Partida Rol por web

-¿Qué pasa? ¿Por qué se rie? ¿En serio estoy colorada? - me miré de reojo a un espejo y realmente lo estaba - Mierda... ¿Eh sueño? - seguía pensando mientras ella hablaba - Entre todo lo que ha ocurrido estos días... no he podido quitarme de la cabeza todo lo ocurrido. Primero la pelea con Kosuke, luego la primera batalla real que tuve y la amnesia de Hikari. Unido a eso el signo de violación y conocer a mi primer gran amigo en este... torneo. ¿Gran amigo? ¿Seguro? Luego la reconciliación con Kosuke y segundo aliado en este torneo... Yûki y el perro, el rapto, el doctor Kuroiwa y Xue, su hijo vengativo, y mi tercer mejor amigo en este torneo, eso junto a los hermanos Gombei, Nanashino mi cuarto aliado, y Hanabi. Y al final, todo el desvelo de la Amnesia de Hikari ante Yûki y lo de su poder sin estar en el torneo, convirtiendose en el quinto aliado aunque fuera en este torneo, el enfado de Xue... Ese tipo tan extraño, Shugo Minamoto, el pie de Mitsurugi-kun y... la pareja. Muchas cosas y todas ellas influyendo en mis sueños... sobre todo Ryôta y... Xue ¿Quién de los dos hubiera sustituido a Susano-o en mis sueños? NO. Borra esa idea de la cabeza. Relajate

-B-bueno... - por suerte había seguido la conversación - No es que solieras hacer muchas bromas... - entonces me di cuenta y solté una pequeña risita entre dientes sin aguantarme - Pero he de reconocer que se te da bien. Je je. - Pero me pilló. Cierto es que Yûki debería estar nerviosa, y ella también, pero ella no sabía porque y realmente no tenía recuerdos de Yûki así que era normal - N-n-n-no. No hay nada, es solo... Es Yùki - me di confianza y saqué el as en la manga. Amnesica o no, le gusta Yûki - Vas a verle cantar en directo, y en el público principalmente nos conoce a nosotras más que nada. Así que es como si cantara para nosotras. Piensalo, es un gran privilegio de alguien... que te gusta ¿No? - ¿Touche? - Así que debes estar bien guapa para él - le saqué la lengua para quitar hierro al asunto. - Y ahora que caigo. Yûki y tu os quedasteis a solas ayer por la tarde. Cuenta cuenta ¿Que ocurrió?

-Ahh... ¿entonces no solía gastarte bromas? No se... es que me hacen gracia, y como que me salen algunas solas- dijo cruzandose de brazos pensativa. Pero al ver que te reias y que decías que lo hacía bien, sonrió -Gracias Chiyo, me alegro que no te molestará- te dijo.

Ahora, volviendo al tema de Yûki, la chica simplemente te escuchó con ese gesto de sospecha en su cara -Hum...- parecía que iba a tu estrategia iba a fallar y ella iba ha seguir preguntando... pero entonces bajo la ceja y se puso roja como un tomate -¿Que ca-cantará pa-para no-nosotras?- dijo nerviosa mientras arrejuntaba sus puños y se tapaba la boca con ellos -No lo había visto así... se-sería ma-maravilloso verlo a-así... u-un chico ta-tan guapo cantandome su música... ains- término suspirando de ilusión... hasta, que poco a poco la viste respirar mas rapido y ponerse mas roja. Habías evitado la pregunta... ¡pero ahora tu hermana de otra madre estaba nerviosa de verdad! Hasta el punto de ignorar tu última pregunta -Pero ahora pueden salir muchas cosas mal... ¿Y si no voy lo suficientemente guapa? ¿O si no me gusta su actuación? ¿O si se centra en otras chicas más guapas? Esto... ahhh... me supera... ahhh... No puedo ir... no puedo ir... no puedo... Ahhh... ahhh... ahhh... Chi-Chiyo... a-ataque d-de... pa-pánico- te dijo empezando a hiperventilar incluso, mientras trataba de calmarse sentándose en la cama y acariciando nerviosa a Susano-o en su regazo... no lo habías tenido en cuenta ¡Hikari estaba como cuando recién conoció a Yûki! ¡Con sus sentimientos a flor de piel!.

Cuando dijiste que lamentabas oir eso, ma chica intento quitarle peso con una sonrisa y negando con la cabeza -"No pasa nada Roxy... al final te acabas acostumbrando. Y aunque a mi tanto viaje me marea... mientras Mamá sea feliz con su trabajo, yo también lo soy"- dijo... notaste que no estaba muy convencida de lo que dijo... serían muchos años en los que no os habíais visto, pero sus tics eran los mismos. Cuando dijiste de intercambiar los números, ella no pudo evitar sonreír con más ganas todavía -"Claro que si Roxy. Aunque espero que tengas mucho saldo, porque pienso llamarte hasta debajo del agua... y hoy mismo me encantaría quedar contigo y tus amigas. ¡Me encantaría hacer turismo con buena compañía!"- dijo con muchas energías y ganas.

Luego le hablaste de tus amigas, el grupo, y la actuación que tendríais -"¿Es ese concurso del que he visto carteles por la estación y demás?"- te preguntó. Volviste a ver ese tic con su pregunta... aunque no sabías porque -"Si claro, por supuesto que os veré entonces... me hace mucha ilusión, gracias por la invitación"- dijo sonriendo -"¿Así que Yuya es buena gente pero se le va un poco la olla? Pues... entonces me recuerda mucho a alguien Roxy"- dijo en tono bromista, obviamente refiriéndose a ti -"Si ella y tus amigas son la mitad de buenas personas que tu... seguro que son muy buena gente. Háblame un poquito de ellas porfi"- te suplico poniendo ojitos.

Las bromas parecían ser buenas desde ella, realmente apreciaba que fuera más activa, igual eso la haría ahora más especial... pero no estaba segura, y por supuesto no me había molestado.

Por suerte, esquivé la bala. No sabía como, pero había evitado que me preguntara sobre el tema de otra cosa más, pero por desgracia... Había sido para peor. Rebusqué en un cajón una bolsa de papel que tenía guardada de haber comprado algo, comprobé que estaba vacía y se la dí - Respira hondo y echa el aire, una y otra vez, y calmate. - dije con seguridad y mostrandome tranquila para darle confianza.

Una vez parecía que se había calmado un poco comencé a explicarle - Yûki lleva un tiempo preparandose para el concierto y nos avisó a nosotras dos el primer día que el lo supo, preguntandonos si queriamos ir a verle. No me dió tiempo a responder cuando tu gritaste "Si" de una manera un tanto impulsiva, muy raro en tí, pero que sinceramente te pega un poco - sonreí un poco picarona - Desde ese día comenzamos, o más bien comenzaste, a hacer planes ya que querías que fuera un día especial que recordar, tanto para ti como para él. - A pesar de todo lo que te ocurrió... seguías con ganas de hacer especial este día... - No pude evitar reprimir una lagrima "rascandome" el ojo - Por fuera no lo pareces, pero por dentro eres la chica más fuerte que he conocido... Y yo solo soy una llorona a la primera de cambio 

Antes de que sufrieras el accidente de Amnesia, fuimos a comprar la ropa que llevariamos al concierto, también me pediste que me asegurara de que ibas bien guapa, por eso anoche te mantuve despierta un poco más mientras nos pintabamos las uñas*. Por supuesto de una manera roquera - reí - Por eso el blanco y negro para ti, y el rojo y negro para mí. Tras decir aquello me puse en pié y saqué ambos vestidos. Sabía que no había comparación entre el suyo y el mio, pero me gustó el estilo colegiala roquera con cadenas en la falda. Un par de accesorios como muñequeras o pulseras y yo quedaría lista, un tanto "de calle" como se suele decir en las fiestas, pero mi estilo

Por otro lado, el de Hikari no tenía apenas trabajo que hacer, aún así aquel día me pidió que tuviera también accesorios propio de los roqueros. Le busqué pulseras también, un cinturón de cadenitas que le quedaba un tanto mono y un collar que pegaba con el vestido. El resto sería peinarse bien, un poquitín de maquillaje y... lentillas. No tenía problemas con ellas, pero apenas las usaba.

- ¿Y bien? En su día dijiste que era perfecto y sinceramente cuando te lo probaste... - volví a quedarme sin palabras recordandolo - No tuve palabras, estabas superguapa. Sí yo me quedé muda ni digamos Yûki. - Había tardado pero había respondido con ello la primera pregunta - Por el resto no te preocupes, te gustó su musica cuando te dejé oir una de sus canciones, a pesar de estar amnesica sigues siendo la misma. Y creeme, si Yûki mira a otras chicas pienso patearles su culo - Sonreí de una forma picara de nuevo para concluir - Pero no lo hará, dudo que pueda mirar a alguien más que a ti.

Hikari cogió la bolsa de papel que le diste y se la puso delante de la boca para tratar de controlar su respiración. Y por suerte, parecía que entre tu voz y la bolsa, poco a poco se fue normalizando. Y que le empezaras a narrar los preparativos que ella misma organizó para este día, también parecía tranquilizarla -Yo... ¿organice cosas?- preguntó mientras trataba de pasar ese ataque de panico.

Cuando sacaste su vestido, no pudo evitar levantarse algo roja e ir ha cogerlo... mientras lo examinaba y tu continuabas hablando -¿Dije... que este vestido era perfecto?- preguntó con curiosidad... normal, para ella todo esto era una sorpresa. Y mientras continuabas hablando, la chica se puso el vestido contra el cuerpo delante del espejo para hacerse una idea de como le quedaría -Sin palabras...- balbuceo una de las palabras que te oyó... estaba fijamente mirando su reflejo... y entonces, comenzó a llorar, sin ningun tipo de aviso. Lo que comenzo por una lagrima paso rapido a un par de cascadas gemelas que la obligaron a apartar el vestido para no mancharlo. Estabas a punto de preocuparte, cuando oiste lo siguiente -Lo recuerdo...- dijo antes de comenzar a sonreir. Entonces... entendiste que no lloraba por tristeza, sino de felicidad -Era un martes festivo, era soleado y hacia algo de bochorno... el barrio comercial estaba lleno y fuimos al centro comercial. Tu de camino pisaste una caca de perro que te limpiaste con la servilleta de una cafeteria a la que fuimos. Lo compramos en una tienda del centro comercial... la tercera que visitamos. Estaba al fondo de las estanterias, y por algun motivo me lo quise probar. A mi me encantó pero seguía usando las gafas... y tu me convenciste de que me quedaría mejor con lentillas... y tenías razón... snif... cuando lo vi todo en conjunto me sentí la chica más guapa del mundo y sonreí ante el espejo junto a ti- la chica se apartó del espejo y se giró ha mirarte, con los ojos muy llorosos, las mejillas sonrojadas y una sonrisa dibujada en la cara -Lo recuerdo Chiyo... snif... lo recuerdo... snif te recuerdo en ese bonito momento... snif... amigüi- te decía enchida de pura felicidad, llegando incluso a llamarte con el apelativo cariñoso que solía usar. Tu amiga... había recuperado una tarde de su memoria.

Poco a poco, mientras hablaba me daba cuenta como decía cosas poco a poco y murmurandolas un tanto sorprendida. Aún así no cesé en mi empeño por seguir animandola y finalmente... La sorprendida fui yo.

-¿Lo recuerda? - Pensé preguntandome y entonces fue ella la que poco a poco fue contando aquella tarde de compras que tuvimos, con sus puntos malos y buenos, aquellas tiendas que no vimos nada, la cafetería... Todo. Sonreí mucho al ver que un pedacito de recuerdo volvía a la mente de mi amiga a pesar de que estaba llorando, sabía que esta alegre igual que yo. Tan solo la abracé con cariño y alegría, y casi sin poder evitar soltar algunas lagrimas - ¿Ves? Poco a poco recordarás todo.

Tras aquel abrazo la calmé un poco acariciandola y limpiandole las lagrimas. - Terminaremos de prepararnos luego, ahora faltan los examanes. Creeme habrá tiempo. Pienso cumplir la promesa que hice, y estarás fantastica para el concierto. - Además de que también se lo prometí a Yûki

La chica te abrazó con fuerza mientras tu hacías lo mismo... estaba muy contenta de haber recordado algo -Si... lo veo... y gracias a ti amiga- te dijo llorando de la emoción. Después de eso, le limpiaste las lágrimas y la tranquilizaste -Si... tienes razón. Vistamonos para ir a clase, y luego volvemos aquí para prepararnos- dijo con una sonrisa en la cara mientras volvía a mirar a Susano-o -Oye Chiyo, ¿y que hacemos con Susano-o? Nos lo tendremos que llevar ¿no? No creo que a tu padre le parezca bien tenerle aquí... sobretodo sabiendo lo que hace- te preguntó algo preocupada por el cachorro.

Mientras cogias tu ropa para cambiarte... de la falda cayó algo. Algo que reconociste bastante rapido y que Hikari no vio. Era una de las inyecciones de Hana Farin... ¿como había llegado allí? Recordaste cuando te pusiste al lado de ella y te dijo que os fuerais... ¿quizás te la puso ella entonces a modo de disculpas? No lo sabías... sólo sabías que estaba en el suelo de tu cuarto.

La sonrisa que se dibujaba en mi rostro mientras le limpiaba la cara de lagrimones era inmensa - A pesar de que seas muy fuerte, sigues siendo muy emotiva - Entonces vino la pregunta del millón Susano-o - Es cierto - mencioné mientras ponía mi ropa a punto para cambiarme al igual que ella, no teniamos prisa pues ibamos con tiempo, este día tendría que ser perfecto, ya tendremos tiempo todos para descansar a la noche.

Entonces aquella jeriguinlla cayó al suelo de la habitación... - Es... - La recogí rápidamente antes de que Hikari la mencionara mientras se cambiaba - una de las jeringuillas de Farin... - Una ligera mueca tornó mi sonrisa - Dudé mucho de ella y eso acabó con lo que más quería hacer... Se la daré a Ryosuke-san y me olvidaré de ello, puede que no arregle nada pero... no volveré a dudar. - Y entonces se me encendió la bombilla - Bueno, teniendo en cuenta de que no vamos a parar en todo el día con los examenes, prepararnos y el concierto y después estar con Yûki, además de que no creo que Susano-o aguante mucha musica rock ¿te parece bien que lo dejemos con Ryosuke-san y Yoshinaga-sensei? Solo será por hoy y podemos hacerlo antes de llegar al instituto. - Realmente era la mejor idea que había para hacer que Susano-o estuviera tranquilo y al mismo tiempo Hikari disfrutara de su día... además de aprovechar para la jeringuilla.

La chica asintió ante la solución que habías propuesto: dejar al pequeñín en casa de Ryosuke y Yoshinaga. Era un buen plan al fin y al cabo; además estos eran sus dueños, sabrán como sobrellevar las explosiones del pequeñín. Ambas os vestisteis y salisteis en dirección a la clínica Genkai, con la jeringüilla y el perro con vosotras.

La profesora te abrió la puerta una vez la avisaste. Ella ya se había puesto una falda, por lo que ya no estaba en bragas... y al verte no pudo reprimir una sonrisa -Estas muy guapa Ryôga-kun... ¿o debería llamarte Ryôko-chan? Jiji, perdón, es broma- te dijo contenta, y se rió un poco sin mala intención -Anda sal y da una vuelta, que quiero verte mejor- te dijo mientras esperaba a que salieras de la habitación. Podías ver en su mirada que estaba muy ilusionada con esto. Ryosuke ahora mismo no estaba presente, pero algunos ruidos de chorros y de agua corriendo te indicaban que estaba en el baño... quizás duchándose... y frotandose esos abdominales con un espumoso jabón que no sería lo suficiente para su idealizada po... Antes de comenzar a imaginarte eso, paso algo.

La parte de la clínica estaba vacía, pero haciendo uso de las llaves pudiste abrir la puerta... aunque no te hizo falta, ya estaba abierta. Como la zona médica estaba desierta, pues entonces tu y Hikari fuisteis directamente a la puerta de la casa del matrimonio, en el piso de arriba. Y llamasteis a la puerta.

Me extrañó al llegar a la clinica que la puerta estuviera abierta, igual habían abierto temprano por algún paciente, pero al entrar comprobé que no, entonces subimos Hikari y yo las escaleras y llamamos a la espera de que nos abriran - ¿Hola? ¿Hay alguien en casa?

¡E-Esa es... Chiyo-san! Ryôga se había quedado parado al escuchar los golpes en la puerta, pero al escuchar aquella voz se quedó pálido. Se giró para mirar a su profesora con los ojos muy abiertos, intentando transmitirle con la mirada que no podía dejar que Chiyo le viera así. ¿Y eso por qué? ¿Era algo vergonzoso lo que le pasaba? No era culpa suya, ¿no? Pero aún así, de alguna forma, era vergonzoso.

-¡Y-Yo voy a esconderme! - le dijo a Yoshinaga-sensei, dispuesto a volver a encerrarse en el cuarto de antes.

-¿Chiyo? Si, estoy en casa... ahora voy, espera un momento- dijo la profesora desde detrás de la puerta. Parecía que ella estaba despierta y estaba haciendo algo. Oíste un portazo un poco más fuerte de lo normal que venía de dentro, y al poco la profesora abrió la entrada. La profesora vestía con una camiseta de manga corta bastante más grande de su talla y se le podía ver el hombro, y una falda de un traje femenino por abajo... parecía a medio vestirse para ir ha trabajar -Oh, hola Chiyo querida, que temprano te veo... y parece que no estas sola- dijo mirando para atrás de ella -Hola Hikari... hola Susanito- les dijo a los otros dos invitados -Por favor, pasad- terminó diciendo.

Una vez dentro de la casa, pudisteis oír el ruido del agua corriendo en forma de ducha proveniente del baño... sería Ryosuke o Arai... aunque si fuera ella quizás oiríais gritos de queja, o simplemente gritos. La mujer os miraba con curiosidad -¿Hoy no tenéis exámenes chicas?- os preguntó, como buena profesora que era -Nada, lo pregunto por saber porque habéis venido... supongo que luego iréis a clase a trabajar- terminó diciendo. De mientras, la mujer miraba de cuando en cuando a la puerta de su dormitorio.

Al oir aquello tras la puerta me asombré. - ¿Qué estarán haciendo? - Le pregunté por lo bajo a Hikari - Crees que... No no, tienen a la niña en la casa así que no. - Entonces sonó una puerta de golpe y me asombré - ¿Tendrán alguna visita inesperada? - Pero apenas si dió tiempo a que Hikari me respondiera cuando nos abrió la puerta - B-buenos días. S-sentimos molestar si hemos venido en mal momento - Me disculpé ante la posibilidad de haberla pillado en algo

Una vez dentro empezó a hacernos las preguntas clave ante lo cual sonreí tanto a Hikari como a la profesora - No se preocupe Yoshinaga-sensei. Iremos directas a clase solo que queriamos pedirles un favor, oh y bueno quería hablar con Ryosuke un momento de una cosilla. El favor es simple - Entonces miré a Hikari para que explicara en que consistía el favor mientras casi inconscientemente mi mirada buscaba que era lo que estaba haciendo la profesora

Lo sabía, es Chiyo-san... Y quiere hablar con Ryosuke... Pero no puede, porque ahora mismo Ryosuke está en la ducha, desnudo, frotándose, enjabonándose entero, y... ¡Agh, maldito cuerpo femenino y sus hormonas! Ryôga sacudió la cabeza para aclararse las ideas, puesto que la imagen imaginaria de Ryosuke en la ducha le había venido a la mente. ¡Céntrate, Ryôga! ¡A ti no te gustan los hombres, es este cuerpo femenino, que te hace pensar en esas cosas! ¡En todo caso tendrías que pensar en Yoshinaga-sensei en la ducha, y...! Volvió a sacudir la cabeza, porque de pronto también se había imaginado eso. ¡No, no, no, no! ¡Eres un chico amable, responsable, todo un caballero! ¡Eso de pensar cosas indecentes no te pega!, se reprendió. Tenía la oreja pegada en la puerta de la habitación, escuchando lo que sucedía al otro lado, esperando que Chiyo-san no tardase mucho en marcharse.

No habias recibido ningun mensaje, llamada perdida ni nada, eso fue lo que comprobaste al ojear tu movil. Nada más abrir la puerta de la entrada de tu casa... notaste como esta chocaba con algo, y luego ese algo ae caía de culo -¡Auch!- oiste una voz... horriblemente reconocible. Si... había vuelto a pasar. Fiji se encontraba en el suelo acariciandose la frente -Auch... esto va ha dejar chichon- se quejó entre dientes. Luego la chica levantó la mirada y os vio a ti y a tu hermana... y rápidamente se incorporó -Hola Shinshi... ¡adivina quien te había venido ha recoger como sorpresa!- dijo contenta, haciendo como si el golpe no hubiese ocurrido.

Luego miro a tu hermana y le sonrió -¡Hola Aisa! ¿Me recuerdas?- le dijo en tono agradable -F... F... ¡Futa!- exclamó tu hermana... la palabra de tu hermana se le clavó en el corazón a Fiji -Vaya, pero que simpática es tu hermanita- dijo tu novia con una sonrisa forzada intentando ser lo menos agresiva posible... no le hacía mucha gracia que la llamarán Futanari ni Futa -No soy Futa Aisa... soy Fiji... Fiiiiji- le repitió para que lo aprendiera -¡Futa!- volvio ha repetir tu hermana... haciendo que tu novia suspirase -Ains... vale... para ti soy Futa- acabó admitiendo. Luego te miro a ti -¿Adónde vais? Yo había venido a acompañarte a clase... ¿te vas a traer a tu hermana para que te de suerte?- dijo en broma riendo un poco.

Tras la llegada repentina de Fiji, las cosas se tornaron alocadas, como siempre que la chica estaba cerca

-F-Fiji!- Soltó algo sorprendido por el cabezazo a la puerta 

No pasó nada que con su actitud alegre comenzó a hablar con su hermanita, quien no paraba de llamarla Futa, mientras que Fiji hacía gala de su talento... Durante ese lapso Shin no sabía que hacer o que decir, pero ellas dos parecían llevarse fantástico... Creo

Finalmente Fiji desistió y le lanzó a Shin una pregunta. Pregunta que en principio tardó en contestar, estaba pensando en lo tiernas que se veían, por lo que se forzó a hacer memoria...

-Oh... ammm, cierto! Tengo que llevar a Aisa a la guardería, hoy mi tío y mi madre trabajan, por lo que cuido a Aisa hasta llevarla a la guardería, y luego de clases paso a retirarla- Dijo un tanto pensativo -C-Cómo está Gris??- Preguntó.

No sabía si estaba bien preguntar, quizás, lo mejor era sanjar el conflicto de anoche justo ahí, pero a su vez quería saber si Fiji necesitaba ayuda, cuando algo le hacía mal, solía quedarse callada...

La chica arrugó durante un segundo el gesto de su cara, pero recuperó tan rápido la sonrisa que puede que ni te hubieras dado cuenta -Aún... estamos con algunos encontronazos... pero seguro que al final lo solucionaremos... sino no la tendría sobre el hombro- dijo sonriendo. Ahí estaba Gris en modo muñeco, sobre su hombro... y veías como la pequeña Aisa alargaba sus bracitos en su dirección, seguramente porque quería, o bien jugar con ella, o bien metérsela en la boca.

Fiji la vio y sonrió -¿Quieres jugar con ella Aisita?- le dijo con tono infantiloide -Llamame Fiji y te dejo jugar con mi amiga- le dijo a tu hermana, aún empeñada en que no le llame... -¡Futa!- exclamó tu hermanita con toda la inocencia del mundo. Tu novia bajó la cabeza derrotada ante tu hermana -Ains... Nada... que ni con eso me quito de encima el Futa- suspiró en voz baja entre dientes, pero volvió a levantarla para sonreirte -Bueno, te acompaño hasta la guardería novio- dijo cogiéndote del brazo -¿Como llevas los exámenes? ¿Crees que te irán bien?- te preguntó mientras caminabais.

Se rió un poco, levemente, agradado de ver que la toalla seca funcionaba. Clonó un par más aguantándose la respiración para secarlo incluso él mismo directamente y luego soltó el aire desapareciendo así las creaciones ya dejada la toalla original en donde debía, respondiendo.

- No se preocupe, usted dijo que ella tiene prioridad así que es un detalle, soy un allegado nada más, he de aceptar esas cosas.

Asintió entonces en un actuar inusualmente obediente para él pero sincero del todo. Tras eso, le indicó con un gesto que fuesen a por, bueno, comida. Buscó sentarse no sin antes hacer un gesto respetuoso hacia Midori-sensei, pegando las manos y volviendo a hacer el gesto de inclinar la cabeza ante la comida.

- Itadakimasu.

Pasó a comer entonces y entre bocado y bocado explicó algo más, tal cual, estando ellos tres ahí.

- Si debo decirlo, he tenido mi propia dosis de genios, son gente única, me da un poco de envidia siendo un nadie como soy, jaja. -Se rió entonces a medida que iba probando todo y, pues vaya.- ¡Ummm! ¡Umai! ¡Sensei, esto está genial! -Le dijo tanto a Ginchan-sensei como a su onee-sama, léase, la cocinera, que posiblemente ni le tomara en cuenta pero debía hacérselo saber, era modales básicos, ni siquiera de ex-"príncipe", sino de persona con algo de fucking decencia fundamental.- Y bueno, pues sí, los genios son cosa seria, yo mismo no supe tratar con ellos y... ¡Ehhhh! Mejor comer.

Suspiró al pensar lo mal que terminó eso buscando apartarlo enteramente a lo que a su vez pensó en si mencionar cierto algo y al final lo omitió, comiendo lo más lento posible para no parecer una bestia que tenía hambre y estaba comiendo algo delicioso a medida que simplemente decía la parte principal de lo que iba a decir, mirando a su propio profesor de matemática durante el proceso, ya casi terminándose todo últimamente.

- Gin-sensei, francamente, me siento débil. Al final gané contra Yume, em, Kamari-kun, pero fue apenas y bueno... No voy a exigirte nada, no puedo, me diste una vida interesante, una razón y un norte, pero cualquier cosa, cualquier pista para ser mejor me sirve, si te parece. Gracias.

Y así, con esa humilde, casi patética petición, se acabó todo. Esperó a que terminaran todos y tomó los platos, buscando él mismo en silencio ir y lavarlos en tiempo record pero con cuidado de no romper ninguno. Era su deber después de todo como el invitado allegado a la casa, tal cual. Una vez lo hiciese, secándose las manos tras no dejarlas con extra detergente, buscaría salir, suponía que con Gin-sensei o sin él, o quizá él mismo se le adelantara y todo, no sabía. Se despediría claro de Midori-sensei asumiendo que ella se quedara ahí en lo suyo y/o se hubiese largado antes y buscaría partir a su institución, sin más, sin menos.

¿Qué tocaba ese día en el examen, de nuevo?