Partida Rol por web

-¡Impmon, esto es cosa tuya!, sabía que sólo un sopla gaitas semejante podría traerme a esta gente, ¡llevatelos inmediatamente u os vamos a echar a patadas, ¿entendido, queda claro?, maldita sea estan retrsando demasiado a los peones y esto no puede ser, el jefe se va a cabrear muchisimo!(mientras parecía silbar una especie de reclamo, comienza a ponerse algo rojo del gran uso de la voz que esta haciendo).

El Bolindre, tan impulsivo como siempre...

—Tranqui, tronco — dije con total indiferencia y sin hacer caso a su insulto. Tenía un as en la manga para ello. En cuanto a las preguntas de los humanos, pasé por completo de ellas —. Enseguía me los llevo , bolita de billar. Por cierto, no sabía que tuvieras la indecencia de llamar Soplagaitas al oráculo. Se lo haré saber la próxima vez que le vea.

Ahí la llevas, capullo. Me moría de ganas de verle la cara de ridículo que se le había quedao, pero ya le había dado la espalda para salir de allí. Además, no mentía, todo aquello era cosa del oráculo o de vete tú a saber quién... si no era el oráculo, sería alguien más importante que él.

—Marchando, blandengues.

Y así, con los humanos siguiéndome, salí de la cueva del Bolindre.

-Teneis muchas preguntas y Gatomon no tiene respuestas para todas, ni tan buenas, permitan que sea la dama Elbafmon quien responda...(las grandes puertas dobles se abrieron y dejaron ver, un gran salón con una lámpara de araña enorme colgando del techo blanco, el suelo era del mismo tono, 6 columnas de contencción por banda hechas aparentemente de cristal, y al final unas grandes escaleras que tras una barandilla sustentada por dos columnas salomónicas quedaba un trono, en la cual había sentada una paloma blanca)...aqui tienen la dama Elbafmon.

Los ojos se me abrieron desmesuradamente al ver a aquel felino que acababa de entrar hablando con la bola metálica, pero  bueno ¿estaba soñando o que? Observo en silencio la discusión que mantienen y no puedo evitar sonreir en cierto modo, durante unos años habia echo infinidad de visitas guiadas y sabia que como buen guia habia que ser algo "borde" para que ningun turista estúpido se te subiera a la chepa.

Así que tras ignorar los comentarios poco amistosos de Impimon se sigo.

Al ver que no se inicio un combate por los comentarios entre los enanos decidí seguir al del pañuelo en el cuello hacia la salida, esperaba que tuviera respuestas, se podía ver de lejos que tenia una actitud bastante altanera solamente con su forma de hablar, una vez fuera le haría mas preguntas

[15 minutos más tarde en una pequeña cueva donde una entidad de pixeles verde es el famoso óraculo]

-Bienvenidos chicos del mundo humano, se que estais desconcertados, es normal pequeños, pero tranquilos, tengo un regalo para ustedes espero lo acepten de buen  grado...(de pronto vuestros móviles comienzan a brillar y se convierten en digi-dispositivos)...hice que Impmon os trajera para que pudierais resolver vuestras dudas conmigo.

No estaba seguro de a que iva todo esto, aun no confiaba en el enano de la pañoleta pero era el unico que parecia no extrañarse de ver humanos o que sabia que eramos humanos y no humanomons, la cosa que brillaba en color verde y hablaba era bastante extraña, seguro alguna entidad primaria o una funcion que carecia de interfas grafica

bien... podrias darnos una buena razón para no llamar a esto un secuestro?

revisaba mi celular al sentir que su peso y tamaño cambiaba, sacaba el nuevo aparato precionando sus botones esperando no haber perdido la informacion que tenia

Esperaba algunas respuestas, pero al hablar el oraculo acerca de un regalo, su bolsillo empezo a brillar, saco el movil y este estaba brillando intensamente, hasta terminar convirtiendose en otro tipo de aparato.

-Bueno, esto solo aumenta el numero de preguntas- le dijo al oraculo -me gustaria saber el motivo por el que estoy aqui y que es lo que hacemos con esto- 

---Exacto, hemos aparecido en ese lugar rodeados de criaturas como vosotros ¿Que sois exactamente? ¿Y por que nos regalais estas cosas?- digo lavantando el extraño objeto que antes era mi anticuado movil.

(El Oráculo un instante rio de manera agradable)-Lo siento pequeños, por haber sido todo tan de repente, pero no podiamos esperar más y ustedes sin saberlo tampoco, Alexander, querido, la mejor razón para decir que esto no es un secuestro es que ustedes aceptarón esta aventura, si aceptas pulsa enter, y asi lo hiciste...asi lo hicieron...(guardo un instante de silencio ante la afirmación de Ezio y tras la pregunta siguió hablando)...verán nuestro mundo se halla en peligro amenazao por un gran mal, y lamentablemente, ese mal es encarnado por un ser maligno, que no sólo quiere apoderarse del mundo digital, sino también del mundo humano, y eso les concierne y mucho, lo que acabo de darles son dispositivos digitales y sirven para purificar la esencia del mal entre otras cosas...en cuanto a que somos, nunca llegamos a saber quienes somos a menos que nos busquemos, pero nosotros somos digimons, para un ser humano u observador profano, somos monstruos digitales, que habitamos en el mundo digital y que al igual que vuestra especie antes, evolucionamos cambiando nuestros tamaños y poderes.

---Espera espera...¿ me estas diciendo que hay alguien como vosotros pero mucho mas malvado que quiere apoderarse del mundo y nosotros tenemos que detenerlo con estas cosas?- digo algo incredulo mientras levanto el dispositivo- ¿ Y como lo vamos a hacer? Somos humanos normales y corrientes y vosotros sois criaturas que teneis armas naturales de por si ¿ como esperais que purifiquemos el Mal sin que nos despedace cuando nos acerquemos?

Aunque no tenía mucha idea yo tampoco del asunto, me limité a asentir con la cabeza a lo que iba diciendo el Oráculo mientras sonreía ligeramente... vamos, dándome aires de saber lo mismo o más que el propio Oráculo. En cuanto a los chicos, no me habían dejado una buena primera impresión. ¡Hacían demasiadas preguntas! ¡Pero qué pesaos! Aunque bueno, que las hicieran ellos evitaba que las tuviera que hacer yo, así que me dediqué a asentir y prestar muuuuuucha atención a lo que iba diciendo el oraculillo éste.

-No, habeis cometido un error, ustedes no son humanos normales, son especiales, elegidos por un destino, el de salvar ambos mundos, con la ayuda de esos dispiositivos digitales sereis capaces de descubrir una forma con el poder suficiente para purificar este mundo de la corrupción de la oscuridad, todos nuestros aliados tratarán de luchar a vuestro lado, pero sin vuestra ayuda es imposible, teneis un destino altamente dificil, el destino de dos mundos, incluso Impmon, el también ha sido elegido por un destino, un destino diferente al de cualquier digimon conocido.

Entramos en una sala enorme donde estaba la supuesta reina, o al menos la persona al mando. En un primer momento no me fije en quien estaba allio en el trono, dado que cada paso me maravillaba la decoracion del castillo y me perdia entre los detalles.

Alli sentada en el trono habia una paloma blanca. Sin duda era muy bella y solo se me escapa: Kawai!!!!! Realmente es ella la que esta al mando aqui? Pregunte algo desconcertado al ver al pajaro.

Parecía ser que Gatomon no podía responder a las preguntas de Jaime, pero no los dejaría con las dudas. La gata les abrió los portones para revelarles una estancia presidida por un trono en el cual les esperaba su anfitriona. Una paloma blanca sentada en él los observaba a medida que cruzaban el umbral de la puerta. Jaime no perdía detalle de la sala a la que estaban accediendo. La sencillez del diseño de las pareces y el suelo combinado con la elaborada factura de las columnas creaba un contraste ciertamente impactante. Pero, irónicamente, la extraña arquitectura era lo menos relevante en ese momento.

Una vez se acercaron lo suficiente, Jaime improvisó una reverencia a la vez que se presentaba. -Es un placer conocerla, dama Elbafmon. Mi nombre es Jaime.- Le dice con un tono que denota cierto nerviosismo. No sabía muy bien como dirigirse a aquella criatura pero, claro, nunca se había encontrado en una situación en la que tuviese que hablar con una paloma. Lo que sí estaba claro es que, si era la dueña de aquel castillo, Elbafmon parecía ser alguien importante y que podría ayudarlos a despejar todas las dudas que acuden a la cabeza del estudiante.

Si eso no era un secuestro los habian traido con engaños y sin decirnos todo lo necesario, eso hacia desconfiar en el supuesto oraculo, no parecia que nos fuece a dar informacion directa ya que no decia como funcionaban los aparatos

Si se supone que eres un oraculo y supongo lider o comandante de la resistencia por que no nos das toda la informacion sin rodeos? siento que solo le das vueltas al asunto ya que no nos as dicho ni el nombre del enemigo ni como usar estos aparatos, por mas que presiono sus botones no veo que nada pase

Algo timido, me presenté tambien: Me me llamo Keitaro, mucho gusto. No sabía como debía hablarle a una paloma real. Jamas hablo con un pajaro, por raro que parezca. En todo momento se mantenia al lado de Thea y Jaime.

Trago saliva ante la respuesta del Oraculo, sus palabras parecian tranquilizadoras pero  seguia sintiendome inquieto ¿ como podiamos nosotros, unos humanos, purificar el mal que decian que azotaba este mundo? Francamente, parecia una tarea suicida...

Ezio lo tenia claro, llevaba mucho tiempo esperando algo, un reto, que realmente le hiciera poner a prueba sus capacidades, y la vida se estaba haciendo demasiado monótona y aburrida. Una aventura así es lo que andaba buscando.

-Muy bien- dijo a las palabras del oráculo -¿Hacia donde debemos ir?- le preguntó con una mirada de determinación.