Partida Rol por web

Al escuchar lo que dijo acerca de la jeringuilla mientras la cogía me sorprendí - ¿Tantos? - Pregunté sin darme cuenta - Vale que la inyección fuera el centro de toda la pelea... y de la desconfianza y que Farin-san se pusiera así... Pero ¿Tantos? No sabía que desde fuera pudiera verse así - Mis animos se redujeron un poco al pensarlo, es cierto que una parte de mi hubiera pensado que si había ocasionado más pero... teniendo en cuenta de en lo que estuve envuelta, no podía pensar en otra cosa.

Por otro lado, Otae me pilló con lo de Mitsurugi-kun, supongo que es cierto eso que dicen que con las mujeres hay una conexión especial entre nosotras. Intenté tranquilizarme, pero no me era posible, pese a que me dijera que se encargaría de avisarme si le pasa algo o lo demás. Tan solo pude inclinarme para que no se me viera la cara roja - Mu-muchas gracias Yoshinaga-sensei, y... y no sea muy dura con el en los examenes. - dije a un modo de broma aunque mi tono reduciendose no daba lugar a ello.

Justo me disponía a irme con Hikari cuando Susano-o volvió a liarla un poco recorriendo toda la habitación, yendo desde una puerta a la cocina y comiendose el desayuno de Ryosuke - Pobrecillo, lo siento Ryosuke-sama. - No pude evitar pensar cuando pedí perdón junto con Hikari sintiendome un poco responsable, a fin de cuentas, todos cuidamos del pequeño cachorro. Finalmente era hora de irnos - Bueno, entonces nos vamos ya no queremos llegar tarde y hoy es un día de muchas emociones. Muchas gracias por todo, Yoshinaga-san y le encargo eso - refiriendome al tema de la jeringuilla - Hasta pronto - Me despedí antes de que Hikari y yo salieramos por la puerta principal de la casa.

Le acarició la cabeza con una sonrisa -Con que te preocupes me sobra para alegrarme!- le dijo entonces, pero era un buen momento para decirle las cosas... Sería sincero, no quería seguir engañando y repetir el pasado. La tomó entonces de la mano y la invitó a sentarse un rato en donde pudieran, y sino caminar y hablar...

-Tengo mucho que contarte amor... Tengo muchas cosas en la cabeza, cosas que no te he dicho porque soy un idiota, tenía miedo... Miedo a que me dejaras de querer por lo que fuí, sin darme cuenta que eso es algo que ya no soy... El Shin del pasado murió- Dijo con cara de preocupación.

Respiró profundo, tenía mucho que contar -Verás... No hace mucho, era miembro de un grupo criminal, nos llamábamos All Shadows, y éramos todos jóvenes, de casi mi edad. Róbabamos lo necesario para vivir, pero poco a poco empezamos a robar más, con intenciones de robar lo necesario para dejar de robar... Robamos una joyería, una joyería, sí...- Repitió -En ese entonces yo era un cleptómano, y aunque todos se fueron, yo me quedé atrás para seguir robando... Claro, me atraparon... El inspector, mi celestial... él es quien me atrapó- Soltó una risita nostálgica -Pobre... lo insulté tanto... Mi madre también, ella pensaba que yo era un angelito... Esa noche se enteró de mi enfermedad, se enojó conmigo y me golpeó, luego... se encerró en su cuarto y no hablamos más, no sé por cuanto tiempo... Y digo que no sé por cuanto tiempo porque me fui de allí...- Suspiró resignado... Llegaba a la parte que no queria contar, y aún así tenía que contarla -Yo... Tenía una novia en esa época, ella era parte de All Shadows también... Uf, me da un poco de pena contarte de mi ex!- comentó a modo de broma y con muchos nervios -Ella puede leer la mente y borrar recuerdos y esas cosas, es... difícil de creer pero oye! nosotros tenemos lo nuestro!- Dijo tirando otra bromilla nerviosa -En fin...- Suspiró calmándose -Esa noche me quedé con ella, y esperé a que se durmiera para intentar robarle todo a mi banda, a mis amigos... Luego de prometerle que seríamos felices.. para siempre... juntos...- Dijo con un nudo en la garganta. Era consciente de que había arruinado el futuro de Volgo. -Esa noche me descubrieron y uno de mis amigos me disparó pensando que tenía balas de salva... Casi muero esa noche y él está preso por mi culpa...- Apretó fuerte los puños y desvió la mirada, que de tanto clavaba en el piso. Suspiró con pesades y volvió a mirar a Fiji a los ojos -Mi ex novia... Borró mis recuerdos de todo eso par que no vuelva a robar, pero a cambio... Borró todos mis recuerdos con All Shadows, con mis amigos, y mi relación con ella... Vaya, forma de botar a tu chico eh??- Dijo otra vez a modo de broma más nervioso que nunca, por la posible furia y celos de Fiji -El punto es...- Dijo sin dejarla hablar o reaccionar hasta terminar de contar todo -que ahora me necesitan... Ayer falté porque... Me llamaron... Necesito sacarla de All Shadows, y necesito sacar a Kato de prisión!- Terminó diciendo como si Fiji supier a quién se refería -Y por sobretodo... Ayudar a Shiro a dejarlo, como hice yo...- Soltó entonces

-Fiji... amor... Si no me quieres... Luego de lo que te conté... Lo entenderé... Siento habértelo ocultado, esto... lo recordé anoche y... No sabía si contártelo o no... Lo siento- Dijo entonces esperando una bofetada, lágrimas, un misil nuclear de Gris... Lo que sea!

La chica, cuando le dijiste aquello de que con preocuparse ya te bastaba para sonreír y le alcanzaste la cabeza para acariciarla, sonrió ella también -De acuerdo Shin, muchas gracias- dijo feliz… al menos hasta que la tomaste de la mano para hablar.

Os fuisteis a un banco donde sentarse, y cuando empezaste con tu prefacio para la gran explicación que ibas a iniciar con esa cara de preocupación, la chica te agarró las manos -Tranquilo Shin… cuenta lo que quieras, no voy a dejar de quererte por nada- dijo… y entonces comenzaste a narrarle todo lo que descubriste aquella noche junto a Volgo.

La chica empezó a escucharte detenidamente… todos los detalles de tu antigua vida, sin apartar la mirada de tu persona, con un rostro sereno y serio. A pesar de que tratabas de que no reaccionara… ella era lo suficiente educada y buena para no interrumpirte y dejar que terminaste de hablar. Y ese momento llegó…

Te esperabas de todo en ese momento: lágrimas, una bofetada, un ataque de ira, un ataque de celos, que simplemente se levantase y se fuera; o que incluso invocara a su guardiana zombi y te dejase a su merced… lo que no te esperaste nunca fue lo que sucedió. Sentiste entonces una cálida sensación que te envolvía… el abrazo cariñoso que te dió Fiji mientras apoyaba tu cabeza en su hombro y te acariciaba  -Baka...- dijo susurrando con tono suave y tranquilizador -Eres tonto… si de verdad piensas que voy ha dejar de quererte por esto…- terminó diciendo mientras suavemente te apartaba para mirarte a los ojos. Su cara transmitía calma, y una suave media sonrisa transmitía dulzura y tranquilidad -Admito… que es una historia oscura Shin. Y que si no me lo dijeras tú… jamás me creería esa historia de que pudieras ser tan ruín…- empezó diciendo -Pero que seas tu quien me lo quieras decir en lugar de ocultarlo… me demuestra lo mucho que te importo como para compartir conmigo esto…- con esto, la chica se acercó a ti y te dió un beso en los labios para terminar de tranquilizarte -Ese Shin que me has descrito no es a quien acabo de besar… esos labios pertenecen a la mejor persona que he conocido, conozco, y conoceré. Que haría lo que sea por hacer sonreír a alguien... y por eso me enamoré de ti. Y si quieres ayudar a tus viejos amigos a salir de aquella vida… te ayudaré en lo que pueda- terminó de decir, esperando a que tu dijeras algo.

Se... Se van. Creo que se van, se dijo a sí mismo Ryôga. Suspiró profundamente al escuchar el sonido de la puerta de salida abriéndose. ¡Por fin! No sabía muy bien de qué hablaban, sobre colores y demás, pero parecía que Yoshinaga-sensei había convencido a las chicas de que debían partir cuanto antes para los exámenes. ¡Y así era! Y él debía hacer lo mismo. Así que, tras esperar un tiempo prudencial a que las chicas se marchasen, después de escuchar la puerta cerrarse, salió.

Cuando la puerta se cerró, como una suricata asomando por la madriguera, emergió Ryôko cuidadosa de que nadie con quien podría sentir vergüenza se encontraba en la sala -Tranquila mi niña... se han ido del todo- dijo la profesora mientras se servía otra taza de café... ¿la octava... la novena? Puede que ni ella llevase la cuenta.

La profesora entonces, subió la mano y movió aquella jeringuilla que tenía en ella -Mira lo que nos ha dado Chiyo... ains- dijo, suspirando por algún motivo -Me sabe mal haber mentido a la pobre, con lo preocupada que estaba de que la medicina te hubiera hecho algo... menos mal que al menos no es nada grave- término diciendo.

"Mi niña"... lo ha vuelto a decir, se dijo Ryôga a sí misma cuando salió de la habitación. Sin embargo, no dijo nada al respecto. Le molestaba en cierta manera, pero corregir a su propia profesora no sería correcto, y mucho menos después de que la hubiera salvado de aquella situación.

-G-Gracias, sensei. - murmuró Ryôga con un pequeño suspiro. - A mí t-también me sabe m-mal tener que mentir a C-Chiyo-san, pero... No nos quedaba m-más remedio, y así se preocupará menos. - dijo, aunque su cara expresaba preocupación. La sacudió para centrarse. - B-Bueno, ya no sirve de nada pensar en ello. ¿Cómo haremos l-lo del examen, Yoshinaga-sensei?

- Oh no, temo que esa nave espacial zarpó hacia los confines de la galaxia, puesto que la cagué grande con esos dos genios míos, así que nada, realmente. Prefiero estar con los míos, normales, aunque yo mismo soy basura más que nada, jajaja.

Se rió animosamente al decir eso y luego sonrió a su sensei tras la charla en lo que se pusieron entonces a desayunar. Disfrutó el desayuno y notó que Midori-sensei estaba en las suyas, sin embargo, seguro que sí que podía escuchar pero o no tenía ninguna opinión, tipo: "Sí, ya sé que está delicioso" o "Vale, que bien que te guste, niño" o algo así, aún cuando antes le exigió que le hablara cuando lo despertó. Ni los genios estaban exentos de la hipocresía, suponía y bien lo sabía él como un hipócrita de primera. Fuese como fuese, tomó los platos, asintiendo ante la orden de su maestro, amo y señor.

- No se preocupe, así será.

Pasó a lavar los platos, incluyendo el de Midori-sensei quitándoselo con cuidado y una vez terminara de comer para igualmente lavarlo, terminando una vez todo y entonces viendo... ¡Woah! Oh, joder, vale. No era para tanto. Si no se dijo antes, a Shugo si bien le parecía objetivamente atractiva la mujer, no le atraía subjetivamente, no le gustaban las mujeres de pelo corto (excepciones muy específicas, si es que), su cara idéntica a la del profesor Ginchan no ayudaba en nada y en general su actitud dejaba que desear, aunque bueno, esas tetas... Ah, aún así también había visto los sostenes gigantes de Paula una y otra vez, pero se atrevía a decir que la sensei casi tenía los pechos más grandes que la mencionada joven italiana. Wow, ciertamente algo que considerar. Fuese como fuese, lavó todo y entonces se quedó al lado de la puerta del baño como guardián de dicho ante la orden de su maestro y la escuchó, mirándole.

- ¿Eh? Ah pues... ¡¿Eh?! ¡Oh, joder, perdone! -Se levantó entonces y le pasó su sujetador con cuidado pero sin tapujos del todo. ¿Qué rayos hacía un sostén ahí y así? Vale, pudo haberse caído cuando ella salió del baño antes o algo, pero demonios. Suspiró entonces pensando que esta mujer quizá hacía todo por trollear, como todos en este universo de todos modos, al menos con él. Al menos no parecía dispuesta a meterse en el baño.- Ufff...

Suspiró entonces porque ya estaba listo hace rato para salir la verdad. Sí, otros candidatos vendrían bien, asumiendo que no fuesen tan cochinamente difíciles de vencer como Yume. Se estaba aburrriendo, francamente y si había un enemigo en especial para Shugo o al menos que estaba en la cima o "Top X" de dichos enemigos, era el aburrimiento. Su paciencia se agotaba y cuando quedara sin combustible, la máquina se apagaría.

Ya cuando el sensei saliera y todo le respondería a lo que dijo antes.

- Salí vivo y eso es lo que importa. Y bueno, ya me mandarás alguna lista o algo. Yo estoy listo hace rato, vamos. Por cierto, cuéntame: ¿Qué se supone que se hará en el Concurso de Talentos? ¿Tiene alguna importancia legítima?

Preguntó encogiéndose de hombros. Asumía que irían juntos en el scooter o algo, no sabía. Se despediría de la sensei Midori (asumiendo que no fuese con nosotros) en el camino.

Sabía cuando la contraria mentía o no, seguía haciendo los mismos gestos casi imperciptibles pero que a Rose no se le escapaban. Seguramente viajar tanto era agotador pues si a ella ya se le hizo largo el viaje de ida no quería ni pensar en como sería viajar constantemente, en cualquier caso prefirió no insistir con aquel tema pues tal vez resultase incómodo para la contraria. -Tendré que buscarme un contrato con una buena oferta entonces~-Respondió con una ligera risita al escuchar que la llamaría a todas horas, aunque seguramente ella también la llamase en más de una ocasión para ver que tal iba todo.

-Si, es ese mismo concurso, van a participar bastantes candidatos así que tendremos que dar lo mejor para terminar los primeros o por lo menos llamar la atención de los ojeadores que es lo importante. -Ciertamente Rose quería ganar el concurso pero para ella era mucho más importante dejar una buena impresión a los ojeadores con tal de abrir nuevas puertas en el futuro. -Créeme, yo estoy cuerda a su lado. -Respondió siguiendo la broma aunque no distaba mucho de la realidad. -Mmh... ¿Qué te puedo contar? -Preguntó de forma metafórica mientras pensaba en sus compañeras. -Está Hanako, la vocalista, es bastante bajita y tímida frente a los demás aunque en el escenario cambia completamente, es fácil reconocerla por su pelo blanco y la gorra de marinero que siempre lleva. Luego está Nozomi, la batería, suele ir bastante destapada e incluso ha tenido problemas algunas veces en el instituto por no querer abrocharse la camiseta, aunque nadie se atrevería a tocarla siendo una de las mejores karatekas del centro. Y finalmente está Sakura, la guitarrista y la primera amiga que hice por aquí, la reconocerás rápido pues no tardarás en preguntarte como diantres puede ver cuando el flequillo le tapa completamente los ojos, también es con la que siempre me termino metiendo en problemas aunque Nozomi suele pararnos antes de que nos toque recibir la ira de Yuya sobre nuestro ser. -Aquello último lo dijo como si Yuya fuese algún tipo de dios todopoderoso que todo lo veía, al fin de cuentas esta siempre se enteraba de lo que sucedía de una forma u otra. -No es que seamos un grupo muy grande pero lo prefiero a una multitud~

Lo que sea, menos eso... Sin embargo, pese a esperar cualquier cosa menos esa reacción, ESTA reacción le hizo feliz...

La abrazó con fuerza y con un nudo en la garganta y lágrimas asomando por sus ojos terminó diciendo

-Gracias-

Qué más se le puede decir?? un mundo de palabras no bastaría para agradecer todo lo que hacía por él, desde el simple sacrificio hasta el perdón absoluto de todo lo que fue, que ni él mismo llegaba a perdonarse por ello... La necesitaba, quizás con su ayuda podría liberar a Volgo del yugo de Shiro, e incluso, liberar a Shiro de esa persona rara con la que hace tratos... Incluso, sacar a Kato de la cárcel! Lo hablaría con el inspector y si no se puede hacer nada irrumpiría! y o sacaría por la fuerza... Quizás no sea buena idea incluir a Fiji en eso...

La chica te continuó el abrazo complacida y contenta mientras te acariciaba la cabeza -No tienes porque darlas- te respondió con ternura. La chica, después de un breve y tranquilo rato abrazados, la chica te apartó. Sacó un pañuelo violeta de su chaqueta, y con el cariño de una madre te limpió aquellas lágrimas que se asomaban de tus ojos -Venga... no llores. No te pega nada- dijo dedicándote una media sonrisa.

Luego de esto, la chica te cogió de la mano y se levantó del banco haciendo que tu también te levantases -Vamos ya a clase... que al final no vamos a llegar y no aprobamos... y este verano quiero pasar tiempo contigo, no con los libros- dijo agarrando tu brazo para que los dos llegaseis a clase. No sabes como, pero después de todo lo que ha pasado lo de la mañana, habéis conseguido llegar temprano a clase... y entonces, tocaba el examen que decidiría si aprobabais el curso... o si tendrías un verano estudiando como unos amargados para aprobar en septiembre.

La profesora, con tu pregunta, simplemente sonrió mientras se levantaba para ponerse a tu lado -Tu no te preocupes por ello Ryôga-chan... tu déjamelo a mi- dijo acariciando tu cabeza mientras te sonreía -Tu solo espera a que me vista del todo, cogemos el coche, y lo hacemos todo- terminó de decir mientras ingresaba en su cuarto... no parecía querer decirte como lo haría, pero parecía muy segura.

La mujer no tardó en salir totalmente vestida con su ropa típica de profesora. Viste que escribió una nota en un papel y lo colgaba en la nevera. Si te apetecía leerla, ponía lo siguiente:

Nagami, yo ya me voy con Ryôga al instituto. Ha pasado Chiyo y ha dejado una de esas jeringuillas. Ya has dicho que no puedes hacer nada con ella; pero trata de vigilarla... no vaya a ser que nuestra pequeña la toque, pase todo el día sobrexcitada y mañana nos despertemos con un pequeño.

También, trata de buscar a Jerry Farin, ya sea buscando su teléfono o localizándolo. Sin duda nos ayudaría mucho poder hablar con él. Tenemos que asegurarnos de que Ryôko pueda volver a ser Ryôga. Tenemos de nuevo a Susano-o en casa... tranquilo que ya ha comido... pero te tienes que hacer otro desayuno.

Adiós mi vida. XXOO

Una vez esto, la mujer te acompañó hasta el parking de la clínica, donde tenía aparcado su coche... era raro, el tacto de los asientos te sonaba. Era normal, cuando te desmayaste después de ganar tu primer combate seguramente te llevó a la clínica en coche. Mientras conducía, la mujer hablaba por el teléfono. Hablaba con los profesores, empezando su plan: les decía que su alumno, Mitsurugi, tenía una enfermedad contagiosa y que mejor alejarlo de los demás alumnos y profesores... pero que debía de hacer sus exámenes. También decía que, como mujer de médico, estaba vacunada y no había problema en que le hiciera ella el examen en una aula apartada... cuando viste que tu profesora sonreía, supiste que habían aceptado. La profesora te sonrió mientras conducía -Ya está, perfecto- dijo -Ve poniéndote la máscara que llevabas... y en los asientos de atrás tengo una manta. Tapate con ella al salir como si fuera un mantillo... tienes que aparentar estar muy mala- terminó de decir.

Cuando llegasteis al colegio, después de andar fingiendo malestar... llegaste al aula. Un aula entera vacía, solo para ti para hacer un examen, sin que nadie pudiera copiarte ni molestarte... me imagino que sería maravilloso para alguien como tu. Ahora, tocaba el examen que decidiría si aprobabais el curso... o si tendrías un verano estudiando como unos amargados para aprobar en septiembre.

Tu amiga Franky escuchó con gran expectación todas las descripciones de tus amigas, con una cara de felicidad increíble (aunque en verdad esa cara la tenía desde que os encontrasteis) mientras escribía en un papel su número para que la llamases y te lo daba -"Wow... tengo muchísimas ganas de conocerlas"- terminó de decir. Antes de que os dierais cuenta, las dos estabais enfrente de la entrada de la escuela... lo cual hizo que tu amiga se quejase -"¿Queeeeee? ¿Ya hemos llegadoooo? Ohhhh"- dijo como queja de niña pequeña -"Entonces eso significa que ya te tienes que ir..."- dijo. En ese momento, tu amiga te abrazó con uno de sus abrazos ninja, que te da cariño tres veces antes de que toques el suelo -"Ay, como me duelen las despedidas... adiós Roxy"- dijo apretandote con fuerza -"Esta tarde nos veremos, tengo asegurado... ya tienes mi número, así que ya sabes que hacer"- te terminó de decir mientras se alejaba un poco de ti. Te miró una última vez y sonrió -"Suerte con tu examen... espero que me llames. Bye bye"- dijo yendose después del reencuentro... y hablando de reencuentros...

-Sniff... ¿abrazando a chicas? Snif... ¿pero quien eres tu y que has hecho con Rose?- preguntó detrás tuya una voz increíblemente constipada cuyos mocos se podían oír a kilómetros de distancia aunque igual de conocida. Al girarte, viste a tu amiga Nozomi, portando una mascarilla en la cara... la cual al poco estornudó -¡ACHÚSSSS! Snif... bueno... me alegro de verte Rose... aunque mejor no nos liemos con un interrogatorio, que sino no entramos al... al... ¡ACHUS! Al examen...- terminó de decir esperando a que le acompañaras. Las dos entrasteis al instituto, y al aula, donde estaban además Sakura y Hanako... pero ahora no era tiempo para saludar, porque nada más entrar... tocaba el examen que decidiría si aprobabais el curso... o si tendrías un verano estudiando como unos amargados para aprobar en septiembre.

Las dos salisteis de casa de Ryosuke y Otae... y al poco oíste suspirar a tu amiga -Ains... lo acabamos de dejar y ya hecho de menos al pequeñín- dijo Hikari suspirando con una sonrisa. Luego te miró -Bueno, vayamos a clase, que al final se nos va ha hacer tarde- terminó diciendo.

Las dos os dirigisteis a clase desde la clínica. Fue un trayecto en el que no ocurrió demasiado, por lo que no se tiene porque describir.

Una vez en clase, visteis ya en ella a Yûki en su sitio, pero ahora no era tiempo para saludos... llegabais muy justas y el profesor dijo que os sentarais. Tocaba el examen que decidiría si aprobabais el curso... o si tendrías un verano estudiando como unos amargados para aprobar en septiembre.

A la hermana de tu sensei parecían resbalarle por completo todos y cada unos de los ruidos que hiciste al descubrir que tenías el sujetador bajo tuya. Una vez lo tuvo, simplemente se lo puso, se puso un vestido rosa que estaba en una percha junto a una bata igual a la de tu profesor que también se puso. Para los pies... simplemente se puso unas zapatillas de andar por casa de color rosa oscuro, sin calcetines ni nada... no había más zapatos por la sala... por lo que era de suponer que llegó a la casa de Gin con ellas.

Que Midori terminase de vestirse coincidió con que tu profesor saliera del baño, ya duchado y vestido (ya que el si que no se iba a vestir delante tuya). Una vez salió, su hermana le dio posiblemente el abrazo más desganado, frío e inexpresivo que hubieses visto jamás -Adiós Tanakuchi, ya nos veremos. Gracias por dejarme dormir en tu cama- le dijo con un tono tan apático que casi sonaba robótico. Después de eso, y sin ni siquiera despedirse de ti, se fue a la puerta, y se marchó como si nada. El profesor suspiró -Ains... de nuevo, perdón- volvió a disculparse.

Salí vivo y eso es lo que importa. Y bueno, ya me mandarás alguna lista o algo. Yo estoy listo hace rato, vamos. Por cierto, cuéntame: ¿Qué se supone que se hará en el Concurso de Talentos? ¿Tiene alguna importancia legítima?

Te fue respondiendo mientras salisteis del apartamento para llegar a la scooter -No es que tenga mucha idea de que va. Parece que será un concurso en que la gente cantará... o algo así. El colegio simplemente lo ha organizado para ganar publicidad; hasta han conseguido que una estrella pop extranjera adolescente vaya a cantar... vamos, que va ha tener público- te respondió. Luego de eso, os montasteis en la scooter y partisteis hacia el instituto. Tanto tu como el profesor entrasteis a la escuela... ya ahora. Tocaba el examen que decidiría si aprobabais el curso... o si tendrías un verano estudiando como unos amargados para aprobar en septiembre.

Tras Fiji limpiarle las lágrimas solo pudo sonreir y soltar un -N-No estoy llorando!- Giró su cabeza fingiendo estár ofendido, pero a modo de broma -Soy todo un macho!- Dijo entonces para luego reirse y abrazar a su novia. Hoy estaba de humor!

Comenzaron a caminar por pedido suyo entonces, camino a la escuela, hoy tocaba el examen... -Pues sí! Yo espero aprobar... He estudiado mucho, pero estos últimos días con lo del torneo no he podido repasar... Espero que no me juegue en contra! Puedo memorizar trucos de ilusionismo con solo verlos, si fallo este examen me daré con un libro en la frente! jajaja! Además... necesito tiempo, hay alguien que debes conocer...- Dijo pensando en la pequeña Mogeko. Aún no la visitaba... -Quizás la próxima lleve a Fiji y le muestre algunos malabares!-

Y así se fueron, platicando rumbo al salón de clases! Esperaba no volver a ver al rubiecito... Si lo veía, trataría de evitarlo, pero si molestaba... -Me traje un peine! Me voy a peinar en tu cara y mostrarte lo mucho que te jodí el talento!- Pensó con una sonrisa decidida!

Sonreí a Hikari mientras caminabamos - Tranquila, ya verás que te entretendrás mucho hoy y mañana veremos de nuevo a Susano-o - Entonces fuimos al instituto y una vez allí, llegando justas de tiempo, empezamos los examenes.

Me había preparado bien y durante la semana, al menos en clase, y cuando susano-o no hacía de las suyas, había estudiado un poco más... a fin de cuentas los demás acontecimientos no me dejaron estudiar tanto. No esperaba un 10 a la primera, pero al menos llegar al notable.

A veces durante los examenes miraba un poco preocupada a Hikari esperando que estuviera haciendo el examen como solía hacerlo

-Sí, sensei. - respondió Ryôga en el asiento del copiloto. Se había estado mordiendo la lengua durante bastante rato, y estaba algo tensa. ¡Tenso! En primer lugar no era correcto utilizar el teléfono móvil estando al volante. ¡Y las normas están para respetarlas! En segundo lugar, Yoshinaga-sensei no había dejado de hablarle como si fuera una chica en todo el trayecto. De alguna forma, aquello lo hundía un poco. Pero, por supuesto, no podía corregirla. ¡No estaría bien corregir a tu propia maestra, por mucho que algunas de sus acciones fueran realmente equivocadas! Por eso no dijo nada.

Cuando llegó el momento, Ryôga se calzó la gorra, se puso la máscara y se envolvió en la manta que Yoshinaga-sensei le había indicado. Con eso tenía bastante calor, pero bueno, una vez en clase podría quitársela, pensó. Pero en realidad no lo hizo. Tenía demasiado miedo de que alguien pudiera entrar y descubrirlo. Se dejó la máscara puesta y la manta sobre los hombros mientras se sentaba en un pupitre de la primera fila y recibía los exámenes que tenía que hacer.

¡Qué silencio, qué paz, qué gloria! No era que sus compañeros de clase lo molestaran cuando tenía que hacer exámenes, pero aquella sensación sera algo realmente interesante. ¡Era él, en solitario, enfrentándose al reto educativo! Sus ojos brillaron mientras comenzaba a escribir. Había pasado algunos días distraído, pero esperaba sacar una nota decente. Mientras hacía el examen casi se olvidó del problemilla de su cuerpo...

Se alegró de por fin salir de eso y al final le tomaba peso a las disculpas genuinas del sensei porque vaya si era otra persona era poco fácil de tolerar, ciertamente. Si es que nada sentía pena por el sensei aún más porque la había debido soportar toda su vida como su hermana y quién sabe cuanto si es que podía ser potencialmente un ser centenario o más. Asintió entonces por fin aceptando sus disculpas y luego negando como si no tuviese que molestarse aunque igual absorbía las disculpas (en  vez de negarlas como siempre), después de todo, era su siervo independiente del alojamiento o no, ergo, no podía quejarse. Ya fuera, habló con él en el scooter pensando en lo que dijo.

- Uh, vaya... ¿Una idol extranjera, dice? -Pensó en que, sí, vale él amaba a Paula y cuando retorciera reparara el mundo con su Zai de Caos al final de todo este asunto vivirían felices por la eternidad o su poco pero gustoso tiempo mortal, sin embargo era, bueno, un joven, y si bien lo de anoche fue solo una práctica por y para Paula, era inevitable ponerse algo nerviosito por el tema de una idol de afuera, mierda, pero se calmó.- Menuda pasada, vale, y bueno... Qué decir, ya me conseguirá enemigos, solo que no sean por favor tan cochinos como Yume, em, Kamari-kun... A quién engaño, claro que lo serán.

Se rió al saber que su sensei mismo le tiraría cosas peores o la existencia misma se encargaría.

- Sensei... Tengo dudas sobre el torneo, más dudas, si bien quizá soy tonto y no entendí la primera vez que explicaste, pero vale, te molestaré después, es mi deber como tu representante. ¡Nos vemos!

No le diría nada ahora específico, tal cual, muy como al final no le preguntó nada a la sensei tampoco sobre Makao y mejor así, decidió bien (o algo más decidió por él, no sabría decirlo, instintos o algo semejante), razón por la cual se despidió de Gin Tanakuchi-sensei y decidió ir a por esos exámenes, en los cuales irónicamente uno de ellos le tendría a él, quizá, en esa sala. Tocaba enfrentarse a su más que seguro tiempo de verano aquí, o algo así.

¡A por ello, Shugo-san!

Se había concentrdo un montón, bastante. Y si bien no era un estudiante modelo, para nada, no era tonto y aún cuando no pudo traer muchos de sus libros de casa, había sido criado para saber y hacer de todo cuando niño. Su infierno y calvario personal a través de la infancia y juventud le hicieron eventualmente una especie de sabelotodo mediocre, alguien que podía con cosas, que tenía una u otra idea de esto y de aquello. Lenguaje, kanjis, él sabía caligrafía y no era malo asociando cosas. Física, uno de sus mejores ramos por el simple hecho de ser lo suyo. Matemática, con Gin-sensei. Le hizo un gesto y logró recordar las ecuaciones, los resultados... ¡Calzaban! ¡Fantástico! ¿Acaso estaba en llamas tras ese apagado momento ayer cuando la cagó con "Peach-ohime-sama" y después ese otro igualmente aguado tiempo con la extraña de la sensei hermana de Gin-sensei? ¡Ciertamente! Otros dos más, Inglés y no sabía qué, menuda mierda. Se lució igual o al menos hizo lo suyo: "We are trying to do our best every day!", recordó que podía decirse everyday separado o junto como explicó el sensei, las conjugaciones plurales y el verbo continuo de "-ing", incluso la diferencia complicada a veces al usar una palabra con y griega y luego el "-ing", todo. Terminó y, como siempre hacía al terminar rápido, se largaba de inmediato.

Al final, supo que había ganado y eso le hizo sonreír increíblemente. Pensó en hablar con alguien pero súbitamente no tenía a nadie. No quería molestar a Yuu-chan todavía, con Paula no podía hablar pero debía, pero no todavía. Y los otros... Ni hablar. ¡Yume! ¡Tenía su...! ¿Tenía su móvil? Juraba que sí, a ver... Yume Yume Yume... Ugh, no lo había hecho, menudo idiota. O si lo hizo no lo hizo bien, seguramente. Tampoco iba a molestarlo tras lo de ayer. Llevaba el termo desde ayer en la mochila, como siempre. Si podía usar el salón en la escuela de Home Economics para intentar soldar su kunai, si bien necesitaba más material. Estaba alegre de todos modos, pensando quizá en unirse a este concursito de talentos aunque, francamente... ¿Qué haría? ¿Clonar objetos y revelar su poder absurdamente? ¿Competir con una idol extranjera? Se rió ampliamente entonces, por lo menos se molestaría en hacer cosas importantes hoy. Primero que todo, mandarle a Paula uno mientras iba a buscar lo que no había buscado en toda esta historia y era algo sorpresivo, ciertamente.

¡Paula-tan~ My angel~! Adivina a quién le fue bien en sus exámenes, adivina, por 200.000 puntos! Shugo-kun no tendrá escuela de verano, oh no no~ ¿Tú cómo estás?

Qué escaso y poco, claramente él no podía controlarse cuando era sobre Paula el asunto, jamás. Tronó su cuello entonces y guardando el móvil buscó escabullirse para buscar donde fuese eso que necesitaba y de lo cual tenía un solo único item, ese pequeño cosito metálico con el que estuvo jodiendo desde el comienzo y nada más, algo que necesitaba para trabajar en todo sentido:

¡Chatarra!

Rose sacó su teléfono para apuntarse el móvil de Franky por si algún casual perdía el papel, algo muy probable conociendo lo despistada que era para según que cosas. Correspondió al abrazo que siguió aquello aunque desde luego ella no tenía tal habilidad para dar aquellos abrazos ninjas, no obstante no se quedaría corta en el suyo. -En ese caso te avisaré cuando termine las clases, aunque probablemente tenga que ir directamente allí así que tendremos que esperar a vernos en el lugar. Por el momento intenta no perderte, hay algunas calles que pueden ser un auténtico laberinto. -Bien que había experimentado aquello el día que conoció a la miko. -Muchas gracias por los ánimos, recuerda de dar saludos a tu madre cuando la veas~ -Se despidió con la mano según se alejaba la contraria, al menos podía contactar con ella en cualquier momento así que no debía de preocuparse por perderle el rastro otra vez.

Mientras se despedía escuchó una voz familiar que la había pillado en medio de un abrazo, viendo a una Nozomi bastante pocha cuando se giró. -Será que me has contagiado el resfriado y ahora hago cosas raras. -Bromeó ante las palabras de su amiga. -Digamos que era un reencuentro inesperado. Y hablando de reencuentros, me alegra verte de nuevo por aquí aunque estés para encerrarte otra semana en la habitación. En cualquier caso tú lo has dicho, vayamos dentro antes de que sea demasiado tarde y que tú te resfríes más teniendo hoy un evento tan importante. -No se lo pensó mucho a la hora de cogerla del brazo y tirar de ella hacia el interior del recinto para llevarla hasta el aula. Allí también estaban Hanako y Sakura, la cual se alegraba de ver de nuevo por allí tras lo sucedido el día anterior mas no era momento de charlas pues tocaba hacer el tan temido examen.

Durante el transcurso del examen Rose trató de concentrarse cuanto pudo en este, quería estar libre aquel verano para ensayar con la banda en caso de que los ojeadores diesen el visto bueno además de vaguear algún que otro día como tanto le gustaba a ella. Cuando finalmente terminó el tiempo del examen y todo el mundo entregó este al profesor pudo relajarse un poco de aquella tensión que le había acompañado, lo hecho hecho estaba y ahora solo podía esperar a ver el resultado cuando llegase el día del juicio para su libertad como adolescente. Habiendo terminado pues aquello, y aprovechando que sus demás compañeros aprovechaban para hablar entre ellos o con los de las clases adyacentes, se dirigió a la mesa de Sakura donde se apoyó con las manos frente a esta acompañándola con una amplia sonrisa. -Me alegra ver que has venido, pensé que igual no estarías de humor después de aquel... "Disco rayado". -Mencionó de forma que solo la contraria pudiese entenderlo en caso de que alguien las escuchase. -Dejando ese tema de lado, ¿qué tal el examen? Espero que ninguna suspenda, este verano tiene que ser el mejor de todos~