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La hora cero (DM 05/2021)

La hora cero (II)

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13/05/2021, 11:45
Narrador

El sol surgió por el horizonte en la mañana del domingo. El día no tardó en hacerse caluroso, a pesar de que los rayos del astro rey aún no se habían dispersado por toda la tierra.

El ambiente que se respiraba en Pleasentville era tranquilo. Reinaba la armonía habitual, tan conocida por todos sus habitantes. Poco a poco las familias se fueron despertando y preparándose para desayunar. Los más pequeños de la casa recibieron el día con ilusión, pues ellos no tenían que ir al colegio ni sus padres a trabajar. Las atareadas amas de casa pudieron darse un respiro por qué sus maridos jugarían con los niños.

Sin duda cuando los jardines y las calles se llenasen de los gritos infantiles, productos de los juegos, la estampa sería digna de una fotografía que mostrase la forma de vida americana. El sueño americano.
Tal imagen idílica no se vería estropeada por nada, ni siquiera por los extraños signos pintados en la algunas de las vallas que cercaban los jardines.

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13/05/2021, 12:56
Karl Stevenson

Después de una sesión de sexo desbocado, ambos cayeron rendidos, exhaustos y sudorosos en los brazos de Morfeo. Karl consiguió dormir del tirón unas horas, a pesar del calor y de haber permanecido toda la noche en duermevela; fueron pocas, eso sí. Sus hijos se habían despertado con las energías renovadas, como si lo ocurrido durante la noche fuese una anécdota pasajera que se olvida en cuestión de minutos. Gruñó, cubriéndose con la almohada la cara, cuando estos entraron ruidosos, pidiéndoles desayunar y jugar a algo. ¿Cómo podían albergar esa vitalidad a tan tempranas horas de la mañana? 

Tranquilos, dadme unos minutos y ahora bajo... —murmuró, mientras remoloneaba y apuraba el tiempo en la cama junto a Martha—. Duerme si quieres un poco más, cariño —dijo, acariciando su mejilla con suavidad antes de plantarle un beso de buenos días en los labios.

Al final, pese a sus ganas de seguir descansando, no le quedó más remedio que ponerse en pie y dirigirse al baño para espabilarse echándose agua en la cara. Bajó, parsimonioso, con los ojos prácticamente cerrados, en dirección a la cocina, para servirse un poco del café que quedaba en una taza. Ayudando a que los niños se echaran los cereales y la leche, caminó hacia la entrada con la intención de abrir la puerta y coger el periódico que debería estar ya a sus pies como todos los días. Pero, antes siquiera de bajar la vista al suelo, comprobó que, en la acera de enfrente, en la valla de sus vecinos, estaba otra vez dibujado con tiza aquel extraño símbolo que los niños conocían perfectamente. Se asomó, deambulando unos pasos hacia el exterior del vecindario, descalzo, observando a lo largo y ancho de la calle cómo estos símbolos estaban dibujados en otras vallas cercanas. 

¿Qué está pasando? —preguntó, de un modo retórico y con gesto de extrañeza.

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13/05/2021, 14:16
Martha Stevenson

Aquel rato en la madrugada fue realmente único, tanto que cuando finalizó aquel acto de amor una sonrisa perenne quedó grabada en el rostro de aquella mujer mientras conciliaba el sueño entre los brazos de su esposo. No obstante las pocas horas al comienzo del día, así que no había otra opción que postergar todas las preocupaciones, miedos y demás relegados a un costado mientras se intentaba descansar. 

Pero como todo, la vida en familia y más aún siendo padres, los sometía a este tipo de situaciones en las que los pequeños de la casa se despierten temprano y necesiten atención. Así que lejos de quedarse a remolonear en la cama, recibió el dulce beso de su esposo y le siguió los pasos con su sonrisa habitual, aunque al haberse adelantado Karl, aprovechó para darse un buen baño refrescante y así estar siempre perfecta para su amado. 

Una vez bajó las escaleras, sonrío cuando vio que tenía a los pequeños comiendo cereal y desvío la mirada hacia su esposo que se encontraba en la puerta de la casa, seguramente iba por su periódico. Así que feliz lo rodeó con sus brazos por la cintura y se asomó desde su espalda para mirar lo que distraía a Karl. La pregunta despertó un escalofrío en la mujer y al comprobar lo mismo que él, cambió la mueca de alegría a la de preocupación. 

No entiendo nada, esto empeora amor. Después hablaré con alguna vecina, no sé que pensar ya... 

Luego tironeó del brazo de su esposo tras deshacer el abrazo, así podían desayunar y no alertar a los niños de aquello. 

Vamos amor, desayunemos. 

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13/05/2021, 17:29
Karl Stevenson

Karl recibió el abrazo de su esposa, acariciando uno de sus brazos como réplica. Sin embargo, no dejaba de mirar fijamente aquel dibujo que tanto le desconcertaba.

Yo tampoco le encuentro ninguna explicación, cielo... —dijo, dejando ir un suspiro con pesadez—. Ya viste sus caras ayer; los niños del vecindario se comportaban de un modo extraño. Me recuerda a esa película que vimos el año pasado en el cine, la de La invasión de los ladrones de cuerpos. ¿Te acuerdas? —a él le había gustado, aunque su mujer pasaba algo de miedo con ese tipo de películas—. Es como si perdieran cualquier rastro de humanidad cuando observan esos dibujos y se convirtieran en una especie de autómatas igual que en la novela de Asimov. Creo que después de desayunar aprovecharé para preguntarles mientras jugamos a ver si consigo alguna respuesta más esclarecedora. Odio no saber qué ocurre a nuestro alrededor —comentó, sintiendo el tirón insistente de Martha.

Lanzó una última mirada a la valla del vecino y siguió a Martha de regreso a su hogar. A saber qué clase de día les esperaría...

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13/05/2021, 23:55
Narrador

Karl y Martha se dirigieron de vuelta a su hogar. Los pajarillos cantaron alegremente, sobrevolando los jardines. Los coches circulaban con prudencia por el barrio.

Un claxon sonó con insistencia y el matrimonio Stevenson se giró para ver lo que sucedía. Un niño había cruzado la carretera de manera imprudente, corriendo entre dos vehículos que circulaban en sentidos opuestos. Estaba asustado y se apoyó contra la valla que rodeaban el jardín de la familia Stevenson.
Ambos coches estuvieron a punto de chocar y sus carrocerías se rozaron causando leves desperfectos.

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14/05/2021, 03:53
Martha Stevenson

Un tanto horrorizada por la relación de la película que mencionó su esposo y la situación real con los niños del vecindario, hizo que la mirada de Martha se desvíe hacia las casas mientras intentaba no creer en ello. 

—Hm, amor... Es muy fuerte si eso sucede, esperemos que no sea así. Es decir, me preocupa y nada de esto es normal pero quiero creer que es una tontería de los niños, una moda. No algo tan tétrico. 

No era por pecar de incrédula, simplemente prefería pensar que el mundo no se habla ido al cuerno tan rápido. No obstante mientras conversaban allí, otro evento sucede cuando aquel pequeño al parecer no vio esos autos y casi es atropellado. 

—¡Ay! ¡Por el amor de Dios Karl! —dijo asustada y salió al exterior, por la acera—. ¿Estás bien pequeño? ¿Que paso? Sabes... Tienes que tener muchísimo cuidado cuando andas por las calles. 

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14/05/2021, 11:53
Karl Stevenson

Ya sabes que a veces soy muy alarmista, cariño —reconoció, encogiendo los hombros—. No será nada, simplemente algún juego tonto que habrán aprendido Dios sabe dónde y que nosotros no conocemos —sí, aquello sonaba mejor que un lavado de cerebro o una invasión extraterrestre. 

Apenas se giraron para entrar en casa, un claxon rompió la quietud que imperaba en el lugar. Karl solo tuvo tiempo para comprobar desde su posición como aquel niño estaba a punto de ser atropellado; menos mal que los conductores consiguieron esquivarlo, pese a que se rozaran, desencadenando un sonido metálico que conllevaba rayones en la pintura de los vehículos junto con el característico chirrido de las ruedas bloqueadas sobre el asfalto tras un sonoro frenazo. Mientras su mujer se acercaba al pequeño, él se aproximó unos pasos a la carretera para constatar que los conductores se encontraban bien. Una vez hecho, volvió con su esposa y con el imprudente que había estado cerca de provocar una tragedia.

Eh, chico. ¿No miras antes de cruzar? ¿Qué haces cruzando por mitad de la carretera tan temprano? ¿Y tus padres? —le acribilló a preguntas, intentando poner en orden las ideas que rondaban su mente. "¿Qué le pasa a todo el mundo?"

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14/05/2021, 11:54
Arthur

El niño estaba tan asustado y tembloroso que no dudó en abrazar a Martha.

- Si... si no lo hacía -comenzó a decir entre sollozos - el hermano mayor me dijo que... que me haría daño.

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14/05/2021, 14:38
Martha Stevenson

Lo sé amor, te entiendo.

Luego al comprobar que el pequeño estaba bien, Martha quedó horrorizada por la respuesta que le dio aquel niño ya que hablaba de un hermano mayor y la ordende que lo hiciera. No entendía nada de todo esto, entre los símbolos, las actitudes raras de los chicos y que ahora hay alguien que los obliga, era una verdadera locura.

 —Dime cielo... ¿Quién es el hermano mayor? ¿Es alguien que habla por la noche cuando quieres dormir?—preguntó sin dudar, quería saber si existía una relación con ello—. No tengas miedo, cuéntanos.

Quizás ayudaba a esclarecer porque tenía un miedo en su cuerpo de que alguno de sus hijos fuera por el mismo camino, quería evitarlo con todo su ser y terminar con esta pesadilla que todo el barrio está padeciendo. No sabía Martha si había algo que los hacía actuar así o un ente, un adulto, lo que fuera.

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14/05/2021, 17:15
Karl Stevenson

La contestación de aquel escuálido chaval hizo que Karl le mirara, primero a él, y luego al símbolo de la valla de enfrente. Sus hijos ayer también habían mencionado algo respecto a los hermanos mayores. Pero él no estaba pensando en un hermano de sangre propiamente dicho, sino en alguien que los estaba manipulando con ese peculiar juego que provocaba dolores de cabeza y comportamientos erráticos entre los más pequeños de la casa. "Necesitamos respuestas y este niño dudo que se atreva a dárnoslas, pero por intentarlo..."

Es por la hora cero, ¿verdad? ¿En qué consiste ese juego, chico? —le preguntó, tratando de hilvanar las incertidumbres que les acuciaban para sacar algo en claro de todo aquello—. Venga, cuéntanoslo. Será un secreto entre nosotros y no se lo contaremos a nadie, ¿vale?

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14/05/2021, 22:54
Arthur

- No puedo... no puedo contar nada -el pequeño Arthur lloriqueó y se abrazó aún más fuerte - el hermano mayor está aquí -continuó diciendo mientras se tocaba la frente - y los papás no pueden verle.

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15/05/2021, 01:16
Narrador

El sonido de dos coches chocando vino de algunas manzanas situadas más al sur y el pequeño Arthur adoptó una posición fetal mientras balbuceaba palabras carentes de sentido.

Los niños salieron a la calle, sonrientes. Alegres. Jugaron en los jardines y apenas prestaron atención a lo ocurrido.

Max y Sally, asomados en la ventana situada junto a la puerta principal de su casa, se abrazaron horrorizados. Sintieron que algo iba mal y no querían participar en ello.

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15/05/2021, 13:50
Karl Stevenson

Karl se dio la vuelta de súbito, al mencionar el chico que el hermano mayor estaba allí, pero no distinguió ninguna figura en los alrededores. Volvió la vista al pequeño, cuando este desgranó otra frase de sus labios diciendo que los padres no podían verlo. ¿Pero qué significaba entonces? ¿Estaban los niños del pueblo volviéndose locos por algún motivo por culpa de un amigo imaginario? Iba a preguntarle sobre ello justo cuando se escuchó aquel estruendo  en algún lugar medianamente cercano del vecindario. Parecía que había habido una colisión entre dos coches a tenor del ruido de cristales y piezas metálicas rotas.

Chico, tranquilízate... Respira, vamos... Respira —se agachó, preocupado por el estado del infante, quien empezaba a balbucear palabras extrañas y se removía incómodo en el suelo, llevándose constantemente una mano a la cabeza. Aquel era comportamiento que se estaba repitiendo por desgracia con demasiada frecuencia en las últimas semanas entre todos los críos de Pleasentville.

El hombre dirigió una mirada de soslayo a los chicos congregados en la calle, todos ajenos a aquella escena, divirtiéndose y riendo como si nada. Sus hijos, en cambio, se mostraban bastante inquietos a través de la ventana. Karl se inclinó, susurrándole a su esposa en el oído:

Martha, esto no me gusta nada. No sé qué demonios está pasando... Están todos perdiendo la cabeza... Y yo voy camino de ello.

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15/05/2021, 17:57
Arthur

- Me duele la cabeza... mucho...

Las palabras del pequeño fueron acompañadas por un sonido que recordó a un grito lejano y ahogado, mientras el ladrido de algunos perros se hizo más que evidente.

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15/05/2021, 22:02
Martha Stevenson

El sonido de aquellos autos chocar, las reacciones de los niños que salían como si nada y los de la pareja, horrorizados en la ventana, solo generó una inmensa preocupación en Martha mientras Karl intentaba hablar con el niño. Estaba totalmente de acuerdo con que habían perdido la cabeza, es que no se vio ningún adulto sospechoso en la cercanía y no comprendía cual era el verdadero temor que los forzaba a actuar así. 

Cariño, me preocupa... Todo es muy raro. 

Y miró a sus hijos, nerviosa mientras Arthur se encontraba en posición fetal, lleno de miedo. Así que no dudó la mujer en arrodillarse en el suelo para abrazar al pequeño y así darle un poco de bienestar mientras su esposo estaba ahí también, bien cerca. Estaba en pánico y no entendía el motivo.

—Tienes que contarnos para que esto termine, lo que está pasando no está nada bien y con mi esposo podemos hablar con ese hermano mayor, así no los asusta más. 

Quizás esas palabras lo ayudan a acceder a dar más información. Pero lo dudaba, todos parecían estar manipulados por algo superior o invisible, algo que pulula entre las sombras. 

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16/05/2021, 00:58
Karl Stevenson

"Mierda" —fue la primera palabra que le vino a la mente cuando una serie de ladridos se escucharon en la lejanía, aunque sospechaba que pronto estos se intensificarían y algún perro desquiciado aparecería en el otro extremo de la calle buscando causar alguna desgracia. Y es que, aún siendo una completa locura, una que no se creería sobre el papel... Tal vez ese grito grotesco que había emitido el niño lo oyeran con ese sentido del oído hiperdesarrollado que poseían los perros en comparación con los humanos y les alterara hasta el punto de atacar a las personas, pese a convivir con ellas desde siempre. Era un verdadero misterio.

Martha, quizá haya que llevarlo a un médico... murmuró, poniéndole una mano en la frente al pequeño, para comprobar si esos dolores de cabeza traían consigo fiebre—. Deberíamos llamar a una ambulancia y que sean ellos los que se encarguen de él. Tampoco entiendo por qué sus padres le han permitido irse solo a estas horas de la mañana... 

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17/05/2021, 00:50
Martha Stevenson

—Si, querido. Ya mismo voy a llamar a la ambulancia y la verdad es como dices, no comprendo que los padres ni siquiera estén aquí. 

Ya con un suspiro que se le escapó al girar, caminó directamente hacia la casa para saber cómo estaban sus hijos y de paso llamar a la ambulancia. Por ello lo primero que hizo fue mirar a los niños, incluso preguntar si todo está bien. 

—Chicos... ¿Ustedes conocen al hermano mayor?

Luego de dejar la pregunta caer, cogió el teléfono y giró la rueda para ir marcando los números. A ver si le cogían la llamada. 

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17/05/2021, 12:52
Max

- Algunos niños empezaron a verlo - susurró Max con timidez - poco a poco los demás... Nos habla en la oscuridad... quiere que hagamos cosas malas.

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17/05/2021, 12:54
Sally

- Pero nosotros no le hacemos caso -añadió la niña tras un largo suspiro.