Partida Rol por web

Methgar y Minsk fueron los primeros en levantarse, lavarse y desayunar de buena madrugada.

El resto de aventureros descansaron hasta las siete de la mañana, los cuales fueron despertados por Rosita con una alegre sonrisa y aclarándoles que ya tenían el desayuno listo: Un tazón de leche bien caliente junto a dos bollos dorados que huelen que alimenta.

Caesar, Querelar, Racalín y Sejmet suben los peldaños de las escaleras  tras asearse, y ven como los elfos salvajes -Methgar y Minsk-, están sentados uno enfrente del otro, hablando entre ellos en una mesa apartada de la barra.

Algunos pescaderos y trabajadores han comenzado a entrar para empezar el nuevo día. El Bar comienza a llenarse...

Dado que una de sus compañeras tiene ya una mesa apartada para ellos, el hechicero no duda en acercarse una silla para tomar asiento al lado de ella sin importarle mucho si la conversación que tiene con un extraño es privada. Hola, hola, buenos días Methgar, vaya veo que no haz perdido el tiempo, vamos chica que no estamos aquí de vacaciones aún tenemos trabajo que hacer y puede que no regresemos, no vaya a ser que le rompas el corazón... Caesar sonríe pícaramente al tiempo que señala la mesa cuando la tabernera dirige su mirada por allí para indicarle que espera su desayuno en aquel lugar.

Como respuesta a las palabras de Caesar, Methgar levanta una ceja y deja escapar un pequeño suspiro antes de contestar Buenos días, Caesar... parece que has dormido bien. A continuación, y como al parecer Caesar se sentará con ellos, hace las presentaciones pertinentes Caesar, él es Minsk... Minsk... Caesar, uno de mis compañeros..

El hechicero estira la mano al nuevo conocido y sonriente le comenta. Si, si, ya recuerdo haberlo visto ayer en la taberna, me parece que era cuando estaba celebrando mi suerte en los dados, si muy buena suerte, lo recuerdan?, uff, que bien me fue...

 Hola a todos..jajajja..habéis dormido bién?..pues yo no tanto,no estoy acostumbrado a la soledad,ymenos de noche,pero por hoy,pasará,el cansancio me ha afectado demasiado,y he dormido de tirón.

DIgo animado, mientras me acerco a la barra.

Este será el desayuno que decía Rosita.¡Bién,hay que desayunar,mientras se pueda ,es mi comida preferida,comeré hasta saciarme...

Agarro la parte que me corresponda y me acerco a la mesa,donde están mis amigos.

 El humano de tez oscura sue también por los peldaños que comunican el salón con los dormitorios. Parece mucho mejor, tras el sueño que no el día anterior.

 - Buenos días.- Dice acercándose con el cuenco de leche y los dos bollos en las manos, después de recojerlos para sentarse al otro lado de Minsk.- Que bueno es empezar el día con un desayuno caliente y casero tras levantarse en un lecho cálido y cómodo para variar.- Donríe en una amplia sonrisa blanca contrastando en su oscuro rostro.

Venga Querelar, acaba rápido eso, ya se donde podemos encontrar a nuestro objetivo, parece que soy el único que se preocupa por que esa criatura siga suelta.- le dice al humano que se ha sentado a su lado.

Al ver que Caesar le había tendido la mano, le da la mano firmemente,tras lo cual la suelta y se levanta dispuesto a irse por la puerta.

Venga, apresúrate, te lo contaré por el camino

 Querelar mira al elfo salvaje, enarcando una ceja primero y sonriendo después.

 - Es bueno eso de levantarse y ver que alguien ya ha trabajado para uno.- Se levanta recogiendo su mochila.- Pero antes pasemos por un templo.

Rosita responde a Caesar con una sonrisa casi que por obligación. Antes de llevarselo a la mesa, tiene que preparar el cazo de té para todos esos trabajadores que van entrando y que no se le acumule el trabajo después.

Pasan algunos minutos cuando le entrega el tazón de leche junto a las raciones de bollos horneados. -Espero que lo disfrute..- Dice con una amarga voz debido a que tiene mucho trabajo a estas horas de la mañana.

Sin más, se retira de nuevo hacia la barra para continuar con su trabajo.

El hechicero sonríe a la mujer, sin embargo parece que esta tan ocupada que ni lo nota, por lo que un tenue gracias es todo lo que alcanza a murmurar. Bueno pues es una lastima que os tengáis que retirar, estoy seguro que Methgar es buena hembra para cualquiera pero si queréis dejarla así... La señala. En fin, que tal, a que hora vamos a marchar nosotros también? Dice mientras se empina sus dos bollos y su bebida...

Tranquilo Caesar, tengo la firme sospecha de que nos volveremos a encontrar, esta villa es pequeña para no volvernos a encontrar.

El elfo del pelo blanco sale por la puerta de la taberna con andar liviano pero firme, hasta desaparecer por el umbral de la puerta.

¿Cómo que buena hembra? dice algo molesta ya vas a acabar cobrando, Caesar contesta con un tono bastante serio y nos iremos en cuanto terminéis, que no hay tiempo que perder y no podemos llegar tarde... así que daos prisa.. ¿aún no se ha despertado Sejmet?

El clérigo sonríe pícaramente mientras se termina de embutir el resto de pan de un solo bocado y luego de dar un largo trago a su bebida agrega... Pues podemos irnos cuando quieras, yo ya estoy listo, aun que eso si, hubiera preferido un desayuno mas sustancioso, creo que me llevare algo para el camino...... Rositaa!!

 Querelar sale del salón, con un par de pesados bultos.

 Una vez fuera de la taberna entrecierra los ojos ante la claridad del sol del amanecer.

 - Vayamos al templo para terminar de sanarnos.- Dice mientras da los primeros pasos para salir del muelle.- Que era lo que querías contarme?

Cuando salí de mi trance nocturno, fui al puerto, en busca de algunos piratas que me indicaran algún indicio sobre Oppol, cuando me encontré con varios de ellos, resulta que se rieron de mí, a si que tiré de espada y llegamos a una situación comprometida. Al final me indicaron que el lugar idóneo para buscarle, era en la mansión de la Dama del Fuego, la dueña de todo el muelle, incluidas las tabernas, vivía en una gran mansión, la casa más grande de la villa, majos los piratas.

Mientras tanto, Minsk vaga por la ciudad junto a su compañero Querelar en busca de un templo.

 Querelar escucha las palabras de Minsk.

 - Esta noche te ha salido bien, pero no te recomiendo que vagues solitario por lugares desconocidos. No vaya a ser que el azar te juegue una mala pasada.- Las palabras del humano son serias, no hay rastro de su perenne sonrisa en el rostro.

Quizá si cierta persona no viviera pegado a un colchón, no estaría solo

Entre tanto se van acercando al templo más próximo.

 Querelar enarca un ceja.

 - Ya veo que eso de la ida longeba y que otorga paciencia y ua vida tirando a la contemplación, que normalmentese adjudica a los elfos, es algo que no va contigo...

Veo que ya empiezas a conocerme mejor... no todos los elfos tienen una vida tranquila y de contemplación, ¿es que nunca as oido hablar de los elfos salvajes?