Partida Rol por web

El Shefardí miró a los que marchaban y siguió un camino diferente a los que todos habían seguido. Seguro que si no es la sinestesia, es el Señor el que nos guía. Quería evitar todos los lugares que el resto revisase, ya que esto no era sólo cosa de estar cómodo, era cosa de sobrevivir; y eso incluía hacernos con aquello que nos ayudase a estar mejor. Aún no sabía si sería el canibalismo lo que los alimentaría, si eran los captores que los tenían presos o si se dedicarían a la supervivencia pura, como si fueran náufragos que han llegado a una isla casi desierta, con poca vegetación y ... por ahora ... ninguna forma de vida.

Mientras caminaban se hizo con un haz de hierba y lo puso en la boca. No chupaba. Quería ver la reacción de su lengua, no fuera venenoso. - Vamos a ver si encontramos algo que nos ... convenza. La isla no era muy grande, pero todos empezaron por los edificios que estaban más a la vista. Seguro que había otros. Había sido pre-soldado, y muchas veces se buscaba controlar los accesos. Seguro que esta isla tenía algo. Un control de helipuerto, de puerto, aunque fuera pequeño ... eso buscaba.

Casi por instinto seguí a aquel encapuchado... total, me había quedado atrás de todos los demás y lo que menos me apetecía era quedarme solo...

- te vi antes santigüarte 3 veces... no eres cristiano ¿cierto? - quizá no era la mejor manera de abordar el tema, pero esas palabras le salieron casi por impulso, y había pocos temas a los que yo me acercase de manera impulsiva.

Caminaba con las manos ahora en los bolsillos tratando de encontrar el mismo ritmo de paso que el otro chico.

No tardó en responderle: - Si, lo soy. Y aunque no sea ortodoxo, hay veces que nos confunden.  Se detuvo a escuchar y se agachó durante unos instantes, ya seguro de que no eran acechados. El habernos detenido y demorado, puede dar a emboscadas. Se maldijo por esta perdida de tiempo y se le notaba en el rostro...Luego se explicó: - Lo que pasa es que mi familia aún mantiene viejas costumbres a pesar del desapego histórico de 500 años.

Aquel chico había despertado mi interés... aunque solo fuera por su rama cristiana. Tenía curiosidad saber de dónde provenía, Dios está también él y pese a que no hay que dejar a ningún cordero fuera del refugio... aquellos que ya conocen el camino son los más fáciles de encaminar. Los lobos con piel de cordero serían los obstáculos a los que nos tendríamos que enfrentar... siempre mejor hacerlo en compañía.

- ¿De dónde provienes Joel? ¿Cómo has llegado hasta aquí? - tratando de ganarme su confianza. Te escuché antes mencionar un número...

Caminaba buscando en la dirección que aquel chico había marcado. Miraba el suelo, para no tropezar entre la minúscula vegetación y los escombros. Quizá podría encontrar algo de interés... alguna pista para saber qué se coció por aquí... por qué acabó todo esto convertido en una prisión...  por lo pronto creo acercar al decir que esto no fué siempre así.

Sonrio y se le iluminaron los ojos. Ha aflorado el adiestramiento. - Si, es lo que me enseñaron de pequeño, que si me hacían prisionero, como a los soldados, diera ... dudó durante unos instantes ... esos datos.

Quedó extrañado por la pregunta, pero contestó: Nací en Sidón, en Israel , pero he estudiado en Estados Unidos y en España. Seguía avanzado a pequeños tramos, y escuchando y mirado cada vez que tomaba un nuevo escondite. Parecía una fiera cazando. Tras contestar preguntó: - ¿Qué tiene eso de importante? Las palabras no eran esas, pero lo que quería saber ... era por qué le preguntaba. Su voz sonaba entre susurros, pero se notaba curiosa e intrigada.

Las latas que encontraron estaban caducadas, sin embargo, no olían demasiado mal ya que de todos era sabido que las latas podrían aguantar mucho más de lo que marcaba su fecha de caducidad. Entre todos los apartamentos pudieron encontrar comida enlatada para casi un mes si lo compartían entre los dos, sin embargo, cargar con todo ese peso sería demasiado. También encontraron una buena cantidad de cuchillos de cocina, la mayoría oxidados salvo cuatro de ellos.

El examinar todos los apartamentos hizo que fuera la hora de comer, pero también encontraron un par más de bombonas de gas butano que por el peso debían estar medio llenas y en la planta superior un hornillo que aun funcionaba bien. También encontraron varios útiles de limpieza y toda clase de mantas y ropas inservibles por el paso del tiempo.

Cuando Darby salió se fijó bien en el cielo, se notaba humedad en el ambiente, pero estaba soleado o por lo que parecía que no iba a llover, aunque en la costa y con tanta humedad realmente no se sabía a ciencia cierta. El siguiente edificio era prácticamente igual al anterior, al entrar puede ver que el estado es similar, pero en este la entrada al sótano era totalmente inaccesible mientras que las escaleras a la parte superior estaban en perfecto estado. El edificio tenía 10 plantas y tardaría aproximadamente 1 hora registrar cada planta.

Los chicos caminaban por el lugar frente a ellos a parte de los edificios tenían la muralla que les indicaba el final de la isla de solo un par de metros de alto y tres calles, una por el lado izquierdo del edificio grande donde el grupo más numeroso se dirigió y que iba por el lateral izquierdo de la isla pegado al muro, la segunda calle parecía que conducía al centro de la isla y es por donde el chico de la cicatriz en la cara se marchó, finalmente la tercera calle les llevaba hacia la derecha posiblemente cerca de la muralla derecha y estaba cerca del edificio al que la chica asiática y el chico de color se encaminaron.

`Por el suelo podian ver toda clase de piedras, cascotes, trozos de madera y varas metalicas ademas de cristales

Las escaleras cochambrosas no me daban mucha seguridad, pareciera que se iban a caer en cualquier momento.

-Yo iré a ver el sótano. Si encuentro algo interesante os lo haré saber. -Sonreí y me dirigí hacia las escaleras que bajaban al sótano oscuro.

Una vez abajo, intenté encontrar todo aquello que pudiera ser de utilidad o que nos pudiera dar alguna información de dónde estábamos.  

Entre sus pasos, se hizo con una vara me metro y medio o así, y cuando consiguió una segunda, se la pasó al compañero ¿Sabes pelear? Preguntó intrigado cuando le pasó el trozo de metal. ¿Sabes que creo que vamos a tener que luchar por nuestras vidas? Y se santiguó una vez más. Se agachó y miró otra vez en derredor. Señaló por donde el tipo de la "marca" había marchado. Seguro que es más fácil "convencer" a uno solo que a varios. Comentó mientras se metía un par de piedras en los bolsillos. Unas pocas, que con buen tamaño pudiera lanzar, y una algo más grande para usarla de "martillo".

Era una herramienta polivalente. Para construir y destruir, para crear y matar. Eran muchas cosas. Además, en otro bolsillo se echó un puñado de tierra.

En caso de que Yago la ayudara, utilizó como ''base'' uno de los apartamentos mas limpios que habia, llevando con esfuerzo ahi las latas, los utensilios, las mantas, las bombonas y el hornillo. Era una buena base, y no le importaba compartirla con aquel muchacho. Parecia tranquilo, no demasiado violento si no lo eran con él y no parecia un salido como algunos de los que estaban ahi fuera, asi que en cierta manera, se sentia un poco mas segura. Pero ella nunca bajaba la guardia, ya que era de las que más sabian que las apariencias engañaban.
Limpio como pudo uno de los calderos y tras abrir un par de latas y comprobar el estado del contenido de estas, siempre que fueran mas o menos de lo mismo, lo echó dentro del caldero tras encender cuidadosamente el hornillo. No era una gran superviviente, pero eso no era valerse en la naturaleza. Metio las latas abiertas que si le olieron mal en una caja que encontró. Quizas, si el chico sabia pescar, le servirian de carnada.
- Para... Pescar. ¿Sabes?- señalo la caja, en lo que la apartaba a un lado. Y luego revisó aquel apartamento con la vista. Le daba asco la cantidad de polvo y telarañas que habian por todas partes, asi como el olor a podredumbre. Pero descubrió el principal problema ahi dentro. El agua. Aquello la preocupó un tanto, rascandose la nuca. 
- Agua... falta. ¿Habrá algun... pozo o lo traian? Debemos buscar. Quizas... botellas.- se encogio levemente de hombros, en lo que volvia a remover la comida, esperando a que se calentara. Eso mataria las bacterias. Daba igual comerlo un poco quemado, el caso era no enfermar. Dejo aquello preparandose en lo que se asomo por una de las ventanas que daban a la parte trasera, hacia el mar y sacó las mantas. Contuvo el aire y se puso a sacudirlas con brio, tratando de quitar todo el polvo acumulado durante años, respirando en pequeños intervalos tras parar de sacudirlas, para no asfixiarse. 
- Habria... que... reforzar un poco. - lo murmuró en lo que miraba de reojo la sala. No confiaba en los demas y quizás trataran de robarles. 

Entro al edificio mientras voy pensando:

Bueno, evacuar una isla no tiene que ser tarea fácil. Y no sé si la evacuaron por alguna razón de riesgo o simplemente la abandonaron, pero lo que esta claro es que fue una mudanza a lo grande. Pero incluso en las pequeñas mudanzas los propietarios se dejan cosas atrás, seguro que si no encuentro algo de comida en las despensas, al menos encontraré herramientas, quizás alguna linterna, baterías, cuchillos, recipientes donde poder cocinar. Podría incluso almacenarlos todo en uno de estos pisos y crear mi refugio por el momento. Que sea en una planta intermedia para que no pueda entrar nada ni nadie por la ventana ... la planta 5º esta bien... además podría poner trampas e incluso algún sistema de alarma para que me avisase con el ruido si alguien viene a perturbar mi sueño ... eso al menos me dejará dormir en paz ... no quiero relajarme en esta isla ni por un segundo.

Una vez dentro decido ir en orden y empezar a registrar la primera planta, y continuar así sucesivamente hasta las 21.

Espero que nadie me haya seguido. 

Casi por impulso agarré la vara que me lanzó mi compañero, la miré en principio sin saber que hacer con ella... y bueno, los susurros siguientes me ayudaron a confirmar que llegado el momento tendríamos que utilizarlas. De momento me servirá de bastón para caminar entre los derrubios.

- No tengo mucha práctica en peleas, la verdad... -  volvió a mirar a su alrededor para ver si encontraba con la mirada a los demás chicos... y recordó que aquellos eran convictos, y que por alguna razón estaban allí, por justicia o sin justicia... con arrepentimiento o sin él... y podría resultar que fueran peligrosos... -  pero llegado el momento el Señor me enseñará qué tengo que hacer... - era normal que Joel supiera moverse por aquellos entornos por desgracia Israel se había convertido en una tierra de enfrentamientos, una terrible pena que tierra santa sea un lugar de conflictos y de lucha perpétua.

- ¿Y por qué estás aquí? - dudaba que le respondiera... pero era necesario conseguir amistado con un aliado o compañero tan valioso.

Mientras caminaban seguía buscando cualquier cosa que llamara su atención. Se fijó en como agarró el puñado de tierra y piedras... y como se agazapaba en aquel entorno. Yo era más bien torpe y seguramente si tratase de imitarle seguramente lo que haría sería llamar la atención y hacer el ridículo. Me apoyé mi nuevo "cayado" de metal ... - Joel, hacia la ¿izquierda? los demás se desperdigaron y encaminaron hacia el centro de la isla y hacia la derecha.

Óscar pensó que aquel tipo mentía. ¿Acaso no habían encerrado allí a lo peor de lo peor? Creía que se toparía con poco menos que asesinos y locos, pero allí estaba aquel blanco asegurandole que había acabado allí por "pasarlo bien" ¿Qué puta broma era aquella? 

Él mismo no era ningún angelito, de acuerdo, pero estaba lejos de ser un cabrón degenerado, había creído que terminar allí pudo haber sido un error. Si aquel tío no mentía, quizá no se trataba de ser "de lo peor" si no sencillamente ser personas que nunca hubiesen aportado nada positivo a la sociedad. 

¿Mentía aquel capullo? Le observó, no lo parecía, además ¿Qué necesidad había de mentir en un lugar como aquel? Fuese como fuera estaban ya bien jodidos, y Óscar tenía la certeza de que lo más probable a pesar de todo, era que quizá no salieran vivos de allí. O de que, si salían, no lo harían siendo las mismas personas que fueron al entrar, con lo que estarían muertos igualmente. 

- Vengo de España- Respondió con parquedad, sus ojos volvieron a recorrer el entorno con desconfianza.- ¿Qué clase de sitio crees que es este? A mí me parece que somos ratones.

Después de encontrar esas latas me sentía un poco mas aliviado, incluso podíamos calentar la comida o incluso hervir el agua para quitarle las bacterias.. pero no había ni gota de agua por allí, solo lo que nos rodea, un océano salado..

-Está difícil el pescar aquí, no tenemos un palo resistente y flexible.. pero la carne en peor estado nos podría servir de ayuda.. más adelante-.

Por ahora todo marcha bien, y esta chica.. ha demostrado que puede valerse por si misma aunque se vea tímida, de hecho que esté aquí al igual que yo es por lo que no debo bajar la guardia..

-Bueno voy a coger este cuchillo, no sabemos con que vamos a encontrarnos o como irán preparados los demás y deberíamos de coger las mantas que no podamos usar en los pasillos de la casa y detrás poner escombros, eso nos hará saber si alguien entra por el ruido al chocar contra los escombros.. por cierto, ¿has pensado en el nombre que vas a decir? ¿Piensas que el ''elegido'' será sacrificado?-. En un aceptable ingles.

El tono fue cambiando poco a poco, también quería usar las latas de la comida para crear más trampas sonoras que nos alertasen, pero dudo mucho encontrar cuerdas por aquí o cables muy finos, sería perfecto para ponerlo detrás de las sabanas, lo tenía todo en la cabeza pero esa chica.. parece encantadora pero cuando la miro a los ojos.. veo como si una víbora estuviese cazando pero tranquila, se puede ver lo peligrosa que puede llegar a ser, pero por ahora estamos juntos en esto.

Hyung agacho la mirada en lo que escuchaba las palabras de Yago, sacudiendo fuertemente la manta hasta que estuvo algo mas limpia y la dejo con cuidado a un lado, tomando la siguiente. Se tomó su tiempo para sacudirla y adecentarla, hasta que podia ser usada para taparse en lo que armaran guardia uno u otro. Observó el mar a lo lejos, respirando hondo una vez todo el polvo habia bajado y coloco la manta limpia con la otra.

- Si. Creo que la persona elegida... saldrá mal. - Su ingles mejoro un poco, dejando de fingir el no entender, mostrando que confiaba muy levemente en el. Una fachada, por supuesto. Se sento algo mas cerca de el, en lo que servia la comida ya caliente y algo quemada (por seguridad) en los platos que habia limpiado, tendiendole el de mas cantidad a el. 
- Nombraré a la rusa que despreció al del traje. Es la que mas problemas tenia pinta de causar, aunque su cuerpo fuera debil.- se encogio levemente de hombros, mirando el plato, del que comio lentamente, desconfiando del estado de esta, pero no tenian nada mejor. 

- Yo de trampas no se mucho, no creo poder ayudarte, pero buscare lo que necesites. Nos turnaremos para montar guardias. A no ser que prefieras no dormir conmigo delante. - se encogio un poco de hombros, con las piernas pegadas al torso, mirando unicamente el plato, con aire triste, como si el llegar a esa isla y a esa situacion estuviera pasandole factura. De timida y activa, empezaba a parecer mas seria y vulnerable a la vez, como si lo hubiera asumido y se hubiera arrepentido.