cuanto salgais de estos muros olvidareis su localización, y a menos que consigais vuestras armaduras y decidais volver no se os será revelada la ubicación de nuevo. Es un regalo de la propia Atenea, que nos bendijo con su protección.
El que lo olvideis es para garantizar la seguridad del Refugio en caso de, en caso de que os veais envueltos en la guerra contra Hades. Sé que es para lo que os estais preparando, pero oajalá que aun tardeis mucho tiempo en veros envueltos, pues la guerra sólo trae violencia y tragedia.

Después os miró uno a uno y luego hacia algo detrás de vosotros. Su cara se ensombreció.

Sed fieles a vosotros mismos. Recordad a vuestros hermanos, y sabed que la Diosa vela por vosotros. Por todos.
Marchaos con mi bendición.

Y se alejó.

Todo eso lo recuerdas de repente. Como si hubiese estado ahí siempre, pero lo cierto es que hasta ahora no lo recordabas.

 

 

Notas de juego

Ojo con los destinatarios. Marcaos sólo a vosotros hasta nuevo aviso.

Cargando editor
04/03/2015, 20:30
Director

A medida que viajas en dirección al Refugio no puedes evitar pensar en lo que has pasado durante estos años. Desde luego no eres la misma persona que cuando te marchaste de allí, y seguramente los demás también habrán cambiado. El recordarlos hace que los eches de menos inmediatamente, y que te preguntes si habrán conseguido sus respectivas armaduras. O si estarán con vida, pues hubo momentos en los que estuviste a punto de morir. Pero luego desechas la idea, pues seguro que ninguno ha tenido que soportar lo que has aguantado tú. Y mejor para ellos. Pues indudablemente ha dejado huella en ti.

No obstante, cuando ya llevas un par de días de viaje algo en tu mente cambia. No sabes bien qué, pero de repente recuerdas algo. Algo que habías olvidado.

Recuerdas como el Guardian os despidió a todos, y recuerdas sus palabras.

Hijos mios, pues os quiero a todos como si fuerais de mi sangre, vais a emprender un viaje increible. La recompensa es grande, pero también el peligro. Pues estamos en guerra. En cuanto salgais de estos muros olvidareis su localización, y a menos que consigais vuestras armaduras y decidais volver no se os será revelada la ubicación de nuevo. Es un regalo de la propia Atenea, que nos bendijo con su protección.
El que lo olvideis es para garantizar la seguridad del Refugio en caso de, en caso de que os veais envueltos en la guerra contra Hades. Sé que es para lo que os estais preparando, pero oajalá que aun tardeis mucho tiempo en veros envueltos, pues la guerra sólo trae violencia y tragedia.

Después os miró uno a uno y luego hacia algo detrás de vosotros. Su cara se ensombreció.

Sed fieles a vosotros mismos. Recordad a vuestros hermanos, y sabed que la Diosa vela por vosotros. Por todos.
Marchaos con mi bendición.

Y se alejó.

Todo eso lo recuerdas de repente. Como si hubiese estado ahí siempre, pero lo cierto es que hasta ahora no lo recordabas.

Notas de juego

Ojo con los destinatarios. Marcaos sólo a vosotros hasta nuevo aviso.

Cargando editor
04/03/2015, 20:30
Director

A medida que viajas en dirección al Refugio no puedes evitar pensar en lo que has pasado durante estos años. Desde luego no eres la misma persona que cuando te marchaste de allí, y seguramente los demás también habrán cambiado. El recordarlos hace que los eches de menos inmediatamente, y que te preguntes si habrán conseguido sus respectivas armaduras. O si estarán con vida, pues hubo momentos en los que estuviste a punto de morir. Pero luego desechas la idea, pues seguro que ninguno ha tenido que soportar lo que has aguantado tú. Y mejor para ellos. Pues indudablemente ha dejado huella en ti.

No obstante, cuando ya llevas un par de días de viaje algo en tu mente cambia. No sabes bien qué, pero de repente recuerdas algo. Algo que habías olvidado.

Recuerdas como el Guardian os despidió a todos, y recuerdas sus palabras.

Hijos mios, pues os quiero a todos como si fuerais de mi sangre, vais a emprender un viaje increible. La recompensa es grande, pero también el peligro. Pues estamos en guerra. En cuanto salgais de estos muros olvidareis su localización, y a menos que consigais vuestras armaduras y decidais volver no se os será revelada la ubicación de nuevo. Es un regalo de la propia Atenea, que nos bendijo con su protección.
El que lo olvideis es para garantizar la seguridad del Refugio en caso de, en caso de que os veais envueltos en la guerra contra Hades. Sé que es para lo que os estais preparando, pero oajalá que aun tardeis mucho tiempo en veros envueltos, pues la guerra sólo trae violencia y tragedia.

Después os miró uno a uno y luego hacia algo detrás de vosotros. Su cara se ensombreció.

Sed fieles a vosotros mismos. Recordad a vuestros hermanos, y sabed que la Diosa vela por vosotros. Por todos.
Marchaos con mi bendición.

Y se alejó.

Todo eso lo recuerdas de repente. Como si hubiese estado ahí siempre, pero lo cierto es que hasta ahora no lo recordabas.

Notas de juego

Ojo con los destinatarios. Marcaos sólo a vosotros hasta nuevo aviso.

Cargando editor
08/03/2015, 13:31
Ryu Kazama

Ahora la verdadera localización del refugio estaba perfectamente clara en mi mente. No había tiempo que perder, si cuando partimos ya había empezado la guerra, la situación podía ser crítica.

Necesitaba hablar con el Guardián. Acelero mi paso en dirección al refugio.

Cargando editor
09/03/2015, 21:13
Mikhail

Como un velo que se desliza suavemente hacia el suelo, la barrera que bloqueaba los recuerdos de mi mente se desvanece, un regalo de Atenea, sí, sin embargo no me ha arrebatado siquiera un sólo ápice de mi motivación. ¿Seguirán vivos mis compañeros? Seguro, ellos eran... mejores. Pero tengo que seguir adelante, la herida es reciente y la cicatriz probablemente me acompañe por el resto de mis días, sin embargo no era algo con lo que tuviese que agobiarles. Era un nuevo día y eso era lo importante. Ahora de algún modo, como si el destino estuviese torcido, cargaba una armadura en mi espalda, la armadura sólo me convertía en una cabeza de la Hydra, pero sería la cabeza que lucharía.

Pero eso no es lo más inquietante, algunas de las palabras de nuestro maestro: como si fuésemos de su sangre... ya estábamos en guerra. Incluso antes de marcharnos. ¿Qué sabía aquel hombre? Y si estaban en guerra ¿por qué arriesgarse con unos chiquillos como nosotros? Seguro que habían guerreros mejor preparados para asumir el papel, para investirse. Sin embargo mi gesto se torna tranquilo, pese a la sombra oscura que me acompaña, vuelvo, he cumplido una promesa que se antojaba imposible y, de algún modo, ella estaba conmigo, siempre lo estaría, y no sólo ella... sentía como si la propia Atenea, de algún modo quizá macabro, hubiese guiado mis pasos.

Cargando editor
06/04/2015, 17:31
Director

Como si de un gran peso se hubiese librado, Mikhail se dirigía con renovadas fuerzas al Refugio. Los días parecían pasar despacio pues quería lelgar cuanto antes y reencontrarse con el que fue su hogar. Y quizás, ver a sus hermanos.

Por fin, tras una semana llegó a un paraje que reconocia. Era un paso entre unas montañas, tras ellas estaba el acceso al Refugio. Corrió con impetu para llegar rápidamente. Más cuando alcanzó el paso su corazón fue victima de un gran pesar. Pues todo estaba destrozado, como si hubiese sufrido un ataque. Un ataque terrible.

No se veía humo, pero la tierra parecia ennegrecida. Las murallas de madera estaban rotas por varios sitios. Las puertas destrozadas. Y las casas derribadas. Incluso el bosque que la rodeaba parecia haber sido arrasado.

¿Qué habría sucedido?

Cargando editor
06/04/2015, 17:37
Director

Como si de un gran peso se hubiese librado, Ryu se dirigía con renovadas fuerzas al Refugio. Los días parecían pasar despacio pues quería lelgar cuanto antes y reencontrarse con el que fue su hogar. Y quizás, ver a sus hermanos.

Por fin, tras una semana llegó a un paraje que reconocia. Era un paso entre unas montañas, tras ellas estaba el acceso al Refugio. Corrió con impetu para llegar rápidamente. Más cuando alcanzó el paso su corazón fue victima de un gran pesar. Pues todo estaba destrozado, como si hubiese sufrido un ataque. Un ataque terrible.

No se veía humo, pero la tierra parecia ennegrecida. Las murallas de madera estaban rotas por varios sitios. Las puertas destrozadas. Y las casas derribadas. Incluso el bosque que la rodeaba parecia haber sido arrasado.

¿Qué habría sucedido?

Cargando editor
06/04/2015, 17:38
Director

Como si de un gran peso se hubiese librado, Athan se dirigía con renovadas fuerzas al Refugio. Los días parecían pasar despacio pues quería lelgar cuanto antes y reencontrarse con el que fue su hogar. Y quizás, ver a sus hermanos.

Por fin, tras una semana llegó a un paraje que reconocia. Era un paso entre unas montañas, tras ellas estaba el acceso al Refugio. Corrió con impetu para llegar rápidamente. Más cuando alcanzó el paso su corazón fue victima de un gran pesar. Pues todo estaba destrozado, como si hubiese sufrido un ataque. Un ataque terrible.

No se veía humo, pero la tierra parecia ennegrecida. Las murallas de madera estaban rotas por varios sitios. Las puertas destrozadas. Y las casas derribadas. Incluso el bosque que la rodeaba parecia haber sido arrasado.

¿Qué habría sucedido?

Cargando editor
07/04/2015, 21:00
Ryu Kazama
Sólo para el director

Mientras busco entre las ruinas, también busco entre mis recuerdos las lecciones del Guardián, Intentando recordar si alguna vez nos dijo que hacer en caso de peligro. Algun refugio o algo así.

Cargando editor
08/04/2015, 00:52
Athan Dalaras

La marcha de aquel oscuro lugar no me dejó indiferente, duras pruebas tuve soportar, tanto en cuerpo como en alma. Tan complicadas que en algún momento dudé de si era una realidad o una mera pesadilla. Sin embargo, negué en silencio, dado que las cicatrices en mi cuerpo y alma se habían grabado a fuego dando por imposible que el tiempo, tan eterno, llegase a sanar. Por otro lado, no me consideraba tan necio como para olvidar todo y continuar con mi destino, el mismo que yo elegí.

Mucho aprendí, y mucho maduré. Por supuesto ya no era aquel niño ingenuo que no sabía nada del mundo, ahora era más fuerte, más inteligente, más sabio, hasta incluso más consciente de mis limitaciones. Me había convertido en un caballero, la armadura de bronce del Horologium, o también conocida como el Reloj así lo atestiguaba. Ya no había marcha atrás, ni tampoco era ese mi deseo.

Por el camino, un recuerdo tan lejano que al principio lo confundí con un sueño pero no, fue cuando abandoné el refugio hará ya años, difíciles años que preferí no contar para que no me fuera más complicada mi estancia. Fruncí el ceño y en mi rostro sombría observaba el horizonte observando el largo camino que me quedaba.

Para eso me había entrenado, para portar la armadura y servir a la diosa aún sin conocerla. Lo cuál me llegué a preguntar si ella era la causa de la existencia de los caballeros tal y como me contaron. ¿Ese era el único propósito o había algo más? ¿Solamente podía luchar por Athenea? Dudas. Demasiadas. Supuse que tendría que hallar las respuestas a su debido tiempo y por mí mismo.

Conforme me acercaba más al que fue mi hogar durante mi infancia, en mi querida Grecia, una sonrisa de orgullo se dibujó en mis labios, quería conocer la suerte de cada uno de mis compañeros. Estaba totalmente convencido de que los vería allí portando cada uno su armadura y con sus respectivas historias aunque tal vez no tan “interesantes” como la mía.

Mis pasos finalmente me llevaron a mi destino, y adopté una expresión sombría borrando el sentimiento de alegría que había albergado anteriormente ante el panorama desolador que mis ojos veían pero mi mente intentaba bloquear.

-No puede ser...no puede ser. - Me dije a mí mismo con cierta rabia, apretando mis puños. De ver mi hogar a ver una ruina después de tanto tiempo, era como una retorcida ironía. Pese que mi corazón me impulsaba a correr, mi instinto me gritaba que no bajase la guardia ya que ahora me había metido en un campo de batalla con total posibilidad. El dolor era desgarrador, aún así, por orgullo reprimí lágrimas y aullidos llenos de ira que querían escapar de mi garganta.

Por mucho que quisiese mantener la templanza, se agrietaba por cada paso que daba. Cada árbol quemado, cada casa derruida, cada tierra que había perdido la vida. Sin bajar la guardia me dispuse a explorar aquello, aquello que un día fue mi hogar y ahora se había quedado en nada.

Cargando editor
12/04/2015, 22:44
Mikhail

Al llegar, contuve el aire.

Al fin estaba donde se suponía que debía de estar.

Sabía que quedaban muchas preguntas en el tintero.

Y ahora... ¿Muerte? ¿Desolación? De nuevo parece que de algún macabro modo salvamos las vidas. Y cada vez pienso que el azar tiene menos que ver en los acontecimientos que nos han sucedido desde pequeños. Pero claro, sólo soy un guerrero y poco puedo dilucidar.

Me pregunto, en mi interior, si habré hecho bien al volver. Si mis compañeros habrán vuelto. Si... Demasiadas cosas. Pero no importa. Estoy aquí, y estoy para luchar. Me visto con la mejor sonrisa, sabiendo que ahora, al menos, puedo intentar hacer algo. Todo es descorazonador, sin embargo, la vana esperanza de encontrar algún superviviente o a aquellos que habían sido como mis hermanos me recargan de fuerzas y ganas.

Me adentro, no obstante me detengo un segundo antes, agacho la cabeza para rezar brevemente por los caídos. Ahora sólo tengo tres misiones sencillas: buscar supervivientes, buscar a mis hermanos, y juntar los cuerpos para darles una digna sepultura. Quizá, pienso en mi interior, el anciano haya sobrevivido.

Cargando editor
02/05/2015, 22:13
Director

A medida que viajas en dirección al Refugio no puedes evitar pensar en lo que has pasado durante estos años. Desde luego no eres la misma persona que cuando te marchaste de allí, y seguramente los demás también habrán cambiado. El recordarlos hace que los eches de menos inmediatamente, y que te preguntes si habrán conseguido sus respectivas armaduras. O si estarán con vida, pues hubo momentos en los que estuviste a punto de morir. Pero luego desechas la idea, pues seguro que ninguno ha tenido que soportar lo que has aguantado tú. Y mejor para ellos. Pues indudablemente ha dejado huella en ti.

No obstante, cuando ya llevas un par de días de viaje algo en tu mente cambia. No sabes bien qué, pero de repente recuerdas algo. Algo que habías olvidado.

Recuerdas como el Guardian os despidió a todos, y recuerdas sus palabras.

Hijos mios, pues os quiero a todos como si fuerais de mi sangre, vais a emprender un viaje increible. La recompensa es grande, pero también el peligro. Pues estamos en guerra. En cuanto salgais de estos muros olvidareis su localización, y a menos que consigais vuestras armaduras y decidais volver no se os será revelada la ubicación de nuevo. Es un regalo de la propia Atenea, que nos bendijo con su protección.
El que lo olvideis es para garantizar la seguridad del Refugio en caso de, en caso de que os veais envueltos en la guerra contra Hades. Sé que es para lo que os estais preparando, pero oajalá que aun tardeis mucho tiempo en veros envueltos, pues la guerra sólo trae violencia y tragedia.

Después os miró uno a uno y luego hacia algo detrás de vosotros. Su cara se ensombreció.

Sed fieles a vosotros mismos. Recordad a vuestros hermanos, y sabed que la Diosa vela por vosotros. Por todos.
Marchaos con mi bendición
.

Y se alejó.

Todo eso lo recuerdas de repente. Como si hubiese estado ahí siempre, pero lo cierto es que hasta ahora no lo recordabas.

Cargando editor
04/05/2015, 08:55
Andreas Zakhaev

Andreas miraba a su alrededor. Ese recuerdo que le había asaltado de repente le había dejado un poco descolocado. Mirando al frente, sabía que debía presentarse de nuevo en el Santuario.  Tenía ganas de volver a verlos, a sus amigos, a sus hermanos.

El peso que notaba su espalda era lo que le daba las fuerzas para avanzar. Habían echo promesas y el por su parte la había cumplido, ahora solo esperaba que los demás también.

Cargando editor
05/05/2015, 12:27
Director

Como si de un gran peso se hubiese librado, Andreas se dirigía con renovadas fuerzas al Refugio. Los días parecían pasar despacio pues quería lelgar cuanto antes y reencontrarse con el que fue su hogar. Y quizás, ver a sus hermanos.

Por fin, tras una semana llegó a un paraje que reconocia. Era un paso entre unas montañas, tras ellas estaba el acceso al Refugio. Corrió con impetu para llegar rápidamente. Más cuando alcanzó el paso su corazón fue victima de un gran pesar. Pues todo estaba destrozado, como si hubiese sufrido un ataque. Un ataque terrible.

No se veía humo, pero la tierra parecia ennegrecida. Las murallas de madera estaban rotas por varios sitios. Las puertas destrozadas. Y las casas derribadas. Incluso el bosque que la rodeaba parecia haber sido arrasado.

¿Qué habría sucedido?

Cargando editor
06/05/2015, 09:17
Andreas Zakhaev

Andreas se llevó una mano a su boca para ahogar todo sonido que pudiera surgir al ver semejante estado del lugar que años anteriores había albergado a él y sus hermanos.

Mientras se movía por el lugar tratando de encontrar alguna respuesta o similar, intento sentir el cosmos presente en el lugar. Sabía que debía ser precavido, su experiencia para conseguir su armadura y ahora esto, debía estar relacionado con las palabras de su maestro Vanehin. Ocultando su propia fuerza como le habían enseñado, debía encontrar respuestas y tal vez algún testigo.

- Tiradas (6)

Motivo: Advertir

Tirada: 1d100

Resultado: 10(+75)=85

Motivo: Buscar

Tirada: 1d100

Resultado: 35(+60)=95

Motivo: Rastrear

Tirada: 1d100

Resultado: 79(+30)=109

Motivo: Deteccion de Cosmos[Ki]

Tirada: 1d100

Resultado: 23(+117)=140

Motivo: Ocultacion de Cosmos[Ki]

Tirada: 1d100

Resultado: 99(+67)=166

Motivo: Ocultacion de Cosmos[Ki]

Tirada: 1d100

Resultado: 69(+166)=235

Notas de juego

In crescendo.

Cargando editor
07/05/2015, 20:13
Director

Mientras tratais de asimilar lo sucedido, y tratando de buscar supervivientes, os adentrais en las ruinas de lo que una vez fue vuestro hogar.
Vuestros recuerdos están ahora intactos y no podeis lograr reconocer el lugar tal y como está ahora de destrozado. No obstante, cuando llegais al patio central, donde os despedisteis los unos a vosotros aparece un destello que os dejan cegados por unos instantes.
Cuando os recobrais, estais todos juntos, mirandoos, con la caja de la armadura a vuestra espalda. Los ocho.

Notas de juego

Estais vosotros cuatro, Hansel, JEan Paul, Seth y Xao.

Cargando editor
09/05/2015, 18:55
Mikhail

Al verlos a todos parpadeé una y dos veces. Sonreí. Volví a parpadear. Y reí.

¡Ja! ¡Jaja! ¡Jajajaja!

Eché la cabeza hacia atrás para contenerme... y con cierto esfuerzo lo conseguí. Les dediqué mi más amable sonrisa.

Parece que la diosa Atenea está de buen humor... o muy desesperada, si nos ha reunido a todos aquí a la vez... y con armaduras.

Estiré el brazo para levantar el pulgar.

Me fuí como Mikhail el mocoso, ahora soy Mikhail de la Hydra.

Terminé con una sonrisa radiante que casi parecía brillar como en algún cuento de hadas. No obstante unas ligeras ojeras estropeaban un poco la estampa, aunque había que estar realmente atento para fijarse en ellas.

Cargando editor
10/05/2015, 23:02
Ryu Kazama

Al ver a mis antiguos compañeros, en mi corazón siento una gran alegría, que queda reflejada en una sonrisa en mi cara. Pero el estado del refugio ensombrece todo lo demás.
- Me alegro mucho de volveros a ver a todos. Y llevo la armadura de la Cruz del Sur. ¿Sabéis que ha pasado aquí?
 

Cargando editor
11/05/2015, 21:54
Athan Dalaras

Con expresión sombría e ira contenida, mis pasos atravesaban aquellas ruinas, ruinas que una vez fueron mi hogar, y una fortaleza. Me costaba creer que ya no quedase nada, aún tengo mis recuerdos de como era antes de marchar. Y sin embargo, son eso, recuerdos. La cruda realidad era la que mis sentidos percibieron, y lo seguían haciendo.

La armadura que con esfuerzo conseguí en mi destino, la llevaba a mis espaldas, y cuyo peso no importaba. Me había hecho más fuerte, más alto y hasta incluso menos amigable para la mayoría. No muy lejos de mi ubicación, sentí que me encontraba solo, y al acercarme comprobé que no eran más que mis compañeros, los ocho.

Y al igual que yo, todos habían crecido, y todos portaban sus armaduras. El primero en hablar fue Mikhail, y después le siguió Ryu. - He regresado, como Athan del Horologium. - Añadí con una mezcla de orgullo y rabia. Orgullo por haber conseguido mi objetivo. Rabia por la sensación de que había llegado tarde.

Mis ojos barrieron el lugar buscando respuestas, y salvo el silencio, no obtuve nada. - Parece como si hubiesen sido atacados, ¿pero por quién? Me gustaría saberlo ya que no permitiré que quede así. - Añadí esta vez con frialdad. Desde luego, distaba de ser aquel crío ingenuo con la única idea de ser caballero. Unos años después, ya no era un niño, si un caballero, así lo transmitía. Determinación, arrojo, fuerza y orgullo.

Cargando editor
11/05/2015, 22:20
Director

Notas de juego

Hay algo raro en Athan. Todos habeis cambiado, cada uno porta sus cicatrices ya sean internas o externas. Pero en él hay algo diferente. Algo inquientante.