Partida Rol por web

La cosa se ponía cada vez mas fea por la llegada de más y más zombies. Matías cargaba a Marcos hacia la escalera, y aunque habíamos abatido a las amenazas que tenían mas inminentes, el nuevo número que se acercaba a ellos era demasiado amenazador. Poco conseguiría disparando a cualquier individuo de ese grupo que se acercaba, ya que al ser tantos no eliminaría una amenaza potencial, por lo que mi nuevo objetivo se centraba en la escalera, ya que si esta cedía, cualquier esperanza para aquellas dos personas se reducía a 0, y porque de todas formas si conseguían llegar hasta allí tendrían que pasar a través de ellos.

Cogí una nueva flecha, tensé mi arco y disparé hacia uno de los tres que se encontraban tirando (bloqueando) de la escalera...

Cogí otra vez la pistola y volví a disparar hacia el monstruo que quedaba en la escalera, haciéndole volar los sesos de inmediato.

Gracias a los precisos disparos de Ea y Sheila, la escalera queda casi despejada. Pero eso no es lo más importante que han conseguido, porque ahora Jenny puede dejar que Juanjo sujete la escalera y ella acabar con el último zombie de un fuerte golpe en la cabeza.

Ahora el camino hasta la escalera está libre y Matías y Marcos pueden llegar, pero no son lo suficientemente rápidos.

Percatándose de la situación, Jenny baja y corre en su ayuda, intentando que ganen algo de tiempo...

-Vamos Matías, yo los entretendré! Grita Jenny colocándose entre sus dos compañeros y los atacantes. Con unos rápidos movimientos consigue matar a dos zombies, consiguiendo además su completa atención. Estos segundo extra permiten a Matías y a Marcos alcanzar la escalera, y con la ayuda de Juanjo suben a la primera planta, fuera del peligro...

-Ahora Jenny, vuelve!!!   Grita Juanjo    -Ya han llegado a la escalera!!

El grito desconcentra a Jenny por un momento, que parecía tener controlada la situación, y uno de los zombies la golpea fuertemente en al brazo. Jenny intenta escapar pero ya es demasiado tarde... uno de los zombies la ha mordido, y ha caido al suelo...

La imagen no es agradable... en pocos segundos no queda nada de ella... se arriesgó por vosotros y no lo consiguió...

Matías y Juanjo se quedan tan sorprendidos que por unos instantes se olvidan de Marcos, tumbado junto a ellos...Cuando vuelven a mirar... también está muerto. Las heridas eran demasiado graves y no lo ha conseguido...

Todo trascurrió muy rápido, sin que apenas pudiera hacer nada más... En un abrir y cerrar de ojos, un grupo de 4 personas que se iba a fusionar con nuestro grupo se convirtió en una sola persona... tristeza, abatimiento, depresión, incluso algunas lágrimas se podían ver en el rostro de mis compañeros... Yo por dentro estaba igual pero no podía mostrar debilidad ninguna, ya que me quería mantener con mi misma determinación de siempre y que estas personas me tomaran como referente...

Me eché el arco al hombro y ayudé a subir a Juanjo y a Matías por las escaleras. Luego rodeé toda la azotea por el borde mirando para abajo para ver la situación que había por doquier: zombies en la puerta principal, en la calle, en la puerta trasera y en el callejón, asi como las posibilidades de saltar a la azotea del edificio de al lado. Todo esto lo hice en silencio, ya que seguía reflexionando sobre todo lo que había pasado y preparando las palabras que tenía que decir al volver con todos:

Tenemos que conseguir que lo que acabamos de vivir no nos afecte. Se que todo esto es muy duro, y no quiero parecer insensible ni cruel, pero en la situación en la que nos encontramos actualmente esto no será la última vez que pase. El mundo parece que se ha ido a la mierda, y por tanto lo único que podemos hacer es mirar hacia delante y darlo todo por sobrevivir y por supuesto intentar que no nos vuelva a pasar nada parecido, ya que el valor de una vida humana no se puede ni contar...
Dirigiendome a matías principalmente sigo hablando:
Mi nombre es Sheila, y ellos son Ea y Juanjo. Mis condolencias por tus compañeros, imagino como te sentirás, nosotros ya hemos pasado por algo similar anteriormente. Por nuestra parte hemos intentado hacer todo lo posible para ayudar, de hecho ha sido una suerte que sugiriera antes subir a la azotea, aunque maldigo no poder haber hecho algo mas...

Paecía que, con lo que acababa de pasar, la primera que recupera la cordura es Sheila. Poco a poco, todos saliis del estado de shock en el que os encontrais y empezais a moveros con normalidad.

Ahora mismo, la puerta principal del edificio en el que os encontrais está abarrotada, y las otras salidas tampoco ofrecen facilidades...

-Sheila, te acuerdas de como escapamos del supermercado... podríamos intentar hacer lo mismo...

Era cierto, quizá podrían intentar distraer a los zombies y escapar...

La posibilidad de escapar por la azotea no parecía factible desde aquel edificio, ya que los apartamentos de alrededor solo llegaban hasta la cuarta planta, y la caida era bastante considerable.

Mientras Sheila daba una vuelta alrededor de la azotea, observó que había muchos coches en las calles, pero uno en concreto llamó su atención junto a la puerta principal... tenía una de las ventanillas bajadas... lo que facilitaría mucho el acceso a su interior...

Fue un golpe duro, seguramente, para Matías. Aunque para los otros tres ya nos habíamos acostumbrado a ver cosas así, pero igualmente impacta. Cuando estuvimos a salvo, Sheila hizo presentaciones, al escuchar mi nombre asentí la cabeza a modo de saludo. - Yo Ea, mucho gusto. A propósito, ¿qué forma fue la del supermecado? - Dije mirando a Juanjo y Sheila.

La gente ya iba reaccionando poco a poco, eso me agradó porque no había tiempo para demasiadas lamentaciones. Juanjo me recordó algo que ya tenía en mente y Ea preguntó por ello, así que decidí contar lo que hicimos y lo que quería hacer.

Pues nos encontrábamos en un supermercado cercano a la tienda de deportes donde te encontramos. El supermercado tenía una puerta principal atestada por estos seres, así que nuestra mejor baza para salir de allí era la puerta trasera. Fuimos hacia ella y nos dimos cuenta que en el exterior había tres de ellos también, que aunque estaban en babia sin ningún objetivo, era peligroso salir por si se daban cuenta. Entonces me dirigí a una ventana cercana, monte una pequeña barricada por si acaso, la rompí y los atraje hacia ella con gritos y gestos. Vinieron a la ventana y intentaron entrar por ella, tiempo que aprovechamos para salir por la puerta sin que se dieran cuenta a parte que estaban mas lejos si lo hacían...

Miro a todos, los cuales están expectantes a que sigan...

Bien, pues la cosa es que aquí poco pintamos mas, y que estamos en una situación parecida a la del supermercado, pero con muchos zombies más. La cosa sería atraer a todos los de la puerta principal hacia el callejón, para ello podemos utilizar algún equipo de música, las ventanas del edificio, la escalera, etc... Una vez que consiguiéramos que la puerta principal estuviera despejada, intentar salir de aquí por ella con algún vehículo. Justo al lado de la puerta principal hay uno con la ventanilla abierta, por lo que entrar dentro sería muy rápido. Una vez allí, si tuviéramos ultra suerte estarían las llaves, si no habría que hacer un puente. ¿alguien sabe? la cosa es que quien sepa lo intentara y el resto se quedaran en la puerta principal esperando o el momento de ir hacia el coche o un rápido desalojo, y defiendiendo en caso de necesidad. Por suerte podríamos volver adentro rápidamente. Bueno, ¿que opináis? Si os parece bien, ¿alguna idea en concreto para alguno de los puntos?

A duras penas logró encaramarse a la escalera tras haber subido a Marcos. Logró deshacerse de uno de los zombis que intentaba morderlo y subir al piso de arriba donde ya estaría a salvo. Desde allí pudo ver horrorizado como aquellas cosas mordían y despedazaban a Jenny. No pudo reaccionar, se quedó totalmente paralizado. Apenas conocía a aquella chica, pero parecía que llevaba con ella muchos años. – No… Lucas… Jenny… - solo alcanzaba a decir los nombres de los caídos en aquella mañana mientras sus ojos se nublaban por culpa del llanto reprimido. Cerró los ojos por un instante, intentando recuperar la cordura, pero justo en ese momento fue cuando notó que Marcos tampoco se movía. – No, Marcos, no. Tienes que aguantar!!. – comenzó a gritarle mientras comenzaba a hacer un masaje cardiaco a su amigo. Marcos no reaccionaba, golpeó el pecho del cantante con el puño cerrado, muchas veces lo había hecho, pero esta vez no iba a resultar. Pocos segundos después se dio cuenta de que era inútil, también lo había perdido.

Cansado y totalmente abatido, al final se recostó sobre la pared del edificio con la mirada fija en algún punto del horizonte. Las otras personas, las que al parecer lo habían salvado hablaban a su lado, pero Matías no tenía ninguna gana de hablar…

Parecía que Matías poco a poco empezaba a volver al mundo en el que nos encontrábamos, la perdida aun le dolía pero no podíamos permanecer allí indefinidamente, había que empezar a moverse:

Y bien, ¿que os parece el plan? ¿Lo llevamos a cabo y nos vamos rumbo a la comisaria a armarnos del todo? ¿Quien sabe hacerle un puente a un coche?

Sheila lo dijo alto y claro, a ver si de esta forma sus compañeros se espabilaban un poco y empezaban a moverse. Mientras que esto ocurría Sheila sacó de nuevo la radio y se puso a recorrer el rango de frecuencias en busca de alguna retransmisión, ya que ahora se encontraba en una zona aun mas alta y podría pillar mejor alguna señal débil

El silencio reinó en la azotea del edificio tras sus palabras de rabia al perder a sus compañeros. Las dos mujeres y el hombre prefirieron no hablar durante unos minutos, dejando así que Matías se recompusiera. Al fin, el joven se puso en pie. – Mi nombre es Matías, encantado de conoceros Sheila, Juanjo. A ti, Ea, te recuerdo. Hace unos días coincidí contigo en el teatro. – comentó Matías intentando aparentar más entero de lo que realmente estaba. – Gracias por salvarme la vida.

- ¿El plan?, ah si, lo que dijisteis del ruido. Me parece bien, está claro que es importante salir de aquí, aunque ya no veo tanta importancia en lo de ir al hospital, no tenemos ningún herido. – dijo mientras echaba un vistazo al cuerpo de Marcos, el cual aun yacía en las escaleras, él podía haber corrido la misma suerte. – Aunque allí podré buscar varias cosas que nos pueden ser de utilidad, medicinas, vendas, etc… soy médico, aunque no se si la medicina puede curar el mal que tienen estas personas. – esbozó una leve sonrisa algo falsa y sarcástica al decirlo mirando a los ojos de Sheila.

Después de las presentaciones, parece que el grupo se pone de acuerdo para llevar a cabo el plan de Sheila. Para ello necesitarían atraer a los zombies lejos de la puerta y después correr hacia el coche.

La idea no parecía muy desabellada, y Sheila ya había llevado a cabo una escapada similiar hace poco, y aun seguía viva.

- ¿Si? Pues no me acuerdo mucho... Supongo que será las movidas de estos días. A mi también me parece bien ese plan. - Tras algunos segundos hablando. - Yo podría intentar lo. - Solamente tendría que abrir la zona de debajo del volante, y empezar a juntar tres cables, uno rojo y grueso, gris y marrón. Luego con uno verde/blanco hacer contacto con el de color gris hasta que el motor de arranque funcionase y el coche arrancara. 

Bien, pues entonces Ea se encargará del coche. El resto nos quedaremos en el portal cubriendo, aunque antes nos tenemos que encargar de hacer la maniobra de distracción. Yo voy a bajar al piso a por mi equipo de música y un alargador, vosotros empezar a atraer a la peña hacia el callejón. Puede que ayude que alguien baje por las escaleras de emergencia al menos hasta el segundo piso, aunque eso ya lo dejo en vuestras manos. En fin, no me demoro más...

Veis como sheila, armada y alerta, entra en el edificio...

Bajo hacia mi piso con en sigilo y con mucha atención a mi alrededor por si me encuentro alguna sorpresa. Voy fijándome en mis hilos y en la barricada por si se ha movido algo, y si no es así entro en mi piso. Una vez dentro, cojo el equipo de música (tamaño mediano) así como su alimentación, compruebo que funciona, y repitiendo el mismo método de antes subo de nuevo a la azotea...

- Yo bajaré e intentaré atraerlos hacia la escalera de emergencia para que dejen libre la salida. – comentó Matías respondiendo a la muchacha rubia. – En cuanto puedas, hazme llegar la radio o lo que puedas encontrar que haga mucho ruido, lo mejor es concentrar el ruido en un lugar para que no se dispersen, yo mientras comenzaré a golpear la barandilla con el bate. – señaló la pata de la silla que cogió hace unas noches y que ya le ha servido de mucha ayuda.

Dicho esto, comenzó a bajar lo más que pudo sin ponerse en demasiado peligro. Al llegar a la altura donde se encontraba el cuerpo de Marcos, lo empujó con el bate hacia el exterior para que cayera a la calle. – Lo siento amigo, pero viendo que esas cosas cuando mueren se levantan para comernos, no quiero que me pegues un susto.- Después, comenzó a pegar gritos y a golpear las barandillas con el palo para hacer el mayor ruido posible.

Sheila se dirige rápidamente a por el equipo de música, y minutos después vuelve con él a la azotea, y se lo baja a Matías a la escalera de emergencia. Por suerte, funciona a pilas, así que puede hacerles ganar algo de tiempo mientras preparan el resto del plan.

Matías comienza entonces a hacer ruido, con el bate golpeando contra la barandilla y con el aparato de música a un volumen considerable. Poco a poco el plan comienza a hacer efecto, y varios de esos seres empiezan a aparecer por las esquinas y a acercarse a la escalera.

Mientras tanto, Ea, Sheila y Juanjo deshacen la barricada que habían organizado en el sexto piso para poder bajar al portal. La estrategia defensiva había funcionado a la perfección: Los papeles seguían en su sitio (asi que no había amenazas) y salvo los ruidos constantes provenientes del resto de apartamentos, la escalera parecía tranquila. Al bajar poco a poco los pisos, los ruidos se vuelven más intensos, como si detectaran su presencia, pero por suerte nada ocurre y los tres llegan sanos y salvos al portal.

La puerta principal está mucho más despejada que horas atrás y con un rápido vistazo el grupo se da cuenta de que es posible llegar hasta el coche, aunque aun quedan algunos zombies merodeando cerca de la entrada (que no se sienten atraidos por el ruido).

El auto se encuentra al otro lado de la calle, y de momento el camino está despejado...