Partida Rol por web

La hija de Chronos

Jornada 1: El manantial de Ossecina (GdV 2)

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17/04/2016, 20:39
Naga

Caminaban los Viajeros por un yermo del desierto, plano y sin demasiada arena o piedras. El Chull, el cual aún no tenía nombre, cargaba sobre él el baúl y varias cosas que le hubieran dejado llevar. Era un Chull aún pequeño y no tenía un tamaño exagerado, se rumoreaba que algunas montañas eran Chulls hibernando. Poco a poco vieron un pequeño poblado, con casas achaparradas y hechas de barro. Era Ossecina. Decían que la fuente de agua de Ossecina era una bendición de los dragones. 

Gente de todo el mundo se dirigía a aquel pueblo a llenar sus odres con aquel agua, que tenía propiedades milagrosas o eso decían. Era tan pura y tan fresca que un solo trago alegraba tu corazón y lo llenaba de gozo. Pero por el camino ninguno de los Viajeros veía a otros peregrinos o caminantes. Era extraño que un lugar que se suponía tan visitado pareciera tan desierto. Al menos podrían refrescarse, comer algo y aprovisionarse para atravesar la parte más dura del desierto. Hasta con suerte ganarían algunas monedas ayudando a las gentes del lugar.

Notas de juego

El clima es nublado (0) y camináis por yermo (nivel 1, dif. 6). Tirad todos Salud y Marcha. Orientación y Acampada los omitiremos este turno.

Tiradas de Viaje aquí

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17/04/2016, 22:06
Kon

La propia inmensidad de yermo era fascinante, pocas veces había salido el joven de su ciudad natal, con sus prisas, sus trajines, idas y venidas, y todo regado por el humo o los diversos vapores a la sombra de los grandes edificios que todo bañaban con su sombra.

Kon estaba entusiasmado, tenía la sensación de que podría caminar interminablemente por aquellos parajes, la belleza de la naturaleza era aún más sobrecogedora para alguien que sólo ha conocido la gris ciudad.

¡Animo chicos! - dijo mirando a los demás - Ya se ve un pueblo a lo lejos. ¿Cómo serán sus habitantes? ¿Haremos algún nuevo amigo? No puedo esperar.

Cuando está emocionado, Kon es incapaz de permanecer callado.

 

- Tiradas (4)

Notas de juego

Salud: (3+6) 

Marcha: (2+4)+1 7

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20/04/2016, 16:35

El calor, el sol, pelos pegados por todos el cuerpo a causa del sudor, arena... Mö no estaba de muy buen humor. Realmente no sabía como había acabado en aquel lugar pero lo que tenía claro era que el Imperio de Saladino no se parecía en nada a aquella planicie del color de la canela que se extendía hasta dónde alcanzaba la vista y en todas las direcciones. ¿Cómo había cambiado los frescos bosques de Faerys, con sus manantiales y arroyos... sus cauces de agua clara y cantarina y los pájaros alegres, por aquella masa de aplastante calor sofocante? Desaba ver mundo pero, ¿acaso no había otro lugar en el mundo más propicio? Si un ren decidiese dejar su colonia y establecerse por su cuenta seguro que no lo haría en un lugar como aquel. Definitivamente no era sitio para un ren. Y Mö así lo reflejaba. Su aspecto era desastroso y parecía como a punto de enfermar... pálido y levemente debilitado.

Por fin divisaron una población... el ren no recibió la noticia con mucho entusiasmo hasta que contaron que se trataba de un pueblo famoso por su agua. Agua era algo indispensable en aquel momento. La posibilidad de sumergirse y, por qué no, chapotear en un fresco lago se hizo tremendamente apetecible para Mö. Tanto si el preciado líquido era mágico o milagroso como si se trataba de la más corriente de las aguas.

- Oh... por fín. - aseveró con fastidio. - No veía el momento de llegar a esta población. Claro que, si no hacemos que este bicho inmundo vaya más rápido quizá no lleguemos hasta la media noche. 

El ren tampoco había hecho muy buenas migas con el chull. Le parecía un tanto repugnante con aquellas patas cubiertas de un extraño exoesqueleto y las antenas que no paraban de menearse como pértigas. Al fin y al cabo les había costado bastante dinero conseguirlo y, aunque era reconfortante no tener que hacer todo aquel trayecto cargado como un mulo, el hecho de haber tenido que renunciar al cuerno musical para comprarlo no le había hecho ninguna gracia. Y la cosa era que al final no había hecho falta su aportación pero... al final, se había quedado sin cuerno. Mal!

- Tiradas (4)

Notas de juego

Salud: 3+3=6

Marcha: 2+3=5*

*PG Reducidos a la mitad. :(

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20/04/2016, 19:32
Umi

Umi viajaba alegremente al lado del Chull, todavía estupefacta con la apariencia de la criatura. El enorme crustáceo cargaba con todas las cosas del grupo en su grupa y no parecía inmutarse, sus seis patas se movían a un ritmo algo extraño pero constante. Aunque era difícil, si no imposible, apreciar las expresiones del animal de carga, Umi creía que estaba contento de poder salir de viaje en vez de estar en un establo. O donde fuera que guardaba uno a un Chull. ¿A santo de qué sino la energía con la que se movía? O a lo mejor simplemente era servicial. Pero prefería creer lo primero.

Quizá le estaba dando demasiadas vueltas al tema, pero es que no tenía mucho más que mirar. Allí solo estaban ellos y aquel paraje pelado y desprovisto de nada remarcable. Y la verdad es que hacía mucho calor, aunque no se notase el descomfort en el rostro de la chica, acostumbrada no en si a aquel calor agobiante, sino al cansancio en general. Akatsu sí que parecía algo más afectado por el calor, y trotaba muy pegado al Chull, siempre buscando la sombra de la gran bestia.

Umi estaba ensimismada en una de sus fantasías, imaginándose como sería ir a la batalla montando un Chull de los grandes destruyendo todo a su paso con su gran mole de peso mientras ella cabalgaba sobre su grupa agarrada a algún arnés o algo para no caer, cuando Kon rompió el silencio.

Sí, ¡Se veía algo a lo lejos! No se había dado cuenta de la sed que tenía hasta entonces. Y no estaría de más darle un descanso a Akatsu… Todavía era una cría no le convenía estar tanto tiempo andando bajo el sol. Mö parecía desesperado por llegar, y Umi sonrió al oír su lamento.

- No te metas con el Chull, hace lo que puede. – le chinchó un poco, amigablemente - Además, si llegamos a medianoche ya no tendrás que preocuparte del calor.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Tiré mal la salud, sorry.

Salud = 1+7 (+1 por granjera) = 9

Marcha = 2+4 = 6

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23/04/2016, 09:56
Naga

El Chull hizo un sonidito de disgusto cuando Mö lo despreció, algo como que bien podía cargar él todo lo que llevaba encima y que sonó como una tompretilla infanil desafinada. El príncipe no hacía aprecio de aquel animal que habían tomado para su cargo, el cual fuera como fuese era un compañero más. No comprendía quizás que aparte de todas sus pertenencias llevaba con él su caparazón que estaba hecho de un material similar a la piedra y casi igual de pesado.

Sus pasos no tardaron en dejarles en el pueblo, deseosos de dar un trago y hablar con las gentes del lugar. Lo que encontraron los dejó extrañados: no había nadie por sus calles. En medio de la plaza la fuente estaba desierta y... seca. Las puertas de las casas, otrora abiertas y amigables a todo el que quisiera pasar, estaban cerradas a cal y canto. Ni un alma se veía en aquellas calles, que al no ser cuidadas estaban siendo comidas por la arena del lugar.

- Tiradas (4)

Notas de juego

PG de Lairiel reducidos a la mitad.

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24/04/2016, 22:18
Lairiel

Lairiel había marchado detrás del grupo todo el día. Al igual que Mö, estaba realmente afectada por el calor, y se sentía realmente mal por ello. Arrastraba los pies al caminar y se apoyaba en su arco como si de un bastón se tratase. Su atuendo, adecuado para resguardarla en los fríos bosques de Faerys, era inútil contra el sol abrasador y las virutas de arena que se colaban por causa de rachas de aire cálido por su cuerpo. Cuando llegó, estaba realmente acalorada, con las mejillas coloradas y el pelo pegado a las sienes, la frente y la nuca. Cuando divisaron el pueblo, y con la esperanza de encontrar el pozo, pareció animarse y sacó fuerzas de dónde no podía para adelantarse y llegar hasta el pozo.

Pero sus oidos no escuchaban el murmullo del agua. Con desesperación, bajó el cubo que había y lo dejó caer. El sonido hueco al caer la dejó estupefacta.

-¡No hay agua! -dijo con voz ronca por el calor a sus compañeros, mirándolos incrédula.

Se dejó caer al suelo, la espalda contra el pozo, mientras descansaba.

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02/05/2016, 16:05
Umi

Umi sintió algo especial al cruzar el umbral de la aldea. Ese último paso quería decir que habían completado una parte del viaje. Una pequeña e insignificante parte, pero era la primera que completaban, y como tal era digna de mención. La línea figurada que separaba la aldea del desierto pareció volverse real mientras la cruzaba.

Tan contenta estaba, que no percibió nada extraño en ningún momento. No había gente en las calles, y estaban poco cuidadas, cierto. Pero ella no sabía si a esas horas normalmente la gente estaba fuera, y por lo poco que sabía del desierto tenía que haber arena por doquier sí o sí.

Solo cuando Lairiel lanzó la voz de alarma Umi salió de su ensimismamiento. No, no había agua.

- ¿Será un pozo antiguo? ¿A lo mejor hay alguno en otro lado de la aldea?

Pasó la mano por la cabeza de Akatsu, masajeándole como a él le gustaba mientras se sumía en sus pensamientos. Estaba bastante segura de que no sería así. Los pozos no se “agotaban” así como así, eran corrientes subterráneas. Y si había otro pozo cerca iría por fuerza a la misma corriente, que si por alguna razón había dejado de fluir, habría dejado secos todos los pozos de su trayecto.

Pero no quería pensar en la ausencia de agua. Y la esperanza es lo último que se pierde, ¿Verdad?

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02/05/2016, 16:33

El grito a medio camino entre la exasperación y el hastía tuvo que oírse en toda la aldea. Fastidio, aburrimiento y, en mayor medida, simple y llana sed. Mö llevaba varias leguas paladeando en su imaginación aquella agua milagrosa de la que tanto había oído hablar. Fresca, liviana y... ¿inagotable? La realidad superó en desastre a la ficción y el ren se quedó con las ganas. Caminaba de un lado a otro hasta que, por fin, dió con las posaderas en el suelo cuando decidió sentarse a la sombra que proyectaba el Chull - para algo tenía que servir aquel bicho inmundo -.

- Vale... ¿y ahora?

Los brazos de Mö se agitaban en el aire presas de un profundo sentimiento de indignación.

- Espero que ese moguri ladrón se esté riendo a nuestra costa bien a gusto. ¿De quién fue la idea de venir aquí? ¿De él...? ¿Nos dio algún plano? Vaya estafador... kupó... um... ¿kupó? ¿Qué demonios significa eso?

La actitud del hombre mono no era en absoluto cooperadora pero el calor había vencido por ko técnico en una lucha a muerte con una débil paciencia. Finalmente se puso de nuevo en pié, quizá movido únicamente por la propia ira mal gestionada que recorría su escuchimizado cuerpo y, ya en la mitad de la calle principal que cruzaba la aldea de parte a parte, volvió a vociferar...

- ¿Es que no vive nadie en este lugar?

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03/05/2016, 20:21
Kon

La sonrisa en el rostro de Kon se mantuvo imperturbable, como todo el camino. Sudado, como el resto de sus compañeros, también agradeció el alto. Aunque es cierto que esperaba un pueblo lleno de gente y deseaba conocer esa milagrosa fuente, pero no era motivo para venirse abajo, al menos se tenían los unos a los otros, sus compañeros de viaje, gente con la que estaba seguro de que formaría fuertes lazos de amistad y viviría aventuras increíbles.

No os desanimeis, tratemos de encontrar a alguien, puede que sepan lo que le ha pasado a la fuente y quizá, hasta podamos ayudar en algo - Kon trataba por todos los medios de que el desánimo no calara entre sus compañeros, aunque parecía tarde para el ren, que refunfuñaba a la sombra del Chull - ánimo, esta es la primera de nuestras aventuras, debemos encontrar un habitante para que nos explique lo que ha pasado.

Acariciando un poco al Chull, subió en la "concha" de éste, colocó sus manos formando un cono alrededor de su boca e inhaló una gran cantidad de aire.

¡¡¡¡HOLAAAAAAA!!!! ¿HAY ALGUIEN AHÍIIIIIIII? SÓLO QUEREMOS AYUDAAAAR.

La ausencia de agua en verdad era un problema, y más aún viajando por lugares tan cálidos como los desiertos del Imperio Saladino, pero Kon sabía que encontrarían una solución, además aún les quedaba agua en el barril que cargaba el Chull...- por cierto deberíamos pensar un nombre para él...o ella

Tras vociferar de aquel modo, se colocó la mano a modo de visera para ver si lograba atisbar el mínimo movimiento por parte del pueblo, cualquier puerta o ventana o incluso algún animal de compañía que andara deambulando por allí.

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04/05/2016, 19:46
Tsuna

Ante el grito de Kon una cabeza asomó de una de las casas. Era una mujer rubia de piel tostada y con un símbolo en la frente. Cuando vio a los Viajeros su cara se iluminó, pese a la preocupación que no podía ocultar. Salió de inmediato y se acercó al grupo.

-Saludos viajeros- dijo con una reverencia, las costumbres de aquel reino evitaban tocarse mucho. Seguramente tenía que ver con dar demasiado calor a otros en un ambiente ya caluroso de por sí. -Mi nombre es Tsuna. ¿Qué os trae por aquí? Si venís a ver nuestra famosa fuente hace días que no vierte ni una gota de agua, no sabemos la razón- su tono es consternado y preocupado a partes iguales al informar a los Viajeros de las terribles nuevas.

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05/05/2016, 03:07
Kon

Lleno de alegría por encontrar a alguien, saltó desde lo alto del Chull en dirección a la mujer de piel oscura.

Saludos Tsuna - dijo devolviendo la reverencia, ya que por lo visto en aquel pueblo se saludaban así - Mi nombre es Kon, acabo de emprender mi primer Viaje junto a mis amigos y me gustaría conocer lugares y gentes de todo tipo.

Reparando en la preocupación de la mujer, el joven empatizó con ella en lo que pudo - Ya hemos visto que está seca... una auténtica lástima pues habíamos escuchado maravillas sobre ella y además, llegamos exahustos del viaje como puedes ver.

Sin duda perder la fuente podía acarrear toda una catástrofe para aquel pueblo, sólo habían pasado algunos días según Tsuna y ya parecía más un pueblo fantasma que otra cosa.

¿Y dónde está todo el mundo? - Kon, pese a su verborrea, notaba el lugar demasiado tranquilo, acostumbrado al bullicio aquello parecía sacado de una historia de miedo.

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05/05/2016, 22:45
Lairiel

Lairiel se había cansado de estar tirada en el suelo, así que se levantó al escuchar que alguien del pueblo les respondía. No perdió ni un punto de la conversación, gracias a la agudeza de sus oidos, pero aprovechó para acercarse por detrás de Kon hacia el hogar de Tsuna. Tuvo que hacer un esfuerzo, casi arrastrando los pies, pero el apremio del sol achicharrándola desde lo alto era de por sí suficiente. Imitó el saludo de la muchacha local lo mejor que pudo y se unió a la conversación.

-Saludos Tsuna. Mi nombre es Lairiel. ¿No ha pasado antes algo parecido? Quiero decir, ¿los ancianos del lugar no recuerdan una cosa similar?

Ella había crecido entre elfos, cuyas extrema longevidad les dotaba de una gran sabiduría, y por ello los miembros más ancianos de los clanes eran muy respetados y valorados por su sabiduría. Aunque en parte humana, tenía dificultades para entender que los hombres vivían muchísimo menos y que, debido a ello, su capacidad para remontarse atrás en el tiempo era menor. Se abanicó con una mano mientras buscaba una sombra en la que resguardarse con la mirada.

-¿Podemos hablar en un lugar un poco menos expuesto?

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06/05/2016, 11:20

El ren no podía creer lo que estaba escuchando. Braceaba ante la impotencia de verse capaz de verbalizar lo que sentía... la indignación tan grande que recorría su cuerpo peludo y sudoroso. Probablemente nadie reparaba en ello ya que aquellos arrebatos de genio no eran del todo infrecuentes y, sin embargo, Mö caminaba de un lado a otro haciendo ruidos y resoplidos por doquier. Llamando la atención nada sutilmente.

- ¿Gente...? ¿Cómo que "gente"? ¿Qué es eso de dónde está la "gente"? - el símbolo de las comillas aparecía a cada segundo mientras el ren daba grandes zancadas. - Pues seguramente en sus casas... resguardándose de este calor pegajoso y horroroso. La pregunta es... ¡¿dónde esta el-a-gu-a?!

La cara de Mö hizo un gesto de evidencia. Los ojos abiertos y la boca torcida en un mohín de estupefacción. 

- ¿O es que hemos atravesado el desierto para encontrar "gente"? - de nuevo el gesto.

Mö, sin darse cuenta, se alejó un poco llevado por su propia turbación.

- Oh, sí... vayamos a buscar "gente". ¿Dónde...? A la aldea de Ossecina... es famosa por su "gente", ¿sabes? Ah, pues perfecto porque en ningún otro lugar podremos encontrar "gente". Ni siquiera en ese mercado repleto de "gente" en el que estuvimos hace apenas unos días...

Mö estaba muy enfadado... eso era evidente. Pero cuando mantenía una conversación consigo mismo, haciendo dos voces distintas para cada parte, se volvía realmente insoportable.

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09/05/2016, 20:11
Umi

Umi se quedó atrás dejando hablar a sus compañeros cuando la chica salió a recibirles.

Lo primero que dijo fue que no sabían por qué el agua había dejado de fluir. Desde hacía días. ¿No se les había ocurrido seguir el curso del río subterráneo? El agua tenía que venir de algún lado. ¿No habían bajado al pozo a ver si estaba obstruido? ¿No habían tenido la suficiente presencia de ánimo para investigarlo? ¿O simplemente no habían tenido los conocimientos o recursos como para hacerlo? Una pensaría que en una aldea en medio del desierto que depende de su fuente de agua infinita, sus habitantes serían algo mas activos en caso de quedarse sin su única “fuente” de suministros.

Lo último que se hubiera imaginado es este vacío… Deberían estar todos buscando la manera de arreglar el problema, bajando al pozo, excavando otros, o yendo a la aldea mas cercana a buscar alguien que supiera como solucionar el problema. Pero no, se escondían en sus casas esperando a que el apuro pasase solo.

Y como sabía que tampoco era del todo su incumbencia y sería bastante mal educado expresar sus pensamientos de esa manera, dejó que los otros hablaran.

Aunque luego saltó Mö, consiguiendo arrancarle una sonrisa a Umi. Le puso una mano en el hombro, intentando calmarle.

- Saludos Tsuna. Nosotros somos: Lairiel – señaló a la otra chica del grupo-, Kon – señaló al mercader-, el que grita tanto es Mö, y nosotros somos Akatsu – señaló al “zorrito”- y Umi – hizo una reverencia imitando a Tsuna -. Secundo la petición de Lairiel. ¿Podemos hablar a la sombra?

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09/05/2016, 20:52
Tsuna

Tsuna asintió preocupada ante lo que decía Kon.

-No sois los primeros viajeros que llegáis con esa idea, pero el resto se fue. Parecido con los habitantes de la zona, si no hay viajeros y no hay agua, no merece la pena quedarse- explica y luego señala la marca que tiene sobre la fuente. -Yo por el contrario debo quedarme, soy la guardiana de la fuente y es mi deber. En caso de que la fuente vuelva a funcionar seré yo quien informe al resto para volver.

La mujer al ver al Chull se acerco a acariciarle, con suavidad. Pero no el grueso caparazón donde no sentía nada, sino la cabeza que era una zona más blanda y sensitiva. El Chullo lo agradeció con un gorgojeo. -Tenéis un Chull, son complicados de amaestrar he oído... O más bien de encontrar- la sonrisa de Tsuna al ver la criatura fue leve y borrada de inmediato. -Por favor, entrad a mi casa. Tenéis razón, no aguantaréis mucho al sol, mejor guarecerse.

Es así que Tsuna les dejó entrar a su pequeña edificación con paredes de barro y techado de paja, aquel lugar era pequeño pero fresquito.

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10/05/2016, 18:42
Kon

Vió como Tsuna acariciaba al Chull y no pudo evitar esbozar una gran sonrisa, típico en él por otro lado.

Le gustan los animales, no puede ser mala persona.

Aceptó gustoso la invitación de pasar a su casa, donde agradeció el cambio de temperatura- Tienes un hogar muy bonito, Tsuna, gracias por acogernos.

Repasando mentalmente las palabras de su anfitriona, Kon trató de darles un sentido en su cabeza - Así que mientras la fuente no tenga agua estarás aquí tu sola? Eso no puede ser - dijo cruzándose de brazos - ¡hay que restaurar el agua como sea!

¿Tú eres la guardiana de la fuente, no se te ocurre que le ha podido pasar al agua? - Poco pensaba Kon que podría hacer si la propia guardiana, orihunda de la zona, no sabía por dónde empezar.

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10/05/2016, 21:27
Lairiel

-Muchas gracias por la hospitalidad, Tsuna -dijo mientras se bajaba la capucha y se sacaba un pañuelo con el que se limpió la cara del sudor que llevaba encima.

Entró en aquel pequeño hogar, la frescura dándole un poco de vida. Asintió ante la pregunta de Kon.

-Por mi parte estaré encantada de ayudarte, si con ello conseguimos un poco de agua.

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11/05/2016, 21:44
Umi

Umi emitió un inaudible suspiro de alivio al entrar a la sombra. El fresco tuvo un efecto instantáneo, y le hizo darse cuenta de lo extremadamente acalorada que había estado hasta el momento. Relajó los músculos, y tomó una bocanada de aire que por fin no le quemaba los pulmones.  Akatsu hizo algo parecido, entrando en tropel y resoplando audiblemente.

Umi seguía sin entender por qué no estaba todo el mundo buscando una solución al asunto, y debatiendo internamente si debían realmente hacer algo por ellos, cuando se veía a la legua que no lo hacían por sí mismos. Igualmente sabía que les acabaría ayudando, no solo porque sus compañeros se habían ofrecido, sino porque no podría perdonárselo si no lo hacía. Solo que una pequeña parte de ella seguía pensando que no podían esperar a que les sacasen las castañas del fuego cada vez que tuviesen un problema.

Oyó al chull moverse, y recordó que estaba fuera. Le hizo algo de pena que el chull no pudiese ponerse a cubierto junto a ellos, así que decidió preguntarle a Tsuna.

- ¿Hay algún sitio donde podamos dejar a nuestro pobre animal?

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13/05/2016, 11:41
Tsuna

La guardiana de la fuente negó a lo que dijo Kon, de saber qué le pasaba al agua lo habría solucionado o lo habría intentado.

-No, no sé qué pasó... La única forma de saberlo es ir hasta el nacimiento y no es una marcha que pueda hacer sola. Está en un lugar lleno de monstruos y ningún ciudadano del pueblo quiso acompañarme, tienen miedo de enfrentarles- dijo Tsuna, frotándose las manos con nerviosismo. Ella no quería ir sola y quizás la tacharían de cobarde, pero había visto las criaturas que estaban en el oasis de Jezéh y no quería encararlas sola.

La mujer miro a Umi y esbozó una leve sonrisa ante su petición. -No os preocupéis por vuestro Chull, están acostumbrados a temperaturas extremas y no sienten el calor o el frío como nosotros. De hecho solo necesitará algo de agua y comida, cosa que no os puedo proporcionar con la fuente así... Mis disculpas- la guardiana miró al suelo, sintiéndose culpable por ello.

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13/05/2016, 13:12

LA boca del ren no había callado. Parloteaba aquí y allá sobre lo indignado que se sentía habiendo tomado aquella ruta atravesando el desierto que conformaba el vasto Imperio de Saladino. ¿Por qué no ir a Atlantiopolis? ¿O visitar los reinos del Este? Oh, sí... en el este parecía estar todo lo bueno. Dejando de lado Faerys, claro está.

La cosa es que, a pesar de no parar de desbarrar, Mö se encaminó hacia el interior de aquella casa extraña a ojos del ren que conformaba la morada de Tsuna y, como por arte de magia, fue poner un pie dentro de la misma, notar el frescor proporcionado por las paredes de barro y, como por ensalmo, el pequeño hombre mono quedó mudo tras exhalar un leve suspiro de puro placer.

- Aaah! Esto es otra cosa. - dijo en un susurro.

Mö prestó atención a Tsuna, a todo lo que decía y a todo lo que había dentro de aquell casa. Ciertamente no parecía la casa de alguien que pudiera desempeñar un cargo tan relevante como el de Guardiana de la Fuente. Todo parecía más bien parco y poco ornamentado. Por un lado sería fácil pensar que para un habitante de los desiertos, tener fruslerías debía de ser equivalente a acumular trastos que uno no podría acarrear si finalmente tuvieran que moverse. Era bien sabido que muchos de los pueblos de aquellas tierras eran de naturaleza nómada y, aunque los habitantes de Ossecina se hubiesen asentado en torno a la fuente desde muchos años atrás, quizá su mentalidad nómada aún imprimía ciertas características en su manera de ser. De cualquier manera a Mö le llamaba la atención el hecho de que o hubiera nada que le llamase la atención.

Tan abstraído se encontraba que no prestó atención al asunto de los monstruos. Ni una palabra de aquello llegó a sus oídos.

- ¡Nosotros desentrañaremos el misterio! ¿Verdad, amigos? Si hemos iniciado este viaje es para acometer este tipo de aventuras.

En la mente del ren, aventura era igual a hacer un trayecto de menos de un día y retirar un pequeño desprendimiento de rocas y escombros que obstaculizaba el cauce normal del agua. La que se le venía encima...