Partida Rol por web

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Era una extraña sensacion no estaba seguro de que aspecto tenia aunque si podia sentir algunas cosas diferentes en mi cuerpo, una especie de instinto me decia que cosas podria o no hacer, desidi hacerles caso y dejarme llevar, este instinto parecia decirme como atacar y sacar provecho asi que lo aproveche

Bombardero Relámpago

Me puse en posicion para taclear a skullsatamon, lo embesti cargado con el relampago que parecia salir de mi cuerpo o al menos una carga de energia similar

Ezio no pudo evitar abrir los ojos mas aun ante lo ocurrido. En un solo momento, el ataque alcanzo a Bokomon y en vez de salir herido, desaparecio y aparecio un huevo. Asi que esto es lo que pasa cuando mueren... dudo que pase lo mismo con nosotros...

Entonces ocurrio, lo que parecia que seria su forma de ayudar a este mundo y de enfrentarse a esta tipo de enemigos que les atacaban constantemente. Se habia convertido en un digimon, grande y aparentemente fuerte, con el cual parecia que podia hacer frente a aquel otro digimon, asi que miro alrededor y penso que seria lo mejor.

-Impmon, Asad, sera mejor que nos pongamos a cubierto ahora que podemos, parece que es lo suficientemente poderoso como para encargarse de el- les dijo.

(Una pqueña quemazón llega al hombro de Skullsatamon)-Demonios ahora te vas, ¡Hueso martillo!...(el golpe se queda frenado en la durísima cabeza de Beetlemon)...¡como!...¡no puede ser cierto!...(el digimon retrocede unos pasos atrás sin creerse que su poderoso ataque no hiciese efecto en su enemigo).

(De pronto una voz como sintética comienza a hablar)-¡Todo con calma, comienza ahora!....(de pronto una especie de efigie emergió de la luz lanzandosé a por Keitaro, de pronto el cuerpo de Keitaro comenzia a descomponerse, pero a su vez uniendose a otro, para formar un sólo ser, un sólo cuerpo y una sola mente).

En aquella forma no podía hacerle frente a Skullsatamon. Lo sabía de sobra... Pese a todo, mi sangre hervía en pos de la venganza, y no fue hasta que escuché a pelopinchos gritar que caí en la cuenta de cómo estaba la situación: Beetlemon había resurgido.

—Así que ésa e' tu forma digital, ¿eh, chulito? — dije, más para mí que para los humanos —. Café Tostao, hagamo' caso a PeloPincho y refugiémono' en algún lugá' seguro. Esta batalla ya no e' cosa nuestra.

Y es que, ¡ahí iban a saltar chispas! ¡Y nunca mejor dicho! Más valía no ponerse en medio de aquellos dos colosos, o lo pasaríamos mal seguro. 

Podoa notar como la armadura que tenia detenia con facilidad los ataques del enemigo en el peor de los casos seria solo un escudo mas que un arma

Martillo de Thor!

Alce ambos puños acumulando energia en estos y agitandolos contra el enemigo en un golpe hacia su cabeza esperando este ataque fuese mas util que el anterior golpeando directo en la cabeza del esqueleto, no estaba seguro de que tan resistente seria si no logravamos dañarnos esto seria un combate estancado

Jaime había quedado maravillado con aquel nuevo mundo, pues cada vez parecía quedar más claro que ya no estaban ni remotamente cerca de lo que podía llamar hogar. Si se trataba de un universo paralelo o habían cruzado por una extraña coincidencia un agujero de gusano era algo que no podía saber pero había decidido enfrentarse a los problemas uno a uno. Las cuestiones metafísicas irían resolviéndose tarde o temprano pero la única guía que tenían por el momento eran las palabras de aquella… especie de mujer y lo que les contaba la extraña gata parlante.

En alguna parte remota de su interior todavía esperaba que se tratara de una especie de prueba de realidad aumentada que fuera a servir de test para medir alguna de sus capacidades. De ser así no llevaba muy buen ritmo porque había estado dejando que Keitaro, con lo pequeño que parecía, tomara la iniciativa en todo.

Dentro de aquel extraño tren se preguntaba fruto de qué mente perturbada podía ser un mundo como ese porque era evidente que, por distintos que parecieran, tenían todavía más similitudes. De esa especie de tren viviente pero desde su interior no difería demasiado de los que podían encontrarse en cualquier estación corriente. Pasó el viaje en silencio, mirando furtivamente a la chiquilla silenciosa de vez en cuando y dejando a Keitaro saciar su curiosidad mientras él rumiaba todos esos pensamientos.

Tras el viaje recorrieron un bosque. Aquella pequeña criatura parecía conocer bien el camino pero cuando su conversación con Keitaro derivó a si el digimon al que iban a ver era o no guapa decidió desconectar e investigar los cambios que había sufrido su teléfono. Digidispositivo… Si de verdad había evolucionado esperaba que las funciones de llamada o mensajería no hubiesen sido eliminadas porque no le apetecía tener que pedir a sus padres un móvil nuevo.

Cuando llegaron al templo quedó asombrado y dejó de inspeccionar su ex-teléfono.  Una vez más tuvo la sensación que había tenido dentro del tren. Le era imposible no relacionar la disposición de esa especie de ruinas con el Partenón. Esos mundos debían tener algún tipo de conexión mucho más profunda de lo que podía haber imaginado.

De pronto y sacándole de sus pensamientos de forma abrupta, una criatura que pareciera salida del mismo infierno había salido a su encuentro y apartado a Gatomon como si de una molesta mosca en casa se tratase.

Visto desde cerca resultaba intimidante y no había que ser ni muy listo ni excesivamente religioso para llegar a la conclusión de que un esqueleto rojo alado que promete hacerte cosas feas si no le obedeces no puede ser precisamente bueno.

Una vez más Keitaro se había adelantado y hablaba con aquel monstruo como si hubiera asumido el papel de protagonista en una disparatada ficción pero Jaime estaba seguro de que palabras como esas terminarían metiéndoles en problemas. Claro que… ¿qué otra cosa podían hacer? La opción de la chica le dejó helado en el instante en el que parecía haber aceptado su invitación. ¿Estaba bien de la cabeza? ¿Es que no veía la… cosa demoniaca que tenía delante?

Antes de poder convencerse de que debía hacer algo, porque imaginaba que era el mayor de ellos y no podía evitar cierto sentimiento de responsabilidad sobre ellos, la luz que provenía del templo tras la columna derribada llamó su atención.

- Cuidado -advirtió acercándose a Keitaro y Gatomon.

Si Thea quería jugar con fuego, no podía impedírselo pero sentía que debía mostrar claramente su posición. Aquella pequeña criatura mediogato había sido la primera que les había encontrado y ayudado desde que habían despertado allí. Sentía una gratitud que le impedía dejarles ahora y mirar únicamente por su bien.

(Tras recibir el poderoso golpe de Bettlemon este queda herido de gravedad)-¡Mierda, no dejaré que me atrapes!...(tras esto de un salto impulsado extiendes sus negras alas y comienza a volar)...¡volveré a por ti algún día y juró que acabaré con...(de pronto un haz cortante parece destruir a Skullsatamon mandado su huevo de vuelta al espacio digital, tras lo cual Bettlemon comienza a desvanecerse quedando la figura de Alexander nuevamente).

mirando como todo el asunto de la trasformacion terminaba y el sujeto habia escapado aunque algo parecia haberlo atacado antes de que pudiera terminar con su amenaza

Diablos!, este maldito se fue con el secreto a la tumba, busquen alguien raro alrededor, hay alguien mas por aqui!

sin detenerse a festejar miraba alrededor esperando poder ver a quien habia destruido al esqueleto ya que podria ser uno de los villanos

Ezio veio como el haz cortante elimino a Skullsatamon, dio unos pasos hacia delante -El haz de luz salio desde alli- señalo desde donde salio el ataque -Supongo que al que buscas debe de estar alli-.

Se encogio de hombros -De todas formas, supongo que esta de nuestra parte, ya que se ha encargado de el- dijo mientras comenzo a caminar hacia ese sitio.

Esa luz extraña me empezó a rodear y me atrapó. Cuando pensaba que me moría al ver como se desintregraba mi cuerpo, me volvi a sentir lleno, pero esta vez con mas poder del que nunca pensé. Una energía en mi interior copaba cada parte de mi cuerpo. Empiezo a moverme y me noté diferente, ahora era otra persona. Tenía brazos metálicos, y sin duda cada paso que daba era pesado, pero a la vez parecía ligado a la Tierra.

Sin tiempo para reaccionar, como si mi mente trabajara de otra forma, miro hacia Skullsatamon, y por instinto abro mi boca para lanzarle un poderoso misil: SEMILLA BARRICADA!!!

no creo que este de nuestra parte, lo elimino justo antes de decir quien lo habia mandado seguro  su superior o un espia que lo vigilaba para evitar problemas

tomaba el dispocitivo para hecharle un vistazo y ver si algo en este habia cambiado, continuaba el camino con los demas hacia ese as de luz

Ya era la segunda vez que veía aquello. La primera había sido durante el enfrentamiento entre los Pumpkinmon contra el Mariquita y yo... y ahora el abatido era aquel Skullsatamon. Siempre salía ese haz de luz cuando los habíamos vencido por lo que...

—Yo tampoco creo que esté de nuestra parte... Es má', pienso que debe tratarse del mismo que ha mandao a ese canalla a por nosotro'...

No lo sabía a ciencia cierta. Tampoco tenía mucho sentido mandar a alguien a por nosotros si ya sabían dónde nos encontrábamos... pero era la única solución que le veía. Afortunadamente, aquellos haces cortantes no iban dirigidos hacia nosotros.

—Dudo que encontremo' algo ahí, así que sigamo' con nuestro verdadero camino...

(Avanzarón a las ruínas del templo innoto, este parecía ser más una habitación formada con el contorno de una cueva, en ella se hallaban pequeñas estauillas y adornos algo maltrechos por los derrumbes de los impactos, el emitaño no parecía hallarse en su interior, mientras que en el agujero quedaba una perspectiva en la cual se deducía que el templo tenía un segundo nivel).

-¡Diantrés!...(movío su bastón y rápidos movimientos con la esperanza de detener al menos la mayoría de los proyectiles y finalmente lo consigue, aunque parece haber sufrido daños)...demonios, prueba mi martillo...(sin embaro su golpe parece quedar frenado en seco por la defensa de Arbormon)...¡¿Que, no puede ser posible?!...

Parece que los misiles no son del todo efectivos. Será mejor cambiar de estrategia.

Al ver como son bloqueados gran parte de los misiles decido emplear otra variante: Danza ametralladora!! Mis dos brazos se alargan con potencia buscando cogerlo por sorpresa.

Alguien se había tomado lo de digievolucionar demasiado apecho. Estaba acercándose al grupo de Keitaro y Gatomon cuando él empezó a brillar como un fluorescente. Pero la cosa no se quedó ahí y terminó transformado en una cosa rara. Ahora no sabía qué monstruo podía ser más peligroso pero, sin decir nada más, se puso a atacar al esqueleto, por lo que juzgó que debía seguir más o menos de su parte. Sí, eso debía ser la digievolución.

Ya podían estar en plena batalla que Jaime no paraba de preguntarse cosas. Si habría sido un proceso doloroso, si sería irreversible, cómo había adquirido esos conocimientos de combate… tan extraños. Porque dudaba que antes escupiera ese tipo de semillas.

Aprovechó para acercarse a Gatomon ahora que estaban distraídos y se agachó a su lado.

- ¿Estás bien? -preguntó en voz baja.

No podía apreciar heridas externas pero… con el golpe que había recibido… Si ese pequeño bicho adorable de moría iba a sentirse como una verdadera mierda. Y estaba seguro de que no sería el único. Que le necesitaran como guía era algo secundario.